"Cartas"

Presioné fuertemente la carta contra mi pecho, dando un suspiro me recoste sobre la cama pero aún tenía los pies sobre el suelo, no era una persona que recibiera cartas generalmente o que llegara a tener un admirador secreto a pesar de que esto fuera una broma no podría llegar a sentirme mal en lo mínimo, las veces que he leído las cartas que me dejan es suficiente para saber que alguien de todos los que me odian me quieren.

Aunque he de admitir que llegué a sentirme un poco acosada al principio ya que esto no era nada normal pero entendí la buena intención con lo que lo hacía esa persona, simplemente me sentí feliz.

Guardé la carta y después me preparé para ir a la escuela, sonará algo raro pero he de admitir que esas cartas eran las que últimamente me han estado dando ánimos (muchos más que antes) para ahora no faltar a clases e intentar encontrar nuevamente una carta como las anteriores, es lo que realmente me hace feliz.

Salí corriendo, no era tarde ni mucho menos pero realmente la pesadilla que antes odiaba ahora era mi mayor sueño casi como un paraíso.
Llegué feliz con una sonrisa en la cara saludando a todos y me senté en mi lugar el cual quedaba en medio pero casi en la parte de hasta atrás.
Aún era temprano por lo cual saqué una libreta junto a un bolígrafo.

—¿Qué podría quedar bien?... —mordía levemente el bolígrafo con mis dientes mientras pensaba.

—Tal vez tus verdaderos sentimientos, lo que quieres expresar a aquella persona —miré a mi lado.

Di un pequeño salto de sorpresa, estaba tan hundida en que quería hacer una carta igual a las que me dejaban que no caí en cuenta de que a pesar de ser temprano no estaba sola en el aula. Sonreí con nervios, por el susto mi corazón estaba palpitando rápidamente.

—¡Muchas gracias! —agradecí. —¿Puedo decir algo? Es raro que tú y yo hablemos, después de todo somos casi las personas más sarcásticas y que le caen mal casi a todos.

A pesar de mi buen humor no perdía mi esencia, pero esa era la verdad... Ni él ni yo eramos populares entre todos sólo por tratar bien a la gente, eramos sarcásticos y utilizábamos las cosas a nuestro favor, o eso es lo que he observado de Misono, después de todo no hablamos mucho ni mucho menos dirigimos miradas, ¡a pesar de todo lo que dicen parece una persona realmente cálida! O tal vez sea porque somos igualitos.

—Tal vez eso sea para ti, a mí sólo me tienen envidia —respondió mientras formaba una sonrisa engreída en su cara y cruzaba los brazos desviando la mirada.

En una situación normal me hubiera sentido ofendida y hubiera respondido de la misma forma, pero esta no fue la ocasión al contrario me dio un poco de risa, era muy buena persona.

—Bueno senpai ~ —reí. —Eres muy bueno.

—¿S-senpai? —dijo el sorprendido con un ligero sonrojo —¡N-no me llames así!

—Pero es expresión de cortesía, senpai~ —reí. —Bien, bien gomen Misono-san.

El iba a responder cuando unas personas entraron al aula tras murmuro junto a murmuro a vernos, los miré con una gran sonrisa.

—Ey, si ustedes también quieren hablarle a alguien tan bueno como el simplemente acerquense~

Las chicas fruncieron el ceño y enojadas se alejaron, me disculpé con Misono primeramente para después darle un apretón de manos.

—Me gustaría conocerte más Murasaki-kun*~ —le di la mano pero el se dio la vuelta.

—Te costará, incluso aún más que inventar apodos como ese.

Sonreí ante tal comentario, la vida ya no seria tan rutinaria ni aburrida gracias a él (y a las cartas claro).
Fue a su asiento el cual no quedaba lejos del mío, aún con las ganas intensas que tenía de enviarle papelitos molestándolo mi actitud de chica seria, anti social que se la pasa callada no pueden ser reemplazadas por algo diferente por lo cual tuve que desechar la idea.

Al terminar las clases me apresuré en juntar mis cosas y después salir, Misono no se inmutó ningún momento en hablarme de nuevo, ¡sé que llevo poco de hablar con él! Tampoco soy una persona muy social pero... ¡La carta! Fui corriendo rápidamente al aula nuevamente y miré lo que había debajo de mi banca, una sonrisa de felicidad se formó en mi cara, puedo hasta confesar que las sonrisas me han causado dolor.

Guardé rápidamente la carta y salí, comencé a caminar hasta salir, pude ver a Misono cerca así que corrí hacia donde estaba él.

—¡Murasaki-kun! —él me volteó a ver pareciendo enojando por el apodo sólo saqué la lengua.

—¡No me digas así!

—Ah... ¿Y ese sonrojo? ~ Te gusta el apodo, así de fácil —sonreí.

Él negó y estaba apuntó de caminar pero lo detuve al ver como una mariposa con colores exóticos revoloteaba al alrededor.

—¡Qué bonita mariposa! Hasta hace que me dejen de dar cosa... —murmuré lo último.

—Heeeey~ es tarde, debes volver a tu casa, camina, hayaku, hayaku —él me dio leves empujones.

—Parece como si quisieras seguirme Alicein-kun —sonreí y él se alejó rápidamente.

—Desearías en mil años que eso pasara, ja.

Y sí, volvió a su actitud tsundere♡
Me acerqué y le di un abrazo.

—¿Sabes? No suelo hacer esto... Para nada, casi nunca... Pero gracias por este día tan divertido Misono.

Me alejé con rapidez antes de que respondiera alguna cosa que me diera vergüenza y tuviera que huir, pasando una pena peor. Podré ser yo (de una forma sarcástica y mala) pero también siento pena y vergüenza.

Al llegar a mi casa rápidamente dejé las cosas y agarré del helado que mi hermano traía cada fin de semana, ¡trabajar en una heladería sirve de algo, señores! Abrí mi mochila y con una velocidad sorprendente saqué la carta de este día.

Di u suspiro de enamorada al leer nuevamente las palabras de ella.

No era una persona muy cursi pero aún así disfrutaba ese tipo de cosas, me daba pena algunas veces e incluso llegué a taparme la cara girando en mi cama queriendo dejar de leer alguna carta del momento por la cantidad de dulcería que contenía aquella.
¡Pero aún así se disfruta en todo su esplendor! A mí podrá darme pena o derivados pero amo leer que le importo a alguien, lo suficiente para que se tome el tiempo de escribir algo así.

—¿Por qué no sé quien eres? —me pregunte a mi misma mientras miraba el papel de mis manos y suspiraba.

Subí con el helado y la carta a mi cuarto, me tiré a la cama con lo dos haciendo que un poco de helado se derramase sobre las sabanas, cosa que me importó poco, di otro suspiro.

La única inicial que dejaba la carta era una "A".

Saqué una hoja y la puse sobre mi cama, arriba de una libreta para que no se rompiera al escribir, cerré los ojos y respiré con profundidad inundandome de calma.

Recordé las palabras de Misono y rápidamente me puse a escribir, recuerdo que la última vez que escribí una carta fue en primaria era un intercambio de cartas y yo le gustaba al niño al que me había tocado, fue un intercambio mutuo, incluso pensé que sólo sería "te doy tu carta y me largo" pero al contrario, justo como había dicho mi maestro de aquel entonces el aprovechó el momento y me dio un abrazo, los típicos silbidos y gritos de todos ante aquella acción tan normal en humanos no se hicieron esperar.

Incluso los recuerdos más vergonzosos me dan risa, pero eso hace que los quiera olvidar aún más.

No sólo eso también amo la inspiración que me dan al escribir.

Esperé a que pasara el día, ansiosamente pasó y nuevamente tenía que ir a la escuela, guardé la carta que hice el día anterior en mi falda, me la pasé investigando toda la noche sobre quien podría ser, hasta había ideado un plan lo cual me llevaría a la persona correcta.

Como no dormí en toda la noche mi plan era fingir que me sentía mal par que me llevaran a la enfermería y pudiera descansar, más ingenioso no podría ser.

—Sensei... —sujeté mi cabeza ligeramente cerrando los ojos —me duele la cabeza...

—Deberías ir a la enfermería... Pero en ese estado no podrías y no puedo acompañarte porque tengo que continuar la clase, ¿quién se ofrece a llevar a su compañera?

Bien... Sonaba como buen plan pero lamentablemente nadie levantó la mano, absolutamente nadie, ni siquiera mi primer sospechoso.

—Bien tendré que elegir yo... ¡Tú! Misono, a ti no te costará recuperarte en la clase eres muy bueno después de todo.

Misono volteó a ver al profesor posiblemente fingiendo estar encantado, se levantó y vino hacia donde yo para ayudarme, di un suspiro mental mi plan había salido fatal.

—No sé como no puedes cuidarte, eres una verdadera molestia —dijo el mientras abría la puerta de la enfermería y en busca de una enfermera miraba a todos lados.

—No hay nadie... —murmuré.

—Lo sé, aún peor no puedo dejarte sola aquí —al parecer suspiró de irritación.

Me llevó hacía una camilla y me dejó acostarme en ella, salió después, mis ojos pesaban y ya no aguantaba justamente el sueño por lo cual no pensé dormirme al instante.

Escuché unas palabras a mí lado, pero eran aún algo confusas.

—Es bueno estar aquí... El decir todo por cartas es difícil a pesar de la libertad de expresión —aquel chico suspiró, aún seguía lo suficiente dormida para no identificar la voz —el poder acercarme a ti fue algo que realmente quería desde hace mucho, pero hasta ahora pude lograr.

Acercarse... Acercarse... ¡Ahora sé quién es! Misono, Misono, nunca pude imaginarlo de él, incluso aunque esa opción estuviera en frente de mí era difícil.

Abrí los ojos con pesadez y vi como su mano sujetaba la mía, un sonrojo se apoderó de su rostro.

—¡Deberías dormir! —intentó ocultar su nerviosismo detrás de esa actitud tsundere —yo no pienso quedarme aquí, es molesto cuidar a alguien como tú.

—De la misma forma en que hacer cartas uh... —reí levemente —. Gomen Misono.

Saqué la carta de mi bolsa y se la di.

—Fácilmente podría decir... "Tú también me gustas" aunque soy pésima para las palabras tengo más libertad y menos timidez de decirlas por escrito, el hecho de no ver a las personas es una gran ventaja, pero suele dar pena cuando sabes que lo leyeron...

—¿Esto es?...

—Buh, pensé que eras inteligente Misono, puedes leerla ahora o ahorrarte el hacerlo y leerla en tu casa...

Me acerqué y le di un abrazo, a lo que el correspondió sin decir nada. Por la cercanía se podían sentir lo rápido que latían nuestros corazones por la respuesta del otro hacia uno.

—Eres la única persona de la cual siento reconfortable el abrazarlo... Hazukashi*...

—No puedo pensar como no arruinar este momento —él me abrazó más fuerte —sentimos la misma vergüenza...

—Ya lo arruinaste... —reí levemente —arigato Misono...

Él se separó de mí y me miró.

—¿Gracias por qué?

—Por todo, las cartas, hablar conmigo —reí. —Hacer que sea yo misma, esas cosas ~

Él se acercó a darme un beso en la frente para después tocar mis labios.

—Dejame leer la carta, arreglamos todo esto y después... —su dedo se deslizó por mis labios dejándome la cara caliente señal de un sonrojo —aclaramos esto... —beso la comisura de las labios.

Sin dejarme respuesta como yo el día anterior al darle un abrazo e irme corriendo repitió mi acción, sólo que me dejó más confundida de lo que yo a él aquella vez.

***
Ahora todos tendrán entre 2000 y 1500 palabras aunque tarde Alv

*Hazukashi - Qué vergüenza.
*Murasaki - Morado.

Quería y necesitaba algo romántico de Misono :"v