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Kuro-

"Príncipe azul".

Sujeté mi vestido con fuerza mientras seguía corriendo, Kuro últimamente me había hecho la vida difícil durmiendo en lugares imposibles de imaginar, aún así no podía culparlo era tan lindo que incluso el enojarse con él sería tan raro... Por casualidad alguna mi cuarto lo dejé, Kuro nunca solía dormir ahí, se quejaba de lo súper suave y cómodo que era acostarse en la cama, di un suspiro.
Ese gato cada vez me la ponía más difícil, realmente si seguía así no podría más con él.

—Señorita... —me llamaron a lo cual volteé dándole una sonrisa a la chica —acabamos de alimentar a su gato, como ordenaba la carta.

Completó mientras daba una reverencia y pedía permiso para después irse, ¿carta? Esto sólo tiene una explicación y es Kuro.
Rápidamente caminé hacia mi habitación y abrí la puerta para encontrarme a Kuro dormido en el piso mordiendo un cacho de carne, suspiré, me acerqué a él quitándole de la boca la carne para después cambiar mi expresión a una de enojo.

—¿Qué?... Ah —se transformó en humano para después sentarse en el pido y dar un gran bostezo —. Lo siento, tenía hambre... Y sueño.

Negué y me senté a su lado.

—¿Sabes? Normalmente una princesa tendría que estar allá afuera viajando pero yo me quedo aquí sólo por ti —reí hasta que escuché como tocaban mi puerta.

Kuro rápidamente se transformó en gato y se subió a mi cama, yo me levanté para ir a abrir la puerta, cuando lo hice me encontré con mi mamá, sonreí y la abracé ella correspondió gustosa, cuando nos separamos pude notar que tenía una expresión diferente a la habitual.

—Iremos con tu hermana Amber al reino vecino, el hijo de los reyes quiere conocerte ~ —ella sonrió soltando una leve risa.

¿Por qué alguien querría conocerme a mí? Si alguien en mi familia se casaría primero sería mi hermana Amber. no yo. Sonreí y mi madre se fue para después cerrar la puerta y recargarme en ella, tener este título era más que complicado, matrimonios sin "amor" que sólo apoyan al reino.

—¿Qué sucederá?...

Abrí mis ojos ya que los tenía cerrados, volteando a ver a Kuro bajé la mirada... Ni yo sabía que pasaría.

—Dejemos eso a un lado, ahora mejor... —pensé. —Juguemos ~

Después de pasar un lindo momento con Kuro, mi mamá aproximadamente a las 8 de la noches nos llamó para irnos, nuestro equipaje estaba en el carruaje, sonreí subiendome junto a Kuro, él se sentó en mis piernas mirando a mi mamá junto conmigo, ella comenzó a hablar.

—¡Nos quedaremos dos días con el príncipe! —comentó feliz —. Oh y con respecto a tu gato le darán una habitación especial para...

—Lamento la interrupción, madre. Pero Kuro no dormirá en otro lado, el duerme conmigo —lo acaricié y mi madre asintió con una sonrisa.

Miré por la ventana algo preocupada, esconder la naturaleza de Kuro de por sí costaba mucho esfuerzo, ahora en otro lado con personas a las cuales sólo conozco su nombre y posición social es aún más difícil.
Miré abajo, donde Kuro se encontraba al sentir como lamía levemente unos de los dedos de mi mano, haciéndome sonreír.

Llegamos un poco tarde, para mi sorpresa mi hermana ya estaba ahí, al bajar rápidamente fui corriendo a abrazarla, ella correspondió feliz.

—¡Qué bueno que ya llegaron!, es tarde así que las presentaciones deben quedar para mañana —ella sonrió a lo cual imité su acción.

Amber dio dio la indicación de que el mayordomo acompañará a mi madre a su habitación, yo llevaba a Kuro en los brazos mientras caminaba al lado de Amber la cual inmediatamente no dudó en sacar plática.

—Vas a tener ya a tu príncipe azul ~ —ella río levemente y yo negué.

—Lo he tenido desde hace tiempo ~ —acaricié a Kuro. —Pero realmente no es como si me quisiera casarme en este momento ¿sabes? Ya tengo a alguien y... Mmhp, simplemente si se lo digo a madre querrá matarme...

—¡Oh! —mi hermana juntó sus dos manos en frente de su cara mientras se detenía en frente mío haciéndome frenar —¡Es como un amor prohibido! Hermanita, deseo tu bienestar lo sabes si llegas a necesitar ayuda con ese alguien no dudes en consultarlo conmigo~ ¡Es más! Si anhelas alguna vez escaparte con tu verdadero "príncipe azul" aquí estoy para ayudarlos.

Dejé a Kuro un momento en el piso para poder abrazar a mi hermana, ella era como la madre que tenía pero no se comportaba como tal, Amber parecía más mi madre que hermana.
Ella me dio un par de palmaditas y después abrió la puerta de mi habitación, me guiño un ojo deseandome buenas noches para después dar media vuelta retirándose del lugar, me metí junto a Kuro y solté un suspiro como los de nunca.

—Ella es buena —habló Kuro en un murmuro y asentí.

—Repudio esto —fue a la cama y me acosté en ella.

—Veamos el lado bueno —miré abajo así notando que Kuro me estaba quitando los zapatos —tendrás una mejor vida, no creo que una princesa quiera escapar teniendo la mejor oportunidad de su vida.

Fruncí el ceño enojada ante la respuesta de Kuro, negué y lo jalé a mi lado, sentándolo, acaricié su cabello, para su apariencia tan perezosa y casi sin importarle la vida parecía carecer de algo importante, la lógica.
Ni un millón de joyas, ni pinturas o vestidos me harían cambiar de sentimientos ¡nuestro reino de por sí ya era el más poderoso y grande! Sonaré mal educada pero mi madre sólo quiere este matrimonio porque es lo que ella misma no pudo darse.

—¿Y dónde queda la opción de escapar?

—¿Escapar? ¿Tú y quién más?

—Bueno, bueno... ¡contigo tonto! —lo aventé a la cama poniéndome encima de él —¿sabes lo que es el amor?

—Vaya... Una princesa como tú teniendo tales modales estando sola con un hombre... Es algo digno de admirar —se burló, le saqué la lengua para después intentar bajarme de encima, pero mi vestido lo impedía.

—Cierra la boca... —Antes de seguir mi oración, sentí las manos de Kuro deshaciendo los nudos de mi vestido.

El vestido iba a caer, pero sus manos lo detuvieron, el cerró los ojo y después me quitó de encima suyo.

—También tengo modales~ ¿Quieres que te ayude a cambia...?

—¡No! —casi di un grito así que inmediatamente tapé mi boca —sólo te agradezco esto Kuro.

Me dirigí al armario donde se encontraba mi equipaje y después me cambié a mi camisón. Me senté al lado de Kuro y lo miré.

—Ya puedes abrir los ojos... —el hizo eso y después se acostó en la cama dándome la espalda —oye... No tengo sueño.

Él volteó mirándome.

—¿Qué es lo que quieres?... No te basta ya con dormir con un hombre en la misma cama sin estar casada, podemos jugar... —miró a todos lados —rayuela.

—¿Qué es eso?...

—Bueno princesa, realmente se nota que eres de la realeza —Kuro se levantó a buscar algo en un cofre y sacó una tiza —te enseñaré a jugarlo.

Y así fue, pasé casi toda la noche con Kuro jugando rayuela, ¡fue excelente! No podía creer lo que perdía del mundo siendo... Siendo de otro "nivel"  como es que había juegos tan divertidos que no conocía.

—Princesa, parece algo cansada... —comentaron las chicas que me peinaban.

—Oh... Es que no me adapto fácilmente, me costó algo dormir... —mentí mientras reía un poco con los ojos cerrados.

—La felicitamos por su boda.

—Muchas gracias...

Se retiraron y justo cuando estaba por salir alguien tocó mi puerta, le di permiso a esa persona para pasar y me sorprendí al ver quien era.
Sonreí, había trasnochado así que realmente si me veía cansada.
No puedo negarlo, incluso sería mentira si lo hiciera, el príncipe era apuesto pero hasta ahí.

—Buenos días, mi bella —se acercó y besó mi mano —y a ti querido —miró a Kuro —realmente ansiaba conocerte, eres más bella de lo que esperé.

En mi cara podía verse la mueca que estaba haciendo, estaba disgustada a lo mucho. Iba a responder pero milagrosamente llegó mi madre.

—¡Oh! Lamento mucho interrumpir necesitaba hablar con mi hija de algo pero no es necesario.

Negué sonriendo.

—Disculpame príncipe, también necesito hablar con mi madre. —Sonreí. —Kuro, vamos ~

Me paré del asiento y salí junto a mi madre, caminamos un par de pasos alejadas de ahí, ella me miró con mala cara, desvíe la mirada encontrándome con mi hermana, ignoré a mi mamá y fui hacia donde ella para después caminar a su lado.

—Se supone que madre estaba contigo —me miró.

—Lo estaba... Amber necesito tu ayuda, si quiero escapar... Pero no sé a donde podríamos ir.

Ella me miró a todos lados y después dio un suspiro, se acercó un poco más y con su abanico tapó su boca.

—Hoy habrá un baile en honor de los dos, afortunadamente el príncipe tiene unos cuantos asuntos esta mañana, por lo cual debe salir en... Aproximadamente media hora, ahí tendrías que escapar con él... ¿Cómo es? —preguntó ella sorprendida.

—Lo verás después, ¿entonces será en la tarde?

—Claro, también no podremos volver las dos a casa ya que sería la primera sospechosa, por lo cual te ocultaré a simple vista, donde nadie pueda encontrarte ~, conozco alguien aquí, me debe un favor y te acogerá en su casa a ti y a él, sólo tendrán que trabajar y ya... Sabes que estoy aquí por la corte, ¿no? Así que eso me dará oportunidad de verte, les daré comida y dinero cada que pueda.

—Muchas gracias Amber —sonreí.

—Ahora te necesito cerca del príncipe para que no hayan sospechas.

Asentí para después correr devuelta hacia donde mi madre y el príncipe.
Me acerqué a ellos y saludé con una reverencia.

—Lamento mis malos modales —lo miré. —Me gustaría pasar tiempo con usted, ¿le gustan los gatos?

Sonreí al ver su cara para después vuelve a acariciar a Kuro el cual se encontraba en mis brazos descansando con los ojos cerrados mientras ronroneaba.
El príncipe asintió, pidió permiso para tomar a Kuro y se lo di, el me ofreció dar un paseo por lo cual acepte.

—Es un lindo gato... Tiene un color y cola peculiares —dijo mientras lo acariciaba.

—Lo encontré cuando era niña, necesitaba comida así que lo llevé a mi castillo, terminamos teniendo una buena amistad... Sólo que temo que su edad actúe en su contra... —fingí tristeza.

—Oh por favor, no llore. Estará bien se lo aseguro, al parecer es muy importante para ti así que lo cuidaremos como rey, tendrá muchos cuidados y la servidumbre incluso estará a su disposición.

—Muchas gracias... Aún así puede resultar que la naturaleza haga su trabajo antes...

El iba a decir algo más y entonces alguien venía junto a mí hermana para llamarlo, sonreí al verla y tomé a Kuro alejándolo de los brazos del príncipe para después murmurarle que casi estaríamos fuera.

—Necesitamos de su servicio príncipe.

—Y yo con su permiso me llevaré a mi hermana para que conozca todo el castillo~ —ella me miró. —Es muy grande te lo aseguro hermanita.

—Disfruten de su paseo damas... —hizo una reverencia —prometo volver cuanto antes para que podamos seguir hablando mejor ______ —me miró.

Hice una reverencia en forma de respuesta para después voltear a ver a mi hermana y comenzar a caminar junto a ella. Llevaba una maleta un pequeño bolso, salimos del palacio por un pasadizo que había el cual estaba en muy mal estado por lo cual no habían guardias, mi hermana me dio la maleta al salir.

Salimos en un lugar donde habían muchos trabajadores y personas así, a primera vista se notaban los campesinos.

—Esto es ropa para ti y él, claramente no puedes vivir con vestidos extravagantes y elegantes... A pesar de que la ropa de campesinos no me gusta mucho... En ti se vería perfecta, también hay un poco de dinero, ¿estarás bien?

—Perfectamente —sonreí.

—Me alegra, mira... —comenzamos a caminar y me llevó a una sastrería.

Entramos y una señora con dos niños aproximadamente dos años menores a mí nos recibieron.

—Señorita Amber, ______ es un gusto conocerla princesa —los tres hicieron una reverencia.

—El gusto es mío —negué con las manos —muchas gracias por recibirme.

—¡Vendré a traerles comida y dinero! Mientras les dejo esto —les entrego una bolsa —muchas gracias por cuidar de mi hermana.

—No es nada señorita.

Amber se fue.

Desde ese día madre había estado buscándome en casa, sabía que no era lo suficiente valiente como para valerme por mi misma, mientras que el príncipe... Él se casó con otra princesa, una de un reino pequeño.
Yo realmente vivía feliz con Kuro y mi ahora familia, Amber como lo prometió venía cada cierto tiempo a visitarnos, nos daba comida y dinero.
Todo iba bien hasta que un día el príncipe entró a la sastrería para un traje, un traje para una fiesta que habría aquella noche.

—Me va a descubrir... —me di la vuelta mientras traía telas para acá y allá.

—No te preocupes —James uno de los hijos de la amable señora que me acogió sonrió para después ir a tomarle las medidas a el príncipe.

—Que lugar tan... Rústico —comentó mientras inspeccionaba todo con la mirada.

—Es un lugar acogedor para nuestra familia~ —James terminó de tomar las medidas, mientras yo observaba a lo lejos.

Busqué a Kuro el cual no se encontraba por ningún lado, hasta que lo vi en brazos del príncipe, suspiré mientras con la mirada baja caminaba hacia el para recuperar a Kuro.

—Su majestad, ¿me haría el gran honor de devolverme el gato de mi... Amiga? —intenté fingir un tono de voz diferente.

—¿Tu amiga? Oh, es sólo que me recuerda tanto a otro gato... ¿Cuánto quieres por el?... ¿Más tierra?, ¿oro?

—Su majestad, por favor le imploro me devuelva a mi gato antes de que el haga algo que no sea de su gusto.

Terminó dándome a Kuro de mala gana y se fue como si el mundo girara a su al rededor, suspiré.

—Lamento todo ____... No pude impedir que lo tomara... —Negué sonriendole a James.

—Es tarde, será mejor que vayamos a la cama, tu mamá ya está en ella, vamos James.

El asintió yéndose a su cuarto, fueron muy considerados al darme un cuarto sólo para mí, a pesar de no ser la gran cosa como la del palacio era incluso más cómoda y cálida que este.
Aquí no me sentía sola e ignorada incluso podía sentirse la calidez de esta familia, podía estar mejor con Kuro y quedarme hasta media noche platicando con el si es necesario.

—Te sientes mejor aquí, ¿no? —pregunto mientras se sentaba en la cama y con uno de sus brazos me indicó que me sentara a su lado.

—Más que mejor... La ropa es más confortable ya no tengo que usar tantos corsés o preocuparme por mis modales y que hago mal... Incluso, estás conmigo ¡nada puede ser mejor! —reí mientras lo abrazaba.

—Tal vez sí... —Kuro acariciaba mi cabello correspondiendo al abrazo.

—¿Uhm? ¿De qué forma?

—No lo sé, dímelo tú... ¿De qué forma quieres las cosas ahora? —me acostó bien en la cama arropandome.

—Mientras estés conmigo... Las cosas pueden seguir como están~

Kuro besó mi frente y posteriormente mi labios, sonreí ante su acción y acaricié su cabeza haciendo que pusiera su típica expresión restándole importancia a la vida, iba a convertirse en gato para acostarse pero lo detuve.

—Sólo por una vez, por favor...

Hizo caso y se quedó como estaba, le hice un lugar en la cama, él me acercó a su cuerpo no sólo para que los dos cupiéramos si no que también para que no tuviéramos frío y sintiéramos la calidez del otro♡



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Tardé 5 días en escribir esto, lo juro ._.
Ojalá les haya gustado <3

No saben lo difícil que fue ;-;

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