Era un día soleado en el Parque Pokémon, un lugar donde los entrenadores de todas las edades podían liberar a sus Pokémon para jugar, entrenar, socializar y descansar. La hierba verde y fresca se extendía por todo el parque, adornada con flores de colores brillantes y árboles frondosos que ofrecían sombra. Pokémones de todo tipo corrían y jugaban entre sí, mientras sus entrenadores los observaban.

James, un chico de cabello negro y ojos brillantes, estaba sentado bajo la sombra de un árbol frente a un lago, concentrado en revisar los dientes de su Vaporeon. Era un Pokémon bien cuidado y brillante que reflejaba la luz del sol. Mientras examinaba los dientes de su compañero, veía a su Primarina y Totodile nadar en el lago, a su Swanna volver bajo sobre el lago y su Swlobro estaba sentado en el pasto junto a su Psyduck.

—¡Vaporeon, tienes que cuidarte más! —Dijo con un tono divertido mientras se inclinaba hacia adelante, examinando cada diente con atención—. No quiero que tengas problemas con tus dientes.

Sin embargo, mientras James estaba ocupado, su Psyduck, un poco torpe y propenso a meterse en problemas, se deslizó del lado de Slowbro y comenzó a curiosear a su alrededor. Sin previo aviso, el Psyduck vio algo brillante a lo lejos, lo que lo llevó a perseguirlo sin pensar. El pobre Pokémon pato no se dio cuenta de que estaba cruzando el camino de Morgie, un chico que estaba a punto de convertirse en el centro de su atención.

Morgie, con su cabello claro y una sonrisa encantadora, estaba sentado sobre la hierba junto a un Chandelure qué flotaba a su alrededor, un Gardevoir estaba cerca de las flores, tenía una Seviper dormida a su lado, un Polteageist descansaba en sus piernas y un Mimikyu estaba cerca de sus pies, mirando el paisaje.

Pero, de repente, su Chandelure, atraído por el Psyduck que se acercaba torpemente, decidió que era un buen momento para jugar. Con un movimiento elegante, Chandelure se deslizó hacia Psyduck, sus llamas parpadeando de manera juguetona mientras Psyduck lo miraba. En un rápido movimiento Chandelure lo atrapó con uno de sus brazos, siendo captado por Morgie.

— ¡Chandelure, no! —Gritó Morgie, pero ya era demasiado tarde. Psyduck, confundido, se encontró atrapado en un intento de "secuestro".

James, al escuchar el alboroto, levantó la vista justo a tiempo para ver a su Psyduck siendo rodeado por el Chandelure de Morgie. Se puso de pie rápidamente, empezando a correr.

— ¡Psyduck! —Exclamó, corriendo hacia la escena—. ¿Qué estás haciendo?

— ¡Chandelure, suéltalo ya! —Pidió Morgie, corriendo tras su Pokémon. La situación se volvió un espectáculo de caos y confusión, mientras Psyduck se movía en el brazo de Chandelure.

A medida que los Pokémon se movían, los demás Pokémon en el parque comenzaron a observar el espectáculo y los Pokémon de cada chico se acercaba. Vaporeon y Primarina se acercaron a ayudar a su compañero, mientras que Gardevoir y Mimikyu de Morgie se preparaban para intervenir.

Finalmente, con un movimiento rápido, James logró alcanzar a Psyduck y lo sacó del agarre de Chandelure. Psyduck se tambaleó un poco y luego, con una mirada de confusión, se sacudió.

—¿Qué demonios pasó aquí? —Preguntó James, mirando de reojo a Morgie, que parecía igual de sorprendido.

—Lo siento, mi Chandelure a veces se emociona demasiado —Dijo Morgie, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban. No podía evitar mirar a James, que tenía una apariencia bastante encantadora.

Mientras los Pokémon se calmaban, James y Morgie se miraron a los ojos. Era como si el tiempo se hubiera detenido, y ambos sintieron una chispa instantánea, como si se conocieran desde hace años.

—Soy James —Él se presentó, intentando disimular su nerviosismo.

—Morgie —Respondió el otro, sonriendo tímidamente—. Lo siento de verdad por lo de Psyduck. Chandelure solo quería jugar.

—No hay problema. Aunque a veces, Psyduck no sabe cómo mantenerse fuera de problemas —James rió, acariciando la cabeza de su Psyduck, que ahora lucía un poco más calmado.

Morgie se agachó, acercándose a Chandelure, que parecía bastante avergonzado.

—Todo está bien, amigo. Solo ten cuidado la próxima vez.

Lentamente, ambos adolescentes comenzaron a hablar sobre sus Pokémon, compartiendo historias sobre las travesías y aventuras que habían tenido. James se sentía cada vez más atraído por Morgie, no solo por su apariencia, sino por la forma en que se preocupaba por sus Pokémon y su peculiar amor por los Pokémon tipo fantasma y hada. Morgie también sentía algo especial; había algo en la forma en que James cuidaba de sus Pokemon que lo cautivaba.

A medida que la conversación fluía, los Pokémon comenzaron a interactuar entre sí. Vaporeon y Gardevoir empezaron a jugar, mientras que Psyduck y Mimikyu intercambiaban miradas curiosas. Pronto, los Pokémon en el parque estaban jugando juntos, creando un ambiente de alegría.

—¿Te gustaría que nuestros Pokémon jugaran juntos más a menudo? —Sugirió Morgie, mirando a James con una sonrisa esperanzadora.

James sintió que su corazón se aceleraba.

—¡Eso sería genial! Me encantaría. Tal vez podríamos hacer un grupo de entrenamiento.

—¡Sí! —Morgie respondió, sintiendo una oleada de emoción—. Podemos ayudar a nuestros Pokémon a volverse más fuertes y al mismo tiempo, pasar tiempo juntos.

A medida que pasaba la tarde, James y Morgie comenzaron a explorar el parque, caminando entre los arbustos y charlando sobre sus sueños de convertirse en campeones Pokémon. Era evidente que había una conexión entre ellos, una mezcla de amistad y algo más.

Cuando el sol comenzó a ponerse, proyectando sombras doradas en el parque, Morgie se volvió hacia James.

—Hey, ¿te gustaría intercambiar números de teléfono? Podríamos seguir en contacto.

James asintió con una gran sonrisa.

—Me encantaría.

Ambos intercambiaron información y, antes de despedirse, Morgie le lanzó una última mirada.

—Estoy deseando ver a nuestros Pokémon jugar juntos de nuevo —Dijo Morgie, sintiendo que algo especial estaba comenzando.

James se sintió ligero y feliz.

—Yo también, Morgie. Definitivamente vamos a hacer esto de nuevo.

Mientras cada uno se alejaba en direcciones opuestas, el parque estaba lleno de risas y emociones, y los Pokémon continuaron jugando juntos, felices de haber creado nuevas amistades. Pero lo más importante, James y Morgie sabían que esto era solo el comienzo de algo hermoso entre ellos.