Cuatro meses después de la sorpresa del concierto de Kylie Minogue, James decidió devolverle el gesto a Morgie, sabiendo que su novio era un gran fan de una banda llamada Ice Nine Kills y al ver que irían a la ciudad no dudó en comprar los boletos..

—Quería agradecerte por lo de Kylie —Dijo James, entregándole a Morgie dos boletos—. Así que compré entradas para ver a esa banda que te gusta.

Morgie lo miró con los ojos muy abiertos, sorprendido y emocionado.

—¡¿En serio?! ¡Ice Nine Kills! ¡James, esto es increíble!

James sonrió, sintiéndose satisfecho consigo mismo cuando fue envuelto por abrazos y besos de Morgie.

James pensaba que sería otro concierto tranquilo de rock, como cualquier otro al que habían ido antes. Sin embargo, cuando llegaron al lugar del concierto y James vio el tipo de público, lleno de camisetas negras, mercancía muy poco colorida y un ambiente oscuro, comenzó a preguntarse en qué se había metido.

El telón se levantó, y en cuanto la banda comenzó a tocar, James se dio cuenta de que Ice Nine Kills no era en absoluto una banda de rock convencional. Era una banda de metal con un enfoque en películas de terror, algo que claramente era el mundo de Morgie. James intentó mantenerse firme cuando los primeros acordes ensordecedores llenaron el aire, pero pronto se dio cuenta de que esto no era para nada lo que esperaba.

Morgie, por otro lado, estaba completamente en su elemento. Cantaba cada palabra de cada canción, sin perder una sola nota, y gritaba con una pasión que James no había visto antes.

—¡Esta es la canción de Evil Dead! —Gritó Morgie por encima de la música, completamente sumergido en la experiencia, mientras la banda tocaba una canción.

James ya estaba un poco aturdido, no tanto por la música, sino por ver a Morgie completamente desinhibido. Lo observaba saltar, agitarse y gritar con el mismo fanatismo que James había mostrado en el concierto de Kylie. Pero lo más sorprendente fue cuando Morgie gritó con fuerza:

—¡SPENCER, TE AMO! —Refiriéndose al vocalista de la banda.

James no pudo evitar reírse, sintiéndose extraño pero feliz de ver a su novio tan emocionado. A medida que avanzaba el concierto, James no podía dejar de maravillarse ante lo fanboy que era Morgie con la banda. Incluso cuando la música y los gritos lo ponían un poco incómodo, el entusiasmo de Morgie lo contagiaba.

Cuando salieron del concierto, James estaba medio sordo y muy despeinado, pero no podía dejar de sonreír al ver lo feliz que estaba Morgie.

—No sabía que te gustaba tanto el terror —Dijo James, riendo.

Morgie sonrió ampliamente.

—¿Estás bromeando? ¡Me encanta! ¡Y ese fue el mejor concierto de mi vida! Aunque... —Morgie lo miró con una sonrisa traviesa—. Creo que a ti te gustó más Kylie.

James rió, asintiendo.

—Eso sí. Pero fue genial verte tan feliz. Aunque, la próxima vez, creo que me quedaré con el pop.