Cobarde
James llevaba semanas pensando en cómo hacerlo. Cada vez que veía a Morgie, el mismo pensamiento aparecía en su mente: "Esta vez tiene que ser, esta vez tengo que hacerlo." Pero cada vez que Morgie estaba frente a él, su nerviosismo se apoderaba de su cuerpo, sus manos sudaban, su corazón aceleraba, y las palabras quedaban atrapadas en su garganta. No importaba cuántas veces se prometiera que lo haría, nunca lograba juntar el valor para darle ese primer beso.
Era frustrante. James estaba seguro de que Morgie sentía lo mismo, pero cada intento de acercarse terminaba en risas incómodas, y un "bueno, nos vemos mañana" que sólo aumentaba su frustración.
Una tarde, mientras estaba en el dormitorio de Maléfica, uno de sus mejores apoyos, ella notó su extraña conducta. Lo veía inquieto, mirando su teléfono cada pocos minutos como si esperara un mensaje urgente. Con una ceja arqueada, Maléfica se acercó a James mientras él estaba tirado en la cama, fingiendo que leía un libro.
- ¿Qué te pasa, James? -Preguntó Maléfica con su tono usual de desapego, pero con un toque de curiosidad-. Estás más raro que de costumbre.
James dejó de mirar el teléfono y se encogió de hombros, tratando de actuar como si todo estuviera bien.
-Nada, sólo... pensamientos.
-Hmph, pensamientos -Dijo Maléfica, claramente no convencida. Se cruzó de brazos y lo observó-. ¿Tiene algo que ver con Morgie?
James se tensó inmediatamente, lo cual fue suficiente confirmación para Maléfica.
-Sabía que algo andaba mal -Continuó Maléfica, divertida por la incomodidad de su amigo-. No me digas... ¿todavía no se han besado?
James abrió la boca, pero no pudo decir nada. Se limitó a fruncir el ceño, intentando no parecer más nervioso de lo que ya estaba.
- Lo sabía -Dijo Maléfica, satisfecha-. Dime, ¿alguna vez Morgie ha intentado besarte?
Sin previo aviso, la cara de James enrojeció de manera espectacular. Todos los sentimientos reprimidos, las ganas de dar ese primer paso y el miedo a arruinarlo todo, estallaron dentro de él. Se dejó caer por completo bajo la cama, con la almohada contra su cara y entonces...
-¡AAAAAAAAAAAAH!
Maléfica dio un paso atrás, completamente sorprendida por la reacción de James. Él simplemente se quedó ahí, respirando agitadamente, consciente de que había revelado mucho más de lo que pretendía al gritar contra la almohada.
-Oh, vaya, eso fue... -Maléfica estaba sin palabras, lo que era raro-. Muy elocuente.
James, aún ruborizado, cubrió su rostro con las manos. No podía creer que le hubiera gritado a Maléfica. Pero ella, tras recuperarse del shock inicial, se cruzó de brazos nuevamente, esta vez con una pequeña sonrisa en el rostro.
-Parece que necesitas un poco de ayuda, ¿no crees? -Dijo con una chispa en los ojos.
James miró a Maléfica con desesperación.
-¡No puedo hacerlo! Cada vez que lo intento... me quedo en blanco. ¿Y si él no quiere? ¿Y si lo arruino?
Maléfica rodó los ojos, pero había un toque de comprensión en su mirada.
-James, te aseguro que Morgie está esperando lo mismo. No tienes que hacer un gran gesto, solo... sé tú mismo, por más estúpido que seas.
James suspiró profundamente, sus nervios aún a flor de piel. Pero había algo en las palabras de Maléfica que lo tranquilizaban, aunque fuera solo un poco.
-Solo inténtalo la próxima vez que lo veas -Añadió Maléfica, dándole una palmadita en el hombro-. Si te vuelves a quedar en blanco, siempre puedes gritar otra vez. Pero tal vez no en su cara, ¿sí?
James dejó escapar una pequeña risa, sintiéndose un poco mejor.
-Gracias... creo.
-De nada, Romeo -Bromeó Maléfica mientras se alejaba-. No arruines esto.
Al día siguiente, James vio a Morgie en el parque, como de costumbre. Esta vez, respiró hondo. Tenía el consejo de Maléfica en mente, y aunque sus manos aún sudaban y su corazón latía con fuerza, decidió acercarse con más confianza.
Mientras hablaban, James sintió que el momento se acercaba de nuevo. "Esta vez..." pensó. Y esta vez, quizás, sí sería el momento adecuado.
Spoiler alert: James se acobardó y fue Morgie quien lo terminó besando.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro