Día 2 - Humo y AU policía. 

Según vi en el traductor de Google, "smoke" se puede traducir como verbo (fumar) o como sustantivo (humo). No sé cuál era la intención de Bored, pero yo me fui por el sustantivo, como podrás ver.

AU sin quirks. Los pibes son mayores de edad. Incluye ooc y pequeñas insinuaciones sensuales 😏 pero nada explícito.

Para no sacarte de onda en la lectura: el hueso occipital es el hueso de la parte de atrás de la cabeza.

Hanta Sero siempre tuvo muy claro que quería ser policía. De pequeño jugaba a policías y ladrones y se tomaba muy en serio su papel de guardia. Cuando pudo lograr su sueño se sintió muy orgulloso de sí mismo. Al dedicarse a eso que tanto le gustaba pudo darse cuenta de que el mundo no era tan ideal como creía cuando era niño. Muchas personas de su entorno laboral abusaban del poder que tenían y tranzaban con delincuentes y mafiosos. Él sabía bien que no podía luchar contra eso, pero sí podía mantenerse al margen. No era una actitud honorable, pero era la forma de vivir que encontró.

Sero sentía excitante el atrapar a los delincuentes, sentía que sus instintos animales (si los tuviera) se despertaban, para él una persecución era equivalente a una cacería. Y en este momento su presa más deseada era Red Riot. Nadie sabía cuál era su verdadera identidad, pero eso solo lograba estimular más a Hanta. A ese tonto de pelo rojo le encantaba llamar la atención de los medios, se creía una estrella. Él mismo se hacía llamar Red Riot. De solo pensar en él se sentía exasperado. Siempre atacaba lugares grandes y concurridos, no lastimaba a nadie, solo se llevaba dinero y otros bienes materiales. Luego del atraco desaparecía detrás de un humo rojo y espeso. Ese maldito humo rojo.

La prensa comenzó a llamarlo Red Smoke, pero él mismo mandó un comunicado diciendo que su nombre era Red Riot. Y, por si fuera poco, a pesar de todas las canalladas que hacía, tenía un séquito de fanáticos, en su mayoría mujeres, que alegaban que alguien tan hermoso no podía ser tan malo. Ridiculeces. Claramente sus fans se dejaban llevar por su cuerpo bien trabajado, se notaba que el hombre entrenaba seguido. No había que ser observador para darse cuenta de eso, pues el tonto siempre realizaba sus fechorías con el torso desnudo. 

Cierto día Sero volvía de hacer las compras en un supermercado que estaba un poco lejos de su casa, pero era fin de semana de ofertas y valía la pena el trayecto hasta esa zona. Caminaba hasta la avenida para poder tomar un taxi, cargando una bolsa de tela con sus compras. La bolsa pesaba mucho, pero no le importó el peso cuando vio a un chico que tenía el pelo rojo y un peinado que le hacía acordar a un ananá, muy similar al que usaba el tal Red Riot.

Sintiendo una corazonada, lo siguió. Dado el peso que cargaba, no podía ir tan rápido como le hubiese gustado. El pelirrojo dobló la esquina y él se apresuró sintiéndose ansioso. Cuando dio vuelta la esquina no vio a nadie delante de él. Maldijo para sus adentros, lo había perdido de vista. Aunque quizás esté dentro de algún comercio de la cuadra.

—¿Por qué me estás siguiendo? —La voz que habló a sus espaldas lo asustó y lo hizo dar un pequeño salto en el lugar.

Se dio vuelta y se encontró con el pelirrojo que venía persiguiendo. Su intuición le decía que no se había equivocado, el que estaba frente a él era Red Riot. Se quedó mirando el rostro que tenía enfrente, tenía una expresión tranquila y una cara de niño bueno que podría engañar a cualquiera. Sin embargo, era el ladrón más escurridizo que había conocido en su carrera como policía.

Frunció el ceño y apuntó hacia él.

—Ahora mismo no puedo arrestarte, pero ya nos vamos a encontrar de nuevo. Y te voy a cazar.

El rostro de Red Riot apenas mostró una expresión sorprendida. Luego puso una sonrisa coqueta que desconcertó a Sero.

—¿Sos policía? —Lo miró de arriba abajo, moviendo sus ojos lentamente y con tanta intensidad que Hanta se sonrojó—. Lástima. Pensé que estabas interesado en mí y que por eso me seguías. Si algún día querés jugar al cazador cazado buscame por la zona.

Sero lo miró enojado con el ceño más arrugado que antes. Red Riot le guiñó un ojo y se fue, dejándolo estático en el lugar, como si le hubiese lanzado alguna clase de hechizo para inmovilizarlo.

Tres días después, mientras Sero estaba de servicio junto a su compañero Ojiro, llegó una alerta de robo en una joyería famosa de la ciudad. Dado que estaban patrullando cerca, se dirigieron al lugar.

Al llegar pudieron ver que había mucha gente frente al lugar, casi todos filmaban con sus celulares, como si estuviesen presenciando un show.

Sero se abrió paso entre la gente, al llegar al frente se encontró con Red Riot sin remera. Cuando sus ojos se encontraron sonrió como si hubiese encontrado algo que buscaba hacía mucho tiempo. Se escucharon los gritos de la gente como si estuviesen en un recital.

—Hola y chau —dijo Red Riot haciendo una venía con la mano. La gente volvió a gritar, pero Sero sabía que ese doble saludo había sido para él.

Arrojó algo a sus pies algo que parecía una moneda. Un humo rojo comenzó a salir del dispositivo. El maldito había logrado distraerlo al arrojarle eso, pero Hanta se jactaba de ser un gran cazador, rápidamente volvió a concentrarse y se adentró en el humo cubriéndose la nariz y la boca con la mano.

El humo era muy espeso, sin embargo entre el tumulto de gente que intentaba escapar del humo, pudo ver al pelirrojo salir por una puerta. Empezó a correr para alcanzarlo, a pesar de las personas que se cruzaban en su camino.

Salió por la misma puerta y vio que se había alejado bastante y que caminaba con tranquilidad para no llamar la atención de las personas. Además, ahora estaba vestido. Red Riot dobló en una esquina, Sero corrió más rápido y al girar se abalanzó sobre el ladrón. Ambos rodaron por el piso hasta que Hanta logró inmovilizar a Red Riot quedando encima de él, a horcajadas, con las manos en sus hombros anchos.

Se miraron a los ojos con las respiraciones agitadas. Sero se sentía victorioso y esbozó una sonrisa soberbia.

—Te dije que te iba a cazar.

Red Riot le devolvió la sonrisa arrogante.

—Me agradan tus juegos. Pero tenés que saber, para la próxima vez, que me gusta estar arriba hermoso.

—¿Qué? —Otra vez logró dejarlo estático.

Aprovechando la distracción del policía, Red Riot se incorporó y como si no le costara nada de esfuerzo, en un movimiento que parecía ensayado, apoyó una mano en la zona lumbar de la espalda y la otra en el hueso occipital de la cabeza. Luego los giró a los dos, quedando ahora arriba de Sero, entre sus piernas. Hanta lo miraba atónito, tratando de entender qué había pasado. Red Riot lo miraba sonriendo, con una expresión sexy y complacida.

—La próxima vez que juguemos así, que sea en una habitación.

Sin poder evitarlo, Sero se sonrojó. Se enojó consigo mismo por distraerse y perder el control. Abrió la boca para decir algo, pero escuchó un sonido de clic. Recién en ese momento se dio cuenta de que Red Riot lo estaba sosteniendo de las muñecas por encima de su cabeza. Tiró la cabeza hacia atrás y pudo ver sus manos esposadas a un pequeño poste de luz.

—¿Qué mierda? —Tironeó para soltarse, pero claramente no pudo hacerlo.

—Oh, ¿escuchás eso? —preguntó el ladrón ignorando sus movimientos—. Parece que tus amigos están viniendo. —Se incorporó y sacudió el polvo de su ropa—. Espero que la próxima vez nos veamos en una mejor situación.

Sero no daba cabida a lo que escuchaba. La rabia de haber sido atrapado por ese infeliz no lo dejaba pensar y seguía tironeando de sus brazos. Vio como el pelirrojo se daba la vuelta para irse como si no hubiese pasado nada.

—¡¿A dónde vas?! ¡La próxima vez no te vas a escapar tan fácil Red Riot!

—Estaré esperando oficial —acotó con una sonrisa de lado. Luego se fue sin prisa.

Sero se quedó en el lugar, hirviendo de ira porque había quedado en ridículo y no le quedaba otra opción que esperar a que venga alguien a buscarlo. Ese maldito lo había humillado y dejado en una posición indefensa. Pero eso no se iba a quedar así. Ese infeliz no se iba a librar de él, esto se había vuelto personal.

Hola, ¿cómo va la cosa? ¿Todo bien? Yo feliz porque se me fue el bloqueo espantoso que me atormentó por unos cuantos días ¬¬

Bueno, ¿qué es esta cosa rara que escribí? No sé, pero me gustó. ¿Podemos considerarla un enemigos a amantes? ¿Sí? Gracias. Aunque de amantes no tiene nada, más bien parece el primer capítulo de una historia de ese subgénero.

Desde que vi las consignas que quería hacer una historia donde Sero sea el poli y Kiri el chorro. Después se me ocurrió agregar lo del humo. Me gustó como quedó. ¿Qué opinás? ¿Te gustó?

Queda un día más de este reto, así que nos vemos la próxima 💋