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Sol, arena y bebidas

Día 3 - Playa. AU Quirkless. Denki y Hanta tienen alrededor de 25 años. Incluye un poco de ooc porque... sí.

Denki comenzaba su turno en el bar playero donde trabajaba sirviendo tragos. Si bien era un poco sofocante, ya que trabajaba durante el día, se entretenía mirando a los atractivos clientes que se acercaban a pedir una bebida. Él disfrutaba de coquetear tanto con hombres como con mujeres, era parte de su personalidad y sumado a su rostro de chico lindo se había asegurado un puesto de trabajo. Claro que nunca se propasaba y se cuidaba de no ser grosero. A veces el coqueteo era solo un cumplido o un guiño de ojo. Le divertía mucho ver las reacciones de los hombres, era gracioso cómo algunos salían corriendo como si hubiesen visto un fantasma.

Estando en temporada alta había mucha clientela, por lo que andaba preparando tragos como si fuera una máquina. Sin embargo, una belleza de pelo y ojos oscuros con un torso bien trabajado, como la que acaba de sentarse a la barra, nunca pasaba desapercibida para él. Se acercó con una sonrisa ladina.

—¿Qué te sirvo bombón?

El muchacho que estaba enfrente a él lo miró con asombro un momento y luego frunció el ceño. Denki amplió su sonrisa, divertido ante sus expresiones.

—Algo fresco.

El barman se dio vuelta y comenzó a preparar un trago. Un momento después se acercó de nuevo al cliente recién llegado. Le entregó la bebida y se quedó esperando a que la probara. El chico frente a él se quedó mirándolo un poco molesto e incómodo porque no se iba y se quedaba mirándolo. Para salir del momento incómodo probó el trago que le había servido. Denki pudo ver el gesto de que le había gustado y se sintió orgulloso.

—¿Te gustó?

—Sí, ¿qué es?

—Mojito cubano.

Hizo un asentimiento con la cabeza como dando a entender que había recibido la información, pero el barman no se iba, seguía frente a él apoyado en la barra. Lo miró contrariado y pudo notar que tenía ojos color ámbar muy bonitos, pero lo que realmente le llamó la atención fue el mechón negro con forma de rayo que tenía en su cabello rubio. Sí que tenía estilo.

Denki recibió un llamado de otro cliente y tuvo que irse. El morocho sacó su celular del bolsillo del pantalón y se quedó tomando su mojito mientras revisaba las redes sociales. Cuando Denki volteó a ver en su dirección, solo pudo ver el vaso vacío con hojas de menta sobre la barra.

Dos días después el chico de ojos negros volvió al bar y se sentó en la barra esperando que lo atiendan. Denki se acercó con una sonrisa enorme.

—¡Hey, volviste!

—Sí. Hola —Estaba sorprendido por lo atrevido que era el barman y porque lo recordaba. Apenas habían hablado.

Denki se apoyó en la barra y se inclinó hacia adelante, acercándose mucho al muchacho que se sonrojó ante la cercanía, pero no se movió de donde estaba. Denki lo observó un momento antes de hablar.

—¿Qué vas a querer hoy bombón?

—Em, algo dulce —respondió desviando la mirada. Ese chico coqueto lo estaba poniendo nervioso.

Sin que se dé cuenta, el barman se movió para preparar la bebida. Se quedó mirando su espalda mientras trabajaba. Se veía flaco, pero se notaba que hacía ejercicio. ¿Esos músculos en los brazos serían por agitar la coctelera? No, no podía ser.

Se sintió avergonzado cuando el rubio se dio vuelta y lo descubrió mirándolo. Le entregó un vaso con un trago color rojo.

—Hoy invita la casa, pero a cambio tenés que decirme tu nombre —el chico lo miró con el ceño fruncido—. Soy Denki.

—¿Por qué tendría que decirte mi nombre? No te conozco.

—Ese es el punto bombón. Quiero conocerte.

Ahogó un jadeo de incredulidad. Ese chico estaba coqueteando descaradamente. Seguro era un promiscuo, pero se acordaba de él y lo había llamado bombón varias veces. Se sintió bien al saber que alguien lo encontraba atractivo.

—Me llamo Hanta —respondió tímido.

Denki sonrió grande al obtener lo que quería. Comenzó a darle charla, contándole muchas cosas de su vida como que había decidido mudarse a la costa con su padre luego de terminar el secundario y que le gustaban más los perros que los gatos. Cada vez que tenía que atender a un cliente, le pedía a Hanta que no se vaya y aunque él tenía otros planes para ese día pensó que no estaba mal cambiar a último momento y quedarse a charlar con un rubio parlanchín que lo miraba con esos ojos tan ámbar que parecían dorados.

Entendió enseguida cuáles eran las intenciones del rubio y se dijo que ya que estaba de vacaciones bien podría divertirse un poco. Ya que Denki estaba contándole cosas personales, él también le mencionó algunas. Le contó que trabajaba en marketing para una cadena de supermercados y le mostró fotos de su perro Ramón que debía usar un andador con rueditas para poder moverse por sí mismo y tenía una cara graciosa ya los dientes de abajo sobresalían un poco.

Denki le dijo que era el perrito más hermoso que había visto en su vida y Hanta se sintió orgulloso por su hijo peludo.

Se quedaron charlando hasta que el turno de Denki terminó a las siete de la tarde. Caminaron juntos por la orilla del mar en silencio, escuchando el bullicio de la gente y sintiendo el agua fría que iba y venía en sus pies. El sol se estaba ocultando y el cielo se veía naranja.

—Lo que me serviste hoy estaba rico —comentó Hanta.

—Es Brezza. Puedo prepararte otro si querés.

—Claro, mañana podría...

—En mi casa. Hoy, mañana, cuando quieras.

Hanta se detuvo y lo miró boquiabierto Denki ya no tenía esa sonrisa coqueta que había mostrado en el bar, pero tampoco estaba serio, tenía una sonrisa sincera y una mirada que denotaba ilusión. Con el sol de frente sus ojos parecían oro líquido, su pelo se movía con el viento y le desarmaba el dibujo de rayo que tenía allí.

—Sí, me encantaría —respondió devolviéndole la sonrisa.

Denki sintió ganas de saltar por la felicidad. Ser coqueto en el trabajo era un plus para atraer clientes, pero nunca pensó que iba a abrirle la puerta para conocer a alguien tan hermoso como lo era Hanta. Además, se notaba que tenían mucha química, habían estado hablando por horas y no se cansaban uno del otro. Era una lástima que solo estuviera en la costa por vacaciones, pero no quería pensar en eso ahora, quería disfrutar el momento y pasarla bien con ese bombón.

Para cuando las vacaciones de Hanta terminaron, él y Denki se habían vuelto carne y uña. Sabiendo que tenían pocos días querían aprovechar cada momento y se la pasaban juntos a donde sea que fueran. Prometieron mantener el contacto por mensajes y videollamadas y verse cada vez que pudieran. Mucha gente pensaba que una relación a distancia no podría funcionar, pero qué importaba lo que pensara la gente si ellos eran felices. Se despidieron con besos, abrazos y el deseo de no querer separarse. Ambos habían encontrado más que un amor de verano, estaban dispuestos a hacer todo lo posible por mantener su relación y así lo hicieron. Con el tiempo Hanta consiguió un trabajo que le permitía trabajar desde su casa y decidió mudarse con Denki. Quería vivir con su amor y con Ramón en la ciudad costera donde se enamoró para siempre.
Así la pareja pasó sus días entre perros rescatados del abandono, el mar y muchas bebidas.

Hola 😊 Ya que el día de ayer fue cortito hoy traje un cuento más largo, también quería darle un final cerrado porque tanta incertidumbre me molesta. Me cuestan mucho los finales, es como que o lo dejo abierto o nunca termino de escribir jaja. Así que estoy contenta de cómo quedó esta historia 😊 Me inspiré un poquito en un manhwa que se llama ¡Huye señor Ha! Está buenísimo (buscalo en TMO o en Facebook). En ese manhwa uno de los protagonistas va a pasar las vacaciones a un lugar muy bonito y conoce al otro prota que andaba pululando por ahí, y bueno usé esa parte de conocerse así de manera casual en un bar.

La verdad es que la playa no me gusta para nada, pero tampoco quería escribir kinky, estando media negada no se me ocurría nada. No quería hacer algo así como que todos van a pasar el día a la playa y no sé qué, porque ya hice algo así para la KamiMomo Week y no me quería repetir. Después me acordé de ¡Huye señor Ha! y dije, vamos con eso. Por otro lado, me gustan mucho los tragos con alcohol (aunque nunca me animo a pedirlos) y quise incluir alguno y bueno... Esto fue lo que salió. Espero que te haya gustado. Estoy disfrutando escribir de esta pareja 😊 Nos vemos mañana.

Créditos del fanart: https://www.pixiv.net/en/users/11688621

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