Bebés inesperados
Día 1 - Bebés. En este relato se menciona a los cobayos. Otros nombres que tiene son cobaya, cuy, cuye, cuyo, conejillo de indias. Nadie se los va a comer, aclaro desde ya.
Voy a mencionar algunas cosas de la cuarta temporada, nada relevante, pero aviso por posibles spoilers.
Sero se había confesado a Kaminari y aunque este no lo rechazó le pidió ir despacio, pues si bien se sentía atraído por su amigo, estaba un poco confundido, a él siempre le habían gustado las chicas. Sero estuvo de acuerdo, estaba feliz por no haber sido rechazado y él también prefería ir despacio. Además, mientras tanto podía coquetear con Denki y pasar tiempo con él, sin sobrepasarse, claro. Lo bueno es que a veces el rubio le devolvía los coqueteos, otras veces se ponía nervioso y le susurraba que estaban en público. Pero nunca le mostraba disgusto. Eso era algo muy grande para Sero.
Al poco tiempo de eso la UA decidió incorporar el sistema de internado debido a los ataques de los villanos que habían recibido los estudiantes de la institución. Sero estaba feliz por esa nueva medida por varios motivos. Iba a dejar de vivir con su familia y eso lo hacía sentirse independiente y se ahorraría el viaje a la escuela todos los días. Su madre estaba preocupada porque tenía la idea de que iba a sentirse solo (a pesar de que iba a convivir con otras 19 personas) por lo que le regaló dos cobayos machos para que le hagan compañía. Hanta no estaba seguro si le permitirían tener mascotas en el dormitorio, pero decidió llevárselos. En cualquier caso, le pediría a su madre que pase a buscarlos.
Los cobayos eran muy bonitos, uno era blanco con manchas negras y el otro blanco con manchas marrones. Decidió llamarlos Negro y Marrón respectivamente.
El día que se mudaron a los dormitorios las chicas decidieron hacer una competencia para ver quién tenía el mejor cuarto. Cuando pasaron por el cuarto de Koda vio que tenía un conejo, mencionó orgulloso que él también tenía mascotas y Koda se emocionó ante el hecho de tener más animales en el edificio.
Visitaron otras habitaciones y llegaron a la de él. Muy orgullo mostró sus cobayos, mencionó que eran machitos y que sus nombres eran Negro y Marrón. Hagakure dijo que eran los peores nombres que escuchó en su vida. Ashido estuvo de acuerdo. Kaminari, Uraraka y Asui pidieron acariciar a los animalitos, pero Koda se dio cuenta que estaban nerviosos y les pidió de manera amable que los toquen. Los observó un momento y luego hizo un comentario que preocupó mucho a Sero.
—Son muy bonitos, pero no son dos machos. Marrón es hembra.
Vaya. Eso era un problema. ¿Cuántos bebés tenían los cobayos? Los roedores siempre tenían muchas crías. Mientras todos salían para ver el cuarto de Todoroki, él se quedó pensando en eso. Kaminari lo vio perdido en sus pensamientos y se acercó para avisarle que iban a seguir.
—Hey. —Lo vio mirando la jaula de sus mascotas—. Si Marrón tiene bebés yo quiero uno.
Sero lo miró aturdido. Se imaginó su cuarto lleno de pequeños cobayos. Denki lo tomó de la mano y tironeó para sacarlo del trance.
—Vamos a ver el cuarto de Todoroki. No creo que sea tan lindo como el tuyo —dijo con una sonrisa coqueta. Sero se olvidó de sus posibles problemas futuros y se dejó arrastrar.
Resultó ser que la habitación de Shoto sí era más linda que la de Sero, pero al final el ganador fue Sato gracias a sus postres exquisitos que conquistaron a las chicas, quienes hacían de jurado.
Sero sabía que debía comprar otra jaula para separar a los cobayos, pero no había podido salir de la UA en dos semanas. Habían estado muy ocupados con sus actividades como futuros héroes, hacía poco habían obtenido sus licencias provisionales de héroes y muchos querían conseguir una pasantía en alguna agencia. Además, para poder salir necesitaba un permiso por parte de los directivos y un héroe profesional debía acompañarlo. Era un incordio si le preguntaban. Finalmente pudo salir a comprar una nueva jaula, Koda lo acompañó y lo asesoró en cuanto a cuál elegir. Kaminari también fue porque quería aprovechar el paseo y según él, los cobayos también eran sus hijos.
A los días Hanta notó que Marrón estaba muy gordita. Al parecer se convertiría en abuelo a los 16 años, quién lo hubiera dicho.
Denki fue a visitarlo a su habitación y después de saludar a Negro y Marrón se acostó en la hamaca, como hacía siempre.
—Creo que Marrón está embarazada —dijo Sero con la tez pálida y la mirada perdida.
—¡Eso es genial! Acordate que quiero uno. ¿Cuánto tiempo tardan en nacer? Marrón vas a ser mamá y vos Negro vas a ser papá. Mis niños están tan grandes. —Denki estaba muy emocionado—. ¡Un momento! Ustedes son hermanos, ¿cómo pudieron hacer eso? Esto no es el antiguo Egipto.
Sero lo miraba con asombro, pero enseguida empezó a reírse, Kaminari siempre decía cosas sin sentido que lo hacían reír. Denki se dio vuelta enojado al escuchar la risa, quería decirle que no era algo gracioso, pero se calló al ver que Hanta lo miraba embelesado.
—De enserio me gustas mucho —dijo sin rastro de timidez. Kaminari se sonrojó mucho, eso fue muy inesperado. Pero se sentía feliz, su amigo no se había rendido y él cada vez estaba más seguro de que sentía lo mismo.
Tomó una revista que había sobre la mesa y la abrió sin darse cuenta de que la tenía al revés.
—¡Sero! No digas esas cosas así de repente.
Hanta se acercó y le dio vuelta la revista.
—Pero es la verdad —dijo mirándolo a los ojos. A Denki le gustaban mucho sus ojos negros, para ser tan oscuros brillaban mucho. Estaban muy cerca, tanto que podían sentir la respiración del otro cuando exhalaba—. Quiero besarte, ¿puedo?
Denki soltó un jadeo y su rostro se puso más colorado. Cerró los ojos y asintió con la cabeza. Sero sonrió antes de acercarse y besarlo suavemente. Fue un beso corto y tímido, pero tierno y cargado de emociones.
—A mí... también me gustas —susurró Kaminari mirando hacia abajo.
Estaba muy nervioso. No tenía pensado decir eso, pero ese beso fue muy especial, ya no tenía dudas. Levantó la vista y vio a Sero sonriendo muy feliz. Sin dudarlo lo abrazó fuerte. Ya no importaba si su habitación se llenaba de roedores. En ese momento lo único que importaba eran ellos dos.
Aproximadamente dos meses después de haber separado a Negro y Marrón nacieron cuatro bebés. Dos eran iguales a su mamá, uno igual a su papá y otro parecía una mezcla de los dos porque era blanco con manchas negras y naranjas. Kaminari pidió quedarse con ese y Sero propuso ponerle Naranja, Denki estuvo de acuerdo.
Koda fue el primero en enterarse de que los bebés habían nacido y enseguida fue a conocerlos. Le recomendó a Sero no tocarlos por un tiempo y asegurarse de que Marrón esté cómoda y relajada.
Cuando el resto de la clase se enteró quiso ir a ver a los bebés, pero Sero se puso firme y no dejó entrar a nadie a su habitación durante una semana. El único que podía entrar era Kaminari porque los cobayos ya lo conocían bien.
Un par de semanas después del nacimiento Denki estaba haciendo videos de los bebés con su mamá. De a poco se animaban a explorar los alrededores y se acercaban a la jaula de su papá que estaba cerca de la de ellos.
—Los bebés son muy lindos. Sería lindo tener hijos algún día —mencionó distraído.
Sero se acercó y lo abrazó por la cintura desde atrás.
—No me molestaría tener hijos si es con vos.
Denki soltó una pequeña risa y se volteó para besar a su novio.
Hanta pensaba que había sido una buena idea tener dos cobayos de mascota. Era algo muy bueno que su habitación no se haya llenado de roedores, pero lo mejor fue que sus sentimientos habían alcanzado a Denki. Se sentía tan feliz que todo el tiempo tenía ganas de reír. Quería estar con él y hacerle sentir la felicidad que provocaba en él.
Holaaaa. ¡¡¡Ya arrancamooooo!!! Lo que me encanta de estos eventos donde te dan una consigna es que podés interpretarla como quieras. Yo elegí bebés y se me ocurrieron varias cosas, primero que los chicos sean bebés, segundo que los chicos cuiden bebés, tercero que luego de graduarse se casen y adopten bebés. Después dije, no mucho quilombo. Mejor bebés de animales. Y ahí dije "¡Perritos! No, muy previsible. Ya sé. Que Sero tenga dos peces beta de mascota y ponen huevos, entonces Denki va todos los días a su cuarto a ver si nacieron." Con esa idea me puse a escribir, pero después me puse a investigar acerca de los peces beta y decía que podían poner entre 50 y 200 huevos ¡¡¡!!! O sea, ni daba. Así que cambié los peces por cobayos. Tenía que ser una mascota pequeña que ocupe poco lugar y que no tenga tanta cría.
Además, ¿viste ese headcanon de que Sero es latino? Para mí Sero es peruano y nadie me lo saca de la cabeza. Y el cobayo es un animal originario de esa zona del continente entonces me pareció interesante que tenga un cobayo de mascota (aunque por esa zona se los comen jaja).
Bueno, espero que te haya gustado. Muchas gracias por leer, acá una foto de un cobayo porque morí de ternura mientras buscaba información sobre estos animalitos. Nos vemos mañana.
Casi me olvido: ¡Feliz cumple Hanta! 🖤🖤 Nuestro hermoso latin king 🖤🖤
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