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OO4: Jealous me?

Luego de estar dos semanas lejos de la casa volvió, por petición de su suegra, haría una cena especial y la invitó para poder pasar tiempo juntas en familia porque claro ella también lo era, al principio se negó pero también estuvo Qiang insistiéndole tanto que logró convencerla de ir a comer, su plan era no ver a Tzuyu a los ojos y hacer como que no la conocía.

Hablarle si la situación lo ameritaba y seguir como si nada, sabía que sería bastante difícil pero lo lograría porque era lo único que quería y necesitaba, ignorar a la persona que no la ha dejado en paz por culpa de sus problemas del pasado y ahora sabiendo que era lesbiana por un comentario de su padre, fue peor para ella.

No quería reaccionar pero fue obvio su grata felicidad por tener a alguien que la comprendía casi por completo, se sentía una idiota después de sonreirle, se supone que no iba a hacerlo, que no la vería a los ojos, no se debía sentir así de necesitada por alguien que no valía la pena.

— Sana querida —Subió un poco la cabeza para ver a el padre de su novio, ese señor le daba bastante miedo esa mirada tan penetrante, la había heredado su hija y eso era suficiente para sentir que dos rayos de sol la estaban quemando lentamente,— ¿Te ha gustado la comida? —Es que si no le gustaba tendría que mentir.

— Está deliciosa, no tuve la oportunidad de agradecer —Se levantó un poco e hizo una reverencia, al subir la primera mirada que recibió fue la de Tzuyu quien le sonrió levemente y siguió comiendo, con esa sonrisa coqueta que la estaba matando. 

— Mira bebé te manchaste —Se asustó un poco por la cercanía de Qiang a sus labios, éste con cuidado la limpió con una servilleta, al separarse le sonrió y besó su mejilla, agradeciéndole lo que había hecho. Un sonido pequeño pero intenso la asustó, miró hacia todas partes hasta que encontró a la menor masticando con un tanto de fuerza y clavando el cuchillo tan fuerte en el plato que de seguro lo rompería.

Si fuera alguien quién mal pensaba o ni supiera de su relación, de seguro dirían que está celosa por como se está comportando, hasta parecía que quería pegarle directamente en la cara a su hermano por la forma en que lo miraba era una mezcla de enojo y envidia.

Sana se percató de ésto y se asustó un poco, no quería que este tipo de cosas sucediera, llegar a tener que controlar a dos personas por culpa de sus indecisiones, tal vez se tomó muy literal lo de no querer cometer un error, ¿Y si creyó que le gustaba?. No era idiota y obvio que le gustaba pero no sería capaz de traicionar a la familia y mucho menos a la suya que está segura que ya tiene un buen camino.

— Tzuyu hija así no se pica la carne —Soltó el cuchillo en el plato, provocando un sonido que dejó sordo a más de uno en la mesa, Sana trató de cubrirse los oídos ya que no le gustaban los sonidos fuertes pero falló en el intento.— Chou Tzuyu compórtate —Su madre se veía molesta, Sana no decía nada ni levantaba mucho la mirada ella seguía comiendo y tomando agua mientras veía hacia la ventana tratando de no decir nada al respecto, no comentar era lo mejor que podía hacer para no crear un conflicto más grande del que seguro terminaría perdiendo.

— No tengo diez años para que me trates así —Se levantó y se fue de la mesa dejándolos a todos atónitos por su reacción, no se comportaba así, puede que la conozca desde hace muy poco pero por lo que le habían dicho era alguien pacífico que nunca explotaba y si lo hacía era por algo que realmente le incomodaba o molestaba.

— Disculpala, ella...todavía no madura —Aunque fue un comentario de más que ella no pidió y que tampoco le gustó, lo único que hizo fue asentir y seguir comiendo solo que ésta vez con la preocupación de que algo malo le sucedía a su tierna cuñada.

Ya era muy de noche y eso significaba una cosa quedarse a dormir en la única habitación que quedaba disponible, era lo que siempre hacia antes de que llegara Tzuyu, pero ahora debía quedarse a dormir con ésta por órdenes de la señora de la casa ya que no quería que se quedará con su novio, a decir verdad ni ella lo quería, prefería estar con la menor y preguntarle lo que le sucedía.

Con un poco de miedo entró y la vio cubierta por varias mantas tantas que no se le podía ver bien el rostro solo los ojos y como estos estabas cerrados supuso que se encontraba dormida, así que con cuidado llegó hasta el otro lado de la cama y se quitó las medias, de seguro se asustaría si se despierta a la mitad de la noche y la ve dormida a su lado.

Por lo que debía avisarle para evitar algún tipo de inconveniente,— Tzuyu —Llamó y la movió un poco.

Enseguida el cuerpo de la nombrada se movió y la envolvió entre sus brazos dejándola completamente indefensa, y sin ganas de moverse,— Callate tengo sueño y escuché que te quedarías a dormir aquí así que te aguantas que te abrace así —No dijo nada, es que no podía hablar, su corazón era lo único que estaba vivo y feliz de tenerla cerca, sin embargo su cuerpo le estaba pidiendo otra cosa y eso era alejarla a como diera lugar.

— ¿Puedo preguntarte algo? —Su cuerpo pedía una cosa, su corazón otra y su cerebro lo que más quería era que le dijera el por qué de su reacción en la cena, sintió en su cuello el asentimiento de la contraria, la risita de ésta le provocó un pequeño corto circuito tenerla tan cerca le estaba pasando factura,— ¿Por qué te fuiste de la mesa? —Se tensó, eso no era buena señal.

— A veces mi hermano es muy empalagoso contigo ¿No te incómoda? —Claro que si, pero no lo diría,— Se que es así con todo el mundo pero...a veces las personas necesitan espacio y eres su novia, no debería tenerte tan pegada porque te cansarás —Reprimió una sonrisa, le causaba gracia tener a ésta chica entre sus brazos, la misma que le parecía tan adorable y hermosa.

De la nada una palabra llegó a ella, eso que sentían los demás al ver a alguien que le gusta con otra persona, a los pocos segundos lo descarto porque se trataba de alguien que debía ver como una familia, una hermanita a la cual cuidar,— ¿Estas celosa? —Jugó como las veces anteriores que lo hacía para provocar risas en Tzuyu, pero no hubo esa respuesta si no un silencio que la hizo sentir un tanto incómoda y luego un vacío al no sentir su cuerpo pegado al suyo.

Cerró un poco los ojos y al abrirlos por completo se topó con la mirada de Tzuyu, no entendía que le trataba de decir,— ¿Celosa yo? —Rió mientras rodaba los ojos, no se lo había tomado como una broma, eso estaba mal porque de seguro creería que siente algo por ella y por eso es que lo dijo.

— Fue una broma —Dijo para aclarar y así no terminar haciendo el ridículo.

La pelinegra se quedó pensando o eso creyó, se veía un tanto pérdida.— Estaba tan celosa...me encantaría ser él, quiero ser él —Pasó lo que menos creía que pasaría, lo que estaba en sus sueños bizarros en donde creía que podía ser feliz solo en ellos y en nada más.

En la vida real tendría al Chou equivocado y trataría de sobrellevar el deseo de estar con su cuñada que de seguro ya tendría pareja.

Los labios ajenos encajaron perfectamente con los suyos y a sorpresa de las dos ninguna trató de separarse.

Ahora comenzaba el verdadero error.

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