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Galway-Irlanda

Nathan Jiménez es recibido por Brenna y Marina en el aeropuerto.

Joven apuesto que ronda los 29 años, de cabello negro y ojos claros con la piel bronceada característica de los latinos y cuerpo fibroso.

Las chicas lo miraban embobadas.

—Ouchh este si que traerá problemas—Marina comenta.

—Limpiate la baba, Marina.

—A mi favor está que yo lo vi primero y tú no cuentas Bree.

Y ambas sueltan una pequeña risa, esperando que el joven se acerque a ellas.

—Buenas tardes señoritas—saluda con esa cadencia exquisita.

—Buenas tardes señor Jiménez. Es un placer tenerlo ya con nosotros; tenemos su habitación lista y Adam lo está esperando, por favor, síganos.

Ya en el auto, Nathan se acomoda en la parte de atrás mientras Bree conduce y Marina está a su lado.

—¿Cómo fue el vuelo señor Jiménez?

—¿Me permite su nombre primero?

—Lo siento, no nos hemos presentado mi compañera, Brenna Buchanan y mi persona Marina Glow.

—Un placer. El vuelo estuvo bien, ya estaba desesperado por llegar y empezar con el proyecto.

—Me alegra, lo están esperando en el restaurante del hotel.

—Entonces llegaré a refrescarme primero y luego bajaré.

El resto del viaje transcurrió en calma y llegaron al hotel.

—Que impresionante diseño, es espectacular tiene unos acabados en la zona frontal muy reconocidos para mi, la línea que viene desde el techo hasta el suelo muestra una singularidad muy parecida a lo que hemos venido trabajando, en general me encanta.

—Me alegra que este fascinado con mi hotel señor Jiménez—Se gira Nathan al escuchar la voz de su anfitrión—Soy Adam Quinn, un placer que este usted con nosotros.

—Es un honor el que me permita ser parte de su proyecto señor Quinn.

—No por favor dígame Adam solamente.

—Gracias, deseo instalarme y refrescarme para estar nuevamente con usted.

—Si, como desee... chicas.

—En marcha.

—Como un relojito.

—Ay Adam que no te escuche o tus comidas no será de tu agrado—comenta muy jocosa Brenna.

—Ay no creo que llegue hasta tanto.

—Mmmmm......quien sabe, bueno me voy a preparar todo lo de la cena, nos vemos.

...

NUEVA YORK.

La corte de Nueva York abre sección, el caso de Carl y Page Hill contra Barbara M Johnson, preside el juez primero del juzgado civil.

—Abogados, ¿tienen más pruebas que aportar?.

—No su señoría—contestan al unísono los dos abogados.

—Entonces presenten sus alegatos finales.

Jason Terry abogado de los demandantes, amplia carrera y experiencia empieza primero su alegato.

—La señorita Johnson aquí presente se justifica diciendo que sufrió de robo por parte del hijo de mis clientes—dice despectivamente y resopla—la cuestión aquí es que llevó a William Hill a la terrible decisión de separarse porque no aguantaba sus desplantes, sus humillaciones, y maltrato emocional por ser de menor clase social que ella.

Barbara angustiada y sobretodo molesta emite un chillido de rabia y frustración.

—Orden en la sala, señorita Johnson calmese y deje al abogado terminar con su alegato—el juez se dirige a la joven.

—Barbara calmate harás que te digan que salgas, ya vendrá mi turno no te preocupes—Christian James amigo personal y joven abogado de Barbara la calma, le hace la señal al juez.

—Abogado por favor continúe su alegato.

—Si señor juez,......como venía diciendo antes de ser interrumpido de mala manera, el señor Hill, fue llevado a irse del país por los maltratos verbales y emocionales al que fue sometido por parte de la demandada y lo que lo llevó con inmenso dolor a morir en ese terrible accidente en otro país lejos de sus padres y los Hill tuvieron que trasladar su cuerpo hasta aca por lo cual están exigiendo el pago total de dos millones de dólares como compensación por el dolor sufrido ante tal pérdida y los costo de repatriación del cuerpo de su hijo, que bien justificado tienen para tal pedido su señoría, eso es todo gracias.

—Muy bien señor Terry, ahora abogado James es su turno.

—Si su señoría—se levanta y camina frente al juez para empezar su alegato final—La señorita Johnson se encuentra en este juzgado demandada por unos padres que han sufrido una pérdida olvidando que está pérdida es compartida también por ella, igual que lo es el robo cometido por el señor Hill, me preguntó su señoría si el abogado Terry no vio las pruebas entregadas a este juzgado—le dice mirando al juez para desviar su mirada al abogado y los demandantes, al ver su negativa retomó su alegato—confirmado no lo hicieron.

—No había nada que ver, todo es mentira de esa jovencita para desprestigiar a mi hijo—Comentó el señor Hill.

—Calma señor Hill, todo se demostrará aquí—le susurra el abogado.

—No quiero más interrupciones, señor James continúe.

—Si su señoría, las pruebas presentadas demuestran el continuo robo del que fue objeto mi cliente desde los últimos meses de su relación, el dinero de las cuentas de servicio del apartamento en donde vivía juntos que fueron entregados de buena fe en cheques girados a las entidades que prestaban dichos servicios, los pagos a las tarjetas, todos y cada uno de ellos fueron cobrados y depositado en una cuenta extranjera a nombre de William Hill, y¿ donde estaba esa cuenta?. En el país donde sufrió el accidente, no nos olvidemos del cheque que entregó para el pago de su boda y que el señor Hill canceló personalmente dando un pago para la interrupción del evento esperado con ansia por mi clienta, porque mi clienta no tenía más que amor por William Hill, si cegada en su amor lo ayudó con su proyecto, el de un producto que este no lograba vender, ¿Porqué?.... porque no existía, todo era parte de un plan para robar, y este amor fue recompensado con traición, ¡si! con traición, en el momento de la muerte del señor Hill no se encontraba sólo, estaba con su amante, la que periódicamente veía según los registros del hotel donde se hospedaban y al momento de su autopsia presentó actividad sexual reciente y resto de semen perteneciente al señor Hill, entonces donde estaba el hombre desconsolado por el maltrato sufrido, perdonme pero no veo por ningún lado a un hombre sufriendo; más bien disfrutando de un dinero que no le pertenecía — Está vez dirigió su mirada a los padres de William—, siento señores Hill la pérdida de su hijo pero no veo porqué causar más desdichas a Bárbara Johnson, aquí ella es la verdadera víctima de esta historia, tomen su tiempo de leer las pruebas verificadas por los investigadores del juzgado, esto es todo, gracias.

—Tomaremos un receso para dar culminación a esta demanda, nos encontraremos en una hora.

En un local a las afueras del juzgado está sentado en una mesa apartada Barbara y Christian tomando una taza de café mientras esperan el tiempo que pase para regresar.

— ¿Crees que el juez fallará a mi favor?

—Estoy seguro amiga, las pruebas son un factor detonante para tumbar el caso de los Hill.

—Entiendo el dolor de ellos, su único hijo y lo perdieron.

—Y por eso se justifica que te demanden ¿Después de que?... mas de dos años por su muerte, tu no manejaban ese volante; tú si quedaste devastada cuando ese imbécil te dejo plantanda cerca del día de la boda. No mi amiga yo no quiero volver a pasar por eso, no quiero que tu vuelvas a pasar por ello, no mereces más dolor—hace una pausa y suspira—aún tus padres te pregunta ¿Qué sucedió?

—Si. Sobretodo Ben, es muy persistente.

—Y me lo vienes a contar, lo tengo pegado a mis orejas porque saben de esta demanda.

—No maldición, ¿cómo?

—Porque eres nuestra hija y te amamos demasiado—contestó Ben que viene acompañado de Marle.

Barbara voltea al escuchar la voz de su padre y se levanta a abrazarlo y Marle también se une a ese abrazo.

—Papá, mamá lo siento.

—Más lo siento yo, el que no hayas contado con nosotros te hubiera apoyado al cien por ciento mi hija.

—Tenía miedo que me reprocharan mi estúpida elección de pareja.

—Todos tenemos derecho a equivocarnos, a errar aunque sea una vez en la vida hijita mía—habla por primera vez Marle.

—Barbara, si no fuera por tus padres las pruebas mostradas en el juzgado no existieran.

— ¿De verdad?

—Si mi reina, todo por ti.

—No puedo decirles más que gracias por todo lo que han hecho por mi siempre.

—Te amamos, eso es todo y ¿que piensas hacer con el resultado que arroje la demanda?.—pregunta Marle —. ¿vas a contra demandar?

—No. creo que han sufrido lo suficiente y el dinero fue recuperado en parte, dejemos las cosas así.

—Como tu digas, al ser mi cliente usted manda, ahora vámonos ya es la hora.

Al mismo tiempo en Galway Irlanda...

Estaban todos reunidos en el restaurante, cuando entra Nathan guiado por Marina once pares de ojos están atentos a su llegada.

Chase se levanta entusiasmado para abrazarlo.

—Nate, mi buen amigo tanto tiempo.

—Cierto un año y como van las cosas—Se gira a ver a Vanesa—Nena, que bien te ves.

—Respondiendo por Chase, las cosas van muy bien y estamos contentos de que por fin estas aquí, ven para que te presentemos.

—Amigos mío aquí está Nathan Jiménez, es colaborador de mi familia y ahora será vuestro en el proyecto—es presentado por Chase.

—Es un placer compartir con ustedes y estar presente en este magnífico proyecto—se interrumpe así mismo al quedar prendado de unos ojos que lo cautivaron, Dios mío es la mujer para mi... en su familia se sabe que ha conseguido a su pareja en el mismo instante que la conoce porque se siente un pálpito y un cosquilleo a la altura del corazón, puso su mano en el centro de su pecho para calmarse, ya serenado sigue hablando—, estaré supervisando todo Adam; a lo que llegue el ingeniero principal, que no está aquí por problemas personales. Estaré a tu disposición para todo lo que necesites y espero que la colaboración sea mutua.

—Y lo será Nathan, bien te presento a los que considero mi familia, se que ya conociste a dos de ellas. Brenna Buchanan y su esposo Sloan, el jefe de la policía; sus colaboradores y su mano derecha ellos son Kieran, Gael, Patrick y la espectacular mujer Alexandra—quien tiene la silla contigua desocupada—, está mi madrina Noni y Marina quien por su puesto ya conociste y la pequeña Ana, por la que estamos aquí reunidos—sentada al lado de Patrick—. Celebrando tres acontecimientos, el primero por su puesto tu llegada, el segundo la recuperación de nuestra Ana y el compromiso de mi socia y amiga Vanesa y Chase.

Nathan camina hacia la silla desocupada y se sienta al lado de la mujer Alexandra se saludan estrechando sus manos y la corriente eléctrica que sufren ambos les recorre el brazo por completo.

—Lo siento Alexandra, ¿Puedo decirte Alexandra?

—Si, Nathan—retira su mano que había puesto en su regazo por inercia al sentir la corriente eléctrica.

—Como dijo Adam eres una mujer espectacular y me gustaría comprobarlo por mi mismo, preciosa.

Nathan sonríe deslumbrando a Alex.

La cena es servida y las copas de champagne son alzadas por los brindis.

En nueva York..

Antes de entrar a la sala del juzgado Page Hill tropieza con Barbara y le susurra al oído malévolamente, logrando poner a la joven muy triste.

—Déjala en paz a mi hija.

—Marle Johnson.

—Maldita Page Hill, no creas que lo que acabo de escuchar se quedará así ya verás—Page retrocedió al ver el odio y la rabia que destellaban de los ojos de Marle junto con la promesa de un cobro—. Si, huye como lo cobarde que eres y tú estirpe.

—Ya madre déjalo estar.

—No dejes que lo que esa mujer te dijo, te desanimes mi reina; tú eres y serás siempre una gran mujer lo entiendes. ¿Verdad?

—Si madre, te amo mucho.

—Yo también mi reina.

El juez primero del juzgado civil preside la sección.

—En vista de sus alegatos y de las pruebas presentadas a mi persona he tomado ya una decisión, desestimó la demanda en contra de Barbara Mae Johnson, por ser absurda y rastrera, señores Hill lamento profundamente su perdida, pero su hijo fue consciente de lo que hacía y la señorita Johnson es la víctima en este caso, todos los hechos han sido comprobados y la cuantía del robo cometido sobrepasa el valor que ustedes exigían como recompensa, espero de todo corazón que ustedes no fueran cómplice de su hijo, porque la señorita Johnson está en su derecho de contra demandarlos y abrirles una investigación, es todo lo que tengo que decir, ahora Barbara Johnson que procede.

—No pienso hacer una contra demanda, pero si les exigire que paguen el monto total de los honorarios de mi abogado y los costo de el juicio, sé que te conviene Page, eso sería todo y mantenganse alejados de mi y mi familia.

—Entonces no hay nada más, este caso está cerrado—golpea el maso.

Ya en el apartamento de Barbara, reunidos en la sala de estar Ben, Marle, Christian y Barbara comentan lo sucedido en el juicio.

— ¿Crees que su padres estuvieran enterados de lo que hacía su hijo?

—No estoy muy segura Chris, pero por lo menos su madre si—contesta barbie.

—Esa mujer del diablo si sabía y tapaba sus traiciones dándole coartadas cada vez que salía de viaje, Piénsalo que tengo razón—Habló muy convencida Marle.

—Si la tienes madre, tu me decías que te extrañaba esas salidas y siento no haberte hecho caso.

—Ahora no pienses en eso mi niña adorada, tu madre y yo no te lo reprochamos.

—¿Que vas a hacer mi amor ahora?

—Tengo el proyecto en Irlanda, pero he mandado a Nathan para que vaya empezando y poniendo las cosas en orden, quiero ver a mi hermano y a vane, pero antes que todo quiero limpiar mi alma y mente de los malos ratos que pase con esa gente.

—Y estas en todo tu derecho.

—Gracias Chris, he decidido irme a la isla y después seguiré camino a Irlanda.

Días más tardes....

Bora Bora en la Polinesia francesa.

Barbara ya se siente mucho mejor y se ha desentoxicado de las malas influencias de los Hill, esta isla es un paraíso y el aire marino le ha dado la salud física y mental para seguir con su vida y cerrar definitivamente con este capítulo.

Toma su teléfono y marca.

—Hola princesa, sabías que me llamarias.

—¿Con cuántas me has estado engañando?

—Todavía no lo he hecho.

—No mientas siempre las traes embobadas.

—Está muñequita es dura de roer.

—Lo sabía.

—No no no, no es lo que crees, ella es ELLA, barbie lo sentí el día que la conocí y no se como acercarme apropiadamente.

—Ay Nathan, se que lo lograrás tu eres especial.

—Bien cambiemos de tema ¿Cuándo vienes?

—Ya tengo el pasaje será en dos días, ya estoy desesperada por participar en el proyecto.

—La construcción va bien, la gente local sabe hacer su trabajo y todo marcha como un reloj bien engrasado.

—Me alegra escuchar eso y mi hermano.

—No lo vas a encontrar a él ni a vane, salen mañana de viaje.

—Que lastima pero mandales un abrazo y un beso a los dos.

—¿Todo se revolvió?

—Si. A mi favor, pero no quiero hablar de ello, entonces nos vemos.

—hasta pronto.