«UNA BUENA MANERA DE ENFRENTAR NUESTRAS TRISTEZA ES TENER LA IDEA QUE SON TEMPORALES Y QUE EN UN FUTURO TODO SERÁ PARA BIEN»

Palabras de Gael Mcallister.

Este capítulo va dedicado a @Darcydonis

La vi caminar hasta la puerta y comprendí el porque hasta cuando sentí el sonido del clic del seguro.

Mi sangre se espeso y mi pene cobró vida al reconocer en sus ojos las intenciones que se traía.

Se me acerco y pegó sus labios a los míos en un ataque sensual a mis sentidos, los mordía para lamerlos después en una secuencia que me estaba robado la cordura.

Empujó su deliciosa lengua entre mis labios y yo le dí vía libre para que penetrara en mi cavidad bucal, no dejó espacio sin degustar.

Tomé el mando de la situación y arrecié el beso mientras mi manos vagaron por su cuello y empezaron a descender hasta los botones de su camisa blanca; uno a uno fuí abriendo con la mayor velocidad que pude infligir a mis manos.

Le saque la camisa de los jeans y le despojé de su brassier, tenía la acuciente necesidad de enterrarme tan profundo en ella y que no quedará ningún espacio entre nuestros cuerpos.

Sus manos cálidas hicieron lo mismo conmigo, me despojaron de mi camisa y quedamos los dos desnudos de la cintura hacia arriba.

La empuje contra la pared y subí nuestros brazos porque necesitábamos de ese primer contacto de nuestros cuerpos tan ardientes.

El contraste de nuestras pieles me catapultó a la gloria, mientras nuestras lenguas seguían una danza propia, nos restregamos un poco más a la par de los gemidos que salían de nuestras bocas.

Sentir sus pezones erectos pinchar de un modo delicioso mi torso me inflamaba más que no pude esperar más en desabrocharle los pantalones y sacarselo junto a sus bragas.

E hice lo mismo con los míos quedado completamente desnudos al templado fresco del cuarto que a ninguno de los dos nos importó ya que nuestros cuerpos estaban caliente de la necesidad que nos abrigaba.

Explore su ya húmedo hueco y me alegro el hecho de que estuviera tan lista para mi; le conminé a que subiera su piernas y rodeara mi cintura.

Tomé posesión de cuerpo junto a su boca tragandome su grito de placer al sentirse llena de mi al empalarme con fuerza.

-¡Dios mío! Maríe, aún no tengo suficiente de ti, no me sacio de ti. ¡¿Qué demonios me has hecho?!

No me podía contestar, su boca boqueaba al tratar de conseguir suficiente aire debido al placer que estaba obteniendo de mi.

Puse mis manos detrás de ella para evitar el roce de su cuerpo contra la pared a lo que bombeaba en su interior.

Nos desgarramos de placer, comprometido al acto que realizabamos.

-Lo mismo debo preguntarte, pero ahora mismo mi cerebro está hecho papilla. Sólo quiero que me hagas correr corazón.

-Como desees -me prendí de su cuello y arremetí con más fuerza hasta lograr la meta.

Los temblores de sus músculos internos me avisó del buen camino que llevaba, metí mi mano entre los dos y empecé a restregar su clítoris logrando que estallara con fuerza y llevándome junto con ella a un clímax donde vi fuego pirotécnico detrás de mis ojos.

Su orgasmo la dejo laxa recibiendo mi carga caliente dentro de su vientre.

Al bajar su piernas, estas terminaron ligeramente temblorosa y se tuvo que sostener en mi para no caer a mis pies.

-Gael vas a acabar conmigo un día de estos.

-Cariño, tú empezaste y yo sólo soy tu fiel servidor- la besé y me moví a buscar algo con que limpiarnos.

Cuando regresé la encontré en el mismo sitio donde la deje, con la mirada ensoñadora y extasiada y con mi semen resbalando por sus piernas.

No he dejado de pensar él que yo no he usado protección y no le he preguntado si ella usa algún método anticonceptivo.

La verdad es que no me importaría concebir un bebé con ella, sería el más dulce de los regalos. La culminación de mi sueños de formar una familia, de mi propia familia.

-Mo ghrá (3) -me miró al escucharme hablar y sus ojos se iluminaron, le encanta cuando le habló así; recordaré hacerlo más a menudo -. Acercarte para limpiarte y también quiero preguntarte algo que traigo en la mente desde que empezamos a estar juntos.

-¿Y eso sería?

-Yo no te estoy cuidando y todas las veces dejó mi simiente en ti, por lo tanto quiero saber. ¿Usas algún método anticonceptivo?

A medida que iba hablando ella exorbitaba sus ojos y sentí como mi alma caía al suelo.

Movía su cabeza en signo de negación. -De mi regreso a Dublín no he visitado a mi ginecóloga y no me he puesto la inyección desde mucho antes de ir a Galway. ¿Cómo he podido ser tan inconciente?

-Lo hemos sido los dos Lagartija, yo también tengo parte de culpa y entendería si no quieres tener bebés.

-¿Es que a caso tú si quieres?.

-Bueno...si se presenta el caso de que concibamos un bebé yo no le haría asco a mi responsabilidad.

-Gael... yo -el repique del teléfono interrumpió su respuesta y no pude ignorar el llamado, así que fui a atender.

-Mcallister al habla.

-Gael, soy Kiev. ¿Pueden venir María E y tú a mi despacho?

-Si señor, en unos minutos estaremos ahí-colgé el auricular y me giré a verla-. Sabes que esta conversación debemos seguirla después.

El tiempo que duramos en asearnos y cambiarnos fue el espacio que necesitamos para ir al despacho del comandante.

Estaban reunidos el joven Oscar Kelly, Brendan Byrne, Conall, Tessa y Kiev.

Este último nos invitó a entrar y Lagartija se puso al lado de Tessa, ella había estado callada desde la llamada pensando en nuestra conversación.

Sé que le había soltado una bomba y que en cierta forma la forzaba a un futuro que de pronto no había contemplado.

¡Por Dios! Él la amaba y esperaba que ella también sintiera algo por él y luchaba entre dejar que las cosas siguieran su curso o tomar las riendas y se estaba decantado por esta última opción; no quería perder más tiempo lejos de ella.

Su mente se despejó al escuchar al jefe Kiev.

-Los tengo reunidos para darles algunas informaciones. Voy a sacar a Oscar y a Brendan del caso.

-Si señor -respondieron estos.

-El caso está estancado y a ellos los necesito en otros homicidios por resolver; en tal caso, el detective y María E pueden continuar con las indagaciones que llevaba a cabo Sombra.

-Bien, si me permite los informes de Sombra seguiré su línea-?Gael responde y Maríe asiente en conformidad.

-Perfecto. Conall quiero que te dediques en el caso de Connell, aunque debiera apartarte del caso; no lo considero necesario. Conozco tu trabajo y pondrás más empeño en lograr resolverlo.

-Gracias señor -responde un aliviado gemelo -, y sombra. ¿Qué hará?

-Sombra pidió unas días de ausencia por asuntos familiares ineludibles, su señora madre está hospitalizada.

-El pobre, tanto que ha luchado por sacar a flote su familia - El comentario sale de Tessa en la conformidad de sus compañeros.

-Bien todos a descansar, mañana es un nuevo día y antes de que se vayan -Kiev espero a que el grupo tuviera su atención en él-.！Al final de cada día requiero que me dejen el informe diario, ¿Entendido?

-Un coro de si se escuchó en la instancia.

Yo precedí al grupo fuera de la oficina y por último salieron Tessa y una muy sonrojada María E.

Al ser objeto del escrutinio de la pelinegra deduje que la conversación que puso ese tono rosado en las mejillas de María E, era sobre mi y más al ver a Lagartija cubrir su garganta con el dobladillo del cuello de su camisa supe a ciencia cierta que la secretaria descubrió nuestro acalorado interludio en la oficina de archivo con la única prueba irrefutable; una marca de posesión visible en el cuello de mi mujer.

Mi amor (3).

Un nuevo capítulo les dejo aquí, espero que les guste.
Viene la revelación del secreto muy pronto, una desgracia y tal vez un interludio sexual de otra pareja. Amanecerá y veremos.
Espero su estrellita y comentarios.
Besitos se les quiere de gratis.