Renji estaba seguro de que allí terminaba su vida.

Se quedó mirando la cama individual, tuvo que seguir mirándola para no mirar a Byakuya que se estaba preparando ni siquiera a cinco pies de él. "No va a morder", la voz de Byakuya vino desde su derecha, la voz repentina hizo que saltara y girara la cabeza para mirar a su Taichou.

El hombre era impresionante... bueno, más de lo que era normalmente; su cabello libre de las extrañas pinzas y su cuello libre de su bufanda, y estaba vestido con un kimono básico para dormir. Una ceja delgada se arqueó hacia él antes de que Byakuya se deslizara una vez que estuvo cómodo, cerró los ojos y dijo:

"Duerme, mañana tienes un día muy ocupado"

Renji se miró a sí mismo con un kimono de dormir a juego y tragó saliva antes de meterse en la cama. Los dos se tumbaron boca arriba, las manos apenas se rozaron antes de que Byakuya se moviera para tumbarse de lado. "Vete a la cama. Puedo oírte pensar".

Renji cerró los ojos con fuerza, tanto como quería; todo lo que podía pensar era en que estaba en la misma cama que el hombre soltero por el que había estado sediento durante décadas. Respiró profundamente y se arrepintió, ya que todo lo que podía oler era a él, iba a ser una noche muy larga.

Cuando Renji se despertó por la mañana no era por el sol, no, algo le hacía cosquillas en la cara, lo apartó de un manotazo pero lo que fuera volvió; solo cuando abrió un ojo se dio cuenta de que era de mañana... entonces notó un peso en su pecho. Juntando las cejas miró hacia abajo y descubrió que lo que le hacía cosquillas en la cara... era el cabello de Byakuya.

El cabello de Byakuya... le hacía cosquillas en la cara.

Byakuya...estaba acostado sobre su pecho.

Mientras el sueño escapaba de sus extremidades, se dio cuenta de que la mano de Byakuya también estaba en los pliegues de su kimono, sosteniendo la tela mientras tocaba su pecho y su propio brazo estaba envuelto alrededor de su cintura manteniendo a Byakuya contra su costado.

Incluso con el brazo zumbando, podía sentir el calor de la cadera de Byakuya a través de la fina tela. Renji dejó caer la cabeza sobre la almohada; sí, está muerto. Renji cerró los ojos y respiró profundamente para calmarse; incluso si este es el final... estaba bastante cómodo. Simplemente se quedó allí acostado y dejó que Byakuya durmiera antes de sentir que comenzaba a despertar, congelado en el lugar.

Byakuya gruñó y se movió mientras comenzaba a despertarse, al abrir los ojos se dio cuenta de que estaba acostado sobre el pecho de Renji, apoyándose en un codo. Miró por encima del rostro de su FukuTaichou, pero Renji no se movió, Byakuya entrecerró los ojos y se movió más alto, su cabello cayó sobre su hombro y golpeó a Renji en la cara.

Cuando aún no se movía, Byakuya dio un pequeño resoplido y se recostó, presionó su rostro contra el cuello de Renji y volvió a poner su mano donde estaba antes. Byakuya cerró los ojos y dejó escapar un largo suspiro, justo cuando estaba a punto de volver a dormirse llamaron a la puerta de la habitación.

"Perdónenos, Kuchiki-sama"

La puerta se abrió, Byakuya abrió un ojo y vio entrar al sirviente y a una anciana diferente.

—Veo que todavía estás en la cama. Algunas cosas no cambian —suspiró mientras negaba con la cabeza.

—Vete a la mierda —se quejó Byakuya mientras cerraba el ojo y escondía su cara en el cuello de Renji.

"Encantador como siempre en la mañana", comentó con una sonrisa. "Vamos. Despierta tu almohada, hay mucho que discutir". Byakuya hizo un ruido bajo antes de levantarse y mirar al Anciano. "Eres el jefe del clan Byakuya, realmente no deberíamos despertarte", comentó mientras Byakuya se apartaba el cabello de la cara.

—Renji, despierta —dijo mientras extendía la mano y lo sacudía para despertarlo. Renji imitó el ruido bajo y abrió un ojo. Era difícil fingir que se despertaba, pero se estiró con un amplio bostezo antes de sentarse; el lado izquierdo de su kimono se deslizó de su hombro y reveló el costado de su pecho y sus tatuajes.

—¿Hm? —Se frotó la cara antes de girarse para mirar a las dos mujeres que lo observaban, su rostro ardía ligeramente mientras se arreglaba la blusa—. Uhhh, ¿buenos días?

—Vaya, él tiene mejores modales que tú por la mañana —la mayor sonrió antes de girarse completamente para encarar a Renji—. Buenos días, soy la tía de Byakuya. Pasarás el día conmigo; te necesito vestido y en el jardín en cinco minutos —hizo una pausa—. ¿Es eso algo que puedes lograr?

"Sí señora"

"Bien. Nos despediremos entonces".

Renji observó cómo los dos se iban antes de girarse para mirar a Byakuya, el hombre parecía molesto y un poco gruñón, lo que en realidad era bastante lindo en él. Renji se inclinó hacia adelante sin pensar y se apartó un poco de pelo de la cara, los ojos gris pizarra lo miraron y sostuvieron su mirada mientras Renji retiraba la mano bruscamente; los dos se miraron fijamente antes de que Renji saltara de la cama y murmurara algo sobre la necesidad de prepararse y abandonara el área.

Byakuya sonrió para sí mismo antes de levantarse lentamente y comenzar a prepararse.

Una vez que el capitán estuvo completamente vestido, salió de la habitación y comenzó a caminar por el camino, había pasado mucho tiempo desde que había regresado al camino; desde Hissana en realidad. El pensamiento de su esposa muerta agrió su humor, miró por la pasarela por la que estaba caminando, vio a Renji y a su tía en el jardín; ella estaba tratando de enseñarle a caminar con la espalda recta como a todos los nobles se les enseñaba de jóvenes, verlo dibujó una pequeña sonrisa en su rostro.

"¿Qué es esto? ¡Mi estoico sobrino está sonriendo!"

La sonrisa desapareció cuando se giró para ver a su tío sonriéndole, el mayor se acercó y se paró a su lado. "Oh, no, Hana lo alcanzó", se humilló antes de volverse hacia su sobrino nuevamente. "¿Es por eso que estabas sonriendo?"

Byakuya no respondió, mantuvo su rostro en posición de plancha incluso cuando su tío envolvió su brazo alrededor de sus hombros y lo acercó más, su ceja se movió con fastidio antes de finalmente hablar "Libérame".

"Byakuya... de hombre a hombre", afirmó su tío mientras agarraba sus mejillas y giraba su rostro hacia donde Renji estaba trabajando en otro ejercicio. "Dile".

Byakuya se alejó de él rápidamente y apareció del otro lado. "Esta condena ha terminado", afirmó mientras lo fulminaba con la mirada. "No sabes de lo que estás hablando".

—Oh, por favor —resopló el mayor y puso los ojos en blanco—. A esta edad eres igual que tu padre. Te daré el mismo consejo que le di a él. Si no les dices lo que sientes... puedes perderlos para siempre. Estén casados ​​contigo o no.

Byakuya frunció el ceño mientras caminaba por los vastos acres de terrenos, no podía dejar de pensar en lo que dijo su tío; actuó como si fuera fácil simplemente ir a su FukuTaichou y decirle cómo se sentía cuando el Clan enfatizó la necesidad de mantener el control en todo momento. Finalmente se detuvo y se arrodilló frente a un árbol de cerezo, una pequeña tumba colocada frente a él.

Hola, Hisana. Ha pasado mucho tiempo.

Renji miró hacia la pasarela antes de que lo golpearan con una regla, dejó escapar un ruido de sorpresa mientras intentaba mantener el equilibrio pero terminó cayendo al estanque.

"Se mantuvo concentrado"

Renji escupió el agua mientras se quejaba de estar mojado, se puso de pie y sacudió las manos como si eso lo secaría. Frunció el ceño y salió. "Hombre", murmuró antes de mirar a su maestro, quien arqueó una ceja. "¿Cuál es el punto de esto?" Espetó mientras señalaba el tocón en el que estaba parado.

"Concéntrate", dijo la anciana mientras se acercaba. "Un Kuchiki siempre debe estar concentrado en su entorno".

"Lamento tener que decírtelo, pero no soy un Kuchiki", afirmó Renji mientras se quitaba la parte superior y exprimiera el agua.

—Todavía no lo eres —convino ella mientras cruzaba los brazos—. Si Byakuya se casa contigo, te convertirás en una Kuchiki y habrá expectativas que cumplir.

—¿Qué quieres decir con 'si'? —preguntó Renji mientras se arreglaba y se arreglaba el cabello.

"Todavía hay tiempo para que cambie de opinión", afirmó mientras agitaba la mano en el aire con indiferencia, como si lo que estaba diciendo no fuera en serio. "Hay muchas... opciones abiertas de las que Byakuya está al tanto".

"Si no quieres que nos casemos, ¿por qué no lo obligas tú?", preguntó Renji, finalmente harto de que los Ancianos intentaran separarlos... bueno, la tecnología no estaba junta, pero los Ancianos necesitaban creer que lo estaban.

"Oh, podemos"

El corazón de Renji se hundió ante el tono que ella sostuvo, él ya sabía que podían hacerlo pero en realidad escucharlo hizo que doliera aún más.

"Byakuya ha dejado en claro que si lo forzamos, tomará represalias y eso causaría problemas debido al hecho de que es el líder del Clan", admitió la Anciana mientras ponía los ojos en blanco. "Solo buscamos lo mejor para él".

Renji se quedó callado mientras su mente corría; desde Byakuya amenazando con represalias, hasta cómo estaban en la cama... el calor de Byakuya presionado contra él y la sensación de su aliento en su piel. Renji cuadró sus hombros. "No. No lo eres", afirmó mientras levantaba la cabeza.

"¿Disculpe?"

—Dije que no lo eres. Lo único que buscan los ancianos es lo mejor para el Clan. No lo mejor para Byakuya —afirmó Renji claramente, sabía que no debía responder, pero maldita sea, no podía contener la lengua cuando actuaban como si la felicidad del hombre que amaba no fuera importante—. Soy lo mejor para él, soy la persona que Byakuya ha elegido para estar a su lado.

"¿Como socio o su FukuTaichou?"

—Ambos. No pienses ni por un segundo que Byakuya no piensa en este clan. Me ha advertido una y otra vez sobre las consecuencias... pero nunca me ha dicho que me vaya.

—Actúas como si realmente lo amaras —dijo ella arqueando una ceja.

Renji abrió la boca antes de cerrarla y miró al suelo por un segundo antes de que una pequeña sonrisa tonta se extendiera en sus labios. "De hecho, lo hago". Levantó la vista y la miró a los ojos. "Lo he amado durante un tiempo ridículamente largo, no voy a dejar que pisotees su felicidad; no esta vez".

La anciana sintió que su corazón se calentaba incluso mientras mantenía su rostro estoico, volvió a agitar su mano "¿Estás amenazando a un Anciano Kuchiki?"

—No, señora. Le estoy haciendo una promesa: si arruina la felicidad de mi esposo, haré que la vida de cada uno de ustedes, los mayores, sea un infierno —afirmó Renji mientras mantenía contacto visual—. Ahora, si me disculpa, tengo a alguien a quien necesito encontrar —hizo una reverencia antes de salir del jardín.

Renji dejó de caminar cuando finalmente se calmó de su enojo, mientras se calmaba comenzó a asustarse; ¡oh Dios, respondió! La maldita regla principal que Byakuya le dio y la rompió, se mordió el labio mientras se preguntaba qué iba a pasar. Supuso que lo iban a echar y lo iban a tirar a un lado como si fuera basura, si era así, necesitaba encontrar a Byakuya y decírselo.

Renji caminó en una dirección aleatoria antes de encontrar a Byakuya caminando de regreso, cuadró los hombros y caminó hacia él. "Necesitamos hablar", afirmó mientras Byakuya asentía.

—Lo haremos, síganme —afirmó Byakuya mientras giraba y se dirigía a la derecha, Renji lo siguió de cerca; aunque le hubiera gustado decir lo que tenía que decir allí, sabía que era mejor seguir a su capitán.

Los dos caminaron una buena distancia antes de que Byakuya se detuviera de repente y se girara para mirarlo; Renji se detuvo bruscamente antes de abrir la boca, pero Byakuya lo interrumpió y habló primero. "Bya-"

"Estoy seguro de que estás al tanto de que los Ancianos intentan convencerme de que te deje y encuentre a alguien más dentro del Clan..." dijo Byakuya mientras lo miraba antes de girarse hacia un lado y continuar "No se detendrán hasta que elija a alguien de su agrado... pueden molestarme todo lo que quieran, pero..."

"Te amo"