En la oficina del Sou Taichou, el jefe Taichou estaba sentado en su escritorio mientras escuchaba el error que plantó en Kyoraku, le preocupaba profundamente que sus propios estudiantes hicieran algo tan atroz como unirse al lado de Kurosaki; inclinándose hacia delante escuchó la voz de Abari a través del altavoz.

"¿Cómo lo llevas?"

"Lo mejor que pueda, supongo"

"Mira, Kyoraku-Taichou. Sé que es difícil que Ukitake-Taichou siga con Ichigo, pero es lo mejor para él".

Un profundo suspiro se escuchó en el altavoz antes de que su antiguo estudiante volviera a hablar: "Te escucho Kuchiki-Kun, pero sin saber exactamente qué le está haciendo Ichigo, no puedo evitar preocuparme".

"Lo siento. No he sabido nada de él desde hace tiempo", admitió Renji, lo que despertó el interés de Yamamoto. "Lo último que escuché fue que a Ichigo no le estaba yendo muy bien y que las cosas no pintaban bien".

"¿Está todo bien?"

"Eso espero"

Yamamoto apenas pudo contener su emoción al escuchar que Kurosaki no estaba bien, con sus defensas bajas sería capaz de lanzar un ataque sorpresa antes de que el traidor pudiera recuperarse; agitando su mano, el viejo Taicho solo tuvo que esperar apenas un momento para que su FukuTaichou llegara en un instante, arrodillándose junto a su escritorio.

"Señor"

"Cambio de planes. Reúne a los nuevos reclutas; estamos atacando ahora"

Sasakibe se puso de pie e hizo una fuerte reverencia antes de desaparecer nuevamente, Yamamoto se reclinó en su silla y se acarició la barba mientras se preguntaba qué otras pulgas podría conseguir para ir al Reino Hueco, necesitaba hacer una limpieza seria de sus Divisiones... las había dejado sueltas por demasiado tiempo.

Yamamoto se impresionó cuando uno de los instructores de la academia se acercó y le ofreció sus servicios, era uno de los mejores instructores de Kidō que tenía la academia; asintiendo mientras escuchaba su explicación de cómo beneficiarían su plan, Yamamoto estaba más preocupado por encontrar un reemplazo en caso de que llegaran a su fin. "Por supuesto, podríamos usar a alguien con tu conocimiento", afirmó Yamamoto mientras agitaba su mano "Nadie es mejor que tú para ayudar a nuestro Shinigami a conquistar a este villano que se atrevió a ensuciar nuestro buen nombre".

Una sonrisa burlona se abrió paso en su rostro arrugado cuando el instructor la tomó en cuenta y le hizo una profunda reverencia antes de alejarse, la sonrisa burlona se convirtió en una mueca de desprecio mientras veía al Shinigami salir; sí, una limpieza profunda de hecho, había tanta suciedad aquí. Yamamoto no tuvo que mirar a los lados para saber que su FukuTaichou había llegado antes de ladrar su siguiente orden: "Haz que Kurotsuchi-Taichou abra un portal a Las Nochus en una hora".

"Señor", declaró Sasakibe antes de desaparecer nuevamente.

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 —¡¿Qué?! —gritaron Szayel y Kisuke al mismo tiempo que otro terremoto sacudió el dominio, los dos locos se levantaron antes de tropezar con la fuerza y ​​se atraparon el uno al otro.

—¡¿Qué quieres decir con que están atacando?! —preguntó Kisuke mientras daba un paso adelante, la mirada fría en los ojos de Ulquiorra era inquietante, por decir lo menos, pero nada comparado con el creciente frío que comenzaba a instalarse alrededor del palacio normalmente cálido.

"Es como dije. Los Shinigami están atacando Las Nochus", declaró Ulquiorra mientras extendía la mano y atrapaba a Kisuke, quien tropezó con él en otro terremoto. "No veo un hori blanco, así que eso supone que no hay Taichou con ellos". Ulquiorra dirigió su atención al hollow de menor rango. "¿Ichigo está a salvo?"

Szayel se tragó de nuevo esa amenaza oculta antes de girarse para buscar la respuesta solo para agachar la cabeza y admitir "Perdí el servicio. Ulquiorra, tendrás que venir conmigo para ver cómo está". Szayel se giró para encarar al estoico hollow, pero mantuvo la cabeza gacha y los ojos en el suelo.

"Ulquiorra... estás... estás lastimándome" dijo Kisuke mientras se movía para liberarse de su agarre que continuaba apretándose, Ulquiorra no reaccionó ante él, pero su agarre se apretó aún más antes de que prácticamente arrojara a Kisuke al suelo y se girara para irse.

"Ven" fue todo lo que dijo mientras desaparecía, Szayel dejó escapar un ruido que sonó casi como un gemido antes de desaparecer poco después.

Kisuke se levantó y se dio una palmadita rápida antes de irse hacia donde podía sentir a su amante de pie con su familia; afortunadamente, al ser un maestro de Shunpo, pudo llegar a ellos rápidamente, una vez que apareció junto a Isshin, Kisuke puso una mano en su hombro mientras asomaba la cabeza hacia las filas de Shinigami que estaban frente al palacio. Soltó un silbido bajo "Vaya, hay muchos de ellos ahí afuera", dijo mientras miraba a Isshin. "¿Dónde están los otros dos?"

"Allí afuera"

Kisuke giró la cabeza hacia afuera y corrió hacia el balcón, miró hacia abajo y encontró a los dos Alfa y Herribel parados en fila, una tercera mujer con cabello verde espuma de mar también estaba allí abajo. "Pero Ichigo-"

"Ichigo no está aquí", dijo Isshin mientras se acercaba. "Están protegiendo a su rey y pareja, si interferimos..." Isshin se quedó en silencio mientras dejaba escapar un suspiro tembloroso antes de continuar. "También nos matarán" Isshin se apartó de los gritos y chillidos. "Prometieron que lo compensarían con Ichigo". Antes de alejarse, Kisuke echó una mirada solitaria hacia atrás al holgazán que había sucedido antes de darse la vuelta y seguir a Isshin.

El camino hacia donde estaba Ichigo fue tranquilo y tenso; los pasillos del palacio se sacudían de vez en cuando y ambos ex capitanes se giraron para mirar hacia atrás por donde habían venido cuando sintieron una ráfaga de reiatsu antes de intercambiar una mirada y apresurarse por el pasillo. Finalmente, al entrar en la habitación, los dos sintieron que sus rodillas se debilitaban cuando su reiatsu fue despojado de él con solo poner un pie dentro.

"Arréglalo"

—¡Lo estoy intentando, maldita sea! —espetó Szayel mientras sus dedos volaban sobre las teclas, las pantallas se reflejaban en sus gafas mientras miraba los datos que pasaban por sus ojos. ¡Szayel no sabía por qué estaba pasando esto! Su máquina estaba en perfectas condiciones, ni siquiera el colapso del mundo la habría detenido y, sin embargo, aquí estaba, fallando con Ichigo todavía dentro de ella; su hombro se encorvó hacia adelante y se puso rígido cuando Ulquiorra dejó escapar otro gruñido sobre él, Szayel no sabía qué era más aterrador, perder a Ichigo o tener a Ulquiorra enojado con él.

"¿Qué tenemos aquí?"

La suave voz masculina hizo que los cuatro se pusieran rígidos y centraran su atención en la persona que apareció de repente frente a la máquina, con la mano presionada contra el vidrio helado. "Creo que esto es trampa, Shiba", afirmó el hombre mientras arrastraba su mano por el vidrio, este hombre estaba vestido con un simple kimono gris, sandalias simples y su cabello negro peinado hacia atrás. "¿No deberías estar afuera con los demás?"

El gruñido de Ulquiorra fue su respuesta mientras daba un paso adelante y colocaba su mano en su empuñadura, Ulquiorra estaba en modo de protección pura y sus reacciones normales habían desaparecido.

"Interesante reacción", afirmó el hombre mientras se giraba para mirarlos, dirigiendo su mirada hacia los huecos antes de que una sonrisa burlona apareciera en su rostro; ocho pupilas brillantes de emoción y autoridad. "Para un hueco".