—Oooh, estoy jodido —gruñó Renji mientras caminaba de un lado a otro en el campo de entrenamiento que usaba la Undécima División. Se frotó la cara mientras seguía caminando mientras Ikkaku y Yumichika practicaban.

—¿Por qué no me explicas que fue un malentendido? —preguntó Ikkaku arqueando una ceja antes de sonreír— ¡TRRRRRAAA! —gritó mientras empujaba la punta de la lanza hacia la cara de Yumaichika antes de saltar y girar para bajar la espada.

Yumaichika tarareó mientras esquivaba y saltaba hacia atrás y hacia la izquierda, fuera del alcance de la espada. "No has pensado en eso, ¿eh?", Bromeó Yumichika antes de correr hacia Ikkaku.

"Ugh. No lo entiendes. No hay malentendidos ni errores con el Clan Kuchiki, y no hay citas por diversión. 'Un Kuchiki no tiene citas. Si ustedes dos están saliendo, entonces deben casarse' " Renji se burló con voz aguda para burlarse de esa anciana Kuchiki, puso los ojos en blanco, el sentimiento de desagrado era mutuo entre ellos.

Renji suspiró antes de volverse hacia sus amigos "¿Escucharon lo que le pasó a Rukia?" Preguntó mientras se sentaba en el suelo, los dos dejaron de pelear y se miraron antes de dirigirse a donde Renji estaba sentado a la sombra.

—No. Taichou sigue diciendo que quiere pelear con Ichigo otra vez. —Ikkaku negó con la cabeza mientras explicaba y Yumichika asintió con la cabeza. —Algo debe haber sucedido para que él sea así.

"En realidad no", se quejó Renji. "Zarkai-Taichou es así".

—Bueno, Ichigo vino aquí, ¿no?

Renji asintió. "¿Recuerdas esa fuerte presión fría que se apoderó de toda la Sociedad de Almas? Ese fue Ichigo..." Sus ojos se abrieron cuando Renji continuó explicando lo que sucedió "-aparentemente por lo que Sasakibe recordaba; fue directo al SouTaichou e hizo un trato con él después de que arrojó a Rukia a sus pies. Ella también estaba en mal estado. Golpeada hasta casi matarla y con la pierna cortada.

"Cuando Ichigo liberó su reiatsu contra ellos, ella gritó pidiendo perdón; Unohana-Taichou se la llevó una vez que Ichigo se fue y no ha sido vista desde entonces" Renji frunció el ceño mientras recordaba haber visto a Rukia desmayada en los brazos del Taichou de la Cuarta División, estaba muy claro que le faltaba una pierna. Renji miró hacia arriba y suspiró antes de ponerse de pie.

"¿Partida?"

—Sí. Tengo que asegurarme de estar presentable; nos reuniremos con los Ancianos Kuchiki... —El disgusto de Renji se mostró en su rostro—. Así que me voy a duchar y espero encontrar una manera de no avergonzarlo. —Renji saludó antes de irse, se perdió la mirada que los dos le dieron antes de reírse el uno al otro.

¡Oh, pobre Renji! Estaba tan ciego.

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Renji estaba nervioso, y con todo el derecho de estarlo; iba con su Taichou, con quien se suponía que estaba saliendo, a reunirse con los Ancianos Kuchiki y planificar su aparente boda de la que no podía escapar.

Se frotó el cuerpo tres veces y se lavó el cabello dos veces, se aseguró de que las túnicas que agarró estuvieran recién lavadas y colgadas para que no se ensuciara ninguna parte, todo estaba perfecto; excepto su cabello.

Renji se miró en el espejo, su cabello todavía estaba mojado y suelto pero no sabía qué más hacer con él que atárselo en una cola de caballo; miró su reflejo por un buen minuto antes de suspirar y agarrar su toalla, saliendo del baño se secó el cabello antes de recogerlo en su característica cola de caballo y envolver la diadema alrededor de su frente para ocultar los tatuajes.

Se dirigió rápidamente a la oficina de su Taichou y respiró profundamente antes de tocar, Renji sintió que su corazón saltaba a su garganta cuando le permitieron entrar; armándose de valor, abrió la puerta y entró.

Byakuya se sentó en el escritorio como siempre, repasando lo que Renji asumió que era papeleo antes de que el hombre estoico hablara "Hay algunas cosas que debemos repasar antes de reunirnos con los Ancianos" Byakuya dejó su bolígrafo y centró su atención en su FukuTaichou, estaba claro que Renji estaba nervioso, lo cual Byakuya no lo culpó; los Ancianos del Clan Kuchiki no eran buenas personas.

"No debe haber ninguna forma de demostración pública de afecto, te pararás directamente a mi izquierda pero permanecerás al menos dos pasos detrás de mí; cuando los Ancianos estén hablando no-" Mientras Byakuya enumeraba las cosas, el rostro de Renji pasó por una serie de expresiones faciales "-Solo hablarás cuando te hablen, y la decisión de los Ancianos es definitiva".

Renji frunció el ceño profundamente y esperó un momento para respirar antes de comenzar: "Espera, Kuchiki-Taichou, pero me agarraste el muslo y les respondiste".

Byakuya asintió. "Lo hice con enojo y luego me reprendieron por eso; si bien entienden los deberes que brindamos a la Sociedad de Almas, no hay excusa para responder". Cuando Renji asintió, Byakuya se puso de pie y caminó alrededor del escritorio. "De ahora en adelante, cuando estemos frente a los Ancianos; te referirás a mí por mi nombre como yo lo haré por ti. Te lo advertiré ahora, mantén la boca cerrada", advirtió Byakuya con una mirada fría.

—¿A dónde vamos? —preguntó Renji mientras seguía a Byakuya.

"El juicio de Rukia"

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 Renji tragó saliva con fuerza mientras seguía el ritmo de su Taichou, en su mente repetía una y otra vez ' a la izquierda... dos pasos detrás... a la izquierda... dos pasos detrás... ' para no equivocarse, manteniendo la mirada hacia adelante reprimió el impulso de mirar a su alrededor y contemplar con asombro la Mansión Kuchiki, antes solo se le había permitido entrar al jardín de Byakuya.

Se detuvo y respiró profundamente para calmarse cuando Byakuya se detuvo frente a él y abrió la puerta mosquitera. Renji contó sus pasos antes de entrar y cerró la puerta detrás de ellos. Una mirada a su Taichou fue todo lo que necesitó antes de dirigirse hacia él y arrodillarse sobre el cojín provisto. Al hacer un escaneo rápido, descubrió que estaban solos por ahora, la habitación estaba dispuesta con cojines en forma de herradura con una silla en el medio de la habitación, que asumió que Rukia colocaría.

Pero ¿por qué una silla?

La respuesta llegó pronto cuando los Ancianos entraron y cada uno se sentó en su aparente lugar asignado, una vez que cada asiento estuvo ocupado, las puertas se abrieron nuevamente y alguien entró cargando a Rukia antes de colocarla en la silla y hacer una reverencia antes de irse.

Todo el cuerpo de Renji se tensó mientras miraba a su antigua amiga de la infancia, clavó las uñas en sus piernas mientras observaba su apariencia; se veía como una mierda.

Tenía grandes bolsas oscuras debajo de los ojos, casi como si no hubiera podido dormir; sus ojos estaban apagados y sin vida, mientras que su ropa estaba arrugada y un poco ensangrentada en el extremo donde le faltaba la pierna. Renji pudo distinguir lo que parecía una cicatriz en su frente; ¿qué le había hecho Ichigo?

—Rukia Kuchiki, estás aquí para ser juzgada por tus actos contra el clan. —Un anciano comenzó a decir mientras Rukia levantaba la cabeza.

Cuando sus miradas se cruzaron, los ojos de Rukia se iluminaron antes de gritar: "¡Renji!". No esperaba ver a su amiga aquí, conseguiría que Renji le explicara todo y estaría a salvo. "¡Renji, por favor! Explícales a todos que fue solo un malentendido; diles que en realidad no estás saliendo con Nii-san".

Renji sintió que se le erizaban los pelos cuando todos lo miraron, recordó lo que Byakuya le dijo antes de irse 'mantén la boca cerrada' Renji no tuvo que mirar a su Taichou para saber que sus ojos estaban cerrados y su rostro estoico; Renji cerró los ojos y giró la cabeza, apuntando su rostro hacia la espalda de Byakuya e inclinó su cabeza hacia adelante.

—¡¿Renji?! ¡Deja de mentirle al clan! ¡En realidad no estás saliendo con Nii-san, solo dijiste eso para confundirme y así no descubrir que le robaste a un Taichou! —gritó Rukia mientras se inclinaba hacia adelante y miró fijamente a Renji, que no la reconoció ni habló.

—Ya basta —dijo la misma anciana que tanto le gustaba a Renji antes de volverse hacia él—. Abrari, ¿es cierto? ¿En realidad no estás saliendo con Byakuya?

A Renji se le quedó la respiración atrapada en la garganta, no esperaba que le preguntaran de verdad; se giró para mirar a la mujer y respiró hondo. "No, señora", afirmó con firmeza. "Lo que dijo Rukia es falso. Los dos estamos saliendo".