09
Voten y comenten
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La mañana siguiente entró en la comisaría con la camisa ligeramente manchada de sangre en el brazo y una cortada en la frente y mejilla que se hizo cuando los pequeños vidrios del parabrisas le cortaron la cara. Y también un poco la mano.
No sintió absolutamente nada de eso hasta que entró en casa y Michael los miró con horror.
Le sacó los vidrios con unas pinzas y también la bala, con un cuchillo, mientras Luke gritaba como loco, sus gritos alertaron a los vecinos.
El señor Coleman llegó con un rifle y abrió la puerta de una patada, solo para encontrarse a Michael removiendo el cuchillo dentro de la herida de Luke.
Y a Kenny desmayado en el piso, por la escena.
El hombre regañó a Michael, le dió una palmada en la cabeza, tomó las pinzas e intentó sacar la bala.
Diez minutos después, cuando Luke despertó de su corto desmayo, la bala ya estaba sobre la mesita de centro y su vecino le vendaba el brazo con fuerza.
-Hemmings..¿que demonios te pasó?-le preguntó en voz alta Alan, mirando la sangre.
Su gritó llamó la atención de unos cuantos oficiales.
-Tengo que hablar con Jim.-susurró, presionando su herida.
-Jim está con el jefe.-señaló Roy.
Luke solo asintió, caminando rápidamente hacia la oficina de Edward Quinn.
Ni siquiera tocó la puerta, simplemente la abrió bruscamente. Cómo vaquero en cantina.
Ambos hombres lo miraron serios, pero al mismo tiempo fruncieron el ceño por su herida.
-Señor...anoche fui atacado.-murmuró, cerrando la puerta con su pie.
Solo porque tenía que presionar la herida con su mano, para evitar sangrar más.
-¿Donde?-cuestionó Grayson.
-En el bosque que lleva a mi casa.
-¿A que hora ocurrió esto?-preguntó el mayor de los tres, luciendo un poco preocupado.-¿fue antes de la hora de queda?
Luke negó.
-Unos cuantos minutos después...llevaba a un niño a su casa, cuando lanzaron una piedra al parabrisas, se rompió y el auto quedó atascado en el lodo.
-¿El niño cómo está?-preguntó Quinn alterado.
-Bien Señor, asustado, pero completamente a salvo. Tuve que cargarlo en brazos y correr mientras el desconocido disparaba.-el canoso suspiró.
-Protegiste al niño.-susurró, mirándolo a los ojos.-Bien hecho Hemmings.
Luke sabía lo difícil que era para ese hombre decir aquellas tres palabras en una misma oración, así que no pudo evitar sonreír.
-Gracias señor.-susurró
Edward miró pensativo a sus manos.
-Tal vez quiere deshacerse de los detectives que investigan el caso.-susurró.
-Señor, con todo respeto...-interrumpió Luke.-No creo que sea el caso, a penas comenzó a 'jugar' con nosotros, dejándonos notas y pistas engañosas, no creo que quisiera hacernos a un lado tan rápidamente.
-Es verdad...-murmuró el hombre.
Jim Grayson miró con la frente sumamente fruncida a su jefe, por darle la razón al torpe Luke.
-Además...mi auto no arrancó ayer, el auto que manejaba anoche no es mío.-se recordó Luke en voz alta, llamando la atención de los otros dos hombres dentro del aula.
-¿De quien es?
-El señor Franklin me lo prestó.-susurró, mirando pensativo sus zapatos.
-Eso es estúpido, ¿por qué el artista querría atacar al señor Franklin? Es un anciano.-murmuró Jim.
-Puede sólo intentar despistarnos.-respondió Luke.-El cuerpo de la persona desaparecida en Redville no ha sido encontrado, y sabemos que no secuestra a dos personas al mismo tiempo, al menos no lo ha hecho las doce veces anteriores.
Edward asintió, dándole la razón al rubio.
-Hemmings puede tener razón, tal vez te estés acercando a su identidad y quiere desconcentrarte.-le dijo a Jim.
Aunque él no tenia ni una sola pista, pero no lo iba a decir en voz alta, mucho menos frente al idiota de Luke.
-¿Ya fuiste al hospital?-le preguntó Edward a Luke, señalando su herida, el menor negó.
-Creí que debía informarlo primero, señor.-murmuró, presionando con fuerza su herida, aunque la camisa ya tenía una buena cantidad de sangre en ella.
-Ve con Flint, seguro sabe sacar una bala y suturar la herida.
-Ah, la bala me la sacaron anoche.
-Creí que no habías ido al hospital.-murmuró Jim confundido.
-Mi...roomie intentó sacarla con un cuchillo.-ambos hicieron un gesto de dolor.-Al final mi vecino ayudó, la sacó con unas pinzas.
-Quien lo diría, el pequeño Hemmings tiene un par de pelotas.-dijo el jefe divertido.-Ve a que te cosan eso, vas a ensuciar mi piso.
-Claro.-murmuró, abriendo la puerta para salir lentamente, ganándose unas cuantas miradas por la sangre que manchaba su brazo y las pequeñas cortadas en su rostro.
Tardó solo unos cinco minutos en llegar a la morgue, donde Roger Flint miraba algo en el microscopio.
-Hola Roger.-saludó con una pequeña sonrisa.
El mayor alejó la vista del microscopio para poder regresarle el saludo con su sonrisa de siempre, pero su mirada se quedó fija en la manga teñida de rojo.
-¿Estás bien?-preguntó preocupado, yendo hacia su pequeño botiquín de mano. Lo guardaba en su saco.
-Bueno, quería preguntarte si sabías suturar, porque creo que ya perdí mucha sangre desde anoche, me siento débil.-susurró, sentándose en una de las mesas en donde ponían los cuerpos.
Por suerte no había habido uno ahí en dos semanas y cuatro días.
-Voy a cortar la manga.-avisó, sacando sus tijeras.
-No.-susurró, desabotonando la camisa.-Me gusta esta camisa.
-Como digas.-murmuró divertido, ayudándolo a sacar el brazo de la manga, quedando con el torso medio cubierto.
Roger limpió con un paño mojado, se acercó a la herida y la estudió.
-¿Quien te saco la bala?-preguntó, mojando un algodón con alcohol.
-Mi vecino.-Luke soltó un pequeño grito al sentir como presionaba en algodón empapado en su herida abierta.
-Perdona Luke, pero no la desinfectaste anoche.
-Claro que si, mi-mi amigo lo hizo.
-¿Por qué siempre lo llamas 'mi amigo' y no por su nombre?-cuestionó mientras tomaba una aguja e hilo del botiquín.
A decir verdad a Luke le sorprendía que alguien llevara eso en un botiquín de mano.
-No lo se, creí qué tal vez no lo conocías.-murmuró, respirando rápidamente ante la anticipación.
-Imposible no conocer a alguien en este aburrido pueblo.-susurró, acercando la aguja a la herida de Luke.-Al menos con el artista, hay algo interesante por aquí...
Luke frunció el ceño extrañado, pero no pudo discutir porque había comenzado a coser su herida.
Y dolía como la mierda, incluso mas que el balazo en si.
Quince minutos después, Roger le sonrió y le informó que estaba listo.
Luke se miró el brazo, esperando poder hacerse una idea de la horrible cicatriz que le iba a quedar.
Quedó totalmente sorprendido ante el trabajo de sutura de su amigo.
Era preciso y demasiado perfecto, tan perfecto que parecía haber pasado horas cosiéndolo minuciosamente en lugar de solo quince minutos mientras conversaba y hacía chistes.
Luke lo miró atentamente mientras se colocaba la manga de la camisa.
-¿Que estás haciendo?-le preguntó en voz baja, abotonando su prenda.
-¿Recuerdas al gato?
-Ajá...
-Pues era gata, y estaba preñada, estudio a los fetos. Sus corazones son diminutos.
Luke frunció el ceño.
¿Roger siempre había sido así y no lo había notado o era algo nuevo?
🩸🩸🩸
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