Para: Betania. Mariposita. Mis ojitos

Yo creo que eres...

Imperfectamente perfecta.

Como el rayo luz que se cuela entre las nubes en una tarde lluviosa.

Como la flor que crece en medio del concreto del asfalto.

Como el sonido irreverente de la brisa que rompe el perfecto silencio.

Igual a las notas discordantes de un acorde de jazz,

y a las figuras desfiguradas de la pintura abstracta más hermosa.

Eres perfecta.

Más perfecta que una gardenia en el pelo de la mujer española.

Que la mezcla de colores del amanecer.

Como el sabor amargo y dulce del café por las noches.

Y el sonido de la lluvia emulando una sinfonía en una madruga cansada.

Eres imperfectamente perfecta.

Como las hojas de otoño volando en los pequeños remolinos de viento.

Como las emociones de un cautivo que recibe su libertad.
Como el abrazo de una madre primeriza a su hijo recién nacido;
y las manchas de chocolate en la cara sonriente de un niño.

Eres perfecta, imperfecta e imperfectamente perfecta.

Como la armonía entre el Destino, la Vida y la Muerte.

Como el fuego que destruye a la tierra pero a la vez la renueva.
Igual a la luna que alumbra la noche a pesar de la espesa niebla,
y nuestra teoría de que la perfección está sobrevalorada.