El arcángel Zadquiel es llamado Justicia de Dios por ser el más benevolente y misericordioso de los arcángeles. Es por excelencia el encargado de administrar el perdón divino. Actúa con mucha compasión y se le invoca para pedir asistencia en momentos de extrema dificultad.
Al ser el arcángel de la justicia de Dios procura siempre que exista un clima de libertad en la humanidad.
Zadquiel se encarga de transmutar con su llama violeta todas las energías discordantes ya sea a nivel social o personal.Tiene dominio absoluto de los cuatro elementos naturales. Puede actuar tanto en el presente como en el pasado, de modo que, así como purifica situaciones externas puede liberar de nuestra memoria todos aquellos recuerdos que consiente o inconscientemente nos estén perturbando.
Si necesitamos imponer la justicia en determinado momento invocamos a Zadquiel.
Si necesitamos eliminar el pesimismo y los pensamientos negativos, invocamos a Zadquiel.
Para ser benevolentes y saber perdonar nos ponemos bajo el rayo violeta de Zadquiel.

Benevolente y justo Zadquiel, purificar toda energía discordante a mi alrededor y lléname de piedad y perdón.