El Arcángel Gabriel es por excelencia el Mensajero de Dios, es el comunicador celestial en el Cielo de las Formas. Representa por tanto la verdad de Dios.
Gabriel se encarga de velar los dones y talentos que tienen las almas al encarnar, así como también el propósito que cada alma debe cumplir. Él vela de que todo esto se lleve a cabo.
Por ser el mensajero divino, Gabriel actúa desde el Cielo de las Formas como comunicador de mensajes y revelaciones divinas que Dios quiere que recibamos.
Gabriel es el arcángel de la pureza y la verdad, por eso asiste a nuestro niño interno para que podamos sentirnos a gusto con nosotros mismos y tengamos la fortaleza de sanar episodios pertenecientes a nuestro pasado.
Cuando necesitemos enfrentarnos a nuestras propias verdades clamemos a Gabriel.
Cuando necesitemos que la verdad aflore en situaciones donde estemos inmersos clamemos a Gabriel.
Para desarrollar el discernimiento y la intuición invoquemos a Gabriel.
Para desarrollar plenamente los dones y talentos que Dios nos ha otorgado invoquemos a Gabriel.
Gabriel nos iluminará si deseamos ver la verdad alrededor nuestro, iluminará nuestro sendero espiritual y llenará de gozo nuestra existencia.

Amado Gabriel, eres la luz y la verdad. A mi lado caminas, eres la voz que me susurra, el pensamiento que me ilumina, la emoción que me invade.