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"¡Hobi oppa!" el chillido de Yerim llamó la atención de los cinco chicos presentes, quienes enseguida la miraron con curiosidad a donde ella estaba.

Hoseok sonrió al instante y se levantó de su asiento para caminar hasta ella para envolverla entre sus brazos en un cálido y protector abrazo. Sintió a la chica acurrucarse contra su pecho, la cabecita de ella reposando contra su clavícula mientras sus pequeñas manos se aferraban a la espalda del azabache.

"Yerim-ah, ¿estas bien? ¿Cenaste hoy?" preguntó con tono preocupado mientras colocaba las manos sobre los estrechos hombros de la chica para separarla un poco de su cuerpo y así poder mirarla.

La chica soltó una risa nasal mientras negaba tímidamente y Hoseok no se sorprendió por su respuesta, él sabía perfectamente que el monstruo del padre de Yerim la dejaba sin comer incluso días enteros pues varias veces le había tocado invitarle el almuerzo o la cena a la pequeña chica.

"¿Quieres un café, linda?" preguntó suavemente y Yerim se ruborizó antes de asentir despacio.

Hoseok le tomó una de sus pequeñas manos para arrastrarla hasta uno de los puestos que había dentro de la estación de tren para comprarle el café y de paso un paquete de galletas dulces, las favoritas de la chica.

Le era imposible no consentirla, Yerim era como su pequeña hermanita a la cual debía cuidar y complacer en sus caprichos.

"Mh, oppa, ¿quienes son ellos y por qué nos miran tanto?" susurro Yerim mientras acercaba una de las galletas a su boca para darle un pequeño mordisco.

Hoseok miro hacia donde ella lo hacia y se encontró con las miradas de Jimin y Yoongi sobre ellos, sorprendiéndose al descubrir que esos dos eran los únicos que les espiaban pues Taehyung parecía dormitar sobre unos asientos mientras que Jungkook estaba entretenido en su celular. El azabache soltó una risilla al ver como ambos chicos se sonrojaban al mismo tiempo por ser descubiertos mirando indiscretamente.

"Son unos amigos con los que viajaré" respondió restándole importancia antes de suspirar. "Yerim, tú realmente quieres irte de tú casa ¿verdad?" murmuro apoyando su espalda contra el mostrador del puesto de dulces y la chica asintió cabizbaja.

"Papá se ha puesto insoportable y mamá ya se recuperó de su resfriado pero volvió a las apuestas" confesó apretando entre sus dedos el vaso con café mientras un mohín se dibujaba en sus labios.

"Si te vas de casa, ¿a donde irías?" cuestionó solo para asegurarse de que ella tendría un lugar donde ir después de huir, la chica sonrió.

"Daegu, iría con la abuela a Daegu" y la sonrisa melancólica que la chica tenía en sus labios fue suficiente para asegurarle a Hoseok que eso era lo mejor.

"¿Empacaste como te dije, princesa?" susurró sonriendo y mirando como la chica asentía mientras señalaba la mochila en su espalda. "He querido sacarte de tu casa desde que nos conocemos Yerim, no sabes cuanto odiaba verte llegar con un moretón nuevo al trabajo y aparte tener que soportar a los viejos cerdos que intentaban tocarte en el bar" contó mientras abría el cierre de la bolsa deportiva que colgaba de su hombro. "Ahora puedo hacerlo, puedo sacarte de allí y brindarte libertad"

Y los ojos de Yerim se abrieron enormes al ver la cantidad monstruosa de dinero que se ocultaban en el interior de la bolsa deportiva, sus delgadas piernas temblando como gelatina en cuanto vió como Hoseok le extendía alrededor de diez gruesos fajos de billetes para que los tomara.

Y la cantidad que le regalaba no era ni la cuarta parte de todo ese enorme botín de dinero.

"Hobi oppa-" su voz sonó incrédula y su lengua se enredó haciéndole difícil la tarea de formular algo coherente. "E-esto es demasiado, n-no puedo-" trató de decir en medio de un tartamudeo pero Hoseok negó.

"Tómalo Yerim, ve a Daegu con tu abuela y retoma tus estudios, por favor se libre" pidió empujando los fajos contra las manos temblorosas de la chica, sonriendo cuando ella los tomó con duda. "Prometo ir a visitarte si quieres" agregó y pronto sintió como el cuerpo de Yerim se echaba sobre el suyo en un apretado abrazo.

Los sollozos de la pelinegra no tardaron en llegar y Hoseok la sostuvo con delicadeza mientras escuchaba los temblorosos agradecimientos que soltaba una y otra vez como si fuese un mantra. Se separaron segundos después y Jung no tardó en limpiar las lágrimas de la más baja con sus pulgares mientras le dedicaba una sonrisa cálida para tranquilizarla.

"Gracias por esto Hobi oppa, estoy en deuda eternamente con usted" dijo reverenciando varias veces frente al azabache, quien negó de inmediato ante lo dicho.

"No me debes nada Yerim, eres como mi familia y haría lo que fuera por ti" aseguró acercándose para besar la frente de la más baja. "Soy yo quien está agradecido contigo por permitirme ser tu amigo" susurró con algo de tristeza pues antes de conocer a Yerim su vida había estado aún más vacía de lo normal.

"Usted se merece todo el amor del mundo, oppa. No lo olvide" Yerim dijo separándose del cuerpo de Hoseok para mirarlo a los ojos. "Voy a extrañarlo así que más le vale que me visite seguido" pidió con tono divertido y Hoseok rió antes de asentir.

Y el azabache tuvo que morder su labio inferior para no soltar un par de lágrimas cuando vió a la chica alejarse de allí, seguramente yéndose a la estación de buses, cada vez desapareciendo más entre la oscuridad de la madrugada.

Estaba dejando ir a su pequeña princesa para que por fin fuera libre, no sabía si sentirse feliz o melancólico.

Suspiro una vez más tallando sus ojos con las palmas de sus manos antes de regresar hacia donde estaban los otros cuatro chicos esperando por el tren que les llevaría hacia Busan, lejos de esa enorme ciudad que tanto le había visto sufrir y truncar sus sueños.

Hoseok también estaba a punto de ser libre.

"¿Todo bien, Hoseok hyung?" la voz de Jimin llegó a sus oídos en un tono dudoso y el azabache le sonrió enseguida.

"Si, si, solo estoy emocional" suspiro sentándose al lado de Suga.

"¿Sabes Hoseok-ah? Cuando pienso que no puedes ser más amable haces algo que me hace retractarme de mis palabras" murmuro el peliverde con la mirada perdida en la dirección en la que se había ido Yerim, Hoseok se encogió de hombros sonrojado.

"Haría lo que fuera por las personas que quiero" dijo sin más cruzando sus brazos por sobre su torso para resguardarse del frío.

"Pero Jimin y yo somos prácticamente desconocidos y aún así nos ayudaste" dijo el pálido mirándole con una expresión que no sabía cómo catalogar, Jimin asintió ante las palabras del mayor.

"No lo sé, ustedes simplemente sacaron lo mejor de mi desde el principio" dijo restándole importancia pero la realidad era que Jung Hoseok sabía muy bien que esos dos eran muy especiales para él.

Después de todo eran los chicos que le gustaban más de lo que quería aceptar.

Suspiro algo resignado ante sus propios pensamientos y reprimió una sonrisa al pensar que Jimin y Yoongi definitivamente le gustaban mucho y se sentía jodidamente bien aunque ellos no lo supiesen.

Porque era mejor así, Hoseok no quería saber las consecuencias que tendría si dos chicos se enteraban de sus sentimientos hacia ambos, no quería desencadenar una rivalidad o un rechazo doble por parte de ellos.

Aceptar y simplemente vivir con sus sentimientos en silencio estaba bien para él, después de todo estaba seguro que Jimin y Yoongi se asustarían de saber que un desconocido estaba colado por ambos al mismo tiempo. Suficiente era vivir con el autorechazo que sentía por sentirse atraído por dos personas al mismo tiempo con la misma intensidad, agregando que apenas los conocía y que jodidamente eso estaba mal y que era abominable.

Seguro si les decía pensarían que era un degenerado.

"¿Hoseok hyung?" la voz de Jimin le hizo salir de sus pesados pensamientos de forma brusca y rápidamente miró con confusión al chico de cabellos naranjas. "Le dije que ya es hora de irnos, nuestro tren ya llegó" anunció acercándose para tender su mano hacia el azabache, quien la tomó con una sonrisa tímida en sus labios.

"Perdón Jimin-ssi, estaba perdido en mi cabeza" susurró el mayor mientras era arrastrado por el más bajo a donde los vagones aguardaban para que la poca gente que había en la estación a esas horas de la madrugada los abordaran.

"No se preocupe hyung, yo esperaría allí hasta que me hiciera caso" murmuro Park en respuesta antes de guiñarle un ojo juguetonamente y soltar su mano en cuanto llegaron a la puerta de uno de los vagones donde ya les esperaban los demás.

"Bueno chicos es hora de huir de este infierno" dijo Taehyung en cuanto estuvieron los cinco juntos mientras abrazaba por los hombros a Yoongi, quien parecía irritado por la cercanía que el castaño de repente había impuesto con tanta confianza.

"Si bueno, sueltame o te quiebro los brazos" amenazó el peliverde mientras se removía entre los brazos de Taehyung en busca de soltarse, Jungkook soltó una risa ante la escena.

"Parecen un par de niños, dejen de perder el tiempo y suban" regaño el menor de todos los presentes antes de dirigirle una extraña mirada a Taehyung y abordar el tren con la gracia que solo Jeon Jungkook poseía.

Todos le hicieron caso al menor y abordaron el vagón ignorando olímpicamente las miradas poco disimuladas y los cuchicheos que los otros pasajeros les dedicaron en cuanto hicieron acto de presencia, no los culpaban, después de todo no era de todos los días ver a un grupo de chicos desaliñados y golpeados abordar un tren a altas horas de la madrugada.

Los cinco tomaron asientos y Hoseok sonrió satisfecho cuando se dió cuenta que Yoongi se había sentado a su lado, con sus hombros rozándose ligeramente gracias a los pequeños asientos y sus dorsos de las manos chocando cada que el tren hacia un movimiento brusco.

Era sutil, quizás hasta efímero y desapercibido pero para Hoseok aquella cercanía se sentía gloriosa.

Se conformaba con tan poco como un mendigo hambriento de tacto y cariño por parte de la persona que le gustaba, simplemente patético.

El viaje transcurrió tranquilo, Taehyung se había quedado dormido solo cinco minutos después de abordar mientras dejaba su cabeza reposar en el regazo de Jimin como almohada, quien por cierto se mantenía extrañamente serio mientras miraba por la ventana pero Hoseok supuso que estaba abrumado después de una noche tan loca. Por otro lado estaba Jungkook, que había quedado sentado entre Yoongi y la ventana, y el pobre dormía profundamente con los auriculares puestos y su sudadera haciéndole de almohada contra el cristal de la ventana.

Hoseok suspiro ante el profundo silencio creado a su alrededor, incluso los otros pasajeros mantenían sus conversaciones a bajas voces por las horas que eran, después de todo era de madrugada y los pocos que abordaron el tren aprovechaban para dormir una siesta antes de llegar a su destino. Pensó en tomar una siesta también, ya que de todos modos era un viaje largo de Seúl a Busán y les tomaría un par de horas llegar, así que con eso en mente se desplomó por completo sobre su asiento de forma lánguida, su espalda bajando un poco en el respaldar y sus piernas estirándose en todo su largo en busca de una posición más cómoda para dormir.

Y se hubiese quedado totalmente dormido si no hubiese sido porque sintió una cabeza recostarse en su hombro y un brazo rodear su cintura segundos antes de caer en la inconsciencia.

Parpadeo descolocado y bajó la mirada encontrándose con la imagen que derritió por completo su corazón.

Min Suga se había volteado en su asiento para acurrucarse por completo junto a él, santo dios.

En aquella posición podía sentir el aliento de Suga hacerle cosquillas en el cuello y la mano del peliverde descansando sobre su abdomen. Su corazón se disparó en una rítmica sinfonía que le hacia retumbar el pecho por los nervios, pero aún así intentó disimular su sonrojo y cerró los ojos tratando de disfrutar de la sensación de tener a Suga abrazándose a su costado como si fuese un koala.

Hoseok disfrutó de la cercanía con los ojos cerrados, totalmente desconectado de lo que pasaba a su alrededor para absorber por los poros la maravillosa sensación de ser sostenido por Suga.

Y si no hubiese estado tan sumido en su mundo se hubiese percatado de la mirada irritada que Jimin les dedicaba a ambos empalagosos chicos, quien no podía evitar sentir los celos confusos inundarle las venas al verlos tan juntos.

Y Jimin no pudo evitar sorprenderse al pensar en que definitivamente le gustaba mucho Hoseok como para ponerse celoso de esa forma, ah ¿por qué Suga tenía que quitarle la atención de Hoseok?

No le gustaba esa sensación para nada.

Pero estaba dispuesto a competir con Min Suga por la atención de su querido hyung azabache.

Después de todo solo uno podría quedarse con el corazón de Hoseok, ¿verdad? Y él estaba dispuesto a ser el ganador, no había otra solución.

O al menos eso creía.




heeeey bueno espero les haya gustado y aagarrense que se nos viene el dramA 👄

como se habrán dado cuenta a Hoseok le gustan ambos pero Yoongi y Jimin piensan que solo les gusta Hoseok y no pueden gustarse entre ellos jajaja que ilusos yoonmin novios ah

en fin, se vendrá competencia entre el hopemin y el yoonseok pero les recuerdo que esta historia es yoonseokmin así que no vayan a pedir que hobi se quede solo con uno porque eso no va a pasar 👄

eee no sé que más decir aparte del tremendo spoiler de arriba pero xfa dejen sus votitos xq me ayudan a sentirme mejor u.u

espero tengan lindo fin de semana bebus, hasta la próxima actualización 😚

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