Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

004

Hoseok siempre había sido una persona que se apegaba demasiado rápido, él lo sabía, joder, incluso recordaba que le tomó un par de días encariñarse con la pequeña Yerim, pero jamás imaginó que en menos de un día se sentiría tan apegado a alguien como lo sentía con Jimin. O al menos ese pensamiento le embargaba cada que veía que faltaba menos para separarse de él.

Caminar por las calles de Cheongyangni por el día resultaba ser algo muy triste de ver, las personas que caminaban por allí se veían tan decaídas y cansadas que Hoseok se sentía incapaz de verles a la cara, tantos chicos y chicas atrapados en ese lugar con el riesgo de ser agredidos por los clientes o contraer enfermedades, sentía tanta impotencia de solo pensar que personas malas se aprovechaban de la necesidad de esos jóvenes para hacer y deshacer con sus cuerpos como si no valiesen más que unos simples miles de wons.

Tan sumergido en sus pensamientos estaba que no se dió cuenta que ya habían llegado, hasta que sintió la mano de Jimin tomar la suya con algo de timidez.

"Muchas gracias por acompañarme, Hoseok hyung" murmuró, con su mirada cabizbaja y una sonrisa avergonzada perfilando sus gruesos labios.

"De nada, Jimin-ssi, de ahora en adelante siempre estaré si necesitas ayuda, ¿bien?" Jimin asintió y Hoseok alzó su otra mano para acariciar con suavidad los cabellos que caían desordenados sobre la frente del joven.

Jimin alzó su mirada con algo de duda y miró directamente a los oscuros pero brillantes ojos de Hoseok, deleitándose al descubrir que ese par de orbes bien podrían ser comparados con una hermosa constelación al chispear tan bonito como las estrellas.

"¡Jiminie!" la voz grave pero cantarina de alguien les rompió la burbuja en la que se habían sumergido y ambos tuvieron que apartar la mirada para observar al hombre castaño que caminaba con rapidez hasta ellos.

"¡TaeTae!" jadeó con sorpresa, Jimin, cuando sin aviso fue rodeado por un par de brazos con fuerza e incluso logrando que sus pies se despegaran del suelo.

Hoseok dió un paso hacia atrás, mirando con tranquilidad a los dos chicos que se abrazaban tan fuerte que casi podían fundirse en el cuerpo del otro. Por un segundo, un pequeño y efímero segundo, sintió desconfianza e inquietud por el desconocido que sin aviso abrazó a Jimin, sin embargo, se permitió tranquilizarse cuando la sonrisa cómoda que delineaba los labios de Jimin le aseguró que aquel tipo era de fiar.

"¡Tonto! Me tenías tan preocupado, ¿donde estuviste anoche? ¡No me digas que volviste a pasar la noche en el parque!" habló el hombre castaño, frunciendo sus oscuras cejas. "¡Sabes que si no tienes la cuota puedes pedirme que la pague por ti!" se quejó indignado y Jimin solamente bajó la mirada avergonzado por toda la escena.

"Bueno, anoche ocurrieron muchas cosas, es una larga historia" suspiró Park, mordiendo levemente su labio inferior antes de girar un poco su cabeza para mirar a Hoseok. "Pero Hoseok hyung me ayudó" aseguró con una suave y tímida sonrisa escurriéndose por su rostro y pronto Hoseok obtuvo la mirada detenida y atenta del otro hombre desconocido.

"¿Hace cuanto lo conoces?" preguntó directa y bruscamente, aquella faceta amable y adorable había sido dejada atrás y Hoseok incluso podría admitir que se sentía un poco intimidado por la mirada desconfiada del chico sobre él.

"Desde anoche, él me salvó d-de que..." no pudo decirlo, su lengua se trabó y su garganta no cooperó para hacer que la frase terminara, se sentía horrible de solo pensar en aquello.

"Hey, Jimin, no te fuerces a decirlo si aún te sientes incómodo" habló Hoseok, dando un paso para acercarse a Jimin y colocar su mano sobre uno de sus hombros.

"¿Qué fue lo que ocurrió?" exigió saber Taehyung, mirando con ojos rabiosos al tipo desconocido que acariciaba a su mejor amigo.

"Ya no tiene caso, Taehyungie, ya pasó..." Jimin trató de restarle importancia, pero su amigo no cedió.

"Jimin, ¿qué diablos pasó?" el tono de su voz se volvió grueso, casi como un gruñido amenazador.

"Anoche salve a Jimin de ser abusado" soltó Hoseok, algo irritado por la insistencia del otro.

El rostro de Taehyung se contorsionó en una mueca de horror y rabia, soltó una serie de maldiciones y vulgaridades antes de tomar la mano de Jimin para jalar de él y abrazarlo con algo de posesividad contra su pecho.

"Dime quienes fueron, dime sus jodidos nombres y juro que tendré sus cabezas en mis manos para asegurarte que jamás volverán a tocarte" la mandíbula de Taehyung se tensó, luciendo incluso más afilada de lo que ya era y, diablos, si que lucia intimidante.

"Ya no importa, Tae, ellos no se acercaran más" aseguró Jimin, dejando descansar su mejilla en el hombro del hombre más alto.

"Pero-" trató de discutir, sin embargo, fue interrumpido por Hoseok.

"No hace falta, esos bastardos ya están muertos" aseguró Hoseok, con el recuerdo del ruido de los cráneos crujiendo bajo el bate de Suga aún fresco en su memoria.

Taehyung se separó de Jimin para poder mirar a Hoseok atentamente durante varios segundos después de su revelación, como midiendo la veracidad de sus palabras.

"¿Estas seguro?" cuestionó, no muy convencido y con una de sus cejas alzadas.

"Si, Suga hyung les dió tan duro con su bate que les quebró el cráneo" relató Jimin como si nada y Taehyung frunció el ceño.

"¿Quien...?" el hombre castaño trató de preguntar una vez más, pero fue interrumpido por HoSeok de nueva cuenta.

"Un amigo mío, intervino en el asunto por que los bastardos eran dos" dijo y Taehyung apretó los labios antes de asentir lentamente, su mirada regresando a Jimin.

"Por amor a todo, JiMin, no vuelvas a irte fuera de la Zona. Es peligroso" murmuró el chico, su rostro ablandándose en una expresión preocupada que logró conmover al instante a Park.

"Esta bien, Tae" cedió Jimin, sonriendo cuando las manos grandes del hombre más alto acunaron su rostro con cuidado.

Taehyung se permitió destensar su cuerpo, su rostro relajándose y revelando a la vista una sonrisa pequeña pero cálida dirigida al menor, dejando a Hoseok un poco turbado por la dualidad de su personalidad.

Jimin llevó sus manos a la cintura de Taehyung y dejó un pequeño beso en su mandíbula para terminar de relajarlo puesto que Kim Taehyung era un hombre que se preocupaba de más por todo lo relacionado con él.

"Bien. Tengo que volver al departamento con Suga hyung" dijo Hoseok, sacando de su burbuja a los dos muy cercanos amigos y obteniendo la atención de ambos al instante.

"Oh, claro" Jimin habló, sus manos aflojando su agarre sobre la cintura de su amigo castaño. "Supongo que nos veremos luego" murmuro Jimin con una sonrisita tímida en sus labios, antes de alejarse de Taehyung para abrazar a Hoseok con fuerza.

Las manos de Hoseok no dudaron en rodear la fina cintura del joven menor, sus ojos cerrándose al instante y su nariz sintiendo cosquillas por los cabellos teñidos que acariciaban su rostro. Sintió la cálida respiración de Jimin chocar contra su cuello, causándole escalofríos y se permitió sonreír un poco.

Era jodida la manera tan acelerada en que se sentía de apegado con ese mocoso que recién conocía.

De seguro estaba volviéndose loco.

Suspiró bajo antes de separarse del abrazo con lentitud, sus ojos brillando ante la bonita vista de la sonrisa de Jimin.

"Nos veremos pronto, Jimin-ssi, lo prometo" murmuró antes de tomar distancia y mirar una última vez a Taehyung. "Fue un gusto Taehyung-ah, con permiso" dijo, haciendo una pequeña reverencia antes de girar sobre sus talones y emprender su caminata de vuelta.

Jimin vio con tristeza por donde Hoseok se marchaba, su corazón latiendo un poquito rápido ante todo lo sucedido la noche anterior.

Y si, sabia que había prometido verlos luego, como si él fuese libre de andar por la vida gastando su tiempo en hacer amistades. Pero la triste realidad era que de hecho no lo era. No podía salir de Cheongyangni así nada más porque si, mucho menos entablar ningún tipo de relación con hombres ajenos a la Zona Roja.

Pero aún así su mente le llenaba de preguntas y posibles quizá.

Ah, tenía tantas dudas y él solo podía concentrarse en el recuerdo de las manos de Hoseok en su cintura sosteniéndole como si su vida dependiese de eso.

Tan, pero tan raro, pero tan obvio a la vez.

Porque podría ser y podría ser que no que Hoseok, su salvador de media noche, le resultara tan encantador y hermoso...

"¿Vas dentro?" la voz agradable de Taehyung le sacó del embrollo de pensamientos que atacaban a su mente y se permitió abandonarlos para otra ocasión. "Entras tú y luego yo para que no sospechen" susurró, pues la amistad entre ellos era un secreto que su tío no debía saber.

"Claro, Tae" suspiró, adentrándose primero a la pequeña casa que pertenecía al burdel del tío de Taehyung.

Y mentiría si dijera que no sintió algo de miedo al ver al señor Lee, mejor conocido como Seungri por sus colegas, parado a mitad de la sala, con sus brazos cruzados y una sonrisa maliciosa en el rostro, esperando por él como si supiese de su llegada con exactitud.

"Bienvenido de nuevo a DollHouse, Jiminie, te extrañamos anoche" dijo el hombre y su mirada destilando ira retenida le hizo encogerse. "Sé que eres consciente de las reglas de este lugar, Jimin, y aún así fuiste un chico malo al irte fuera de la Zona y, ¿los chicos malos no merecen ser castigados?" gruñó y Jimin se estremeció completo.

"Pero no junté la cuota" murmuró en respuesta, su mirada clavada en el suelo y sus brazos rodeando su cuerpo en un intento de protegerse.

"¡Eso no justifica que te hayas largado al centro de la ciudad!" rugió el señor Lee, mientras caminaba hasta Jimin para tomarlo de la camiseta.

Las manos del hombre se apretaron alrededor de su cuello, el aire atorandose en su garganta ante la presión en la zona y sus ojos no tardaron en cristalizarse ante la falta de oxígeno.

"Tío, basta" la voz de Taehyung intervino cuando entró a la casa, incapaz de quedarse callado al ver como su mejor amigo era maltratado por su tío. "No hay tiempo que perder, ambos sabemos que tiene asuntos mucho más importantes que la ausencia de un simple prostituto por una noche" dijo, el tono falsamente despectivo que usó siendo doloroso en su interior, pero debía fingir si quería que su plan funcionara.

"Tienes razón, Tae-ssi" concedió el hombre, antes de quitar de su camino a Jimin con un empujón violento. "Te has salvado, pero si se vuelve a repetir me encargaré de darte una paliza" amenazó, antes de mirar a su sobrino y salir de la casa al instante.

Taehyung esperó a que el hombre desapareciera por completo y rápidamente se acercó al cuerpo tembloroso de Jimin, su brazo pasando por su cintura para ayudarle a mantenerse de pie y llegar a la pequeña habitación que Jimin compartía con otros dos chicos del burdel.

"¡Jimin! ¿Donde estuviste anoche? El señor Lee estaba que pegaba de maldiciones al cielo" chilló una chica de cabellos largos y teñidos de rubio que maquillaba su rostro descuidadamente.

"¡Ay, Junghwa! Deja de ser tan entrometida, ¿qué no ves que Jimin viene bien acompañado?" se burló otro chico, cabellos rosados y cejas bien depiladas siendo buenas características en él.

"Si, ya ví" dijo Junghwa, siendo para nada discreta al clavar su penetrante mirada en el par de amigos que caminaba hacia la cama de Jimin, tan cerca. "¿Ya aceptarán que están follando o seguirán tratando de negarlo?" preguntó, diversión tiñendo su tono y Jimin rodó los ojos.

No era la primera vez que alguien insinuaba algo más en su relación ni tampoco la primera vez que lo negaban, después de todo su amistad con Taehyung era algo puro para él.

"Por Dios, ungHwa, no todo trato cercano tiene que ver con sexo de por medio" suspiró, caminando hasta la cama para echarse sobre el colchón.

Terminó acomodándose a un costado de Taehyung, quien se había puesto a su lado mientras le rodeaba la cintura con un brazo, compartiendo así un abrazo en medio de su cama.

"Cierto, estúpida. Además recuerda que Tae-ssi está follando con el chico guapo que trafica en la esquina" rió Minseok, escuchando con deleite la manera en que Taehyung tosía exageradamente ante la mención de aquel chico.

"Ah, perdón. Me había olvidado de él, ¿Seokjin? Creo que así se llama" murmuró la otra, como si aquel fuese un dato importante y Jimin solo se carcajeó por la clara vergüenza de su amigo.

"¡Yah! ¿Pueden parar de suponer en donde ensarto la polla? Gracias" resopló Taehyung, rodando los ojos y tratando de ocultar su rubor.

Jimin soltó una risita ante la situación, su cuerpo relajándose y dejando atrás el pánico que el señor Lee le había provocado gracias a las ocurrencias de sus compañeros de cuarto. Suspiró bajo, cerrando los ojos y dejando reposar su cabeza sobre el pecho de Taehyung, sintiéndose seguro como siempre en sus brazos.

Realmente agradecía tener a Taehyung como amigo en esa mierda de vida que llevaba.

Hoseok se sentía algo mal por dejar a Jimin en ese lugar de nuevo, la consciencia no le dejaba en paz al saber que ese chico hacía ese tipo de cosas para tener un techo y algo de comida. Pero sabía que no podía hacer nada, ¿qué podía hacer un idiota como él contra una red de prostitución?

Exactamente eso, nada.

Totalmente abatido y culpable, siguió caminando hasta salir de la Zona Roja y comenzó su trayecto hasta el distrito donde vivía. Las ráfagas de viento golpeaban contra su cuerpo haciéndole encogerse sobre si mismo, ya que la delgada tela de su suéter no podía mantener el calor en su cuerpo, arrastraba sus pies por la vereda sin ganas, su mente pensando en todo lo que tenía que hacer pues ese era su día de descanso del trabajo.

Miró a su alrededor cuando estuvo dentro del barrio donde vivía, eran horas tempranas de la mañana pero aún así las calles lucían tan apagadas y desoladas que le provocaban escalofríos, las casas y departamentos que se esparcían a los alrededores eran tan antiguos que daban la impresión de que en cualquier momento se desplomarían, habían ebrios en una esquina totalmente intoxicados y, de solo echarles un vistazo, Hoseok temió que se les ocurriese querer asaltarlo.

Después de todo vivía en uno de los barrios bajos de Seúl más inseguros y hasta un pequeño niño de diez años podría amenazarte con una navaja.

Apresuró el paso ante sus pensamientos y en menos de cinco minutos estuvo dentro del viejo edificio de departamentos donde vivía, subió las escaleras con tranquilidad trazando en su mente el plan del día: primero que nada debía ir a la lavandería para lavar la pila de ropa que tenía, después haría la limpieza general en su departamento ya que le daba algo de vergüenza tener visitas en ese nido de penas, también tendría que ir al supermercado para hacer la despensa y luego quizás iría a con NamJoon para-

Sus planes se detuvieron de golpe cuando, al entrar a su departamento, observó como un chiquillo de cabello azabache totalmente desconocido atacaba los labios de Suga con un suave beso. Parpadeó un par de veces para salir de su impresión y carraspeó alto para llamar la atención de aquellos dos que se besaban con calma en su jodida sala.

"Hoseok-ah, yo, ehm, lo sien-" Suga trató de decir, mientras apartaba con cuidado el delgado cuerpo de su acompañante.

"No te preocupes, uh, solo no vayan a follar aquí, por favor" pidió Hoseok con tono divertido en un intento de hacer una broma, pero falló.

Ante su fracaso de alivianar el ambiente, procedió a caminar hasta el cesto de ropa sucia para tomarlo y tratar de caminar a la cocina para buscar una bolsa negra.

"¡Espera, Hoseok! Dios, no te vayas, este es tu departamento" suspiró Suga, con las mejillas ruborizadas. "Ah, lamento que vieras eso, en serio, ¿que rayos me pasa? No puedo andar montando estas escenas en casa ajena" se quejó, tallando su rostro con vergüenza.

"Oh, no te preocupes, era un beso solamente, no es para tanto" rió Hoseok algo avergonzado y mordió su labio inferior con nerviosismo.

"Lo lamento, en serio" murmuró una vez más, antes de mirar al nuevo desconocido que observaba la escena en silencio. "Hoseok-ah, él es Jungkook, mi mejor amigo" presentó, recibiendo la mirada escéptica del hombre más alto.

"¿Mejor amigo?" preguntó incrédulo y el chico más joven de la habitación asintió con una sonrisa.

"Amigos que se besan de vez en cuando, pero amigos al final de cuentas" dijo Jungkook con diversión y explotó en risas cuando vio como Hoseok se ruborizaba por sus atrevidas palabras.

"Bien, Jungkook, gracias por ventilar información innecesaria" bufó Suga, rodando los ojos.

"Nos hemos besado en su cara, hyung bobo, ya no tiene derecho a fingir decencia" se burló Jungkook, rodando los ojos.

Hoseok desvío la mirada algo avergonzado, realmente no entendía por qué le provocaba tantos nervios aquella situación considerando que su relación con Kim NamJoon era similar a la de esos dos.

Después de todo no era algo del otro mundo tener amigos con los que te besas o follas de vez en cuando, ¿cierto?

"Bueno, un gusto conocerte, Jungkook-ssi" susurró Hoseok, algo distraído con sus propios pensamientos. "Necesito salir a la lavandería, Suga hyung, lo veré más tarde, ¿okay? Siéntense como en casa" dijo, antes de mirar a ambos amigos y reverenciar cortamente.

Dirigió sus pasos rápidamente a la cocina, sacando una enorme bolsa negra de uno de los estantes y vació el contenido de la cesta dentro para después amarrarla y tomarla entre sus brazos, dispuesto a abandonar de una vez por todas el departamento.

"Espera, voy a acompañarte, bueno, para ayudarte un poco" dijo Suga rápidamente antes de que abriera la puerta y Hoseok negó.

"No es una buena idea, podrían..." trató de discutir, pero Suga chasqueó la lengua.

"Dije que voy a acompañarte, no me discutas, Hoseok-ah" bufó Suga y, una vez más, Jungkook rió al ver la expresión de Hoseok.

"Vete acostumbrando, Suga hyung es un tonto que ama dar órdenes" se burló Jungkook y el mencionado rodó los ojos otra vez.

Hoseok observó como Suga tomaba una chaqueta de cuero negro (de una maleta que recién veía allí) y se la colocaba rápidamente junto a un cubrebocas que ocultó la mitad de su rostro, sin previo aviso le arrebató la bolsa de sus brazos y la abrazó él mismo mientras le lanzaba una mirada que gritaba: no-te-atrevas-a-contradecirme.

Hoseok suspiró ruidosamente, aceptando el gesto de amabilidad, y abrió la puerta de su departamento para dejar salir a Suga y Jungkook de allí.

"Esperen, antes de que se vayan, ¿es posible que pueda venir a ver a Suga hyung en la noche? ¡Puedo traer la cena incluso!" exclamó Jungkook, mirando con sus grandes ojos de cachorro a Hoseok mientras juntaba sus palmas en un gesto de suplica.

Hoseok le miró, por un segundo derritiéndose internamente por lo altamente adorable que era ese chico, y una sonrisa suave se dibujó en sus labios al ver el puchero que adornaba los labios del joven menor. Al ver aquel gesto no dudó ni un segundo en asentir.

"Claro, Jungkook-ssi, puedes venir a visitar a Suga hyung siempre que desees, no es necesario que traigas la cena" concedió, totalmente encantado con el chico.

"Ah, ¡realmente eres tan amable!" chilló Jungkook, antes de mirar con ojos ilusionados a Suga, el cual le observaba con ojos entrecerrados. "¿Qué?"

"Eres un sucio manipulador, usaste tus ojitos de cachorro mimado con Hoseok-ah para convencerlo y como él es tan amable no se dió cuenta de tus sucios trucos" dijo Suga con fingida molestia y Jungkook se encogió de hombros.

"Soy lindo y tengo que usar mis encantos" respondió con simpleza, antes de regresar su mirada a Hoseok. "Los veré en la noche, ¡vendré con hamburguesas y papas!" exclamó, antes de reverenciar cortamente ante Hoseok y besar ruidosamente la mejilla de Suga para después caminar lejos de ellos en el pasillo del edificio.

"Ah, ese chico, realmente es un caso" suspiró Suga, antes de indicarle a Hoseok con un movimiento de cabeza que avanzaran ellos también.

Ambos salieron del edificio, sus pasos siendo tranquilos y sus hombros rozándose conforme avanzaban, pero lo que más disfrutaban ambos era el hecho de que, aunque no se conocieran en lo absoluto, el silencio entre ellos era cómodo.

El día pasó tan rápido como un abrir y cerrar de ojos que cuando Hoseok pudo darse cuenta estaba cenando hamburguesas y papas fritas en su departamento recién aseado al lado de Jungkook, Suga y NamJoon, este último a quién invitó de último momento al verle vagar por el pasillo del edificio.

"¡Entonces Suga hyung lo golpeó sin darse cuenta de que era el jefe el que invadía la casa a media noche!" exclamó JungKook con diversión, mientras sostenía un puñado de papas fritas en una de sus manos.

"¡Yah! Pensé que era un ladrón" se quejó Suga, mientras fruncía el ceño ante las risas burlonas de Hoseok y Namjoon.

"Ay, hyung, lo peor es que el jefe le prohibió llegar a la casa por una semana" relató Jungkook con gracia.

Hoseok no paraba de reír, sus ojos entrecerrados ante la risa y su cuerpo apoyándose contra el hombro de Namjoon cada que carcajeaba de aquella manera tan ruidosa que siempre le caracterizaba.

Era un buen momento y realmente Hoseok no entendía como es que dos días atrás a esa misma hora había estado en su cama llorando como un niño perdido y ahora simplemente estaba compartiendo un agradable momento con un par de chicos que recién conocía.

La vida si que daba vueltas.

"Ah, Seokie, tus amigos son bastante agradables" suspiró Namjoon con una sonrisa tan grande que marcaba un par de hoyuelos en sus mejillas.

Hoseok asintió en acuerdo a sus palabras.

"Lo son, ¿no es así?" rió suavemente, mientras reposaba su cabeza en el hombro del hombre pelirrosado.

"¿Ve, Suga hyung? Hoseokie y Namjoon hyung recién me conocen y creen que soy agradable, mientras que usted me conoce de años y piensa que soy molesto" reclamó Jungkook con fingido reproche mientras cruzaba sus brazos por sobre su pecho.

"Es por eso mismo de que te conozco mejor que sé que eres un grano en el culo" se mofó el mayor de los cuatro, recibiendo a cambio un puñetazo flojo en el hombro por parte de JungKook.

"Bobo" gruñó Jungkook con una expresión enfurruñada en el rostro.

"Ustedes realmente son tan---" Hoseok comenzó a hablar, sin embargo, se vió interrumpido por el sonido de la puerta siendo tocada.

Frunció el ceño en un gesto de confusión y se levantó de su asiento para caminar hasta la puerta.

¿Quién más podría buscarle a esa hora? No se le ocurría nadie, puesto que no tenía muchas amistades.

Sin embargo, se quedó estático en su lugar cuando, al abrir la puerta, una cabellera castaña con mechones verdes entró en su campo de visión.

"¿Taehyung-ssi? ¿Qué haces aquí? ¿Como conseguiste mi dire-?" trató de cuestionar, totalmente turbado por la presencia de aquel imponente chico delante de su puerta.

"Necesito que me hagas un favor Hoseok-ah" interrumpió el hombre, con su característico rostro serio e imperturbable. "Vine hasta acá porque necesito que me ayudes a sacar a Jimin de la Zona Roja..."

Y bueno, Hoseok ni siquiera procesó sus movimientos hasta que tuvo a Taehyung sentado en el sofá de su sala, ¿podrían culparlo? Hoseok no solía pensar mucho cuando se trataba de ayudar a Suga o Jimin.

Y empezaba a importarle muy poco si su interés por ese par de desconocidos era inusual, él solo quería tenerlos a salvo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro