un niño de apenas siete años se mantiene sentado en su camilla, su cabeza cubierta con un gorrito de patito con su cabello rubio sobresaliendo por su frente y nuca, su delgado cuerpo enfundado en una bata de hospital.
sus delgados dedos se encuentran jugando con el cordón de la sabana y sus pies balanceándose en el filo de la camilla.
al otro lado de la puerta se encuentra el hijo del doctor, con 18 años, viendo al niño con curiosidad mientras su padre habla con los del paciente.

—las quimioterapia iniciarán la semana que viene, no sabemos cuanto dure el proceso, pueden ser semanas, meses e incluso años...

los oídos del rubio alcanzaban a escuchar un poco de la conversación, hacía poco que su cabello había empezado a caer,  y sabía que era por ese cáncer  que, según su hermano mayor, era un tonto por haber aparecido en su cuerpo, porque lo tenía a él y lo iba a salvar de todo.

el mismo hermano mayor que se encontraba en las sillas de afuera, asimilando a sus cortos quince años que su pequeño hermano algún día podría irse.

—hola.— una suave voz se escuchó cerca de él, logrando sacarle un pequeño susto mientras alzaba su mirada.

sin contestar, el rubio observó su rostro. labios gruesos y cortos, nariz filosa, ojos cafés y cabello oscuro.

—me llamo jin, ¿cómo te llamas tú?

jin sonrió mostrando sus dientes, mirando al frágil niño rubio que parecía un pequeño patito.

—soy jimin.

ambos sonrieron estrechando sus manos, una gran mano de un adolescente y futuro doctor y la pequeña de un niño con cáncer.

jimin se tapa los ojos al escuchar la puerta abrirse y pasos acercarse a él. una risa conocida se escucha en el cuarto de limpieza del último piso del hospital y, seguido, unos pasos rápidos mas pequeños.

—me carga la chingada, jimin, me tenías con el jesus en el hocico. —la voz de su hermano lo obliga a abrir los ojos y mirar sus oscuros ojos rojos por el llanto de preocupación. — deja de esconderte cada vez que toca quimioterapia, haces perder el tiempo a los doctores, jimin. —taehyung intenta decirlo con todo el tacto del mundo, abrazando con fuerza su delgado cuerpo mientras se sentaba en el piso.

—un juego a las escondidas no le hace daño a nadie. —jimin sin embargo bromea, sacándole una risa preocupada a su hermano.

—tenemos que irnos, joven jimin, todo está listo. —el doctor jeon sonríe— te encontré así que tienes que entrar, son las reglas.

—no me digas joven jimin, me conoces desde los ocho años, jin.— sonrió amplio, sus ojos cerrandose en consecuencia y salió del cuarto con jin y taehyung siguiéndole.

jimin entró al elevador, sabiéndose de memoria el primer piso de quimioterapias y aprovechando que ambos van mas atrás, lo presiona.

gritando antes de que se cierren:

—¡deberías llamarme cuñado!

y las puertas se cierran dejando al doctor y hermano sonrojados, uno divertido y otro acusador.

*kim jimin

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