Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

7.

—Él... él me besó... —solté ansioso.

—Voy a necesitar todos los detalles de y... —pauso al verme entrar y salir del baño velozmente con algunas toallas entre mis manos —¿cómo es que pasó? —Podría decirse que mi mejor amigo estaba aún más ansioso que yo en estos momentos —Necesito saber, ¿dónde y en qué momento se encontraron? Porqué no entiendo nada. Todo pasó demasiado rápido, ¿no crees? —volvió a hablar, sentándose en el banco de manera bajo mi gran ventanal de color beige —Después de aquél beso, ¿le confesaste lo que sentías por él? ¿Él siente lo mismo por ti? ¿Ahora son novios? —Ligeramente hubo un silencio por algunos segundos, segundos que el castaño de Tae aprovecho para tomar un poco de aire y así seguir con sus preguntas todas llenas de curiosidad —Espera, entonces él, ¿rompió su compromiso con la profesora JiWoo? —callando por unos segundos más, TaeHyung siguió hablando sin darse cuenta de la indiscreción que había cometido. —Bueno es lo mejor hacerlo ahora y no cuando ya estuviese casado, ¿no crees?

—¡¿Qué fue lo que dijiste?! —Inmediatamente salí del baño con un atuendo de ropa totalmente seco, mirando a TaeHyung totalmente anonadado.

—¿De qué o qué? —rápidamente respondió con otra pregunta sin notar sus anteriores palabras.

—Repite lo que habías dicho antes... —mencioné con una expresión de entera confusión sobre mi rostro.

—¿Lo de que si rompió su compromiso con la profesora Kim JiWoo? ¡Ouh! —repitió tranquilamente, no tardando mucho en darse cuenta de lo que había dicho —La regué, ¿cierto? —preguntó con duda y mientras posaba sus manos frente a su boca. —No sabías que se van o se iba a casar, ¿verdad? —Con una sonrisa cuadrada llena de nerviosismo, TaeHyung corrió a abrazarme en un intento por consolarme.

—¡Lo siento, Jinnie! —comenzó a disculparse TaeHyung con palabras y miradas llenas de remordimiento mientras me sostenía fuertemente entre sus brazos.

—No tengo nada que perdonarte, yo mejor que nadie supe desde el principio que él era o más bien es heterosexual. —Un poco desanimado, ambos nos sentamos en el banco bajo mi gran ventanal.

—Sí, pero tú no sabías nada de que se... —Otro corto silenció se instaló entre nosotros mientras TaeHyung pensaba si abrir la boca era propicio. —, bueno, en realidad nadie lo sabe...

—Y entonces, ¿cómo es que lo sabes tú? —Mi tristeza se disipó un poco, dando pasó a la curiosidad.

—La profesora JiWoo... es prima de mi mamá —contó con algo de miedo Tae.

—¡¿Qué?!

—Ni siquiera yo sabía que la profesora JiWoo y mi madre eran así de cercanas, es decir, desde el principio supe que se llevaban muy bien, que eran amigas, inclusive había visto a la profesora JiWoo un par de veces en mi casa pero nada más. Hasta ayer que mi mamá me la presentó formalmente como su prima lejana.

—Es tan raro —agregué sintiendo una pequeña punzada sobre mi pecho.

—Lo sé. Créeme que para mí fue aún más raro. —Revolviendo con mis manos suavemente mi cabello, fijé mi vista en la figura de TaeHyung.

—Sabes de casualidad, ¿cómo fue que el profesor Min le propuso matrimonio a ella? —pregunté sintiendo como mis propias palabras me lastimaban poco a poco por dentro.

—No y aunque lo supiera no te lo diría Jinnie. Dicen que la verdad siempre es buena por más dolorosa que sea, pero no pasaría por mi mente ni un sólo instante el decirte eso. Somos mejores amigos desde que prácticamente aprendimos a caminar y por eso es que te cuido. —Sentir el apoyó y cariño de TaeHyung me daba las fuerzas que tanto necesitaba en estos momentos y que siempre agradecía al castaño pero sobre todo a la vida que lo había puesto en su vida. —Lo que si planeó decirte, es sí siempre si se van a casar la profesora JiWoo y él.

—No tiene caso. Olvídalo —Desanimado, comencé a juguetear con un pequeño hilo que sobre salía de la bonita colcha sobre el banco de madera.

—Vamos, tú mejor que nadie sabes que él no es de esas personas que engañan a su pareja, al menos no se ve que sea así.

TaeHyung tenía un muy buen punto, el profesor Min YoonGi no se veía capaz de engañar a alguien, su aura reflejaba mucha tranquilidad y para nada maldad.

—No te preocupes, de cualquier forma y quieras o no, voy a investigar con mi mamá la situación de JiWoo, ahora mismo. —agregó TaeHyung mientras se paraba de mi lado y empezaba a encaminarse hasta el baño con su celular en mano.

Dirigiéndome silenciosamente hasta la cama, admiré lo amplio de mi habitación y nuevamente y como casi siempre pasaba, me sentí vacío.

Y es que aunque tuviera todo lo que siempre, mis padres habían soñado para mí, para mí no era eso lo más importante hasta el momento en mi vida.

Luego de un par de minutos en silencio total, TaeHyung salió sonrientemente del baño.

—¡He vuelto! —Eufórico, TaeHyung se abrió paso hasta a mí, sentándose justo en el centro de mi cama.

—¿Y bien? —pregunté ansioso, porque por más que intentará desanimarme yo mismo hace tan solo unos instantes, me era totalmente imposible hacer que aquellas ilusiones desaparecieran tan fácilmente dentro de mi pecho y mente. 

—Ya no se va a casar... —soltó, sin decir nada más.

—¡¿QUE?!

—YA... NO... SE... VA... A... CASAR... —Volvió a repetir TaeHyung, pero muy lentamente. —Mi mamá me acaba de contar todo —deprisa, me hizo una señal para que lo alcanzará al centro de la misma cama y no me quedará solo en aquella orilla de mi cama. —¿Estás listo para esto? —asintiendo enseguida, me arrastre hasta enfrente de TaeHyung y lo miré concentrado a los ojos. —El profesor le hizo la propuesta de matrimonio, hace más o menos 2 meses, pe...

—¡¿QUE!? —lo interrumpí —¿Está comprometido desde hace 2 meses? —chillé mentalmente.

—¡Cállate! No me dejas terminar... —mencionó un poco de molestia Tae. —Ella no aceptó su propuesta, le dijo que el compromiso no era para ella.

—Ajá.

—El punto es que, ella habló con él hoy y le dijo que había cambiado de opinión y que aceptaba casarse con él pero ahora es él, quién ya no quiere casarse y que además dio por terminada su relación. —Inmediatamente los latidos de mi corazón comenzaron a acelerarse con aquellas las últimas palabras de TaeHyung.

—¿Estás seguro? —lo interrogue con mis ilusiones de nuevo a flote.

TaeHyung, asintió con una gran sonrisa.

Había buscado sin parar por cada calle al menos a 10 kilómetros a la redonda de mi departamento a SeokJin sin éxito alguno. No había encontrado ni una sola pista de a dónde hubiese podido irse el pelinegro, inclusive había regresado a aquél edificio abandonado dónde nos habíamos encontrado.

Solo me quedaba esperar a que el día de mañana llegará. Esperar a que Jin asistiera a la Universidad y que no huyera de mi en el momento en que me viera, que no se negará a oír una absurda explicación de mi parte sobre el porque lo había besado. Aunque si era sincero, mentirle a Jin era lo último que quería hacer.

Ya que, el que él hubiera correspondido tan bien a aquel nuestro primer beso, me parecía una clara señal de que no le era del todo indiferente o al menos eso era lo que me estaba esmerando en creer.

Mis labios palpitaban, sintiendo aún sobre ellos los suaves y cálidos labios de Jin.

—Gracias por traernos —le agradecí respetuosamente a In Jae, quién nos había traído a la Universidad aún más temprano que antes. En un intentó por no encontrarme con el pelinegro.

—Un placer —Esbozando una gran sonrisa, respondió. —Que les vaya bien. Vengo por ustedes a la salida.

—Bien —comente, totalmente distraído.

Con discreción busqué por todos lados cualquier indicio del profesor Min YoonGi, notandolo a lo lejos, quién no solo ya tenía su mirada puesta sobre nosotros sino que también venía directo hacía a nosotros. Todo parecía indicar que tenía un buen rato esperándonos, o más bien, esperándome.

Deprisa intenté hacer que TaeHyung corriera junto conmigo a nuestra primera —sin éxito alguno —pues tan pronto llegamos a la entrada de la escuela, aquel hombre de traje negro y semblante intimidante, ya se encontraba frente a nosotros con una mirada de total seriedad.

—Estudiante SeokJin, ¿puedo hablar con usted? —Oyendo las palabras del profesor YoonGi ser arrastradas dentro de su garganta, fijé mis ojos en los cafés de TaeHyung.

—Te veo adentró, Jinnie. —Huyendo antes de que siquiera pudiera responderle o jalarlo de su sudadera color verde oscuro, TaeHyung salió corriendo fuera de mi campo de visión.

Luego de un par de minutos, me encontraba caminando por el pasillo principal detrás del pelinegro con los nervios a flor de piel. Mis piernas temblaban, mis manos sudaban y un profundo escalofrío recorría mi espina dorsal, una y otra vez.

—Pasa. —pidió con su tan sensual voz gruesa.

La boca de mi estómago comenzó a quemar por los nervios.

—Y-yo... —un tartamudeo por parte del pelinegro, me hizo girar mi cuerpo directo hacía él. Al menos no era el único que se encontraba muriendo de nervios.

—Profesor... No tiene nada que explicarme, sé bien que lo que pasó ayer nunca debió haber sucedido, se que no me invitó a su departamento con una segunda intención, que lo lamenta y que...

Un par de dedos sobre mi boca, le impidieron a mis palabras seguir saliendo.

—SeokJin, tenía planeado decirte una mentirá. Darte una falsa excusa por la cuál te...

Con cautela quité la mano del profesor de mis labios y al fin, hice aquella pregunta que tanto me había atormentado durante toda la noche —¿Por qué me beso?

—¿La verdad? —agregó, el pelinegro.

Asentí, en silenció.

—Porque... —alrededor de unos 15 segundos, no hubo más que silenció en la pequeña aula al final del pasillo donde nos encontrábamos —Porque... Me gustas SeokJin... —en esos cortos y leves instantes, sentí como mi corazón amenazaba con salir disparado de la gran emoción —Y, yo, yo sé que he cruzados todos los límites contigo al besarte y de verdad lo siento.

Mi boca se cerró y abrió unas tres veces, veces en las que sentía que no podría hablar, luego de tal declaración.

No encontraba las palabras adecuadas para hablar pero si sabía que era ahora o nunca.

—U-usted... —mi vista se alejó de la del pelinegro y se centro en un pequeño ventanal a mis espaldas que daba directo a un pequeño jardín llenó de azaleas, las cuáles desprendían un olor muy pero muy peculiar —Usted, también me gusta.

Esta vez no había palabra alguna atrapada en mi garganta, por fin después de tres años toda esa presión que se había acumulado en mi pecho, empezaba a disminuir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro