Abril
17 años

A pesar de tener varios años viviendo en Canadá, siempre había momentos en donde extrañaba México.
Aun recuerdo las veces que mi mamá nos llevaba a Jonathan y a mi a comer en las calles de la ciudad. Era bastante divertido y ni hablar de lo rico de la comida.

Aunque en Canadá hay varios restaurantes de comida mexicana, nada se acerca al sabor original de los tacos. Es una lastima.

¿Y si abro mi propio restaurante?

Creo que me iría bien.

Mamá a veces prepara comida mexicana, le podria pedir algunas recetas e iniciar mi negocio.

Que buenas ideas tengo.

Lamentablemente aun soy menor de edad y nadie me toma en serio. Pero algun dia crecere y me van a envidiar. Yo lo se.

También extraño los días de primavera. Aquí es bastante frío la mayor parte de año. Claro, tiene sus ventajas. Jugar en la nieve siempre sera una ventaja. Sobretodo, si le lanzo proyectiles a mi hermano.

Hablando de mi hermano... El ha cambiado mucho. Se que ahora es un adulto, pero eso apesta. Quiero de vuelta a mi hermano el divertido.

Ahora yo tengo diecisiete años y el veintisiete. Si lo miramos así, ahora mas que nunca se nota nuestra diferencia de edad.

Jonathan se graduó hace varios años de la universidad. Estudio aquello que siempre dijo que odiaba: Leyes.

No puedo entender como cambio de opinión.

Cuando el tenia mi edad, decía que queria estudiar arquitectura o se la pasaba soñando con crear historietas. A Jonathan siempre se le facilito hacer dibujos, incluso había ganado varios concursos en la preparatoria. A mi me encantaba ver sus planos y dibujos. Era muy bueno. Pero desde que llegamos a Canada, opto por estudiar derecho.

Yo siempre se lo reclame.

-- Jhonny ¿Porque quieres ser un abogado aburrido?

-- Cuando crezcas lo entenderás.

Y esa siempre era su respuesta.

Ya creci y aun no puedo entenderlo.

Aun recuerdo cuando el dibujaba incluso en las paredes de su cuarto. Yo solia ayudarlo y entre risas y musica de Jimmy eat world creabamos todo un mundo en aquellas paredes blancas.

A mi hermano siempre le había gustado la ola punk rock. Gracias a el, me volvi fan de esa musica, incluso ahora yo llevaba puesta una camiseta de Rancid. A decir verdad,mi hermano mayor era un gran conocedor de musica. Escuchaba básicamente de todo, y luego me pasaba recomendaciones.

Ahhh ahora recuerdo que esa era la misma camiseta que usaba mi hermano hace un par de años.

Un día lo vi haciendo limpieza en su closet y casi la tira a la basura. Menos mal la rescate de ese destino tan cruel.

Hoy en día Jonathan trabaja en un despacho jurídico. No puedo negar que se ve bien en traje y corbata. Mi hermano siempre sufrio en su adolescencia porque tenia acné y era extremadamente delgado. Esto según el, hacia que no se viera atractivo y por ende las chicas no se le acercaban.

Quien diría que años después mi hermano se volviera muy bien parecido.

Y no lo digo solo porque sea mi hermano.

Pero, además de cambiar físicamente tambien cambio en su interior.

Aun así siempre lo voy a querer.

En todo este tiempo mi vida no ha cambiado mucho. Sigo siendo la niña rara de la escuela, solo que ahora me molestan mas que nunca. El otro día, algunas chicas del equipo de voleibol me golpearon a propósito con el balón. Eso causo una gran hemorragia nasal, pero aun asi no les di el gusto de verme asustada o llorando, simplemente tome un poco de papel higiénico, me lo puse en la nariz y camine tranquilamente hacia la enfermeria.

Una vez estado ahi, me tope con el chico que traía locas a todas las mujeres de la escuela (Hago enfasis en mujeres porque incluso habia rumores de que una de las profesoras quería salir con el)

Nunca entendí porque tanto alboroto. Osea, si. Era muy guapo, pero no tanto para perder la razón y pelearse por el.

Decidí ignorarlo y me senté a esperar a la enfermera.

-- Hola. Eres Abril ¿Cierto?-- Me dijo el chico.

-- Si.-- Dije cortante.

-- ¿Que haces aquí? ¿Estas bien?

-- Si. Solo tengo mucha sangre y mocos saliendo por mi nariz.

El chico solto una carcajada y luego se levanto para acercarse a mi.

-- He oído mucho de ti Abril. Eres increíble.

-- ¿Increible?-- Pregunte confusa.

-- Si no me equivoco, hablas tres idiomas ¿Cierto?

-- Cuatro.-- Corregí.

-- Español, Ingles, Francés... ¿Y cual es el otro?

-- Japones.

-- Vaya!!!!-- El chico soltó un silbido largo mostrando su asombro.

-- ¿Asombroso?

-- Bastante. Quizá después puedas enseñarme idiomas. Miss April... ¿O deberia llamarte Sensei?

No pude evitar reír. Al parecer la sangre de mi nariz habia dejado de gotear, así que me quite el papel y lo tire a la basura.

-- ¿Sabes mi nombre?-- Pregunto.

-- ¿Y quien en esta escuela no lo sabe?-- Me burle.

-- Bueno, aun así me presentare. Soy Mylan. Mucho gusto Abril.

-- Mucho gusto Mylan.

Y si, así como lo están pensando en este preciso momento. Ese fue el inicio de una relación.

Al principio no podía creer que Mylan se fijara en mi. Incluso creí que lo estaba haciendo por una apuesta o para burlarse de mi, pero no fue asi.

Los días junto a Mylan son extraordinarios. Al ser mi primer novio, yo siempre estaba sumamente nerviosa en cada una de nuestras citas. Amaba su cabello dorado. Era algo que me encantaba de el, así que no perdia la oportunidad de decirselo.

Pasaron varios días, meses... Y nuestra relación parecía salida de un cuento de hadas. Yo queria verme mas bonita para el, así que deje de usar las camisetas viejas de mi hermano y comence a vestirme mas femenina.

Lo se. Que idiota soy.

A pesar de que Mylan nunca se quejo de mi atuendo, yo hice lo que me parecía mejor en esos momentos.

Mylan siempre ha sido popular, así que por ende yo tambien lo era.

Siempre estabamos rodeados de diferentes personas y eso era agradable.

El problema es que después de recibir toda esa atención, cambie mi forma de ser con tal de seguir encajando en un lugar en el que claramente no pertenecia.

Baje mis calificaciones.

Deje de estudiar japones.

Me hice un piercing en la nariz.

Y un sin fin de estupideces mas.

Era el ultimo año de preparatoria y yo queria dejar mi huella en ella.

A pesar de que Mylan no se alejo de mi lado, sabia que el ya no se sentia igual. Y no lo culpaba. En el fondo, hasta yo estaba decepcionada de mi misma.

Pero no quería volver a estar sola.

Siendo invisible.

Porque no podría lidiar con ello.

Lo peor fue cuando mi padres se enteraron de mis bajas calificaciones. Ellos podian sobrellevar mi cambio de apariencia, pero por ninguna razon del mundo me iban a perdonar eso.

Me castigaron. Me amenazaron con sacarme de la escuela si no queria mejorar mi rendimiento. Sentí que les falle... Y era obvio que estaba en lo correcto.

Había dejado de pensar en mi al grado de ni siquiera poder decidir lo que iba a estudiar en la universidad.

Le pedí ayuda a Jonathan, pero el estaba tan ocupado con su trabajo que no me ayudo en nada.

-- Te odio.-- Fue lo ultimo que le dije a mi hermano.

Días después, el decidió mudarse.

Su razón fue factible:

Quería ser independiente.

Y vaya que lo logro.

Mientras tanto, mi mundo de fantasias se fue desmoronando. No hay nada como una cucharada de realidad para poder ver todos tus errores.

Hundida en mis pensamientos, decidi volver a ser yo misma.

Al día siguiente llegue a la escuela con mi antigua forma de vestir.

Mylan me vio y me sonrió a lo lejos.

Pero sabia que ya era demasiado tarde.