Cuando Alessia despertó se sentía un poco mareada sin saber dónde estaba, al ver a Millie entendió que no estaba en casa de Finn, ¿Que había sucedido?

—Ya era hora que te levantes.–Sophia suspiró.—Nos tenías preocupados.

—¿Qué sucedió?

—Te drogaron.

—¿Me drogaron? ¿Quien lo hizo?

—¿Aún no recuerdas lo qué pasó?

—¿A que te...-

Y llegaron los recuerdos, su sentimiento de miedo, los gritos de Millie y Sophia.

Los ojos de la chica querían cerrarse, se sentía desorientada al no reconocer quien estaba con ella, quería preguntarle pero su cabeza no podía siquiera formar una oración.

—¿Alessia? ¿Porqué te ves así?—No visibilizó el rostro de la persona que le hablaba.

Se escuchó el seguro de la puerta, la habían bloqueado, aquella figura se acercó lentamente hasta tenerla a 1 centímetro de ella, a penas y entendía porqué sentía unos labios sobre los suyos, se sentía asqueada y ajena.

—Josh-sh.—Tembló apartando su rostro.—Sácame de aquí por favor... Creo que algo está mal.

—Shhh... Todo está bien, prometo sacarte de aquí después.

Al decir eso la arrimó a los cubículos cerrados besando su cuello mientras ella intentaba apartarlo sin éxito alguno, ni siquiera podía mantenerse de pie, ¿Como iba evitar que Josh dañara la hermosa blusa abotonada que Mercé le había regalado? ¿Como apartar las escurridizas manos de Josh que ahora apretaban sus pechos bajo su brazier? Las lágrimas comenzaron a deslizarse cuando sintió como las fuertes manos del chico la tomaban para voltearla dejando su mejilla contra la puerta del cubículo.

Ni siquiera podía hablar, ya se sentía lo suficientemente tonta como para hacer algo, ¿Eso le esperaba entonces? ¿Otra violación a su lista? Sus manos temblaron y un sollozo escapó de sus labios al escuchar el cinturón del chico, seguramente se lo estaba quitando. Sentía húmedo su cuello gracias a que la lengua de su contrario había pasado por ahí varias veces, pronto el frío llegó a sus piernas dejándola entender que solo estaba en ropa interior.

Finalmente dejó de sentir, negro por doquier, lo único que pudo ver fue la puerta del baño abrirse con fuerza y varias piernas, a penas escuchó como Sophia gritaba a Josh molesta mientras Millie llamaba alguien en un intento de calmar la situación, luego de eso nada.

Al instante tocó cada parte de su cuerpo sintiéndose sucia, a punto de llorar pudo vocalizar algo.

—¿El me...?—Apenas pudo terminarlo ya que Sophia la abrazó.

—Tranquila, no lo consiguió, Finn llegó preguntando por ti, se nos hacía raro que tardaras tanto en el baño y Josh también se había ido, cuando le dijimos el corrió a tumbar la puerta... Estabas en ropa interior, Josh tenía su pantalón abierto así que supusimos lo que quería hacerte.

—Luego Finn le dio una paliza.–Millie habló.—Esta hospitalizado, casi lo mata a golpes.

—Se siente culpable de haberte dejado sola, no sabemos si vendrá pronto...

Finn miraba La Ciudadela, todos estaban un poco atemorizados de lo que había ocurrido horas antes mientras el se limitaba a mirar el reloj del cuarto, se sentía culpable de haberla dejado sola, su pequeña e ingenua pecosa se había encontrado en esa situación que le destrozaba el corazón el recordarla semi desnuda en el sucio y frío suelo, con un erecto Josh que disfrutaba de drogar chicas y encerrarse con ellas, como odiaba a ese hijo de puta.

Pero ya no podía más, necesitaba ir a verla al salir del cuarto encontró a Iris la cual sonrió mientras se acercaba.

—Hey tranquilo.–Sonrió pegándose a el.–Tienes un tatuaje que mostrarme.

—Ahora no Iris.

—Escucha, hablaré con Josh cuando despierte. Pero no volverá a pasar.

—¡El se irá de aquí si no quiere que lo termine de matar!

—¿Vas a verla a ella verdad?–Tomó su muñeca enojada.—¿Qué mierda pasa contigo?

—Iris...–Intentó soltarse de su agarre mientras clavaba sus uñas en su muñeca.

—Finn, eres mi novio... Pero últimamente te siento tan distante a mi.—Suspiró.—¿Que está pasando?

—Lo hablaremos en otro momento, esto tenemos que discutirlo en un mejor-

—No Finn.—Lo obligó a mirarla.—Te conozco desde que hace mucho tiempo, te he amado siempre y conozco cuando algo te molesta...

—Iris.—Hizo una mueca al verla lagrimear.

—¿Te enamoraste de Alessia?

—No hablaremos de esto, tengo que irme.

—Finn, merezco saber la verdad, después de todo me habías dicho que era la chica que más querías y era tu sueño hecho realidad.—Rio con nostalgia.—Prometiste que escaparíamos juntos lejos de tu familia, viviríamos juntos y no nos separaríamos... Merezco saber qué pasa en la vida del chico que amo.

Su voz terminó de romperse, suspiró tratando de no caer a llorar.

—¿Te enamoraste de Alessia?—Repitió.

—Si.—Tragó saliva.—Estoy enamorado de Alessia.

Un grito ahogado salió de Iris quien estuvo por caer de no ser por qué Finn la sostuvo, ella lloraba como una pequeña niña perdida mientras el azabache sentía culpa de verla así. Habían planeado casi una vida juntos y la ilusionó con aquella idea, pero nunca estuvo consiente que en cualquier momento podría aparecer Alessia, la chica que lo haría sentirse completamente salvado de su realidad.

Iris finalmente detuvo su llanto tomando una postura firme;—Te entregué todo de mi, me quedé aquí por ti, esperando una vida a tu lado ¡Bastardo bugiardo!*¹

Una bofetada estalló contra la mejilla de Finn quien solo agachó la cabeza lamentando que las cosas terminaran de esa forma, Iris se fue hecha un mar de lagrimas y gritos ahogados que en ese momento nadie podría calmar, el azabache suspiró mientras se encaminaba al cuarto donde Alessia descansaba esperanzado de que ya esté despierta, al abrir la puerta pudo finalmente sentirse en paz.

—Alessia...–Finn suspiró acercándose ella ignorando las miradas de las chicas.—Lo lamento tanto, sabes que no dejaría que nadie se atreviera a tocarte un solo pelo... Casi llego tarde, lo siento tanto.—Al pronunciar aquello ya estaba abrazándola con fuerza aguantándose las lágrimas.—Nadie debería tener permitido lastimarte, iba a matarlo...

—Está bien Finn.—Lo obligó a mirarla.—No te disculpes, al contrario... Siempre me advertiste de Josh, debí escucharte.

Finn mostró una sonrisa acomodando el cabello castaño de la coetánea, no entendía en qué momento se había enamorado tanto de ella pero no se arrepentía de ello. Sin esperarlo más se abrazaron sintiendo a salva uno en los brazos del otro, aquel momento debió durar más de no ser por el carraspeo de uno de los chicos que había entrado.

—Finn, ¿Vas a participar?—Preguntó Noah.

—Lo había olvidado.—Sonrió y volteó a ver Alessia.—Vamos a tener una carrera, podrás verme competir por primera vez... Aunque si prefieres que nos quedemos aquí-

—¡Genial!—Alessia chilló con emoción.—Quiero ver la carrera.—No quería hablar de lo que había pasado, ella era así, nunca habló cuando abusaron de ella por primera vez. No estaba lista para hacerlo.

Esa misma noche los chicos comenzaron a organizarse para la carrera, ubicándose en la carretera mientras ella los veía emocionada, se habían acercado algunas personas ajenas a La Ciudadela para presenciarlo.

—¡Bonita!–La llamó Finn haciéndole un ademán con la mano para acercarse a él.

Ella corrió a pasos cortos hacía el poniéndola nerviosa al pasar entre las motocicletas encendidas, pudo ver a Noah y Millie darse un beso tierno mientras se sonreían.

—¿Si?–Se acercó al de rulos.

El se silenció un momento sin apartar la mirada de ella haciéndola sonrojar.

—¿Algún consejo?–Se colocó el casco.

—Buena suerte.–Le sonrió.—Estaré esperando en la meta.

Finn sonrió de vuelta y miró al frente, una de las chicas corrió frente a las motos.

—¡Ya vamos a empezar, chicas por favor!–Habló haciendo que todas las féminas se retiraran del lugar.

Sophia tomó la mano de Alessia llevándola con ella, había remplazado a Iris, la castaña pensó que seguramente luego le reclamaría o le daría un buen golpe.

—Ya conocen las reglas, pero las diré porque quiero...–Los chicos rieron.—Sin peleas, empujones, si alguien o algo atraviesa la carretera se detienen todos. En sus marcas...–El potente sonido del motor se hizo presente.–Listos... ¡Fuera!

Alessia se sentía emocionada viendo a Finn tomando la delantera de la carrera. En segundo lugar iba Wyatt, después Jack y en cuarto Noah quien trataba de alcanzarlo sin lograrlo.

Finn llegó primero al cabo de un cuarto de hora, detuvo su moto para bajar sonriendo victorioso, después llegó Noah el cual fue recibido por Millie y varios besos. Sin pensármelo corrió a Finn lanzándose a sus brazos dándole una abrazo, el perdió el equilibrio dando un paso atrás, pero sin esperar la rodeo por la cintura haciéndole escuchar su linda risa en su oído.

—Lo siento.–Dijo avergonzada.

—Pues no te perdono, me gustó lo que hiciste.–Sonrió para darle un beso en la mejilla.

—¿Donde está Iris?–Preguntó.

—¿Que tiene que ver Iris?–Se mostraba confundido.

—Es tu novia.–Dijo obvia.

El solo apretó sus labios mientras pasaba su mano por la mejilla de su coetánea.

—Te-Tengo sueño.–Mintió.—Voy a la habitación.

Y la pregunta era, ¿Donde está Iris? No se había aparecido luego de su ruptura con Finn, ahora ella caminaba molesta por las calles, sin darse cuenta había llegado a un pequeño colegio, caminó frente a aquel edificio, al final del último poste había un chico pegando algo.

Parecía ser lo mismo que estaba en la puerta principal del edificio, la foto de una chica la cual se estaba despintando, se acercó cuando el chico había terminado, tal vez sea pura coincidencia o la suerte jugando del lado de la dolida Iris.

—Finnie, Finnie.–Observó la foto de Alessia pegada en ese poste.—¿Desaparecida?

Miró al chico el cual estaba de espaldas, se lo veía un poco decaído.

—Hey muchacho.–Le silvó llamando su atención.

El volteó a ver con una mirada apagada.

—Se donde está esta chica.–Le sonrió.

El se acercó apurado sacando su celular.

—¿La conoces?–Se desesperó.

—Alessia.–Asintió.–Se dónde la puedes encontrar. Soy Iris.

—Lucas.–Dio un suspiro agotado.–No sabes cuanto tiempo llevo buscándola, nadie sabe porque dejo de ir a la escuela, cada persona que le pregunta a su mamá termina sin respuesta, fue como si la tragara la tierra.

—El lobo la tiene en su cueva.–Sonrió.–Ven te contaré donde está pero vamos a tomar algo, muero de frío.

El asintió siguiéndole el paso.

¹* ¡Bastardo mentiroso!