33.
Después de que la solicitud de la universidad estuviera aprobada, el segundo semestre escolar se enfocaba en la preparación según él área que uno eligió. Las personas que no quedaron, también eligen el área que les gusta.
Lo bueno era que ya faltaba menos para terminar el año. Lo malo, es que ya no era compañera de mis amigos.
Yo dejaba mis cosas en el casillero, cuando siento el perfume floral de Mía.
— ¡Amiga! —La abrazo.—
— Será tan extraño no ser compañeras.
— Lo sé.
— ¡Hola bitches!
Ese obviamente era Mateo.
— ¿Qué tal chicas? —Pregunta con una sonrisa.—
— Bien, pero tengo que irme volando. —Dice Mía.— Mi profesores son demasiados puntuales. Nos vemos al receso. Los amo.
Mía se va corriendo y pasa a empujar a varias personas. Mateo se ríe y acaricia mi cabello.
— ¿Que te parece Nulieta?
— ¿Ah?
— Tu ship con Nate.
— Ah. —Sonrío.— Idiota. Está bien.
Ambos escuchamos el timbre y Mateo da un suspiro.
— Estoy nervioso, sobre todo porque me toca con un genio.
— Si, ¿quién?
— El profesor Nicholas.
— ¿El qué tiene orgasmos con la pintura?
— El mismo. Te veo después guapa.
Mateo me pega en el trasero y luego se va. Yo tenía mi primera clase de química intensiva. El profesor era colega de mi padre, así que no sería tanto lío.
Durante el receso, me junto con mis amigos. Mía llega del casino con mucha comida para los tres. Abre mucho los ojos al ver a Mateo con su camisa algo manchada.
— Mateo, ¿qué te pasó?
— Tranquila, es una camisa barata que nos prestó el profesor Nick para nuestra primera pintura.
— El profesor Nick, ¿el qué tiene orgasmos con la pintura?
— Si. —Decimos con Mateo.—
Los tres conversamos sobre nuestras nuevas materias. Era extraño no tenerlos como compañeros.
Al salir de clases, Mateo me indica que tiene que quedarse a hacer un proyecto. Mía y yo nos encaminamos a la salida. Diego está ahí y Mía corre a sus brazos.
Son tan cursis.
— Hola Julieta.
— Hola Diego.
— ¿Y Mateo?
— Se tiene que quedar haciendo un proyecto para el profesor Nick.
— Ah. —Besa a Mía y luego me mira.— Espera, Nick ¿el profesor que tiene orgasmos con la pintura?
— El mismo. —Decimos junto a Mía.—
— Bueno, iré a ver a Nate. Mañana nos vemos.
Abrazo a Mía y luego a Diego. Camino hacia la casa de Nate y una de sus pequeñas gemelas me abre.
— ¡Julieta! —Me abraza.—
— Hola, linda. ¿Nate está aquí?
— Sip. Está con unos compañeros estudiando en la sala.
— Ok.
Me dirijo a la sala y un león furioso se prende dentro de mi. No, no es por los demás compañeros/as, si no por la zorra idiota fea demacrada sin gracia y arrastrada chica que invita salir a Nate cada vez que puede.
Nate levanta su mirada y me sonríe. Yo me acerco a él y le beso los labios, frente a todos. Sobre todo frente a esa insecta idiota fea rabiosa odiosa...
— Wow, no sabía que tenías novia, Nate. —Dice un chico.—
— Yo tampoco. —Susurra Nate riendo y yo lo golpeo.—
— Somos amigos. —Le sonrío.— Bueno, nos estamos conociendo, así que seriamos una especie de amigos con ventaja. Muuuuucha ventaja. —Digo sin dejar de mirar a la fea insecta demacrada.—
— Ok. —Dice Nate mirándome con miedo.— Linda, estamos terminando un trabajo, así que siéntate donde gustes y me esperas, ¿vale?
— Bueno. —Le sonrío y lo beso levemente.—
Me siento a su lado y la idiota perra fea sin gracia no para de mirarme con odio.
Lo bueno, es que Nate siempre que podía me regalaba caricias. ¡Ay! No paro de suspirar, lo adoro.
Después de unos quince minutos terminan el trabajo y todos ordenan las cosas. Algunas compañeras de Nate, las cuales SI eran agradables, se despedían de ambos.
Luego la fea se levanta y se dispone a despedirse de Nate.
Al paso me pasa a llevar con su brazo. Y yo le devuelvo el golpe.
Ella me mira y me empuja, yo la empujo más fuerte. Y luego, bueno.
QUERÍA MATARLA.
Lo único que sé, es que ambas estábamos en el suelo, mientras yo le tiraba el pelo y ella me daba arañazos.
Escucho los gritos de los compañeros de Nate, animando la pelea.
Yo después de arañarle la cara y golpearle las siliconas que tenía como tetas, siento unas manos en mi cintura, alejándome de ella.
— ¡Julieta! —Nate susurra en mi oído.—
— ¡Déjame dejarla en la morgue! —Grito.—
— ¡Eres una loca! —Grita la insecta.— ¡Mira cómo me dejaste!
— ¡Y que quieres ah! ¿Qué llame a green peace para que te cuide?
La idiota quería volver a pegarme, pero unos chicos la tomaron.
— Ok, llévensela afuera. —Grita Nate.—
Los chicos se retiran, junto a la zorra... Mientras yo sigo abrazada a Nate. Sus latidos poco a poco me tranquilizan. Luego él me sienta en el sofá y me inspecciona.
— ¿Te duele algo?
— Solo que esa idiota siga con vida.
— Julieta. —Sonríe.— Te pregunto enserio, ¿te hizo algo?
— Estoy bien doctor.
Él me da un pequeño beso y yo necesito más, pero él se aleja rápidamente y me sigue mirando.
— Estoy bien Nate.
— Ok.
— ¿Por qué no les dices que tenemos algo a tus amigos?
— No tuve oportunidad, pero los más cercanos a mí, si saben.
— Ah, es que siento... No sé, que no quieres estar conmigo.
— No es eso. —Se sienta a mi lado.— Lo que pasa es que quiero que esto funcione. Todas mis relaciones anteriores fueron un desastre, y fue porque todo era muy rápido. Contigo quiero que las cosas sean enserio.
— Está bien.
— Nunca nadie se había peleado por mi. —Sonrío nerviosa.— ¿Está mal si te digo que siento que me gustas más después de esto?
— Claro que no.
Lo miro a sus bellos ojos color café y muerdo mi labio al acariciar su corta barba. El cierra sus ojos y yo aprovecho de acercarme a sus labios.
Él me responde, y yo me siento feliz.
Cada vez que Nate me besa, me hace sentir realmente bien. Sus labios y su lengua me seducen con maestría.
Siento como el abraza mi cuerpo y lo levanta del sofá con facilidad, como si fuera una muñeca.
Me acorrala contra la pared, sin dejar de besarme. Yo rodeo mis piernas a su cintura y esto realmente me está gustando.
Su boca baja a mi cuello y yo realmente tengo que morderme la boca. Sus ligeras caricias me hacen querer gemir. No entiendo que tiene este hombre que me hace sentir así.
— ¿Qué están haciendo?
Ambos abrimos los ojos y nos miramos. Nate me baja y yo observo que las gemelas nos estaban mirando.
— Creo que están haciendo bebes. —Le susurra una a la otra.—
Yo observo a Nate de reojo, aguantando mi risa.
— Ok, ok, ¿porque no van a jugar con sus muñecas ah?
Nate las empuja a su habitación y luego me sonríe.
— Lo siento. Creo que me deje de llevar.
— No está mal. —Me acerco a él.— Todo es mejor cuando dejas que las cosas solo fluyan y no evitas que vayan tan rápido.
— Lo sé, pero...
— Nate, si las cosas van así, es porque así lo sentimos.
— Me lo haces difícil.
Le sonrío y lo abrazo. Me encanta abrazarlo. Su cuerpo es grande y siento su corazón. Aparte de sentir su cuerpo que está muuuuy bueno. Ok, hormonas, cálmense.
— ¿Tienes libros de artes? De casualidad.
— Solo de medicina. ¿Por?
— Son para Mateo.
— Ah, por cierto, ¿cómo le ha ido?
— Bien, solo nervioso porque está con uno de los mejores profesores de arte.
— ¿Quién? No me digas con el que tiene orgasmos con la pintura.
— El mismo. Al parecer todos lo conocen.
— Es un genio.
Lo beso una vez más, y cada vez es más difícil apartarlo de mi lado.
Luego me va a dejar a casa.
Mi madre ya estaba terminando la cena y mi padre jugaba junto a Matt.
— Hola familia. —Sonrío.—
— Hola. —Dice mi madre.— Vaya, parece que a alguien le dieron mucho amor eh.
— Mamá... —Miro a mi padre de reojo, pero él ni se inmuta.— Papá, ¿de casualidad tienes un libro de arte?
— De arte, ¿para Mateo? Pero es su primera clase.
— Si, pero está con genio según todos, un tal Nick.
— Nick, ¿el qué tiene orgasmos con la pintura?
— Eh si... ¿Por qué todo el maldito mundo lo conoce?
— Es un genio.
— Si, lo mismo me dijo Nate.
Mi madre me mira coqueta y yo me río. Nate...
— Papá, ¿qué tal te cae Nate?
— Excelente, lo conozco desde pequeño.
— Si, pero...
— Si sé dónde vas Julieta, no soy tonto. Bueno, si hay un buen chico, ese es Nate. Aunque un poco mayor para ti.
— Bueno, así le enseña hartas cosas. —Dice mi madre guiñándome un ojo.—
Mi padre mira mal a mi madre y luego a mi.
— Hija, ¿ya no eres virgen? —Pregunta mi padre.—
— Dios. —Dice mi madre.— La perdió con su primer novio, Andrés.
— ¡QUÉ!
Mi padre se levanta y se toma la cabeza.
— ¿Por qué soy el último en enterarme?
— Por esta misma reacción papá. Tranquilo, Nate me respeta.
— Si, tendré una conversación con él.
— Ay no...
Me escapo antes de que siga el sermón.
Llego a la habitación y me acuesto en la cama. Miro mi celular y le escribo a Nate.
Julieta: desearía que estuvieras aquí conmigo ☹️☹️
Nate: y yo hubiese querido conocerte antes ☹️
Julieta: awww a mí también! Oye, creo que uno de estos días mi papá querrá conversar contigo 😬
Nate: por queee? 😱
Julieta: temas papa macho a novio de la hija pura y sana de mente 😇Nate: ah ya entiendo 😉 lo convenceré de que te haga mía entones 😘
Julieta: ya no me sonrojes 😳 oyeeeeee!
Nate: dime, linda :)
Julieta: te quiero ☺️❤️
Nate: Julieta, te quiero más ❤️
#Nulieta ❣
Ternuras! Okeeeeey, este es el último capítulo del año, ¿quién lo diría? Pasa volando :,)
Que todos tengan una hermosa noche y sobre todo, mucha comida :D
Bueno, para la mayoría es año nuevo, para mí es el día en que se estrena el vídeo Out of the woods de taylooooor ❤️❤️❤️❤️ la amo :)
Les mando mi abrazo apretado, love love para uds ☺️💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro