Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27.


Nos dieron dos semanas de descanso antes de los exámenes que influirían en nuestras solicitudes a las universidades. Con Mía y Mateo planeamos irnos al lago. Todos necesitábamos un descanso y distraernos.

Mateo había terminado su relación junto a Liam, ya que al parecer, Liam no sabia de que lado estar.
Yo opiné que mis problemas no tenían porque afectar los de ellos, pero Mateo insistió en que también eran otras cosas. Al parecer no le gusta mucho estar en relaciones serias a mi amigo.
Mía invito a Diego y él aceptó ir con nosotros. Es un chico muy agradable y cocina bien.

Mis padres estaban muy de acuerdo, incluso mi padre nos consiguió una casa donde quedarnos.

El fin de semana antes de viajar, trabaje horas extras para juntar más dinero. No quería pedirle todo a mis padres.

Nate volvía de atender a la mesa complicada.

— Los odio.
— Lo siento Nate, siempre a los nuevos les toca atenderlos.
— Te odio a ti también. —Le sonrío.—
— Nate, ¿tú tienes vacaciones?
— ¿Por? —Me pregunta, mientras bebe agua.—
— Es que iremos al lago por algunos días junto a Mía, su novio y Mateo. A ellos les caíste bien y me preguntaron si podías venir. ¿Puedes?
— ¿Es ésta semana que viene?
— Sip.
— Creo que si. —Sonríe y yo levanto los brazos en modo de celebración.—
— Ok, y Mateo manda a preguntar si tienes algún amigo gay al que quieras llevar.
— Lo siento, todos mis amigos son casados con sus libros, o tienen novia, o son demasiados putos.
— Lo intenté.
— Espera, ¿me llevaran como el adulto a cargo?
— Idiota, Diego también es mayor de edad.
— Pero a mí me llevan como un padre, eh.
— No queríamos decirlo...

Me burlo de él y él desordena mi cabello.

— Ok. Supongo que haré de apoderado. ¿Tus padres que dijeron?
— Que si, conocen a mis amigos y creen que está bien que me distraiga, aparte a ti también te conocen, y desde que supe que no se te paraba, eres como mi segundo amigo gay.
— Julieta, rompes mi corazón. Jamás debí decirte eso.
— Ok, lo siento. —Me río.— Podrás conseguir a alguna chica guapa en el lago.
— Y tú a algún chico.
— No quiero saber nada de hombres.

Luego les aviso a mis amigos que Nate irá, cosa que puso muy contenta a Mateo, según él, dijo que podía darlo vuelta.

El día lunes llegó, y temprano todos estaban reunidos en mi casa. Nate iría en su jeep, en el cual caíamos todos. Mis padres hablaron con él y lo dejaron a cargo.
Me reía por las caras de ponía Nate.

Luego que dejáramos todo dentro del auto, Nate puso el GPS y nos dirigimos al lago.

Durante el camino, Mateo y Diego se peleaban por qué canciones poner. Finalmente, Nate cambió la radio sin pedirle permiso a nadie.

El lago no quedaba tan lejos. Nate manejaba rápido, así que llegamos al cabo de dos horas. Dormía por lapsos pequeños y luego me quedaba mirando como Nate manejaba.

Mi padre le entregó la llave a Nate. Instalamos nuestras cosas y luego nos pusimos cómodos.

— Ok, polluelos. —Dice Nate.— Hora de almuerzo, y muero de hambre. ¿Alguien conoce algún local bueno aquí?
— ¡Si! —Dice Mía emocionada.— Yo conozco uno y no queda muy lejos de aquí, podemos ir a pie. Síganme.

Diego la besa y la sigue. Mateo me indica que caminemos y yo espero a Nate.
En el camino, Mateo miraba a cada chico que pasaba por su lado. Nate también miraba a las chicas, pero era más discreto. Luego que se aburrió, me empezó a empujar.

Llegamos al local, y Mía tenía razón. Tenía mucha gente y cuando se desocupa una mesa, Mateo corre a guardarla.

La mesera coqueteo con Nate y nosotros pedimos comida.

— Tiene pinta de fácil, cariño. —Mateo le dice a Nate.—
— Bueno, son mini vacaciones.
— Hombres, todos iguales.

Mateo se cruza de brazos y Nate se ríe. Besa su mejilla y Mateo abre los ojos de la impresión. Yo me río, Nate no sabe lo que acaba de provocar.

Luego de comer, vamos a buscar nuestras cosas para ir a bañarnos al lago. Habían más grupos de amigos alrededor, al parecer todos necesitábamos un descanso.

El sol estaba empezando a pegar fuerte y Mía se tiró a tomar sol. Diego le aplicaba bronceador y luego esperó a que alguien se bañara con él.

— Ok, tengo mucho calor, ¿quién se une? —Pregunta Diego.—
— Yo, espérame.

Nate se levanta y se saca su camiseta. Escucho rápidamente el "OMG" por parte de Mateo y veo cómo Mía evitaba mirar. Yo sonrío, era libre de mirar. Y mi amigo, es algo digno de observar, tenía un cuerpo perfecto, al menos así me parece a mí y a todas las mironas.

El corre junto a Diego y entran al agua. Observo como las mujeres que están alrededor los miran. Yo me aplico bronceador y me acuesto junto a Mateo y Mía.

Luego de un rato, siento como un cuerpo frío me toma en brazos.

— ¡Nate aléjate!
— El agua está rica, Julieta.

Escucho unos gritos, y veo que Diego también llevaba en brazos a Mía. Mateo gritaba y actuaba como que alguien también lo llevaba a él. Eso me hace reír y caigo al agua de un chapuzón.

Durante el resto de la tarde jugamos dentro del agua, y luego volvemos a la casa.

Comemos pizza mientras jugamos a verdad o reto, lo que terminó siendo solo verdad ya que todos estábamos cansados y nos sirvió para conocernos mejor.

— ¿Adam lo hacía bien? —Mateo pregunta y yo me río, que me hablen de él duele mucho menos que antes.—
— Pues si, que esperan, tenía práctica.
— Es cierto. Puto. —Dice Mateo.—
— Ok, yo quiero preguntarle algo a Nate. — Dice Mía.—
— Adelante.
— ¿Como lo haces si alguna paciente, una chica guapa viene hacia ti?
— Créeme que es más común de lo que piensas, pero tengo que ser fuerte y profesional. Aunque a veces me dan ganas de tirarme encima de ellas.

Todos reímos y luego Mateo suspira.

— Ok Mateo, no te enamores de mí. Sé que es algo difícil amigo.

Mateo rueda los ojos y lo golpea. Nate se ríe y luego me mira.

— Yo quiero hacerle una pregunta a Julieta.
— Ok, dispara.
— ¿Como pudiste tener sexo con Andrés? Lo conozco y es un idiota.
—  También me pregunto lo mismo, pero sentía que estaba enamorada en esos momentos y era mi primer novio oficial. Aparte, no es con el único idiota que me he acostado.
— Cierto. —Dice Mateo.— Opino que deberíamos hacer un brindis por aquellas noches de pasión que no queremos recordar.
— Oh si, salud.

Nate me mira y sé lo que quiere decir, ambos nos reímos y luego hacemos un brindis.

Luego vamos a dormir, ya que estamos agotados. Bueno, eso es para la gente que no tiene cosas en que pensar.

Salgo afuera y me acuesto en el cesped. Pienso en todo lo sucedido mirando la noche estrellada.

Escucho la puerta de la casa y luego Nate se acuesta a mi lado.

— No lloraré por amor, tranquilo. —Le digo con una sonrisa.—
— No es eso, yo tampoco podía dormir.
— Ah, pensé que eras buen amigo.
— Ja, Julieta no empieces con el bullying.

Me río y sigo mirando las estrellas.

— ¿Cuál es tu mayor miedo?

Su pregunta me toma por sorpresa, y creo que tengo que pensarlo bastante.

— No lo sé, creo que a no ser feliz. A decepcionar a mis padres, o que algo les pase, o a mi hermano. Creo que son muchas cosas. ¿Cuál es el tuyo?
— A no enamorarme.

Dejo de mirar el cielo y me siento, mirándolo.

— ¿Cómo?
— Es que, siento que aveces la universidad te consume, y vives muy poco tu vida. He tenido muchas novias, pero nunca me he enamorado. Temo no conocer el amor antes de terminar mi carrera, creo que luego, uno no siente con tanta intensidad. Y quiero vivir el amor a toda costa.
— Vaya y yo que quiero todo lo contrario.
— Es porque no has sentido un amor del bueno, de esos que te hacen bien.
— Adam me hacía feliz, bueno, hasta lo que ya tú sabes.
— Pero siempre estabas en un estado de ansiedad, porque no sabías lo que iba a pasar, o peor, si sabías lo que iba a pasar. Eso no le hace bien a nadie.
— Es cierto, supongo que tienes razón.
— Espero que algún día puedan hablar, para que aclaren todo. Así se terminan bien los ciclos.
— Yo no quiero hablar nada con él, y solo hablaría con él si estoy 100% segura que está sano.
— Bueno, tienes un punto. ¿Quieres saber otra cosa?
— Dime.
— Le vomite a mi primera novia.
— ¡Qué!

Me río y lo escucho atentamente.

— Estaba muy nervioso, y tenía como 10 años, no puedes pedir tanto. La chica siempre se acuerda de mí cuando me ve. Es como: oh, hola, aún recuerdo tu vomito Nate, muy romántico.
— Siempre sabes cómo subirle el animo a una amiga con el corazón roto.
— Por supuesto. Debería ganarme un premio.

Miramos un rato más a las estrellas y luego nos ponemos de pie. Antes de entrar a mi habitación, Nate me empuja y yo tiro de su cabello. Creo que eso no cambiará.

Me lanzo a la cama y sonrío al ver que desde ahí, aún se ven las estrellas. Sonrío tristemente al pensar, que sea donde esté, él también puede estar mirando la misma estrella. Esto se parece a mis sentimientos, sea donde esté, siguen presentes.

No podré olvidar a Adam. No podré.

Ouuu bueno, capítulos dobles debido a que es noche buena :)! Que pasen unas felices fiestas, coman mucho y disfruten con sus seres queridos. Luego nos volveremos a encontrar, un abrazo apretado ❤️😊 :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro