Te invito a seguirme en instagram. 

.・゜゜・

Había pasado una semana desde la última vez que visitea los ikranes. Luego de mis entrenamientos acompañaba a mi hermana a alimentar a Seze sin falta, realmente me había encariñado con el ikran, es juguetona y bastante atrevida. Congeniaba bastante bien con mi hermana, sin dudas, era fácil entender por qué la gran madre había decidido agruparlas.

- ¿Te gustaría volar, hermana?

- Hablas de ¿ahora?, ¿subir contigo a Seze?

- Si bueno... habíamos prometido llevarte en paseo cuando tengamos a nuestros ikranes, y ahora puedo cumplir la promesa, yo creo que esperaste demasiado. Pero si no quieres no hay problema, no te voy a obligar.

- ¿Estás bromando?, ponte el visor ahora Neytiri, nací lista para volar en ikran.

Ney se levantó de inmediato de la rama en la que estábamos sentadas y llamo a Seze, la cual acudió casi de inmediato a su llamado, me acerque de forma lenta y calmada para no asustarla, pero apenas me vio acerco su hocico a mi pecho, provocando que suelte unas ligeras risitas y suba mi mano para acariciar su cabeza.

- Me voy a poner celosa, eso nunca lo hace conmigo, es injusto, soy su jinete.

- No hagas berrinche hermana, Seze es una buena chica, ¿no es así?, ¿Quién es una buena chica? Seze lo es, sí, Seze es una buena chica – lle hablé con la voz más fina que logre hacer para dirigirme al ikran que secomportaba como un gran perro, calva y mucho más colorida.

- Bueno, ya que vas a volar conmigo y pronto vas a ser una Omaticaya, creo que deberías de tener esto.

Vi como de atrás de su espalda saco un pequeño trapito, de color morado hecho una bolita. Lo tomé sin entender bien que era, vi una esquina de la tela y la tire para desenvolver el paquete. En total di cerca de tres vueltas hasta descubrir que guardaba, sorprendida, solté todo el aire que tenía en mis pulmones, tome entre mis manos el visor que se encontraba a su interior, paseé la mirada del regalo a mi hermana y viceversa. Detalle el regalo, era de color café, con un par de huesitos que marcaban el patón de algunas columnas, las cruzaban varias correas de cuero teñidas de colores rojizos, sin duda era realmente hermoso y extrañamente familiar.

- Esto... es hermoso, es realmente hermoso, ¿de dónde lo sacaste? – le pregunte.

- Bueno, era el visor de Sylwanin, y como todavía no tienes tu propio ikran, podrías usar el de ella – me sonrió.

- Muchas gracias, realmente, muchísimas gracias... es realmente sorprendente, gracias, hermana.

Deje la tela que envolvía el visor en una de las correas que cruzaban por mi cintura y acomode el visor sobre mis orejas y encima de mi cabello, una vez que lo sentí cómodo subí la mirada y le sonreí con emoción a mi hermana.

- ¿Qué esperas?, ¡vamos! – solté una risa emocionada.

Ney se dio media vuelta y acomodo la silla sobre Seze, se aseguró que las correas estén bien acomodadas, dándole un poco de carne seca al animal, dio un saltito y se subió sobre su ikran realizando el tsahaylu. Me acerqué un poco mirando como el ikran y a la na'vi que se convirtieron en un solo cuerpo.

Mi hermana me extendió su mano, la tomé y con un poco de impulso me subí atrás de ella en Seze, apenas me estaba acomodando sobre la montura cuando sentí el viento en mi cara y la gravedad despegarme del ikran, sostuve con fuerza la cintura de la na'vi y solté el aire que no me di cuenta de que estaba reteniendo al interior de mis pulmones en una fuerte carcajada.

- Esto es magnífico, Ney – grité.

- Mira a tu izquierda hermana – acate su orden y mire a mi izquierda, buscando cualquier cosa que le haya llamado la atención, pero no encontraba nada hasta que me di cuenta de que dos ikranes nos seguían en cada giro que dábamos, detalle a los jinetes y solté una carcajada cuando me vi quienes eran.

- ¡Tsu'tey, Arvok! – los saludé mientras estiraba mi torso hacia atrás mientras sentía el viento pasar por todo mi cuerpo. 

Poco a poco, los días perdían sentido, ¿Cuál era la realidad y cuál la ficción?, ¿Cuál es mi verdadero cuerpo?

¿Cuál era mi verdadera misión?, Un marine encubierto o convertirme en un guerrero Omaticaya.

¿Cuáles eran mis sentimientos? Porque al ver a Neytiri sonreír, se me olvidaba hasta como disparar.

Hoy tocaban clases de idioma, lo cual era ridículamente difícil, nunca pensé que aprender un nuevo idioma sería tan complicado. Cada palabra me sonaba exactamente igual a la anterior, no sabía si me decía "ojos" "nariz" o "izquierda".

Y aquí estoy, en medio del bosque de un planeta a años luz de la tierra, intentando aprender el idioma de una nativa ridículamente linda.

- Skawng, toma atención.

- Perdón, un solo intento más, te lo prometo, ¡lo voy a lograr!

- Traduce, Seyri.

- Seyri, significa... labio.

- Set "ean".

- Ean, es azul, como tú.

- Presta atención, Kxetse.

- Pierna.

- No, kxetse.

- Kesete – recibí un golpe en la frente de sus cuatro dedos.

- Concéntrate Sully, no seas una pérdida de tiempo.

- Te aseguro que no soy una pérdida de tiempo – le tome su antebrazo para evitar que se aleje – también te puedo enseñar un par de cosas, te aseguro que la pasaras bien – dije mientras acercaba mi rostro al suyo, nos quedamos mirando por un par de segundos, no podía entender bien el gesto en su cara, pero poco me importo cuando tome atención en esa peca cerca de la comisura de su labio, y la necesidad apremiante de pasar mi pulgar por ahí.

- Eh, tenemos que regresar, es tarde – Ney se separó de mi agarre flojo y se paró dándome la espalda. 

Era sorprendente como pasaba el tiempo, faltaba poco para que se cumplan los tres meses al interior del bosque, Jake estaba a un par de días de hacer su Iknimaya, cada día está más cercano a mi hermana, lo que no voy a negar, si me da un poco de celos, pero no puedo evitar que estén juntos. Temo realmente la reacción de Tsu'tey al enterarse de ellos dos, ya suficiente le han arrebatado para tener que pasar por otra perdida más, hace poco logre que rompa su coraza a mi alrededor, para que esta se vuelva a reconstruir.

Las cosas en la base humana siguen más o menos igual, despierto, desayuno, me conecto, entreno, vuelo en ikran, ceno, me desconecto, como, grabo mi bitácora y el día vuelve a comenzar. Lo que si cambio completamente fueron las visitas del fin de semana, antes siempre las hacía mamá, traía suministros y entrenábamos juntas. Pero ahora se turnaban con Trudy para venir, al parecer encontró el amor, en Norm, no nos tomó de improvisto la noticia, ya que continuamente se escapaban al interior de la nave, pero aun así no deja de ser sorprendente la extraña mezcla que hacen juntos.

Las noticias que nos llegaban desde el asentamiento humano no eran demasiadas, el coronel estaba tratando de adelantar "la misión", sea lo que signifique eso, los trabajos en la mina se estaban acelerando, lo que era realmente horrible. La única noticia agradable que nos había llegado fue el nacimiento de Miles, su mamá es amiga de mi mamá y cuando ella no estaba mi familia cuidaba del pequeño.

Pese a que había pasado el día con mamá y no me conecte a mi avatar, estaba terminado de comer mi cena para ingresar a una cabina, hoy se realizaría una ceremonia y vigilia en memoria de los guerreros caídos en batalla contra los humanos. Era un día importante y había pasado toda la semana ayudando a la Tsahik a crear velas y ofrendas.

Cuando desperté toda la aldea estaba en movimiento, habían hecho un altar al lado del gran telar y los restos del Toruk. Vi a las familias de los guerreros sacar algunas pertenencias de sus seres queridos y como los más pequeños pintaban varías hojas de colores para después quemarlas.

Cuando baje por los escalones vi a Tsu'tey en el altar parado y decidí acercarme.

- Oel ngati kamaeie – acompañé el saludo con mi mano.

- Oel ngati kamaeie Kassia, llegas justo a tiempo.

- ¿Ya van a prender la fogata?

- Ya es momento, deberías de acercarte y despedirte – apenas me dirigió la mirada antes de dar media vuelta y caminar a la salida del árbol, para evitar que siga caminado, lo tome del antebrazo.

- ¿No crees que deberías de participar?, acompañar a Ney.

- No me necesita, aparte tengo que ir a ver alguien importante - se soltó de mi agarre y mientras mi mano se soltaba y él seguía caminado roce un cordón musical que tenía atado al antebrazo.

Luego de ese encuentro bastante incómodo me acerque a la fogata, donde el Olo'eykan estaba por iniciar su discurso, a mi derecha estaba Ney, un poco más atrás Jake y llegando a mi lado Arvok, el cual traía dos atokarinas.

- Toma, para que le reces a Eywa – me extendió una, la cual empezó a levitar sobre mi palma derecha.

- Gracias Arvok, no sabía que la necesitaría.

- No son para todos, los que perdimos a un familiar o amigo cercano, tomamos estos minutos para rezar y agradecer a Eywa por permitir que fueron parte de nuestras vidas, y luego generalmente pedimos algo. Yo perdí a varios amigos y tú a Syl, es justo que tengas este momento.

- Oh, Arvok muchas gracias – le puse la mano sobrante sobre su antebrazo, apretándolo ligeramente mientras los ojos se me llenaban de lágrimas, me di cuenta de que también traía un cordón musical atado, pero antes de poder preguntar se empezó con la ceremonia.

Esta fue iniciada por el Olo'eykan, agradeció haber conocido y participado de la vida de todos esos guerreros, agradeció su lucha y entrega, dio verdaderamente un discurso hermoso que conmovió a más de alguno. Luego le siguió la Tsahik, explico la importancia del flujo de energía, como comenzamos nuestras vidas en el vientre de la gran madre y lo terminamos ahí mismo, que los seres que ya no caminan entre nosotros se encuentran al interior de Eywa.

Nos dio el pase para poder hablar con la gran madre, tome entre mis dos manos la atokarina y la acune hasta acercarla a mi frente, cerré los ojos e intente conectarme lo más posible con la espiritualidad. Le agradecí por cada una de las oportunidades que me dio, por entregarme una familia humana y una na'vi, por permitirme formarme como una guerrera y ser parte del pueblo Omaticaya en un futuro, le agradecí por cada una de las personas que forman parte de mi vida, y por aquellas que la formaran. Y, por último, le pido, para que, en tu eterno descanso, le tengas un lugar especial a Sylwanin.

Antes poder seguir rezando, la voz de la Tsahik interrumpió el silencio que se había formado y con lágrimas en los ojos elevo su atokarina, le siguió el Olo'eykan elevando la suya. Y antes de que me diera cuenta ya estaba siendo rodeada por aquellas semillas que seguían el humo de la gran fogata, acerque la mía a mis labios y dándole un delicado beso, la deje ir.

La ceremonia siguió por un rato, se quemaron hojas y se cantó en memoria, repartieron comida y las familias poco a poco se fueron agrupando, cantando los cordones musicales de sus seres queridos. Sin saber muy bien que hacer, tome un poco de la bebida caliente que estaban sirviendo y me senté un tronco, pasaron algunos minutos en donde me dedique a cerrar mis ojos y concentrarme en las distintas canciones que escuchaba.

- ¿Qué haces? – al escuchar la voz a mi costado abrí los ojos y me encontré con Arvok a mi costado.

- Escuchar, nunca había escuchado los cordones – le respondí, mientras dejaba caer mi cabeza en su hombro.

- Es el único recuerdo que nos dejan quienes ya partieron.

- Si... ¿Por qué no estás cantando?

- Ya acompañé a quienes me necesitaban, y años anteriores me quedaba con Ney, ellos no participan.

- ¿Qué? ¿Por qué no cantan?

- No tienen el cordón de Syl – la sorpresa me invadió de golpe, no tenía sentido lo que me dijo, y por esto mismo lo quede mirando – Se lo entregaron a mi hermano, él lo tiene.

- Oh... eso es muy... triste, creo ... Por eso se fue.

- Así es, ahora debe de estar en el árbol de las almas.

El silencio nos envolvió completamente, claramente ninguno de los dos quería seguir hablando de Syl y 'tey, nos dedicamos a escuchar las canciones y como poco a poco los troncos de la gran fogata se iban quemando, volví a recargar mi cabeza en su hombro.

- Me gustaría tener mi propio cordón, así les quedaría algo de mí... 

Hola estrellitas, ¿Cómo están?

Quiero decir que este y los capítulos que vienen son de mis favoritos hasta el momento, me gustaría saber cuales son los suyos, o si aún no tienen un favorito.

Amo escribir la relación de Kassia con Arvok, siento que se entienden y complementan de una forma muy divertida. Y me es aún más entretenido escribir a Jake, me encanta su descaro a la hora de coquetear.

¿Cuáles son sus personajes favoritos?

El cordón musical lo dibuje yo, estoy practicando para cada vez traerles más imagines dibujadas por mí. Y sé que no son las mejores, pero es un intento humilde <3. pdt: el cordón musical es el de Sylwanin. 

Muchas gracias por todos sus comentarios y estrellitas, por esta semana y la que sigue espero tenerles más capítulos, ya que aprobé todos mis exámenes parciales y tengo un poco de descanso antes de los finales.