La hoja que tenían en sus manos, mostraba la biografía de Alexander Fleming, el descubridor de la penicilina de manera accidental al que la página de donde saco la información, mencionó que era unos de los muchos ejemplos de la serendipia en la ciencia. La palabra le resulto extraña y como la curiosidad se hizo presente. Busco la información en Google. Leyendo lo que encontró, fue interrumpido por la llamada de su secretaria.

Su mente reaccionó en ese momento, al recordar la reunión con el que podía ser su nuevo proveedor, así que saco los documentos que tenía ya arreglado. Todo fue investigado, y nadie le iba a meter en problemas como la anterior vez. Su historial crediticio, el cumplimiento con la administración tributaria y sus contingencias penales fueron investigado a fondo.

Una joven entro a la oficina al tocar la puerta al que el pensaba que se trataba de su secretaria. Al verla, ni siquiera la saludo. Y salió a reclamar a la señora que tenía alrededor de cincuenta años. No podía creer que el servicio al que iba a contratar fueran a mandar a su representante y no al gerente. La secretaria al mirarlo le explicó a grandes rasgos sobre la historia de la mujer que había llegado.

El un poco cohibido por sus acciones, regreso a donde dejó a la joven parada. No podía creer que todavía las ideas machistas que tenían los empresarios, le nublaron al punto de creer que una mujer no podría ser una empresaria, sacando conclusiones precipitadas.

Estaba avergonzado, y sabía que una disculpa no iba arreglar su error. Pero mirarla de nuevo hizo que la confianza regresará a su cuerpo.

Mara, así se llamaba por el título que lo tenía grabado en la blusa que traía puesto, saco la pizarra portátil que tenía entre sus brazos y empezó a explicar sobre la empresa que ella dirigía. El leía atentamente lo que escribía y realizaba algunas preguntas sobre algunos conceptos.
La reunión acabo, con las palabras de Arturo, que mencionaba que iba a llamar en caso de aceptarlo. Ella solo esbozo una sonrisa y asintió con la cabeza.

Mirarla a los ojos le ponía un poco nervioso, así que disimulo que leía los documentos, pero se chocó con la hoja que en la noche le iba a entregar a su hermana. Recordando la palabra curiosa que encontró.
Así que lanzó la pregunta. De forma tímida le invito acompañarla hasta la entrada, y una Mara un poco sonrojada acepto la invitación.

Se dice que la serendipia es un hallazgo afortunado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta, y el lo encontró en una joven que no necesito palabras para convencerlo, sino una mirada que irradiaba confianza. 

¿Por qué lo más hermoso que le pasaba podría ser lo mejor y lo peor que le estaba pasando?¿Y si traicionan de nuevo su confianza?