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Porque a veces la magia desaparece

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El autobús se estacionada junto al cordón de la vereda dejando que el joven de cabellos rojizos bajara. Sus botas largas daban pasos tranquilos camino a la *Bibliothèque Nationale de France, Salle Labrouste* donde trabajaba... Él acostumbraba a hacer aquel mismo recorrido por las calles de Paris casi todos los días. Y aquel era un día fresco de otoño, con los colores anaranjados resaltando al pueblo... Una estación del año que quedaba realmente bien con él.

Al llegar, quitó los audífonos de sus orejas dejándolos colgados en su cuello. Entro a aquella hermosa galería que tenia la biblioteca y se dirigió a su lugar. Su compañero de turno se retiró dejándolo con el escritorio y la computadora.
Él dejó junto a sus pies la mochila verde que traía en su hombro izquierdo... Pero no sin antes haber sacado de esta el libro "Madame Bovary" de "Gustave Flaubert", y unos anteojos redondos de marco oscuro; los cuales llevo hasta su rostro y coloco delante de sus ojos ámbar.
Cruzo lentamente sus piernas mientras habría el libro en el capítulo donde había dejado un separador para recordar el punto exacto donde se quedó.
Toda su atención estaba concentrado en trama de la historia... Leía con deseo y con el hambre de saber como acabaría todo. Estaba completamente distraído del mundo real, hasta que escuchó una voz femenina que para él era completamente familiar.

-Adrien...

Lo llamaba aquella muchacha morena a quien le costaba dejar el acento que traía de sus raíces... Y el acento francés se le daba mucho peor, por lo cual hablaba en inglés.

-Lamento venir hasta tu trabajo... Pero no me contestabas los mensajes.

Decía ella ahora que tenia la atención del joven con pecas.

-No te preocupes... ¿Que pasa?

Dijo él, entrecerradando el libro pero dejando el dedo índice dentro de este para no perder la página.
Ella sacó del bolsillo de su pantalón unas llaves y se las entregó al pelirrojo.

-Te olvidaste las llaves sobre la mesa. Yo me voy a prepara todo para el Gym... Así que para que no te quedes afuera, te las dejo.

-Oohh, Shaira...Muchas gracias. Si, tú ve tranquila. Te espero para cenar.

Respondió él mientras recibía lo que su amiga de melena negra le dejaba en sus manos.

-Bueno, te dejo así no te reten.

Agrego ella para luego inclinarse hacia él, y una vez cerca, se dieron un beso en la mejilla como despedida.

Shaira Adebayo... A sus 17 años había viajado desde África hasta Francia para vivir con su tía, Johari Adebayo... Una diseñadora y costurera que vivía en Paris desde hace años.
Ahora ella cumpliría sus 26 años... Y lucia sus bellísimo cuerpo de piel morena, cabellera larga llena de rulos negros, y un par de ojos azules que haría caer al hombre más fuerte con solo verlos por más de quince segundos.
Había trabajado como la modelo de su tía hasta sus 20 años, hasta que se hizo entrenadora de un gimnasio. Pero ahora, su trabajo más grande era el tener que consolar a su amigo del mal de amores que estaba pasando.

En cuanto a él... Adrien Jones; Estaba apunto de cumplir el quinto mes desde había roto su relación con su pareja... Una relación de casi cinco años.
Desde eso, tuvo que ir a vivir con su mejor amiga, Shaira. Ya que la relación que tenia con su familia no era demasiado amistosa.
Aún le costaba mucho olvidar todo el tiempo que pasó junto a él, Belmont Thomas. Si, nuestro joven peligro era un chico a quien le atraían las personas de su mismo género. Había tenido problemas en su juventud debido a su orientación sexual; Hasta que encontró a Belmont... O eso pensó él.

Al caer la tarde... El joven de ojos ámbar salía de la sala de Labrouste para buscar el autobús de las 07 : 30 pm que lo dejaba cerca del departamento. Al llegar a la parada, se paro junto a un poste de luz y se puso los audífonos nuevamente para seguir escuchando las canciones que tenia guardadas... Aunque todas le recordasen a él.
Por fin, había llegado su transporte. Subio, y después de pagar, se sentó en una de las bancas que estaba al final junto a la ventanilla. Su recorrido era pasando muy cerca del río Sena... Así que al estar junto a este, se distrajo por un instante con la *mangata*... Lo que antes le parecía algo realmente hermoso, ahora le resultaba tan común; Había perdido su encanto.
Al llegar a su parada, caminó hasta el departamento y subió hasta el tercer piso. Lo primero que hizo al entrar fue tirar la mochila al sillón y deshacerse de su calzado... Se apoyo contra la puerta mientras daba un leve suspiro de cansancio.
De la habitación de su compañera salía Romeo, un gato angora de pelaje gris que era parte de la familia de Shaira desde hace años. Comenzo a dar maullidos y caricias a la pierna de joven, quien se agachó a rascar su oreja.

-¿Que pasa...? ¿Tienes hambre...?

Se puso de pie nuevamente y dirigió su rumbo al estante donde guardaban el alimento del minino. Tomo un buen poco con su puño y luego le dejo dentro del plato del animal... Quien no tardo ni un segundo en saborear su comida mientras lanzaba fuertes ronroneos.
El muchacho revisó la heladera buscando que podría preparar para la cena de esa noche. En el frigorífico tenían unas patas y alitas de pollo, así que las descongelo en el microondas para hacerlas al horno junto con unas papas y cebollas.
Estaba terminando de cocinar, cuando llegó su compañera... Quien comenzó a hacer ruidos de olfateó con su nariz.

-Mmm, que bien huele.

Decía cerrando la puerta. En su mano derecha traía cargando una bolsa de plástico que le debieron dar en algún supermercado.

-¿Compreste algo para tomar?

Pregunto él mientras sacaba dos platos del cajón para servir la cena.

-Ajá...

Respondio la joven sacando de la bolsa un pack de latas de cerveza y mostrandoselas a su pelirrojo. Tomo dos latas y las puso en la mesita frente al televisor, y las otras cuatro las dejo en el frigorífico.
Ambos se sentaron en el sillon dejando los platos y cubiertos junto a las cervezas y prendieron la tele para ver una película.
Ellos no eran tanto de usar la mesa grande... Y mucho menos por la noche, tal vez por la mañana si. Ya que disfrutaban mucho de las películas y las series, así que normalmente cenaban en el sillon.
Después de comer, Shaira de dirigió al baño para tomar una ducha; Y Adrien, fue a su habitación para acostarse a dormir... O a que la melancolía tocase su ventana para golpear fuertemente en su cerebro... Lamentablemente, así fue.
Los recuerdos torturaron su mente durante unas horas, provocándole un llanto de tristeza absoluta.
Durante el día, él trataba de ser el joven que antes había sido... Pero por la noche, volvía a ser suyo; Y era tan idiota como para volver arrastrándose a sus recuerdos y a su dolor.

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*Bibliothèque Nationale de France: "Biblioteca Nacional de Francia"... Es la biblioteca más importante de Francia y una de las mas antiguas del mundo, esta situada principalmente en París.

*Salle Labrouste: "Sala de Labrouste" Nombre de la biblioteca nacional de Francia .

*Mangata: Camino de luz que deja la luna al reflejarse en el agua.