Capítulo 24: Alivio y miedo.
The archer- Taylor Swift
Eidan
Los ladridos de Yeon son lo primero que escucho al abrir los ojos, volteo hacia dónde está y lo encuentro en la puerta, está ladrando pero no se a que le ladra.
—Vas a despertar a todos —le digo y voltea a verme brevemente antes de darle una última mirada a la puerta para gruñir y acercarse hacia donde estoy.
Mi cabeza duele, me ha estado doliendo en las últimas horas, no dormí mucho en el avión, tampoco pude conciliar el sueño rápidamente y mi cuerpo se siente como si un tractor me hubiera pasado por encima.
Sin olvidar que me quedé dormido en un mueble en vez de dormir en la cama que hay en el medio de la habitación. Acaricio la cabeza de Yeon antes de irme hacia el baño para luego salir de la habitación. No tengo idea de que hora es o si los demás ya se despertaron.
Tampoco sé dónde está Min.
El hombre mayor y robusto que nos recibió en el aeropuerto está dándome la espalda mientras cocina, huele delicioso y antes de que pueda decir algo, el ladrido del Yeon hacia un enorme perro que no había visto ayer aparece frente a nosotros.
Es un golden retriever mezclado con otra raza, su pelaje es marrón y parece curioso sobre Yeon, quién se mueve y ladra por doquier.
—¡Ah, buenos días, bello durmiente! Min me dijo que te dejará dormir pero creí que estabas muerto, son casi las cuatro de la tarde y seguías dormido.
Frunzo el ceño.
—¿Cuánto he dormido?
—Casi diez horas corridas.
—Pero si me costó dormirme.
Se encoge de hombros.
—Y cuando lo hiciste pasaste de largo, Min fue a buscarte está mañana y estabas rendido.
Definitivamente no tengo idea nada sobre las horas o el tiempo que ha transcurrido desde que me fui de Estados Unidos para venir a Australia. El hombre delante de mí me invita a sentarme para comer algo, porque según él estoy hecho mierda.
Este hombre no tiene pelos en la lengua. Y me sorprende cuando habla en ruso, dándole una orden al perro y lo único que puedo entender es que el nombre del perro es Luk.
—Ya es un perro viejo como yo y aún así, es igual de curioso que un niño chiquito.
—Y entiende ruso —añado.
—También inglés. Mis nietos le hablan en inglés, yo soy el único que le habla en ruso.
La pasta con albóndigas que me sirve para que coma está deliciosa, es realmente buena y más cuando le añade queso y me sirve una copa de vino, según él para que me relaje porque estoy tenso.
Como en silencio mientras que él hombre habla sobre cosas en general, como el calor en Australia está empeorando cada vez más y como le gustaría viajan a Rusia a visitar a viejos amigos, pero no sabe si su novia quiera ir, ya que ella no le gusta los aviones.
Cuando acabo de comer escucho voces y pasos provenientes de afuera, cuando volteo observo a Min entrar en la casa con dos personas, un hombre que y una mujer.
—Ya era hora que te despertarás —dice Min.
—Lo hubieras hecho tú.
No dice nada y solo me sonríe. La mujer a su lado carraspea, llamando mi atención. Su cabello es como ver el color de una zanahoria y lo tiene corto, mientras que sus ojos son como el océano.
—Hola, espero que el viaje haya sido de tu agrado y que mi abuelo no te haya asustado diciendo algo malo —dice la mujer frente a mí y luego extiende su mano en mi dirección—. Soy Hailee Belova.
También me presenta a su prometido, Axellen. Ambos son periodistas reconocidos y son quienes van a hacerme la entrevista.
—Fui el mejor anfitrión que ha tenido en su vida el muchacho. Hasta lo hice sonreír —dice con orgullo el hombre.
—Ya era hora que quitaras la cara de asesino serial, Lukyan —bromea Axellen.
—Cuidado muchacho, soy viejo pero aun se pueden patear traseros —responde Lukyan en tono de broma.
Las siguientes horas Hailee y Axellen me cuentan sobre ellos y cómo han preparado la entrevista, también me pregunta qué cosas quiero tocar y de las cuales no quiero hablar, de esa manera ellos pueden hacer una lista de preguntas.
—¿Quieres mencionar a Saori? —inquiere Axellen y niego con la cabeza.
—No quiero que la acosen o busquen para sacar alguna información. Ella ya ha tenido demasiado.
Veo a Hailee sonreír.
—¿Es tu novia?
—Sí.
—Entonces es una chica afortunada. Que bonita la manera en la cual quieres protegerla.
—Ella se lo merece.
La mirada que comparten la pareja sentada frente a mí es íntima y es como si se pudieran comunicar el uno con el otro con solo verse. Por el rabillo del ojo veo a Min hablando en el patio con Lukyan, ambos tienen la cara seria y parecen rígidos.
Y cuando Min se da cuenta que lo estoy viendo, fuerza una sonrisa en mi dirección. Y esa mala mueca me hace preguntar: ¿Qué está ocurriendo que no sé?
Estoy sudando.
Mis manos lo están haciendo y mi corazón se siente como una bomba dentro de mi pecho que va a estallar. Hay luces a mi alrededor, también varias cámaras desde distintos ángulos.
Una estilista me cortó el cabello, lo crecido de mi barba e hizo que el hombre miserable que miraba en el espejo desaparezca para mostrar al hombre seguro que no tiene miedo, aunque es solo una fachada.
—Tranquilo —dice Min—. Nada malo va a pasar. Es solo una entrevista.
—¿Y si con esto hago que empeore?
Mi hermano, mi mejor amigo de toda la vida y un pilar fundamental en mi vida sonríe amplio. Dejando ver sus pequeños dientes.
—Vamos, Eidan. Aunque empeore eso no va a evitar que digamos hacia adelante.
Cuando el hombre que está dirigiendo todo dice que ya vamos a comenzar, Min se aleja hacia una esquina, no sin antes susurrar que yo puedo. Mi corazón se detiene por una milésima vez cuando empezamos a grabar.
El entorno en el que estoy es acogedor, Axellen y Hailee dijeron que era mejor hacerlo en la sala de la casa, para que me sienta más cómodo que en un estudio, Yeon está en las piernas de abuelo Lukyan, quién lo acaricia y juega con él, mientras que el otro perro está acostado a los pies del hombre.
—¿Eidan? —mencionan mi nombre.
Parpadeo rápido para poder enfocar mi mirada en las dos personas delante de mí, Hailee y Axellen me miran con calma, y doy un suspiro antes de responder:
—Lo siento. ¿Me pueden repetir la pregunta?
Hailee sonríe.
—Seguro. Aunque más que una pregunta queríamos que te presentará, podrías decir tu nombre.
—Soy Eidan Fisller. Actualmente conocido como el pintor fantasma, Vicent Vang.
La entrevista empieza con calma, algunas preguntas sobre mi otras sobre lo ocurrido. Me siento vulnerable cuando tengo que hablar de mi historia, de mi pasado y más cuando tengo que defenderme y defender a las personas que aún siguen habitando en mi corazón.
Mis emociones van como una montaña rusa, hay tristeza, melancolía, felicidad y enojo. Cada emoción puede verse en mi rostro, como vienen y van sin ninguna prisa y también me sorprende como Axellen y Hailee intenta aminorar todo, como intentan mantener la calma y lucir profesionales, aún cuando mi voz se rompe al hablar de la muerte de mi hija, de lo devastado que quede y como me he tenido que ir recuperando.
No doy detalles. Solo doy respuestas concretas sin entrar a fondo en mi vida, no quiero estar más expuesto de lo que ya estoy o recibir más mensajes de los que ya he recibido en mi vida.
Cuando acaban con las preguntas referente a mi pasado, se enfocan en mi presente y planes del futuro.
—Siempre he querido abrir una galería —digo cuando me preguntan sobre mis próximas metas—. Es algo que en algún momento se vio opacado por el dolor y ya es momento de cambiar ese recuerdo.
—¿Tienes alguna fecha, temas o algo? —inquiere Axellen.
—Más o menos. No es algo claro pero sí sé que quiero hacerlo. Ya lo tenía pensado antes de que todo esto ocurriera, saldría al mundo a mostrar mi cara sin sentirme forzado, sin embargo, las cosas no sé dieron como quería.
—Lo bueno es que después de todo lo malo siempre llega algo bueno —añade Hailee—. Ya sean cosas materiales o personas que nos motivan a querer más y hacer más para el mundo.
—Exacto, en medio de tanta tormenta siempre hay algo de paz. Solo hay que buscarla y adaptarnos a la situación —añade Axellen—. Así como los animales después de los dinosaurios se tuvieron que adaptar.
Hailee se echa a reír.
—Eso sería algo que diría mi hermano —murmura hacia Axellen dándole un codazo suave y luego voltea a verme—. Mi hermano, Henry, ama la antropología y todo lo que tenga que ver con animales antiguosya extintos.
Le sonrío y asiento.
—Es un buen ejemplo, los animales siempre se han adaptado a distintas condiciones, ya sean climáticas o ambientales, siempre luchando por la supervivencia —digo, recordando al pingüino que estaba en el acuario dónde lleve a Saori, ese pequeño animalito lucía con muchas ganas de vivir aunque sus plumas estuvieran destrozadas—. Tal vez deberíamos tomar ese ejemplo.
—Sería bueno —concuerda Axellen—. Y teniendo eso en mente, queremos agradecerte Eidan, por darnos la oportunidad de llevar tu historia y sobre todo, por tenernos la confianza para compartirla, debe ser difícil hablar sobre algo que duele y sobre todo ante desconocidos a los cuales no les debes ninguna explicación y aclaración.
—Ha sido muy valiente de tu parte estar ahí sentado e intentar que las personas te vieran por lo que eres, un ser humano que siente y es capaz de leer todo lo que publican, rumoran y cómo eso puede afectar —añade Hailee—. Aunque no todos somos así de inconscientes, aún hay mucha gente que solo quiere generar más y más morbo.
Les sonrío.
—Gracias a ustedes por escuchar y por darme un espacio pequeño para alzar mi voz y poder contar mi historia. Como dije anteriormente, ya estaba planeando volver al mundo del arte por mi cuenta y sin ninguna presión, sin embargo, no fue posible y aún así, pronto las personas tendrán un poco más de mí, pero está vez, viniendo desde mí y no de terceros.
Ambos comienzan a despedirse del en vivo, me mantengo neutral, mostrandome calmado y cuando la cámara es apagada dejo salir un suspiro tembloroso y dejo de estar sentado recto, sintiendo como todo el aire que había retenido dentro de mis pulmones se escapa de mi cuerpo.
Siento un apretón en mi hombro y al alzar la mirada veo a Lukyan, regalándome una enorme sonrisa.
—Bien hecho, bello durmiente. Hiciste un buen trabajo.
Le devuelvo la sonrisa.
—Gracias, señor Lukyan.
Escucho como Axellen y Hailee le dicen a todo que buen trabajo, antes de empezar a recoger todos los materiales, me siento aliviado, mejor de lo que me sentía está mañana, Hailee se acerca a decirme que muchas personas estuvieron viendo el en vivo y que había demasiado comentarios buenos, también que somo trending en twitter y que la perspectiva que tenían las personas está cambiando.
Y eso me llena de calma el corazón.
Las siguientes horas cenamos todos juntos, bebiendo algo de vino y comentando sobre la entrevista, Hailee me cuenta un poco de su historia con Axellen y como luego de años volvieron a encontrarse, también sobre sus hermanos, quienes están en Estados Unidos por vacaciones y sobre su hermano Sam, quién es un abogado que salió de viaje.
Y mientras estoy sentado en la silla, comiendo, bebiendo y sintiéndome relajado, mi mente sigue buscando a Ramé, ya han pasado dos días aproximadamente desde que me fui, tal vez casi tres y quiero y necesito verla y explicarle todo. Y pedirle perdón por haberme ido tan rápido, por no estar en contacto con ella.
Mis ojos buscan a Min, dando con él sentado afuera de la casa con su teléfono, camino hacia él, y no se da cuenta que estoy a su lado hasta que me siento y pongo una mano en su hombro. Sus ojos suben hacia los míos y le sonrío.
—Todo va a estar bien —le digo, porque luce preocupado, asustado, enojado. Luce tan vulnerable que me duele verlo así de frágil.
—Hay muchas cosas pasando al mismo tiempo, tan rápido que parece que todo es una mentira.
—¿Qué está ocurriendo? —inquiero con cautela.
Niega con la cabeza y deja salir un suspiro tembloroso.
—No te dije nada porque ya está fuera de peligro, pero aún así quería que estuvieras concentrado en solucionar esto primero antes de ir a lo siguiente.
—Min —murmuro con la boca seca.
Me pasa mi teléfono, el que no tengo desde hace días. Hay muchos mensajes, demasiados, y entre todos busco es el chat de Saori, me ha mandado muchos mensajes, me ha dicho que Jem está en el hospital, y siento pánico, cuando volteo a Min me dice que termine de leer los mensajes, luego hay otro más abajo diciendo que Jem está sano y salvo, también que me extraña.
—Llamé a Calvin —dice Min—. Atacaron a Jem en una fiesta, han ocurrido algunos problemas y...está estable, recuperándose y también nos estamos encargando de la persona que lo atacó, ya está bajo arresto.
—¿Nos estamos encargando?
Min se ríe y bufa al mismo tiempo.
—El mundo es muy pequeño cuando conoces a muchas personas —dice con cuidado y niega con la cabeza—. Alice, la hermana de Hailee fue quién encontró y salvó a Jem de morir desangrado, y Sam, su hermano mayor está ya con ellos, llevando todo.
Volteo hacia Hailee, quién se está riendo a carcajadas con los demás.
—Ella no lo sabe —murmuro.
—No, pero el abuelo sí. Los niños están fuera de cualquier peligro y Sam no quiere asustarla.
—Tenemos que irnos, ya —digo, levantándome y colocándome frente a él—. Nos necesitan allí.
Asiente con la cabeza y mientras se aleja para entrar a la casa, el teléfono dentro de mis manos suena, un mensaje lleno de imágenes de mis cuadros hechos pedazos y mi estudio destrozado es lo primero que veo, posteriormente, hay una fotografía de Saori, está en el hospital y luce cansada y debajo de está fotografía, hay un mensaje corto que me llena de miedo.
Y ella será mi último acto de destrucción.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro