Sonrisa asesina
Como parecia ser ya una tradición era la única despierta esa noche, había sentido añoranza por su hogar y recordaba los días horneando con su madre en fechas especiales con cariño pues no siempre tenían oportunidades hacerlo debido al trabajo de sus padres.
Solía cocinar con su madre al ritmo de la música que sonara en la radio cuando era pequeña mientras reían, cantaban y bailaban y ese día se sentía tan nostálgica por su familia que había asaltado los ingredientes de Satou y había comenzado a preparar algo dulce y delicioso en la soledad de la cocina mientras el resto de sus compañeros dormían.
Había colocado algo de música a bajo volumen y bailaba y cantaba mientras preparaba los ingredientes, mezclaba y batía todo alegremente disfrutando de la experiencia de cocinar algo que tantas veces su madre le preparó de niña esta vez por si misma y dejo que el proceso continuara alegremente hasta que casi sin darse cuenta estaba decorando emocionada un Cheesecake ligeramente desigual con crema batida.
—Eso huele delicioso Uraraka
Ochako saltó un poco mientras colocaba la crema sobre el cheesecake y al darse vuelta se había encontrado con su compañero Todoroki algo somnoliento de pie en la cocina bostezando discretamente.
Su cabello estaba alborotado y salvaje como rara vez ocurría pues incluso en batalla su cabello solía lucir brillante y perfecto, no es que ella se la pasara mirándolo claro, pero era una chica y sentía cierta inclinación a mirar chicos guapos.
Y Todoroki era guapísimo, incluso con sus ojos algo hinchados y su ropa arrugada que delataban que hasta hacía unos minutos el estaba durmiendo estaba adorablemente atractivo.
—Sientate Todoroki-Kun, acompáñame a tomar un poco de té con una rebanada de cheesecake.
El chico asintió débilmente y se sentó en la barra de la cocina mirando atentamente a su compañera bailar un poco sacudiendo las caderas al ritmo de la música. Ella tenia algo de crema en el cabello y las mejillas muy rojas por el calor de la cocina pero su sonrisa era tan brillante que no podía evitar sentir algo de esa alegría contagiarse y sus propios labios hicieron una muy pequeña sonrisa que ella se perdió al estar de espaldas a él.
Shouto siempre había pensado que Uraraka tenía una sonrisa tan alegre como su personalidad al mismo tiempo que conservaba un aire infantil pese a ser una chica increíblemente fuerte. Era inteligente y siempre encontraba maneras creativas de usar su don para ayudarse en batalla.
Aún sonriente Uraraka colocó frente a el una rebanada de cheesecake y una humeante taza de té. Era un dia muy frío y esa noche la cocina estaba agradablemente cálida, Todoroki no tenía muchos recuerdos de momentos tan agradablemente hogareños y se sintió ligeramente triste.
Pero al mismo tiempo era algo emocionante, vivir los placeres pequeños de la vida como una taza de té caliente en un día frío y comer algo dulce con una buena amiga.
—Gracias Uraraka, se ve delicioso.
Ochako soltó una risita y se sonrojo, de alguna manera comenzaba a entender las sutiles diferencias en la aparentemente monocorde voz del chico, la amabilidad de la que el era capaz era bastante obvia para ella en esos momentos y quizá no pudiera usar una amplia sonrisa como all Might o la tímida e inocente que esbozaba Deku para calmar a los ciudadanos pero había algo en la tranquilidad que Todoroki Shouto irradiaba que te hacía sentir cómodo y seguro.
Tomo un bocado y sonrío ante los recuerdos, su mamá, su papá y ella comiendo juntos y felices. Las risas, los chistes malos de su padre, la sonrisa dulce de su madre. Todo volvió a ella en un solo bocado y sonrió aún más.
Estaba dispuesta a tomar otro bocado cuando la vista frente a ella la dejó paralizada de impresión.
Jamás, de verdad jamás había soñado con presenciar algo así. Por un momento al ver esa imagen frente a ella su respiración se detuvo, sus ojos se abrieron y algo extraño le ocurrió a su corazón, sus latidos se detuvieron de golpe solo para volver de una manera alarmantemente rápida unos segundos despues.
Su tenedor estaba congelado a medio camino de su boca, su cheesecake olvidado por completo mientras veía a Todoroki Shouto llevarse un trocito de cheesecake a los labios, masticarlo con los ojos cerrados y sonreir.
Una sonrisa completamente espontánea que la dejo congelada. Sus ya sonrojadas mejillas ardieron al darse cuenta que jamás había visto a su compañero sonreír así, una sonrisa amplia que mostraba unos bonitos dientes blancos, que curbaba sus labios y lograba que sus ojos brillaran de alegría pura y era francamente la sonrisa más bonita que había visto nunca.
Sacudió su cabeza insistentemente para despejarse y se llevó su propio postre a la boca, era delicioso pero estaba tan atrapada en esa sonrisa que fue incapaz de contener sus palabras que escaparon en medio de un suspiro aturdido.
—Ojalá sonrieras más Todoroki-Kun
Todoroki la miro interrogante antes de que su sonrisa disminuyera al recordar las palabras de Mt. Lady y borrar su sonrisa de inmediato.
—No me gustaría provocar muertes Uraraka, especialmente no la tuya.
El sonrojo de Ochako se incrementó tanto que estaba segura que comenzaría a salirle vapor por las orejas en cualquier instante. Quizá vivía en un dormitorio mixto y estaba en contacto constante con sus compañeros pero aún no era inmune a palabras como esas dichas por un chico tan guapo.
—Eso fue solo una expresión, ella se refería a que si sonríes las chicas lo amaran.
Claro que era adorable verlo ser tan inocente pero seria una pena privar al mundo de esa sonrisa.
—¿Por que?
Y Ochako sonrió ante la imagen de sus ojos confundidos y su seño fruncido. Su cabello alborotado y esa aura adormilada eran algo que estaba segura que pocos habían podido ver.
—A las chicas nos gusta ver chicos guapos sonreir Todoroki-Kun
Todoroki frunció un poco más el seño ante la risita de Uraraka, con la cicatriz en su rostro él nunca se consideró a sí mismo como alguien atractivo para las chicas, ni tampoco había estado interesado en nada más que dominar sus habilidades.
—Yo no creo serlo Uraraka
Uraraka frunció el ceño en un pequeño puchero de confusión. Es decir era obvio para ella cuanta atención femenina, y alguna masculina, atraía su compañero pero el no era un chico dado a las mentiras.
—Tu modestia es adorable... pero lo eres. Y mucho según las chicas de la academia. Creo que debes notar como te miran.
Pero la cara de incredulidad de Todoroki le dejó muy claro que el no lo había notado. No había ni un poco de falsedad en su rostro.
—Mi cicatriz no es precisamente pequeña. Cuando alguien me mira simplemente pienso que están mirándola.
Quizá eso era verdad pero al mismo tiempo las chicas veían esa cicatriz como parte del misterio que resultaba Todoroki al ser tan serio todo el tiempo, Uraraka al principio lo creyó alguien frío y distante pero al conocerlo realmente se dio cuanta cuán cálido podía ser y cuán profundamente ocultaba sus heridas para que el mundo solo viera la ira y el rencor.
—Eres muy atractivo y no deberías ocultar tu sonrisa.
El era un chico de mentalidad inocente en muchos aspectos pero eso lo hacía ser especialmente adorable y Uraraka sentía un pequeño impulso de cuidar de él y alegrarlo un poco.
—No suelo tener muchos motivos para sonreír... pero puedo intentarlo. Gracias Uraraka.
Comiendo el último trozo de su pastel Todoroki sonrio y Uraraka se sonrojo sonriendo en respuesta con alegría.
—De nada, Todoroki-kun.
Ambos continuaron sentados allí bebiendo su té en un cómodo silencio mientras meditaban por que sentían ese deseo de volver a ver la sonrisa del otro y en el caso de Uraraka planeando cocinar algo de soba la próxima vez.
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