Tus manos son tan diminutas. Tus dedos pequeños y pálidos.

El fotógrafo te lleva a un costado y te da indicaciones para la sesión fotográfica que se está llevando a cabo. Estoy en el otro extremo de la habitación y no puedo despegar mis ojos de ti. Estoy en uno de esos días donde no me importa ser obvio. No puedo dejar de mirarte. Me atraes de una manera francamente ridícula.

Vuelves a posicionarte al centro de la sala delante del telón negro y llevas tus manos hacia el cielo, con tu cabeza inclinada hacia atrás y a un costado mirando al lente de la cámara de manera sensual y desafiante.

Tus ojos llevan maquillaje oscuro, lo que los hace resaltar, tus pómulos sonrosados y tus labios regordetes con un toque de brillo en ellos. ¿Puedes ser más hermoso? En serio, eres mitad etéreo, mitad ensueño.

El resto del equipo ya ha cumplido con su parte. Se dividen a lo largo de la estancia entre comer y juguetearse entre ellos como es común en los escasos tiempos libres. Solo quedo yo. El disparador de la cámara suena uno tras otro, lo que me hace ansiar haber traído mi cámara y tener un par de imágenes nuevas conmigo. Eres mi musa por excelencia. Creo que no hay pose en la que no te haya capturado y aun así nunca parecen ser suficientes.

—Es tu turno, Jungkookie —mencionas al llegar a mi lado. Tu mano aprieta gentil mi antebrazo y jalas de un hilo suelto de la camisa blanca que llevo. Son gestos tan descuidados y hacen a mi respiración saltarse un paso.

Poder posar ante una cámara con la conciencia de que seré visto no solo por quien la maneja, sino por miles de personas cuando el material sea lanzado a las fans, es una de esas obras que se llevaron a cabo gracias a cada uno de los chicos de la banda, gracias a ti, Jimin. De no ser por su apoyo, por su respaldo, no estaría aquí. Me desentiendo de la sesión, poso y hago cada gesto pedido. Me enfoco en ti en su lugar, te busco con la mirada cuando desapareces por la puerta y respiro tranquilo cuando vuelves con una manzana en tu mano mordiéndola sin prisas.

¿Mis ojos de enamorado se podrán reflejar en una imagen si es que me capturan cuando estoy mirándote?

Entiendo el enamoramiento cuando pienso en ti. El cumulo de emociones que me bañan, que roen mis entrañas para achinar mi piel. Es tan potente. Tan atemorizante.

Si se tratase de otra persona por la cual siento todo esto, podría comentarlo contigo. Podría hacerte mi confidente de una sensación tan maravillosa como lo es la mezcla de pasión, ternura y deseo que han despertado desde lo más profundo de mi ser.

Como es todo por ti, solo lo guardo. Trago el nudo en mi garganta y te sigo al vehículo que nos llevará de vuelta a casa ahora que todo a acabado. Es tarde, casi de noche. Tomo asiento junto a ti y me recargo sobre tu hombro fingiendo dormir. Nadie sospechará nada. En especial no tú. Inhalo tu aroma y cierro mis ojos. En algún momento, siento tus manos en el cabello corto de mi nuca y sonrío en la oscuridad.