Capítulo 8: Me canse de rogarle.
Notas: Bueno se supone que debería actualizar "desde las profundidades" pero este jodido Higuel ha consumido mi vida no puedo pensar en Jaylos así... soy una vergüenza, así que les traigo otro capítulo por dos razones:
1: No tengo nada que publicar.
2: pero más importante hay nuevo video de Gorillaz, dios y 2D es tan adorable que lo amo, me encanta "Humility" hace tanto que no había una canción donde el tudi cantara tanto TT-TT estoy llorando de alegría.
Bueno los dejo con el capitulo y recuerden el titulo es el nombre de la canción usada.
Capítulo 8: Me canse de rogarle.
- ¿así que puedes creerlo Dave esta gran oferta de pez mantequilla y el camino de regreso a casa casi lo arruina, si ellos salvaron mi vida pero el pescado, Hiro era más pequeño necesitaba su omega 3, la nutrición es importante para los niños en desarrollo – agito su jarra de café mientras platicaba con su acostumbrado cliente, el hombre solo asintió sonriente realmente interesado por todo lo que decía esta mujer – no digo que no estoy agradecida, si estoy viva pero en el momento estaba furiosa, todo mi bello pescado arruinado – suspiro.
- Te entiendo totalmente- asintió el hombre levantado su taza de café- también estaría furioso si – más fue interrumpido por unos gritos a unos pasos de ellos.
- Hiro necesitamos hablar – insistió Miguel tomando a él joven de la mano pero este apretó la mano en un puño y lo golpeó en la cara logrando que lo saltara.
- No vuelvas a tocarme – le gruño totalmente furioso – no te me acerques, no me hables – apretó los dientes con una mirada asesina en su rostro – ¡solo desaparece! – grito saliendo de ahí con su mochila al hombro negándose a despedirse de su tía.
Miguel suspiro cansado por la actitud del joven, desde el "incidente" como decidió llamarlo el, Hiro no quería hablarle, luego de ver a su hermano o mejor dicho el fantasma de su hermano desaparecer en la nada entre llamas y alaridos Hiro estaba furioso, se levantó donde tenía a su tía y le dio un puñetazo en la cara sacudiéndole con fuerza simplemente preguntando ¿por qué?, Miguel lo había dejado, se dejó manipular como una muñeca, que Hiro lanzara todo su dolor y odio en ese momento porque obviamente no era fácil y cuando los "¿porque?" se hicieron insistentes el solo respondió "porque es mi trabajo", sin remordimiento, sin duda, sin emoción alguna, eso solo hizo enojar más a Hiro quien llorando le grito cosas hirientes, porque a causa de el perdió a su hermano por segunda vez.
Tía Cass despertó un poco después un pequeño chichón en la cabeza fue toda su herida y asustada noto el destrozo en su tienda, también vio a Baymax quien le había atacado sin su apariencia blanca inanimado en el suelo, Miguel corrió entonces a ayudarle mientras Hiro intentaba controlarse, mientras miraba sollozante las cenizas de la gorra de su hermano.
Le mintieron, Hiro termino hablando sobre una falla en el procesador nuevo instalado en Baymax de como creyó que podría mejorarle y bueno no salió bien, ya había pasado antes por lo que su tía le creyó, ambos fueron regañados y en silencio uno muy incómodo levantaron el lugar, pero Hiro no miro a Miguel ni le hablo, al final de la noche cuando todo estuvo listo, Miguel simplemente se fue sin más, lo dejo por que Hiro estaba dolido y entendía su sentir, pero cuando al día siguiente no quería escucharle, cuando seguía culpándolo, Miguel no pudo más, ¿acaso no comprendía que lo hizo todo por el?, ya no sabía cómo hacerle entender que solo intentaba salvarle, que jamás quiso verle sufrir, ahora todo u progreso el largo camino que lo había llevado hasta aquí fue destruido por un simple instante.
Miguel salvo a Hiro pero tal vez lo perdió para siempre.
Esa noche Hiro encontró el chip de Baymax, aquel pequeño rectángulo verde que había encontrado la noche que descubrió el fantasma de su hermano, se sintió egoísta de ignorarlo y no preocuparse por su amigo robótico, pero tener de vuelta a Tadashi había sido tana brumador que nadie podía culparlo, ahora sin embargo dándose cuenta de lo irresponsable que fue introdujo el chip en su computadora y suplico por que todo estuviera bien, cuando el rostro inexpresivo de baymax lleno la pantalla con un saludo se relajó, al menos un poco, al menos aún tenía algo, lástima que no pudiera decir lo mismo de Miguel.
- ¿Miguel? – pregunto la mujer saliendo detrás de la barra y acerándose a su empleado - ¿está todo bien? – pregunto dudosa ella sabía que algo había pasado desde ayer entre ellos pues Hiro apenas si le hablaba a Miguel pero esto fue el colmo, su sobrino simplemente exploto, nunca lo había visto tan enfadado.
- No – murmuro el limpiándose la sangre que salía de su nariz – nada está bien – dijo pero no se giró a mirarla en su lugar miraba a la puerta, donde Hiro había salido huyendo.
- ¿disculpa? – porque ahora si no entendía y estaba muy preocupada.
- Yo iré a lavar los platos – se excusó pasándola de largo y entrando a la cocina, la mujer suspiro miro a la clientela sonrió con vergüenza y siguió a Miguel adentro – Bien jovencito quiero saber que pasa y quiero saberlo ahora – dijo ella quitándole la manguera donde lavaba los trastes para hablar - ¿Miguel? – insistió a ver que el joven no quería decir nada - ¿Hiro te hizo algo? – Miguel negó la cabeza entonces y la mujer sintió un frio de horror recorrerle – dime que no le hiciste nada a mi sobrino porque si lo tocaste juro que voy a matarte – y ahora la mujer lucia mucho más aterradora que Hiro hace unos minutos – es un niño tu idiota tiene 16, maldito – y ella le lanzo un golpe con la manguera que Miguel atrapo sin esfuerzo sosteniéndole así la mano – te juro que si le hiciste algo – gruño ella asustada por la poca reacción de Miguel y por qué el chico realmente era más alto y fuerte que ella.
- Jamás dañaría a Hiro – respondió con suavidad soltándola lentamente – nunca lo tocaría físicamente, sé que es un niño – suspiro apretando las manos en puños y recargándose contra el fregadero – él es importante y sé que está mal pero – jadeo pasando una mano por sus cabellos con desesperación – queme la gorra de Tadashi – confeso en su lugar no quería admitir más sobre sus sentimientos pecaminosos – fue un accidente – mintió por que no era como si fuera a decirle que era necesario para protegerlos de Tadashi – pero ahora está tan furioso que no quiere ni verme – levanto la mirada con tristeza – no sé qué hacer para que me perdone – la mujer supero entonces, soltó la manguera del agua y miro con cariño a este joven, si acababa de confesar que al parecer sentía algo por su sobrino, su sobrino menor de edad pero obviamente lucia en conflicto por ello, además el Miguel que conocía era un buen chico y realmente Hiro le dijo que su identificación era falsa así que posiblemente Miguel no tenía 20 años y aun que no sabía por qué mentir en esto también había visto la forma en que Miguel miraba a Hiro, tal dulcemente, tan tierno, justo como su hermano miraba a su esposa, con amor deslumbrante.
- Ya vendrá – ánimo la mujer – destruiste la gorra de su hermano pero él no estará enojado mucho tiempo – suspiro ella tocando su ante brazo para qué el joven levantara la mirada a ella esperanzado – Hiro explota fácilmente y está furioso pero se lo superara, cuando Tadashi murió – empezó a relatar ella – no dejo que tocara ninguna de sus cosas, aun ahora es el quien cambia y limpia su habitación para que nadie más toque las preciadas cosas de su hermano, una vez moví la moto de Tadashi en la cochera y dejo de hablarme por una semana porque pensó que la había usado – palmeo su brazo con suavidad – le agradas a Hiro, Miguel mucho – suspiro como no queriendo admitir algo – más de lo que pudiera hacerme sentir cómoda, así que el vendrá alrededor.
- Gracias – respondió Miguel, realmente agradecido por sentir un poco de confort en este momento – yo...
- Está bien Miguel – sonrió ella – ahora lava esos platos y evitemos los dramas como el de hace un momento – le recordó.
- Si señora – Miguel levanto su mano exageradamente en un saludo general con una sonrisa para empezar a lavar.
- Y Miguel – llamo ella deteniéndole – Hiro aún tiene 16 años y por mucho que me agrades si descubro que algo más sucede la prisión será el último de tus preocupaciones - amenazo con una sonrisa que realmente lo aterro - ¿entendiste? – Miguel solo asintió tragando duro por qué carajo esta mujer le dio más miedo que su mamá Imelda – al menos espera a que cumpla 18 – y con esto se fue dejándolo en la cocina.
Si esperar a los 18 ese era un gran consejo, si estuviera buscando como meterse en sus pantalones, lo cual no era, no, no lo era, no importa cuando parecía, Miguel solo quería que Hiro le volviera hablar, solo quería a su amigo de vuelta, Miguel Rivera no quería sentirse solo, no otra vez.
***********************
- Detesto el Halloween – gruño Miguel esa tarde limpiando la mesa.
- Amigo vamos es el mejor día del año – grito Fred levantando su batido.
- ¿Qué hay de navidad? – pregunto Wasabi – con una ceja levantada.
- Es bueno si pero este año puedo andar disfrazado todo el día – y diciendo esto levantándose de la mesa se sacó la ropa donde mágicamente, algo que aún no comprendía Miguel como lo hacía, ni los demás de hecho apareció con su viejo traje de superhéroe si ese de dinosaurio, nada parecido al nuevo de más tecnología y portátil.
- Aun no entiendo como haces eso – murmuro Miguel – hace una semana te vi disfrazado de langosta bailarina – todos asintieron ante esto.
- Bueno si pero en Halloween es mejor – murmuro cruzado de brazos, los demás solo suspiraron ante la actitud infantil de Fred.
- ¿Cuál será tu disfraz Miguel? – pegunto entonces Honey curiosa.
- Como dije no me gusta Halloween así que no habrá disfraz – negó con la cabeza.
- ¿Por qué tanto odio al Halloween? – pregunto Gogo estallando su chicle rosa - un payaso te asusto mientras pedias dulces – bromeo haciendo a todos reír.
- No bromees con eso – Wasabi chillo – los payasos son aterradores, con su cara pálida y extraña sonrisa, ¿de qué tanto sonríen?, nadie puede ser feliz todo el tiempo – agito las manos con dramatismo – y esos pies enormes y ropa colorida además ¿Qué esconde su nariz? – señalo con su dedo a la chica que solo levanto una ceja.
- Ahora suenas como Fred – bromeo ella.
- Estoy con Wasabi en esto – murmuro Fred – los payasos son aterradores – se estremeció - miren al Joker de Batman, terrorífico – agito sus manos – por lo que entiendo tu miedo a ellos – palmeo la espalda de Miguel – te apoyo hermano.
- Entonces ¿miedo a los payasos? – pregunto Gogo insistente al ver la cara de confusión de Miguel.
- No – negó con la cabeza – acaso ¿no saben que pasa en Halloween? – dijo con escepticismo.
- Hay dulces gratis – celebro Fred.
- No – negó con la cabeza - Los antiguos celtas lo llamaban Samhain, creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus tanto benévolos como malévolos pasar a través – empezó a relatar Fred chillo de emoción en cuanto se puso más interesante y como un niño pequeño se sentó mirando emocionado a Miguel - Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados, por eso los disfraces y máscaras, para pasar desapercibidos por ellos y así no recibir daño alguno – sonrió tratando de lucir sombrío al mismo tiempo.
- Eso suena tonto – murmuro Gogo – así que ¿por eso no hay disfraz? – levanto una ceja.
- Sip – asintió – no disfraz para este chico.
- Oh si lo harás – su jefa apareció detrás de el con los brazos en la cintura – esta noche el café estará repleto de niños y sus padres quienes querrán su dosis de cafeína para soportarlo, por lo que trabajaras – Miguel iba a replicar que solo era un trabajador de medio tiempo más la mujer entrecerró los ojos en su dirección recordándole su "semana de vacaciones" dios jamás lo iba a olvidar por lo que desinflándose acepto – perfecto ahora creo que la señora Thomson está esperando que mi apuesto empleado vaya a tomar su orden – sonrió ella.
- Me siento usado – bromeo Miguel alejándose de la mesa de los chicos y llegando a donde la ancianita le sonriera emocionada, él siempre fue muy amable con los mayores así que todas las ancianitas lo amaban.
Hiro bajo entonces murmuro un disculpa a sus amigos tomo apenas si un bagel ignorando olímpicamente el café sobre la mesa para el que todas las mañanas le ofrecía Miguel, tenía el estúpido corazón así que sabía que él lo había hecho y sin mirarlo salió de ahí, todos obviamente se despidieron menos Hiro incluso cuando Miguel lanzo un adiós en su dirección, Miguel cada vez menos animado suspiro.
No era una broma, Miguel odia el Halloween, tanto como creían era todo menos divertido para ellos, si tal vez empezó como Samhain lo cual era mucho menos peligroso que este, pero los estúpidos norteamericanos lo habían deformado a tal punto que solo había espíritus malignos libres ese día, la mayoría de los muertos en su cultura terminaban en un cielo o infierno por lo que no podían salir incuso en Halloween, Miguel agradecía el día de Muertos mexicano si había más actividad de fantasmal pero este año podría ver a su familia tras cincuenta larguísimos años, así que discúlpenlo por estar más emocionado por el día de muertos que el Halloween.
El purgatorio, de ahí provenían los espíritus errantes que aprovechaban ese día para cruzar y hacer de las suyas, la mayoría de ellos eran pobres almas que vagaban con asuntos pendientes que no podían cruzar al otro lado por lo que se quedaron en el purgatorio, lo malo es que también llegaban muchos de estos espíritus malignos causantes de problemas, accidentes y demás y alguien tenía que detenerlos, ¿quién?, pues Miguel y como había montones de personas disfrazadas cada vez más con disfraces realistas era muy difícil para el reconocerlos.
Maldito Halloween, como lo detestaba.
- El Lucky cat le desea un Feliz Halloween y agradece su preferencia – murmuro Miguel con una sonrisa de muy mala gana a los clientes de esa noche, una adorable pareja con una niña disfrazada de una de esas superheroinas que andaban en la ciudad, recogiendo el dinero del pedido y corriendo a hacerlo, por suerte ya había entregado los dulces a la niña y esta no parecía querer destrozar el lugar.
- ¿Qué se supone que eres? – pregunto una chica morena.
- Hey Karmi – saludo con verdadera alegría – soy una catrín, ¿y tú disfraz? – pregunto frunciendo el ceño ya que la chica iba con ropa normal.
- Yo no me disfrazo – negó con la cabeza – solo venía a traerle este libro a Hiro – dijo poniendo un libro sobre el mostrador - ¿podrías dárselo por mí? – pregunto con una sonrisa.
- No soy su persona favorita en este instante – suspiro con tristeza – pero lo dejare en su habitación – lo tomo entonces para guardarlo - ¿puedo ayudarte con algo más?
- No gracias – sonrió ella negando con una sonrisa puesto que al momento llegaron un montón de niños pendiendo dulces – me voy ya que estas muy ocupado nos vemos luego Miguel.
- Adiós Karmi – se despidió – es un dulce por persona – llamo el a los niños que metían las manos en el tazón - ¡niños por favor! – grito corriendo a detener a esos pequeños ladrones, los niños gritaron manotearon y empujaron para salieron corriendo entonces entre risas.
- ¿Estas bien? – pregunto su jefa con una bandeja en la mano su disfraz de bruja con sombrero de copa muy adorable en lugar de aterrador.
- Perfecto – rodo los ojos levantándose de mala gana del suelo y sacudiéndose la ropa para mirar a la mujer frente a él que sonreía ante su fastidio, noto entonces detrás de ella en la calle por el enorme ventanal un joven con gorra negra parecía mirar adentro buscando algo, cuando no lo encontró siguió derecho por la calle, Miguel empujo a la mujer entonces saliendo por la puerta para asegurarse de lo que veía pero choco con unos niños que entraron corriendo por lo que al alzar la mirada ya no había nada, la persona había desaparecido sin embargo él sabía lo que había visto – Tadashi – murmuro, él no estaba en el infierno.
Así que existía la posibilidad de que Tadashi no estuviera en el infierno como pensó, de echo parecía que de alguna forma había llegado al purgatorio por lo que esa noche Tadashi fue capaz de cruzar, lo que significa que él no lo envió al infierno y aun podía entrar al cielo por lo que Hiro no tenía que estar enojado con él, si, por primera vez en mucho tiempo Miguel dio gracias a todos los dioses existentes no solo a la virgencita por este inesperado milagro.
- ¿Entiendes lo que eso significa Dante? – miro a su compañero tras llegar a casa aquella noche, el perro solo ladro en respuesta - Lo sé - dijo a su fiel compañero el perro que ladro a su lado preguntándole que haría- tengo que hacerlo- y el animal ladeó la cabeza confuso para después gruñir al entender su idea- sé que lo prometí pero- soltó un suspiro, recordando, sabiendo que lo mal que era esto, los problemas en los que se podría meter y que Dante no dejaba de recordarle - pero es su hermano - se mordió el labio porque este no era el único motivo, el can ladro entonces, soltó un gruñido y negó con la cabeza advirtiéndole - tranquilo amigo ella nunca se enterara- dijo con una enorme sonrisa y Dante solo inclino la cabeza sabiendo que esto era una muy mala idea, pero era su única oportunidad.
Tadashi no estaba en el infierno, Hiro no iba a odiarlo.
Hiro lo odio completamente, lamentablemente debido a su trabajo en la cafetería no pudo salir hasta ya muy noche, después de eso, su otro trabajo requirió su atención y Miguel paso la noche corriendo por todo san Fransokyo deteniendo a los espíritus malignos que pensaron sería buena idea causar accidentes y muertes por aburrimiento, como los despreciaba, para cuando se liberó ya estaba amaneciendo y obviamente Tadashi regreso al purgatorio por lo que al intentar hablar con Hiro este lo amenazo con su estúpido rayo y con los desfibriladores de Baymax, en cuanto dijo Tadashi algo lo golpeo aventándole todo lo que tenía enfrente, supone el rayo de Hiro y el despertó en la cocina del café.
No había esperanza, Hiro no pensaba perdonarlo nunca, lo cual era horrible dado que este era su único amigo, el resto del día siguiente paso tranquilo, cansado por no dormir, agotado por la negativa de Hiro y simplemente sin animo Miguel apenas si trabajo decentemente, entonces su jefa lo noto y envió a casa a descansar "no importa lo que hiciste anoche pero asegúrate dormir antes de venir al trabajo" le había dicho ella seguramente pensando que fue de fiesta o algo, con cero ánimos Miguel no fue a casa, de hecho tomo un tren y fue al único lugar que estaba seguro le venderían alcohol dado su supuesta edad, estúpida ley que decía que solo mayores de 21 podían beber y estúpida identificación falsa con 20 años de edad el necesitaba un trago urgentemente.
- Hey Lore – saludo a la chica que atendía mesas – bonita decoraron – alabo el lugar lleno de papel picado y calacas coloridas todo muy día de muertos.
- Hola Miguel – sonrió gustosa acercándose a su mesa - ¿Qué voy a servirte? Hay un caldo de res que esta pa' chuparse los dedos – ofreció pero el joven solo negó con la cabeza.
- Solo tráeme un tequila – murmuro – espera de hecho tráeme toda la botella por favor – la chica levanto una ceja en su dirección pero salió en camino a la cocina, minutos después regreso con un enorme plato de caldo frente a él.
- La tía dice que no te servirá alcohol hasta que hayas comido algo – sentencio – te vez como la muerte – bromeo ella pero Miguel empezó a reír por eso de forma sarcástica.
- La muerte – gruño – gracias a ella estoy aquí – murmuro pero empezó a comer de muy mala gana.
Dos horas más tarde fiel a su palabra le sirvieron alcohol por lo que Miguel ya estaba algo tomado, no le importaba no es como si fuera a morir por congestión alcohólica, bueno si pero regresaría, él siempre lo hacía, cada maldita vez Miguel Rivera regresaba del mundo de los muertos y eso le jodia la existencia, si no fuera una jodida parca no estaría ahí, nunca hubiera conocido al mendigo chino mamon y mucho menos este se hubiera enojado con él.
La tarde paso volando el lugar pronto se vacío y lleno nuevamente, Lorena siguió llevándole más y más botellas no quería hacerlo pero jamás lo habían visto así por lo que definitivamente algo malo había pasado y sabiendo ellos como era tener un dolor lo dejaron estar, Miguel solo murmuraba lo maldito que era ese chinito, de como siempre lo confundía y picaba con sus estúpidas pestañas adorables y sus palabras complicadas que nunca entendía, Miguel compendio la verdadera razón por la que estaba tan molesto con él.
- Te lo digo tío Raúl, ese mendigo chino – murmuro abrazando a botella de tequila – se enojó porque estúpida gorra, estaba ayudando maldita sea, ¿pero le importo? nope – soplo sus labio dramáticamente acercándose al hombre junto a él que llego hace unas horas y como buen tío se quedó con él para vigilarlo y ahora ambos estaban medio borrachos – ahora apenas si me habla en condenado.
- Así son las viejas – levanto su copa con orgullo – te pican, pican y luego nada – frunció su nariz – tu tía me dio mucha batalla cabrón – palmeo su brazo.
- Hiro no es una vieja – negó con la cabeza con una enorme sonrisa – es un maldito cabrón con las mejillas más redondas de todas y esos ojazos, chingada madre podría verlos todo el día y no cansarme – sonrió embobado.
- Es igual – lo empujo el hombre – sabía que eras medio puto – sonrió burlista – pero así te quiero chingada madre – se levantó entonces agitando su vaso – Lorena niña trae otra botella que esta se acaba – la chica suspiro resignada para entonces llevar lo pedido de mala gana – gracias mija – dijo tambaleante – seguro que no quieres a Lore, ella te daría menos problemas Miguel – ofreció, Miguel levanto la vista miro a la chica como si realmente estuviera pensándolo y negó.
- Naaaah es muy chula la niña pero yo quiero a mi Chinito – empezó a murmurar lloriqueando abrazando la botella – chinito de mi alma – tomo de su botella pero al verla vacía la hizo a un lado y le quito la suya al hombre junto a el – ¿porque chingados no me quieres Hiro? – lloriqueo más fuerte, entonces escucho la música en la rocola y justo cuando alguien iba a cambiarle él se levantó en su lugar– no te atrevas cabrón - gruño en su dirección – súbele a esa madre – tomo entonces un trago de la botella y soltó un grito como el intérprete pero definitivamente a él, incluso con la borrachera le salió mejor.
Me canse de rogarle
Me canse de decirle
Que yo sin ella de pena muero
Ya no quiso escucharme
Si sus labios se abrieron
Fue pa' decirme
Ya no te quiero
Empezó a cantar con amargura blandiendo la botella, el hombre junto a el aplaudió animándolo y pronto uno de otro cliente que igual de ellos bebían sus penas esa noche lo animaron igual.
Yo sentí que mi vida
Se perdía en un abismo
Profundo y negro
Como mi suerte
Quise hallar el olvido
Al estilo Jalisco
Pero aquellos mariachis y aquel tequila
Me hicieron llorar
Miguel se había sentado entonces, realmente amargado por lo sucedió, dios estaba enamorado de Hiro ya no podía negarlo más, no podía hacerse más el tonto, estaba tan furioso con ese chico porque había preferido a su hermano, prefería peligrar, a ese espíritu vengativo a alguien que lo lastimaría solo porque era su hermano, Miguel solo quería protegerlo pero Hiro no lo entendía, el maldito chico solo tiraba y aflojaba la cuerda con su estúpidos y tal vez inocentes coqueteos, Miguel no podía negar que había caído redondito en su juego y ahora solo quería abrazarlo, besarlo, joder en ese momento Miguel estaba dispuesto a arrastrarse como la cucaracha que era si con eso Hiro lo perdonaba.
Me canse de rogarle
Con el llanto en los ojos
Alce mi copa y brinde por ella
No podía despreciar
Era el último brindis
De una bohemio
Por una reina
La música siguió tocando pero Miguel ya no cantaba, no en su lugar estaba recostado en la mesa, en su mano una botella casi vacía, la otra cubría su rostro, las lágrimas que derramaba por el chico que le robo el corazón, dios se prometió no volver a caer, no dejar que nadie más le importara tanto, no desde María, no cuándo eso había terminado tan mal, sabía que no era lo mismo no fue el mismo cariño pero en definitiva Miguel estaba enamorado de Hiro Hamada y no habría alcohol en el mundo que lo hiciera olvidarlo.
- Tranquilo chamaco – palmeo su espalda al verlo llorar – ninguna vieja vale tus lagrimas – trato de consolarlo pero Miguel solo jadeo más fuerte entre lágrimas – sí que te dio duro – negó con la cabeza – hay que llevarle serenata entonces – murmuro bebiendo su copa – eso funciona siempre – asintió complacido como si fuera un genio – bueno la mayoría.
- Tío Raúl – Miguel levanto la vista de inmediato mirar al hombre tras limpiarse las lágrimas – eres un puto genio – sonrió con renovados ánimos – necesitamos a tus compadres.
Y diciendo eso Miguel se encamino a poner en marcha la mejor idea del mundo, no importaba lo ebrio que estaba no podía empeorar ¿cierto?
*************************************
2 de Noviembre del 2023, Puebla.
Los aplausos no se hicieron esperar Miguel en su traje de charro rojo levanto su sombrero frente al palenque que estaba atiborrado de personas ansioso por verlo cantar, agradeció entonces con una reverencia y salió ahí entre gritos de sus admiradores, a los 12 años Miguel había tenido el valor pera confesar a su familia que deseaba ser músico en ese año también descubrió quien era el tatarabuelo perdido, viajo al mundo de los muertos y restableció su memoria rectificándolo ante toda la familia y todo en una sola noche, luego del escándalo sobre el robo de canciones Miguel Rivera tuvo una muy fácil aceptación en el horrible mundo de la música.
Así que a los 15 años miro a su padre a los ojos y abandono la escuela porque quería ser famoso, su familia no estuvo muy feliz por eso pero sabían que no había forma de hacerlo cambiar de opinión por lo que deseándole lo mejor Miguel se enfrascó en una búsqueda junto a su representando avaro por ser el nuevo ídolo de México, y todo estaba bien su carrera triunfo como se esperaba y más aún tras conocer a María la tataranieta del gran Ernesto de cruz, si era un ladrón de canciones pero la gente aún lo amaba por lo que muchos con el morbo de ver a estos dos descendientes del ultimo escandalo musical pagaron por verlos actuar juntos, incluso grabaron canciones, una niña pequeña y una adolecente cantando a dúo canciones de amor fue un éxito rotundo.
Aquellos forzosos duetos solo ocasionaron una cosa que María se convirtiera en la primera y única amiga de Miguel en ese medio, si él había conocido a otras grandes estrellas y tal vez intercambiado saliva con ellas pero María fue la única que realmente le importaba y viceversa, eran tan cercanos y amigos no importa que casi no se vieran que siempre que la niña tenía pesadillas le hablaba por teléfono.
Entonces tras su presentación esa noche Miguel recibió una llamada usual, sonriendo contestó esperado que la niña le contara sobre brujas o alguna cosa que le diera miedo, jamás espero esto no que María le llamará llorando, resulta que los tíos de María no era tan buenos como parecían, usándola como una herramienta para enriquecerse la niña era maltratada a mas no poder y está ocultándolo bien hasta esa noche finalmente revelo la verdad a Miguel, sintió ira al escuchar las palabras crueles con la que lo llamaban, el dolor de la niña solo le hizo querer llorar con ella.
Cuando esta sollozante hablo sobre querer ver a sus padres, Miguel lo prometió sin pensar, esa noche salió rumbo a puebla ignorando a su representándote y su próxima función, María lo necesitaba y el jamás iba a defraudarla, así que tomando el primer camión fue en busca de la niña.
El dos de noviembre Miguel ayudo a María de escapar de su casa y finalmente la llevo al viejo cementerio, estaban en la ciudad por lo que la gente no era tan arraigada de sus tradiciones y aunque la mayoría de las tumbas estaban limpias y decoradas, no había personas velando la noche como seria en su pueblo, ellos limpiaron la tumba de sus padres aquella no atendida en años, no usaron velas, ni flores o incienso no querían llamar la atención en su lugar Miguel cubrió su rostro con su sombrero y María el suyo con su reboso para sentarse sobre estas.
Miguel espero que no hubiera testigos y entonces cerro los ojos, arrancando la medallita incrustada en la tumba y ordenándole a María hacer lo mismo en la de su padre, ellos robaron a los muertos, en un instante pétalos de flores brillaron a sus pies y cuando abrieron los ojos su cuerpo brillaba, María grito cuando vio gente muerta a su alrededor y se sentaron esperar a ver a los padres cruzar.
Pero estos no llegaban, por lo que cansado de esperar tanto tiempo Miguel se levantó y la llevo por el puente para buscarlos, ellos no lo sabían pero dado que sus únicos familiares eran los tíos de María y ellos nunca ponían ofrendas los padres nunca pudieron cruzar y con el tiempo dejaron de intentarlo, por suerte Miguel había pintado sus rostros como catrinas para esa noche, así que no hubo un gran problema, evadieron la seguridad con facilidad y aún que sabía que sería más rápido si pedían ayuda a estos el no quiso que llamaran su familia así que en su lugar buscaron a dante.
Miguel silbo llamando a su guía espiritual hasta que este apareció ladrando unos pasos y sin más le pidió ayuda para buscar a los padres de María, ella sonrió al ver al colorido alebrije y tras unas buenas lamidas y olfateadas para la niña dante salió corriendo seguido por ellos, la niña estaba maravillada por este mundo, las luces coloridas, los cantos y felicidad, sin dolor alguno era simplemente abrumante para una niña maltratada como ella, aquí estaba en paz, entonces ella noto la enorme mansión y al preguntar Miguel confeso que pertenecía a Ernesto de cruz.
María había escuchado muchas cosas sobre él, lo que decía la prensa, los fans y los detractores pero sobre todo lo que decían sus tíos, quienes argumentaban que Ernesto fue un hombre egoísta que huyo y jamás se preocupó por su familia, que no ayudo a su madre enferma y sobre todo que merecían el dinero de este, eso solo había llenado de curiosidad a la pobre María por lo que en cuanto pudo escapo de Miguel y salió corriendo en busca de su tatarabuelo, él no podía ser tan malo con ella ¿cierto?
Cuando Miguel noto que María no estaba tuvo un mal presentimiento, entrar a la mansión fue más fácil esta vez, estaba decrepita, casi en ruinas, nada a lo que fue la última vez ahí, al parecer Ernesto de la Cruz había evadido de alguna forma el infierno y por eso llego ahí donde era vitoreado como una excelente persona y tras el descubrimiento de su falsa la muerte en lugar de mandarlo a donde pertenecía pensó que el mejor castigo seria vivir el aborrecimiento de la gente eternamente, así que ahora Ernesto era un hombre amargado quien probó la gloria y le fue arrebatada, aun tenia ofrendas, cientos de ellos legaban por sus fans en la tierra pero en el mundo de los muertos solo era un farsante no deseado.
Así que Ernesto se mantuvo recluido en la que alguna vez fe su gran mansión rodeado del fantasma de su pasado, cuando Miguel los encontró Ernesto se negó a dejar a la niña, "es mi tataranieta" había dicho el abrazando a la chiquilla con dulzura sonando realmente arrepentido y el prometió ayudarle a ver a sus padres, solo quería un poco de cariño, solo un poco de amor, y Miguel le creyó, cuando noto que este solo intentaba retrasarlos ya era muy tarde, el suplico "dale tu bendición" dijo el "me quedare aquí" insistió pero el hombre solo negó con la cabeza "es tu familia "replico Miguel viendo por la ventana como el sol empezaba a salir "pero a ti te importa" respondo con frialdad sosteniendo a la niña que lloraba por ir a casa "Me arrebataste mi mundo, ahora yo te arrebatare el tuyo" sentencio con voz fría y muerta, Miguel corrió entonces para luchar por la niña, más al intentar acercarse se desvaneció en una lluvia de pétalos.
Cuándo abrió los ojos estaba de vuelta en la tierra de los vivos, confundido no supo cómo regreso sin la bendición necesitada pero aun peor vio a María acostada como dormida sobre la tumba de su padre sostenido la medallita robada, la acuno, intento reanimarla como vio en las películas, respirar por ella, pero los labios de María ya estaban fríos y su corazón inmóvil, María estaba muerta y él lo había causado.
La dejo ahí en la tumba de su padre como si estuviera dormida, con gran dolor la dejo ahí porque su representante se lo ordeno cuando le llamo en pánico, le dejo ahí sola para no ser implicado en su muerte como un cobarde, llorando a su única amiga, Miguel no pudo recuperarse de eso.
Un mes después dejo de cantar y regreso a casa.
Dos meses después la casa de sus padres se incendió, el rompió las reglas de los muertos, comprendió porque era tan especial y se maldijo eternamente.
Miguel Rivera se convirtió en una parca.
*******************************
"Los mariachis callaron
De mi mano sin fuerza
Cayó mi copa sin darme cuenta
Ella quiso quedarse
Cuando vio mi tristeza
Pero ya estaba escrito
Que aquella noche
Perdiera su amor"
Notas:
Finalmente admitió que le gusta el chinito.
Serenata para Hiro kyaaaaaaaaa es la única razón por la que escribí este jodido fic para ver a Miguel cantarle una serenata a Hiro waaaaaaaaaa no se lo pierdan en el próximo capítulo, por la misma hora y en el mismo canal.
Miguel ya explicó el origen del Halloween así que no hay más que decir.
La triste historia de María.
Miguel compara a Hiro con María mucho porque él lo ve igual que ella, una dulce criatura inocente a la cual va a destruir, no porque se enamorara de la niña si no porque se culpa por su muerte.
Dudas?
Ideas??
Gomitas??
Canciones???
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro