Capítulo 22: Me va a extrañar.
Notas: Y bueno en estos momentos estoy pasando una época muy estresante en mi vida y debería estar haciendo algo muy importante pero como siempre mejor lo ignoro y evito para traerles este nuevo capítulo wojuuuuuuuuuuuu evitar responsabilidades wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!.... mátenme plisss
Capítulo 22: Me va a extrañar.
"Cada mañana el sol nos dio en la cara al despertar
Cada palabra que le pronuncié la hacía soñar
No era raro verla en el jardín
Corriendo tras de mí
Y yo dejándome alcanzar
Sin duda, era feliz"
- Gracias por llevarme de vuelta – dijo Miguel sonriente antes de atravesar el portal.
- Hazlo antes de que cambie de opinión y el atlántico sea tu tumba – respondió Félix con frialdad aun molesto por la inundación de sentimientos que Miguel no dejaba de emanar.
- También te voy a extrañar güerito – lo abrazo con fuerza, la parca solo se tensó al sentir ese contacto y tras reaccionar lo alejo de inmediato.
- No vuelvas a hacer eso o voy a – empezó amenazar más fue interrumpido por Miguel.
- Ya me voy – se alejó para atravesar el portal pero justo antes de entrar en el miro a Félix y con su inusual seriedad dijo – Deberías visitarlos, no es a ti a quien le han prohibido hacerlo - dijo como despedida para finalmente desaparecer, el portal se cerró entonces y Félix solo miro el espacio y dio un suspiro.
Sabia a quienes se refería Miguel le había contado todo de su no muerte, hasta el trato de no ver a su familia más que cada cincuenta años, como por cada año que su familia viviera en vida tenía que pagarlo como una parca y como se enteró después cada año de cada vida nacida también, pues al salvar a esas personas salvo toda una generación, vidas de nietos y bisnietos que él debía pagar en esclavitud por osar robar las almas a la muerte.
Félix no lo entendía, una de las razones por las que las parcas eran despojadas de cada emoción y aparte de sus memorias como humanos era precisamente para eso para que sus decisiones y su trabajo nunca se pusiera puesto en duda, el mismo había visto morir a los descendientes de su hermano y los guio sin dudar al otro lado.
Aun así Félix nunca visito a su familia, nunca sintió necesidad, los pocos recuerdos que conservo en su mente no significaban nada para él, hasta que Miguel llego y aquellos sentimientos de anhelo y amor estallaron en su interior, Félix hizo caso a su amigo y antes del anochecer abrazo a su madre en el otro lado una vez más.
No duro mucho, el efecto de Miguel sobre los entes no duraba ya que no sabía controlarlo, solo un par de horas más Félix lloro en el hombro de su madre ante su perdida, en algún momento las lágrimas dejaron de brotar y su ser volvió a sentirse vacío y con hambre, Félix miro a su madre, a su hermano y su padre y nuevamente no sintió nada, pero no lo dijo, él sonrió con suavidad y prometió volver en alguna otra ocasión para regresar a su vacía morada.
Para volver a ser una parca.
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"Era una buena idea
Cada cosa sugerida
Ver la novela en la televisión
Contarnos todo
Jugar eternamente
El juego limpio de la seducción
Y las peleas terminarlas
Siempre en el sillón
Me va a extrañar, al despertar
En sus paseos por el jardín
Cuando la tarde llegue a su fin"
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Así que confrontar a Miguel no había sido una buena idea, mala idea se quedó corto, de hecho fue una pésima, terrible idea, la peor de todas, ¿en qué carajos pensaba? En fin, llevarlo con engaños y encerrarlo en aquella trampa solo ocasiono un resultado, Fred y Gogo habían salido heridos, lo peor no se queda ahí, sino el mensaje que Mandy había dejado con ellos, Miguel no volvería jamás, afortunadamente sus heridas fueron leves la mayor parte del daño se lo llevo el traje de Fred quien quedó destrozado, según contaban dos bestias invisibles rasgaron el traje intentado sacarle su pierna quedó fisurada un poco, algo leve, Fred necesitaría reposo unas semanas y estaría bien, Gogo por su parte solo un par de golpes, la chica recuerda haber sentido un enorme miedo cuando Miguel desapareció dejándoles a merced de la parca desquiciada pero justo después de que las bestias invisibles destrozaran el traje de Fred y tras que Gogo fuera lanzada por los aires, conto como la chica se paralizo miro detrás de ella con mucho miedo, estaba horrorizada, dice también haber escuchado lloriquear a las bestias que minutos antes ladraban y gruñían al mismo instante que el frio helado lleno la habitación, vio a la niña murmurar algo y después desaparecer, el aire permaneció denso un poco más pesado y una angustia enorme le invadió entonces nada, no hubo nada todo desapareció al segundo siguiente, Gogo no sabía que era, no pudo explicarlo pero sabía que alguien había detenido a Mandy.
Ahora Hiro tenía que cargar con esta nueva culpa, la de saber que sus amigos estuvieron a punto de morir en manos de una parca psicópata y que su novio o ¿ahora era ex?, Hiro ni siquiera lo sabía todo era confuso y molesto y lo odiaba tanto, que ser distraído o su doble vida como súper héroe ya pasaba a segundo plano.
Caminaba por la calle cabizbajo, Karmi a su lado venia murmurando sobre los beneficios de alguna tontería cuando esta le grito porque no le prestaba atención, Hiro levanto la cabeza con fastidio justo al momento que alguien paso chocándole el hombro, enojado se giró para ver al inconsciente que cruzaba la calle con luz verde viendo al mismo rubio de la cafetería, de inmediato y sin pensarlo mucho corrió tras de él cruzando de igual manera irresponsablemente la calle, Karmi trato de meterle pero justo entonces un carro paso dejándolos separados por una calle.
- Hey tu espera – llamo Hiro al rubio que se giró para mirarle evaluadoramente causándole malestar – conoces a Miguel – el joven no parecía reconocer aquel nombre por lo que Hiro insistió – en la cafetería preguntaste por el ¿Quién eres?
- Félix Agreste – respondió tranquilo si muchas ganas de hacerlo realmente.
- Eres una parca ¿cierto? – Félix ahora lo miraba interesado un poco sorprendido de que alguien lo notara – tienes el mismo aire pretencioso que la niña rubia, Mandy creo sin contar con que cruzaste la calle sin mirar a ambos lados – Félix sonrió divertido ante aquello, este Hiro realmente le sorprendió entendía un poco el por qué Miguel estaba tan encantado con él.
- E igual me seguiste – le señalo – tanto así ansias llamar su atención, hay mejores formas.
- ¿Formas?
- De morir – respondió causándole un escalofrió.
- Yo no quiero morir – respondió de inmediato – yo solo... solo quiero.
- Es una pena – dijo con una sonrisa – solo los muertos tienen su atención ahora – Hiro iba a replicar algo cuando un camión paso junto a ellos donde convenientemente había un charco de agua llenándole de lodo por completo.
- Hiro – llamo Karmi finalmente llegando a su lado, la luz ya estaba en rojo – iugh necesitas un baño y después tendremos una charla sobre los peligros de cruzar la calle con la luz encendida en verde.
- ¿Dónde está?- pregunto con fundido pues el susodicho ya no estaba, Karmi lo miro confundida y este supo que no debió hacerlo – olvídalo – suspiro quitándose la sudadera para limpiarse la cara – creo que estoy cansado me voy a casa.
- ¿Pero la exposición? – Karmi parecía indignada.
- Lo siento Karmi – Hiro se fue de ahí mientras la chica suspiraba, ahí iba su intento por animarlo, desde que noto la ausencia de Miguel intentaba ser buena amiga, muy buena pero aun que Hiro a veces parecía normal, lo normal para un chico distraído a veces sus ojos se llenaban de una tristeza y quiso ayudar, obviamente no funcionaba.
- Interesante – varios metros de ahí en la esquina de un edificio justo enfrente de aquel café una chica rubia apareció junto al joven de unos minutos.
- Mandy – llamo reconociéndola.
- Entonces – la chica miro a Hiro quien entraba al café en ese momento y luego a Félix- ¿te anoto en la apuesta?
- ¿Realmente vas a seguir con esto? – pregunto levantando una ceja.
- Solo le doy un poco de emoción a mí no vida – se cruzó de brazos – es obvio que ganare.
- Vas a perder.
- Ambos sabemos que eso no pasara – negó divertida – has sentido su dolor tanto como yo ¿por qué se condenaría a esto para siempre y abandonaría a su familia no tiene sentido?
- Por qué lo ama – respondió sin emoción alguna.
- Pff amor – bufo ella – que hay de bueno en ello, se ahorrarían muchos problemas si no existiera.
- Y henos aquí – le respondió con una sonrisa, Mandy inflo sus mejillas molesta y desapareció Félix se quedó ahí un poco más tratando de entender que había tan maravilloso en ese mortal, tratando de entender por qué alguien arriesgaría todo por ese sentimiento efímero e inútil lamentablemente no estaba en condiciones de hacerlo, no ahora al menos.
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"Me va a extrañar, al suspirar
Porque el suspiro será por mí
Porque el vacío la hará sufrir
Me va a extrañar, y sentirá
Que no habrá vida después de mí
Que no se puede vivir así
Me va a extrañar
Cuando el día llegue a su fin
Cuando tenga ganas de dormir y acariciar"
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- Ahí estas chamaco – dijo Héctor saltando desde el enorme alebrije para caerle.
- Héctor – dijo Miguel al verlo frente a el – que haces sabes las reglas – dijo acusador, porque aún no pasaban cincuenta años para poder siquiera mirarle.
- Eso no importa – dijo Héctor realmente nervioso sabía que algo malo podía pasar tal vez mas años en la condena de Miguel o ser enviados lejos pero esto era muy importante, habían tratado de localizar a Miguel desde hace tiempo y hasta ahora fue la primera vez que lo vio no podían esperar.
- ¿Qué puede ser tan importante para poner en riesgo nuestro contrato? – dijo con desdén, puede que Héctor no lo entendiera pero en ese momento estaba realmente molesto frustrado y traicionado por el amor de su vida realmente no tenía tiempo para lidiar con problemas ridículos de su familia, estaban muertos no deberían tener quejas de nada.
- Es el chino mijo – Miguel solo levanto una ceja ante esto – una parca vino y se llevó a Tadashi – agito las manos – dijo que la muerte quería hablar con él y...
- No me interesa – le corto Miguel – Tadashi no pertenecía a este mundo – dijo serio mirando al frente listo para empezar a caminar otra vez.
- ¡Miguel! – grito María entonces llegando corriendo con sus padres que lo llamaban con devoción – Miguel tiene a Tashi – y la niña intento tomar su brazo pero lo esquivo retrocediendo - ¿Miguel?
- No me toques – ordeno con voz firme y fría – Tadashi Hamada no pertenecía a este mundo – recito de aquella misma forma en la que todas las parcas hablaban, motona y sin emoción alguna – traerlo aquí fue un error, el cual fue solucionado.
- ¿Hijo? – pregunto su madre acercándose a él un paso pero Héctor la detuvo al notar lo diferente te que estaba Miguel.
- ¿Chamaco estas bien? - pregunto este en su lugar, lo notaron entonces la ropa negra completamente, su mirada tranquila y tono de voz, no había alegría, no hubo luz cálida a su alrededor, incluso las otras almas se alejaron por instinto de él.
- Nos veremos en 49 años – dijo sin realmente emocionarse por esto para empezar a caminar.
- ¿Pero Tashi? – grito María negándose a recibir esa respuesta y corriendo a jalar su sudadera, Miguel reacciono violento entonces aventó a María lejos por haberlo tocado hacia Héctor.
- Dije que no me tocaras – hablo, pepita se dejó caer frente a el furiosa por su actitud, viéndolo como una amenaza contra la niña contra la familia, los alebrijes no siempre enfrentaban a las parcas, no tenía caso pero algunos tenían tanto apego a su familia guardiana que enfrentaban a estos seres sin medir las consecuencias, pepita era uno de estos, ella rugió frente a Miguel, todos a su alrededor jadearon cubriendo sus oídos, asustados por la ferocidad del alebrije gigante, pero Miguel ni siquiera parpadeo.
La bestia colorida miro a la parca, aquella que conoció hace años y llegó a transportar, aquella que lo acariciaban como un cachorro y sabía que había algo diferente, pero nadie amenazaba a su familia y María era casi uno de ellos, pero Miguel no se movió se quedó ahí impasible, inmovible ante tal feroz animal, levanto entonces una mano abriendo su palma frente al animal y antes de poder evitarlo una lluvia de pétalos naranjas envolvió al alebrije evaporando al instante, alguien grito, tal vez María, quizás la madre de Miguel, no se giró a ver, Héctor abrazo a la niña aquella que iba a correr al ver a pepita desaparecer justo como hicieron con Dante, pero el viejo esqueleto sabía que algo estaba muy mal, cuando la mano de Miguel se cerró en el aire y una luz se materializo entre sus dedos formando una guadaña blanca casi plateada supo que tenía razón, Miguel apretó el arma entre su mano dio un golpe en el suelo y un portal apareció entonces, él lo cruzo para desaparecer en él, ni una vez miro detrás.
Miguel apareció justo a los límites de aquel mundo, el mundo espiritual japonés, cruzo el extraño puente que lo conectaba, hecho de madera, vio el agua fluir debajo de él, como si se tratara de una isla el mundo espiritual japonés estaba rodeado de agua, bellos peces koi lo resguardaban, muy diferente a los alebrijes y entre más caminaba por las calles tradicionales más pequeños Yokai vislumbraba, los espíritus ahí no era esqueletos, sus caras pálidas demostraban su estado muerto, y sus ropas todas llenos de colores suaves en sus largos kimonos, era un lugar muy pintoresco pero Miguel no estaba ahí para hacer turismo, no, él ya tuvo suficiente de este mundo lo conocía tan bien como los otros, como cada al que era enviado durante su condena, así que camino y se dirigió a un lugar en específico, aquella casona al final, el palacio enorme donde los emperadores merecedores vivían en fiesta todo el día.
El palacio de la muerte en ese mundo porque si Tadashi fue recogido por una parca estaría ahí, las puertas se abrieron reconociendo su presencia, los sirvientes le saludaron con una reverencia y una emperatriz que pasaba por ahí con su corte le miro de reojo pero al notar quien era asintió a él en reconocimiento, por respeto a un shinigami, pero a Miguel no le importaban esas cosas, el solo camino directo hasta donde la muerte solía pasear, ignorando a los sirvientes que le ofrecían bebidas y demás, hasta que lo vio a las parcas y ahí estaba Chorna la parca de la espada y guadaña.
- Chrona – llamo Miguel parándose frente a ella- ¿Dónde está? – le pregunto, pero la parca solo parpadeó confundida.
- Está hablándonos – murmuro con su tic nervioso – no se de quien habla – murmuro abrazándose a sí misma – no lo sé – respondió finalmente hablando.
- No voy a repetirme – siseó Miguel amenazándola con su guadaña – ¿dónde está? – y la chica chillo alarmada con pánico debido a su peculiar forma de ser.
- Si no haces las preguntas correctas– dijo una voz detrás de el – no esperes respuestas correctas – Miguel se giró entonces mirando al recién llegado, una parca vestida en un traje, un adolecente igual que chrona, con el peinado bien arreglado pero tres líneas blancas que rodeaban horizontalmente su cabeza solo hasta la mitad.
- Este no es tu asunto Kid – dijo volviendo su atención a la parca acorralada.
- Lo es si estas molestando a mi compañera de zona – le recordó y Miguel rodo los ojos, era cierto las parcas japonesas nunca andaban solas por alguna extraña razón la muerte les permitía estar en pares a veces en tríos y conservar todos los espíritus ayudantes que querían, a diferencia de otros espíritus estos no se volvían vengativos si tenían la bendición de una parca pero a cambio tenían que quedarse con esta – ahora puedes dejar ir, la estas poniendo nerviosa – dijo con fastidio.
- Cuando me diga donde esta Tadashi Hamada – dijo Miguel – sé que ella lo trajo.
- Ella dijo que quería hablar con el – murmuro Chrona para sí misma – lo se ella lo pidió pero no hablo solo nos envió a encerrarlo – ella parecía razonar consigo misma – no sé por qué haría eso – murmuró jalándose mechones de cabello.
- Ahí lo tienes – dijo Kid aburrido – está encerrado – Miguel agito su guadaña para desaparecerla y empezó a caminar lejos de ellos – ¿a dónde vas?, hey – la parca molesto de ser ignorado camino hasta Miguel y le tomo del hombro – sabes que no podemos liberarlo, solo la muerte puede – Miguel frunció la nariz entones empujo a Kid contra una pared y lo levanto del cuello mirándole enojado.
- Quiero ver que intentes detenerme – sentencio el, Kid jadeo al verlo de aquella forma, sus ojos completamente negros, su voz pasiva, pero sobre todo emanar aquel poder tan intenso incluso más para una parca – Tadashi Hamada va a ser liberado en este mundo con su familia y es mi única palabra.
- Claro que lo será – dijo una voz que el ya conocía bien, ahí estaba su amiga calaca ajustándose los lentes y mirándoles con una sonrisa en su rostro – ahora bájalo Miguel para que pueda ir a liberarlo – Miguel levanto una ceja pero hizo lo que se le pidió, en cuanto Kid toco el suelo este gruño llamándolo salvaje – ahora has lo que Miguel dice señor Kid – frunció la nariz al no saber cómo llamarle bien – y asegúrese de entregarlo con su familia – luego miro a Miguel y le dijo – ven conmigo Miguel.
Miguel lanzo una última mirada las dos parcas y siguió a la calaca, pasando habitación por habitación sin saber exactamente hasta donde irían, cuando llegaron a una puerta enorme completamente negra supo dónde estaban, ahí en la habitación personal de la muerte, donde su trono se encontraba para recibir a otros dioses de gran importancia, Miguel entro temeroso ser visitado por la muerte era una cosa pero ser llamado a comparecer frente a ella era muy diferente, él debía estar en serios problemas.
- Antes que nada quiero aclarar que Tadashi no merecía estar en el purgatorio – se defendió pero la muerte solo se levantó se su trono mirándole tranquilamente – yo no quise engañarte, si lo hice pero siendo sinceros no pensé que lo notarias – siguió hablando mientras ella se aceraba más a el – pero sé que estuvo muy mal y nunca, nunca lo volveré hacer... por favor no aumentes mi condena – dijo para finalizar cerrando los ojos.
- Ella no está molesta Miguel – hablo la vieja calaca – está más interesada en lo que estás haciendo aquí – señalo y cuándo Miguel iba abrí la boca lo interrumpió – y no hablamos sobre Tadashi – negó acerándose a ellos dándole una copa de vino – últimamente estas pasando más tiempo aquí que en el mundo mortal ¿la pregunta es por qué? – Miguel miro a la copa en su mano a la muerte que igualmente le miraba interrogante y suspiro.
- Pensé que sería bonito pasar tiempo aquí, con ustedes – intento pero nadie le creyó un poco – no quiero estar ahí ok – rodo los ojos cruzándose de brazos – trabajar en el mundo humano ya no es divertido, además – apretó los dientes – la comida no sabe a nada.
- ¿tienes hambre ahora?
- No
- Eso es porque devoraste unas almas – asintió satisfecho, escucha algo Miguel últimamente has notado ciertos cambios en ti cierto – Miguel asintió curioso a la calaca que seguía hablando – siempre fuiste diferente a las otras parcas, ellas no necesitan comer y eran mucho más hábiles, ¿sabes por qué?
- ¿Porque soy algo lento? – dijo en broma pero la muerte sonrió ante su comentario – bien no sé.
- Por qué no moriste Miguel antes de convertirte en parca tu no moriste – le señalo – eres la única parca viva que existe.
- Pero de que hablas muero todo el tiempo
- No puedes morir pero es porque tu vida está en pausa – explico tomando su mano y quitándole la copa y guiándolo otra vez de la habitación – eres diferente Miguel y eso es bueno cuando naciste ella puso una marca en ti – miro entonces a la muerte quien asintió con una suave y tranquilizadora sonrisa – porque sabía las grandes cosas que llegarías a hacer, te ha estado vigilando desde entonces – Miguel soltó al hombre entonces y miro a la muerte.
- Tú me hiciste esto – señalo a sí mismo – sabias que yo – negó con la cabeza – ¿todo este tiempo tú me manejaste?
- No diría que manejar – la muerte desvió la mirada ante eso – solo guio tu vida tu tomaste tus propias decisiones, la guitarra, traer a María al mundo de los muertos, regresar por las almas de tu familia – Miguel se encogió ante cada recuerdo doloroso – traer a Hiro – y ante la mención de ese nombre algo se estrujo en su interior – ella quiere pedirte un favor, estás casi listo Miguel, eres su mayor creación más fuerte que todas las demás parcas, tus poderes son inimaginables solo tienes que aceptarlo – le dijo empujándolo y Miguel cayo como peso muerto sentándose.
- ¿Aceptar que? – dijo decaído, el recuerdo de todos sus errores solo lo hicieron sentir peor.
- El lugar que te corresponde – y Miguel levanto al vista confundido mirando a la muerte parada frente a él y noto entonces donde estaba sentado, en el trono de ella, en su lugar – tomar su lugar.
- ¡Que! – grito asustado levantándose – ¿quieres que yo sea la muerte? – le pregunto mirándole fijamente y la mujer asintió – ¿por qué? Tú lo haces muy bien – negó con la cabeza – no puedo ser la muerte soy solo un humano, tu eres una entidad cósmica lo que sea – murmuro confundido – ¿eso es posible? – pregunto a la calavera que solo asintió.
- Todos los dioses que has conocido cada uno sin falta fueron una vez humanos, escogidos por la vida para tomar su lugar, ella se divido en varios dioses que a su vez dieron vida a más, la muerte intenta hacer lo mismo, pero forzosamente debe haber un señor – dijo la calaca ajustando sus lentes – tu Miguel eres su esperanza, el único que puede hacerlo.
- ¿Hacer qué?, porque no le pide a hades o hay como cientos de dioses que cuidan un inframundo ellos podrían.
- No pueden – negó con la cabeza - tienes que ser tú, toma su lugar y libérala.
- Si me convierto en la muerte – dijo pensativo – tendré que quedarme aquí, no podré ir al mundo humano, no podre ...
- Tu familia está aquí
- Hiro no – murmuro bajito.
- Hiro, enserio el chico te atrapo en una trampa para parcas, dime ¿cómo se enteró de eso? – le pregunto curioso pero Miguel sabía que ya conocía esa respuesta.
- Yo se lo dije – acepto desviando la mirada culpable, porque él fue quien le dijo todo.
- Así que le dijiste tu única debilidad y ¿que hizo él? la uso contra ti – dijo la calaca cruzándose de brazos – eso no fue muy amable.
- Cállate – gruño Miguel – tu no lo entiendes él estaba asustado, el solo quería – retrocedido un paso – el solo quería... estaba asustado de mi – negó con la cabeza – de lo que soy ahora.
- Porque ¿por cumplir tu trabajo?, ¿por saciar tu hambre? – le preguntó dudoso – Miguel si aceptas ser la muerte el hambre se ira, el dolor, todo, cualquier emoción desaparecerá.
- ¿Eso debería tranquilizarme?- pregunto con sarcasmo.
- Si – dijo con firmeza – no sentirás nada, ni recordaras nada
- ¿Que?
- Bueno puedes recordarlo pero tus conexiones emocionales no existirán
- No – dijo alejándose - no quiero eso – se mantuvo firme- eso es horrible.
- Todas las parcas están así, algunas no quieren recordar su vida otras mantienen sus recuerdos pero no sienten nada – Miguel recordó a Félix, lo molesto que se ponía a su alrededor, su ira hacia él y negó.
- No quiero ser como ellos – frunció la nariz, pero un dolor nuevamente atravesó su ser, el hambre regresaba las almas no fueron suficiente necesitaba más y cayó al suelo jadeando, la muerte se acercó entonces acarició su cabeza y sonrió extendiendo sus brazos y como un bebé Miguel corrió a su lado abrazándole con firmeza – has que pare – suplico sintiendo el alivio al estar en los brazos de ella.
- Tu puedes hacerlo – dijo la calaca – solo acepta – insistió – se nuestro nuevo señor.
- ¡No! – Miguel se levantó empujando a la muerte notando su juego sucio – no puedo – se alejó retrocediendo – sé qué esperas eso de mi pero no puedo, no mientras – apretó los labios, "no mientras exista la posibilidad que Hiro aún me ame" pensó pero no quiso decir en voz alta – lo siento pero no puedo – termino dándose la vuelta para salir corriendo.
- Miguel espera – dijo la calaca listo para ir tras el pero la muerte le detuvo – pero mi señora – más ella solo suspiro y volvió a sentarse en su trono pensativa – ya entiendo – sonrió el – ya volverá solo es cuestión de tiempo – animo – Miguel será nuestro nuevo señor y usted – se acercó ella con una sonrisa – usted será libre.
Pero aun con lo sucedido ella no podía estar tan segura de eso, porque aun tras quitarle todo a Miguel, aun cuando le arrebato su existencia misma y todo porque mantenerse en pie, él tenía algo por que luchar, se aferró a una diminuta esperanza, Hiro Hamada.
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"Al mediodía era una aventura en la cocina
Se divertía con mis ocurrencias, y reía
Cada caricia le avivaba el fuego a nuestra chimenea
Era sencillo pasar el invierno en compañía
Me va a extrañar, al despertar
En sus paseos por el jardín
Cuando la tarde llegue a su fin"
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- Muy bien Hiro necesito que cubras mi franco izquierdo y Fred el derecho – ordeno la joven con voz seria y precisa - ¡listos voy a salir! – dijo ella lanzándose a la batalla, y las balas salieron volando mientras ella corría por el campo lleno de enemigos – ¡Fred a tu derecha! – grito ella.
- Son demasiados, ¿dónde estás Hiro? – pregunto Fred.
- Aquí estoy – murmuro el joven algo desconcentrado – solo estaba – y la comunicación se cortó.
- ¿Hiro? – Fred se detuvo para llamar a su amigo - ¿Hiro estas bien?
- ¡Fred cuidado! – grito ella pero ya era muy tarde una enorme bestia de filosos dientes y tentáculos salió de la nada para tomar al joven y partirlo en dos desparramando su sangre en todo el lugar.
- Nooooo, me morí – sollozo Fred a su comunicador con el control inalámbrico en su mano, un pistola para usar en su videojuego de realidad virtual – mira toda esa sangre, ya solo me queda una vida – se quejó.
- ¡Hiro! – grito Gogo enojada desde donde estaba jugando ella, en su casa, el mismo controlador en su mano y las gafas con comunicador – acaban de matar a Fred ¿Dónde estás?
- ¡Basta Miguel! – jadeo Hiro y todos suspiraron sabiendo lo que eso significaba – Miguel dije basta acaban de matar a Fred – dijo este quitándose las gafas y mirando a su novio, en sus manos a diferencia de sus amigos había un control remoto normal ya que él no tenía todo el equipo completo de la realidad virtual, estaba de hecho sentado en el sofá con Miguel muy cariñoso en su espalda dando besitos distractores.
- Pues pon pausa – rodo los ojos el mexicano volviendo a besar su cuello y llevando sus manos debajo de su ropa para acariciar su piel – me siento tan solito, me has ignorado todo el día – hizo un puchero – papi necesita amor.
- Esto es en línea no puedo ponerle pausa – gruño mirándole como una advertencia pero Miguel solo sonrió y aprovecho para besarle en los labios – estoy hablando enserio Miguel, esta partida es importante – gruño.
- Amigo solo déjalo jugar – dijo Fred moviendo su personaje a un lugar seguro para reagruparse – necesitamos otro jugador ya que Wasabi no está.
- lo que sea – murmuro Gogo – solo con céntrense debemos ganar este asalto – ordeno la chica.
- Basta Miguel – se retorció entre su agarre – claro lo dejare jugar si quieren morir, Miguel es literalmente el peor jugador de todos los tiempos.
- ¡Oye! – dijo ofendido para volver a dejar besitos en su novio – Hiro deja eso y hagamos otras cosas.
- No – gruño Hiro soltando el control y quitándose las manos de encima de su novio – Miguel te amo pero esto es muy importante – volvió a tomar el control – ahora podemos solo nosotros tres.
- Es un tonto videojuego – rodo los ojos dejándose caer contra el respaldo del sofá mientras sentía como el trasero de su novio se movía sobre su entre pierna tan deliciosamente, si era frustrante y muy tentador.
- Esto es importante amigo – dijo Fred que al parecer podía escuchar todo lo que decía Miguel, por lo que Hiro puso en alta voz para que este también lo oyera – vamos a derrotar a mi archienemigo – Miguel se animó ante esto, un archienemigo en videojuegos eso era raro.
- Por última vez Fred – suspiro Hiro – solo dile que Gogo es tu novia y la dejara en paz.
- Él no me cree – dijo ofendido – sigue mandándole cosas a ella y no puedo permitir eso – negó con la cabeza – nope – en el videojuego su avatar se aferró a su arma decidido – voy a ganar a mi chica.
- ¿Por qué lo dejas hacer esto? – pregunto Hiro a Gogo – cuyo avatar solo cubrió a Fred de una posible muerte al salir tan imprudentemente de su escondite.
- Estoy harta de los regalos de ese chico– dijo Gogo disparando a cada enemigo para darle el paso libre a Fred - y me gusta verlo feliz cuando gana.
Hiro solo rodo los ojos y se lanzó a la batalla para ayudar a su torpe amigo a ganar la "mano" de su propia novia, Miguel solo murmuro adormilado podía ver lo que pasaba por que la televisión estaba conectada al juego pero la verdad era tan aburrido que si no fuera por los movimientos de Hiro sobre él se hubiera quedado dormido hace tiempo, de hecho esos brincos y demás estaban haciendo despertar a un Miguel Jr. cuando estaba a punto de valerle goma el dichoso videojuego y obligar a su novio a cabalgarlo como dios manda Hiro se levantó alarmado murmurando cosas.
Resulta que el dichoso rival fue secuestrado durante su batalla virtual, por lo que debido a que eran héroes y eso fueron a investigar, pero iban sin trajes, solo ellos pensando que era un broma o más, así fue como los cuatro terminaron en jaulas en la guarida secreta de un idiota adicto a los videojuegos al parecer pues todo el lugar estaba lleno de esto, el villano quien se hacía llamar Gameman era uno de los tanto enemigos de aquel joven que al parecer se dedicaba a juntar enemigos a diestra y siniestra, ya que le había ganado el campeonato mundial de videojuegos con trampas los últimos tres años, él lo negó obviamente pero igual que ellos terminaron en una jaula mientras el malvado decía su discurso todo cliché.
- Espera ¿tú no eres el tipo que salía con mi abuela? – dijo el joven al ver a Miguel.
- Me estas confundiendo – rodo los ojos – solo tengo ojos para mi chinito – sonrió a Hiro que solo rodo los ojos y buscaba como salir de la jaula sin revelar su identidad secreta.
- Si lo eres, ella te dejo mucho dinero – Miguel se tensó entonces diablos – soy Richardson Mole y mi abuela era Berverly Samantha Mole – dijo creído – y tú eres ese cazafortunas.
- Escucha niño – dijo Miguel molesto por que había tenido que soportar eso durante el dichoso baile y los días después a este pero ya no le importaba – yo no salía con tu abuela – hizo una mueca - ella solo...
- Silencio – dijo el tipo en un ridículo traje – ahora voy a destruirte superincreible64 – dijo el tipo a lo que todos miraron al chico que solo se encogió de hombros – pagaras caro por robarme mi victorias.
- Espera - dijo gogo – no lo conocemos podemos al menos irnos.
- No – dijo él.
- Eso no es justo – dijo Hiro.
- Si amigo, al menos déjanos ganar nuestra libertad – y todos asintieron en las jaulas a lo que dijo Fred – te retamos en lo que quieras, si ganamos nos dejas ir, si perdemos nos destruirás – el villano miro a los chicos y asintió tras pensarlo un poco.
- Bien pero yo escojo al elegido – miro a cada uno de ellos, todos lucían tan nerds que posiblemente le ganarían por lo que eligió al tipo que pensó no tendría cerebro y por lo tanto no sabría jugar nada – lo elijó a el – señalo a Miguel.
- Seeee me eligieron – dijo agitando las manos mientras su jaula se abría para sacarlo - ¿para qué me eligieron? – Hiro solo miro horrorizado aquello.
- Estamos fritos – murmuro él y el chico que lo escucho jadeo sabiendo que no había esperanza.
- Será algo clásico – dijo el villano lanzándole un viejo control que era una guitarra, "mierda" pensó Hiro, "buena elección" pensó Fred por el videojuego escogido y "todos vamos a morir" pensó Richard – una batalla de Guitar Hero- dijo sonriente el tipo guiándolo a un pantalla enorme donde todo estaba listo para jugar – aun debo advertirte eh sido el campeón invicto mundial de los últimos tres años – dijo socarrón.
- ¿Aún hay campeonatos de eso?- pregunto Gogo porque si ese juego ya era algo viejo, un clásico ahora, todos preferían los nuevos videojuegos de realidad virtual y no esos.
- Creo que me las arreglare – dijo Miguel tomando la guitarra y probando los botones, la canción empezó entonces.
- Estamos bien fritos – dijo Richard al ver la canción elegida – esto no es justo Painkiller de Van Halen es la canción más difícil de todas – dijo el chico agitando las manos a lo que los demás se miraron más aterrados.
- Oh no lo es – dijo el sujeto con una sonrisa malvada – es la segunda más difícil – y sin más la música comenzó, Hiro solo golpeo su frente contra los barrotes sabiendo que era su fin, entonces se le ocurrió que esto podría servir de distracción mientras sacaba su teléfono para llamar a Baymax, o Wasabi, a Honey no estaba en trabajando pero Wasabi estaba libre y podría, apenas iba a llamar cuando el sonido de Fred victoriano le hizo mirar a donde la competencia de llevaba a cabo, ahí Miguel sorprendentemente estaba tocando los botones exactamente, atrapando las notas y de hecho parecía que estaba cantando la canción pues sus labios se movían al ritmo de esta.
- ¿lo está haciendo? – dijo Hiro confuso - ¡lo está haciendo! – dijo cada vez más animado – pero, ¿pero eres malísimo en videojuegos? – grito indignado de que su novio fingiera ser malo para dejarle ganar o algo, habían perdido muchas veces cuando hicieron equipo en línea – ¿cómo es posible que lo estés haciendo?
- Japón – respondió Miguel sin perder la concentración – estuve en concursos de Guitar Hero los últimos seis años – sonrió moviéndose incluso como si fuera una de esas estrellas de rock con guitarra de juguete, Fred grito como una chica emocionado, Gogo incluso parecía sorprendida mientras Richard saco su teléfono para buscar algo en línea.
- Eres Akazukin – dijo impactado haciendo que el villano trastabillara al escuchar ese nombre – fue campeón de Japón durante seis años seguido en Guitar Hero pero se negó a competir mundialmente dado que tenía que mostrar su cara para eso, nadie sabía cómo lucia siempre usaba una chaqueta roja y una máscara de gato – explico el chico sorprendiendo a Hiro.
- Era de mariposa – murmuro Miguel molesto tocando el solo de guitarra – y yo era "lobo rojo 64" - siguió explicando quitado de la pena aun cuando en la pantalla aparecían más y más patrones confusos para jugar – pero Ruby me inscribió así en broma y no pude cambiarlo – dijo en un gruñido, la canción termino y por obvias razones Miguel fue el rotundo ganador.
- Quiero la revancha - dijo el villano – si me ganas los dejare ir a todos, incluso a Richard – escupió su nombre – pero si yo gano me darás tu título.
- Creí que ya eras el campeón mundial – dijo Miguel confundido.
- Ganarle al segundo mejor de Japón no es lo mismo que ganarle al primero – dijo molesto – quiero eso, ser el mejor de los mejores – atrás Hiro grito algo sobre trampa y volvió a llamar a Wasabi quien le contestó y dijo que estaría en camino, mientras Fred discutía los términos como ridículos y Miguel parcia pensativo.
- Está bien – se encogió de hombros – pero si gano nos dejaras ir, te entregaras y me darás la guitarra – agito el juguete en sus manos a lo que Hiro jadeo incrédulo – ¿oye tienes idea de lo costoso que es comprar algo así? – la agito – ya no las hacen – y Hiro solo pudo suponer que su novio era un idiota.
- Empecemos - dijo el villano y ahora Through the Fire and Flames comenzó a sonar.
- Y esa si es la más difícil de todas – murmuro Fred.
- Eso no importa – dijo Hiro discretamente viendo como Miguel era tan hábil en un juego virtual – Wasabi llegara en cualquier momento - y Miguel no solo se dedicó a tocar su control-guitarra de hecho empezó a cantar la canción dejando a todos perplejos que Miguel cantara rock, cuando termino el villano en curso quien era un mal perdedor por cierto, se negó a cumplir su palabra accionando la palanca que abrió una trampa debajo de los pies de las jaulas donde había hierro fundido y haciendo que estas bajaran, Miguel grito desconcertado.
Entonces hubo una explosión y Wasabi entro con Baymax rescatando a todo el mundo mucho antes de que la furia de Miguel se desatara contra ese inútil villano, al final cada uno de ellos regreso a casa, Richard ni aun así dejo de coquetear con Gogo ni agradecer su ayuda, Miguel y Hiro por su parte negaron cuando Fred les ofreció llevarlos en la limosina, ellos se fueron caminado tomados de la mano, disfrutando de su nueva cita improvisada pues el día no iba a ser un desperdicio total.
- ¿Enserio? – pregunto Hiro al ver nuevamente a Miguel cargar la guitarra de juguete – tomaste eso – dijo incrédulo.
- La gane limpiamente – dijo abrazando dicha cosa – no pudo creer que tenga otra vez una en mis manos – dijo soñador.
- Así que ¿Japón eh? – pregunto dudoso - ¿campeón nacional?
- Mi vida está llena de secretos dulzura – le guiño un ojo.
- Es lo que veo, Akazukin – dijo en burla y Miguel solo jadeo ante el ridículo apodo que lo persiguió por años, Hiro empezó a reír para aferrarse más a su brazo y besar su mejilla – gracias por salvarme mi Héroe – bromeo a lo que Miguel cambio su buen humor.
Y los recuerdos se desvanecieron, Hiro miro la vacía habitación, la guitarra de juguete recargada a un lado de la consola de videojuegos en la sala, todo seguía idéntico a la última vez que estuvo ahí, el mismo vaso en el fregadero, las mismas arrugas en la cama, las mismas flores ahora marchitas en el floreo, no hubo quien las cambiara, no hubo quien aseará, no había quien viviera en el lugar.
- También lo extraño – murmuro Hiro a Dante, el can que presiono la nariz en su mano -¿qué fue lo que hice? – murmuro dejándose caer al sillón, donde muchas veces compartió la calidez de su pareja – lo extraño tanto – jadeo empezando a llorar y el can ladro a su lado aullando con él, compartiendo el dolor del joven, pues ya no tenía otro lugar donde estar, ya no había ese segundo hogar, solo un departamento vacío, frio y solitario.
Hiro regreso a casa con Dante detrás de él, su tía ni siquiera cuestiono cuando el animal subió a un lado con él o cuando este lo dejo dormir a su lado, en una esquina de la habitación en medio de la oscuridad la muerte se hizo presente miro a Hiro y sonrió por que Miguel al fin era suyo y definitivamente no se equivocó este chico le ayudo a lograrlo.
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"Me va a extrañar, al suspirar
Porque el suspiro será por mí
Porque el vacío la hará sufrir
Me va a extrañar, y sentirá
Que no habrá vida después de mí
Que no se puede vivir así
Me va a extrañar
Cuando el día llegue a su fin
Cuando tenga ganas de dormir y acariciar"
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Todas esas personas, poemas y canciones, libros y demás que decían que el mundo se volvía gris ante la depresión estaba equivocado, el mundo seguía igual, ni más oscuro ni menos brillante, de hecho como era de esperarse todo seguía su curso e incluso podría jurar que el sol brillaba con más ahínco que las flores desprendía más aroma y los pájaros y abejas revoloteaban con más alegría solo para recordarle lo deprimido que estaba, porque cuando estas herido, cuando tu alma grita por una razón para levantarte cada mañana el mundo sigue igual imperturbable de tu dolor y eso solo te hace sentir mil veces peor, Hiro estaba cansado, exhausto de pasar por eso otra vez, la primera vez con Tadashi fue muy difícil, agotador, algo que exprimo cada minúscula pizca de vida de su ser, tener que sufrirlo nuevamente simplemente era una tortura, la primera vez tuvo suerte tenía amigos un propósito una razón a la que aferrarse aunque fuera odio, ahora era diferente, no quería hablar con sus amigos, ni su tía, incluso mantuvo en la oscuridad a Karmi y se la paso repitiendo mil veces que estaba bien.
Pero Hiro no estaba bien dolía, dolía tanto que había momentos en los que no podía respirar y simplemente comenzaba a llorar por la nada, en donde cualquier cosa por mas minúscula que fuese le recordaba lo mucho que había perdido y como un niño se sumía en la mísera y oscuridad, esta vez fue peor, no quiso ayuda no quiso dejar ver lo mucho que le lastimaba solo sonreía, solo iba a su escuela y estudiaba como siempre, solo hacia sus patrullas y ordenaba a su equipo, solo fingía que todo era normal mientras por dentro se consumía su alma deslizándose en las profundidades de la soledad. Jamás se sintió tan solo que ahí rodeado de sus amigos, entre risas y conversaciones, entre abrazos y bromas entre aquellas personas que restregaban su felicidad en su cara, que lo hacían sentir minúsculo, sin importancia, innecesario, Hiro jamás se había sentido así y lo odiaba, se odiaba tanto a si mismo que se culpó, lo que él no comprendía, lo que en su estado no comprendía es que Abigail había dejado una marca en su alma y Miguel en su ignorancia se alimentó de este miedo haciéndolo tan grande a tal grado que ahora era demasiado doloroso estar sin él.
Hiro se despidió de su tía, había tenido que ayudar nuevamente en el café no muy feliz al saber lo que eso significaba, Miguel se había ido y eso le dolía mucho, subió las escaleras encontrándose con dante en una esquina de la habitación quien se levantó animado saludándole por una caricia y después volvió a recostarse en un cojín, Hiro le sonrió cariñosamente y se metió al baño para salir minutos después aseado con su camiseta blanca, la camiseta de Miguel.
No sabía por qué seguía torturándose así, porque insistía en mantener vivo el aroma de este en su piel cuando era muy obvio que quizás jamás volvería, pero bueno jamás fue bueno aceptando las perdidas, se paseó un rato más por la habitación antes de sentarse y terminar algún deber que tuviera pendiente, a las dos horas Hiro ya estaba recostado sobre su escritorio lanzando bolitas de papel totalmente distraído, parecía que no volvería a dormir esa noche, pues las pesadillas volvieron desde su partida cada vez peor.
Afuera en el techo del departamento de enfrente invisible a cualquier ojo humano la muerte o lo más cercano a ella vigilaba cada uno de sus movimientos con el anhelo de un amante.
- Así que ahora lo acosas mientras duerme – se burló detrás de el sobre una cornisa viéndolo acechar a Hiro.
- ¿Félix que haces aquí? – Miguel ni siquiera volteo a verle reconociéndole en seguida.
- Solo tome tu invitación – dijo saltando de la cornisa para acercarse unos pasos - quise probar un poco de café, pero por lo que veo perdieron a su mejor barista.
- No quiero que te le acerques – dijo en advertencia con voz tranquila pero la amenaza clara en esa frase.
- ¿O qué? ¿vas a matarme? – la insolencia era algo extraño en Félix y sin embargo aquí estaba provocando a un ser mucho más poderoso que el – no quiero romper tus ilusiones pero es un poco tarde para eso – dijo recargándose en una pared cercana y mirando en la misma dirección a la ventana del joven, Miguel ardió en ira entonces, lo tomo de la camisa jalándole con fuerza.
- Te lo advierto Félix - gruño apretando los dientes y la parca solo le miro apacible como solía hacerlo, sin miedo a las repercusiones.
- Mira a nuestro futuro señor – se burló con total insolencia, tomándole por sorpresa - preocupado por un saco de carne – sonrió burlista – que patético.
Aquellos palabras solo lo hicieron enojar más Miguel lo lanzo entonces por los aires abriendo un portal que lo trago de inmediato, Félix solo vio los pétalos naranjas a su alrededor y al siguiente minuto se estrelló contra una casita colorida, el camino de baldosas de tierra y todas las calaveras brillantes le dieron donde estaba, el mundo de los muertos.
El sonido de un objeto cayendo llamo su atención apenas tuvo tiempo de enfundar su guadaña cuando Miguel se estrelló contra el con la propia sorprendiéndole, la plata golpeo contra el filo de la suya hundiéndole más contra el suelo, Félix lo empujo lo suficiente para liberarse y saltar lejos, pero Miguel estaba listo blandió su arma con una maestría que jamás imagino que tuviera y el aire cortante, paso tan cerca que corto su mejilla haciéndole sangrar.
Dolor, Félix sintió mucho dolor en su cuerpo, lo que estaba mal porque las parcas no sentía nada, miro a Miguel que estaba furioso, su aura y todo lo decía, su ataque se incrementó lanzado golpe tras golpe al rubio quien apenas si logro bloquearlos, finalmente Miguel dio un golpe certero y su guadaña salió volando encajándose contra la piedra caliza de la calle, Miguel lo golpeo con el extremo final de su guadaña lanzándole lejos golpeando contra otra pared hasta desmoronarla en piedras, había tanto dolor, demasiado pero Félix noto que no era suyo en su mayoría.
Había furia, odio, enojo, desesperación, dolor, mucho dolor angustiante que solo provenía de un ser, Miguel estaba ahí acercándose mirándole con los ojos ardiendo en ira infinita, cubriendo muy bien sus emociones reales bajo una avalancha de odio, pero Félix pudo ver atravesó de él, de cada capa, del dolor que su buen amigo intentaba esconder.
- Sé que este no es mi dolor – dijo escupiendo la sangre en sus ropas– es tuyo.
- ¿Por qué habría yo de sentir algo así? – dijo furioso, negándose a sí mismo la verdad.
- Por qué lo amas Miguel - respondió totalmente serio y Miguel solo detuvo su marcha - y mientras lo sigas haciendo ella no podrá tenerte – aquello solo le hizo fruncir el ceño levanto su guadaña furioso, había muchas formas para matar a una parca, otra parca no podría hacerlo pero Miguel nunca fue alguien normal por lo que Félix sabia también que estaba a punto de ser aniquilado - Es aterrador, esto, sentir, quise olvidarme de esa sensación pero ha sido mi mayor error, porque incluso sin esa parte de mi la anhelo, Miguel, mírame Miguel no eres como nosotros, aún hay tiempo aun tienes tiempo, no cometas más errores Miguel... él te ama, inclusive yo puedo verlo.
- Cállate – gruño ante la mención de aquel amor que jamás seria suyo.
- No puedes seguir ignorándolo, no puedes simplemente ocultarte aquí, esperando olvidar todo, ¿hasta cuándo?, hasta que el muera, hasta que la siguiente alma que tengas que guiar sea la de Hiro!, ¡Hasta que el termine en el purgatorio por tu culpa!
- ¡Cállate! – grito más fuerte, Félix se congelo entonces, una ola de poder lo golpeo de una forma muy diferente cayendo inerte al suelo, a su alrededor una a una las parcas que se empezaban a reunir por tal conmoción hicieron lo mismo.
En el castillo de la muerte donde esta se encontraba en el mundo latino vio caer al suelo a la joven parca que estaba encomendando su misión, se sorprendió mucho al ver esto pero de igual manera sonrió pues esto solo podría ser obra de Miguel quien estaba cada vez más en sintonía con ella de lo que pensaba, pues solo la muerte puede controlar el vacío de las parcas.
Miguel confundido miro el desastre, las ruinas de su batalla con Félix y las parcas inertes en el suelo asustado retrocedió lentamente, la muerte apareció entonces ella negó con la cabeza y con un simple ademan de su mano las parcas en el suelo se levantaron como muñecos de trapo para finalmente abrir los ojos, ojos fríos y vacíos que parecían sera formateados de toda información, Miguel vio esto cada vez confundido y cuando la muerte levanto la mano en su dirección para llamarle, el tomo su guadaña y huyo.
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"Me va a extrañar, y sentirá
Que no habrá vida después de mí
Que no se puede vivir así"
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Tadashi fue lanzado a las puertas de una casita tradicional japonesa, luego de ser empujado a una fría mazmorra donde extrañamente empezó a sentir un hambre inmensa y frio, en el castillo de la muerte o más bien en sus mazmorras era el único lugar donde los muertos podrían sufrir los penares del mundo humano, así que Tadashi estuvo ahí agonizante entre penumbras de oscuridad, hasta que la misma parca que lo llevo, la joven de cabellos lilas y otro joven de porte firme llego para sacarlo de ahí, Tadashi estaba seguro que sufriría algo peor cuando fue su sorpresa al verse arrojado a la entrada de una pequeña casita japonesa tradicional, de inmediato dos personas salieron para abrazarla y llamarle.
- Tadashi – dijo el hombre – mi niño – el joven enfoco bien su vista notando el rostro que se había dio deslavando en sus recuerdos.
- Mi pequeño – dijo una voz femenina y ahora reconocía a la mujer.
- ¿papá, mamá? – confundido fue ayudado a levantarse mientras esto lo abrazaban con amor, más personas aprecian salir de la casa, personas que no reconocía más que en viejas fotografías que alguna vez miro, todos con rostros tan pálidos como el suyo y con ropas completamente blancas, todos también muertos.
- Mi pequeño niño estábamos tan preocupados por ti, en cuanto nos enteramos de tu muerte – su madre empezó hablarle y Tadashi poco a poco recuperando los sentidos murmuro.
- Hiro – murmuro – Hiro – se giró a las parcas que ya empezaban a marcharse – esperen Hiro, el estará bien, tengo que hablar con Miguel asegurarme – camino un par de pasos pero una espada, la misma que lo había amenazado antes se colocó frente a él deteniéndole – por favor tengo que...
- El ya no es tu preocupación – respondió la parca masculina siguiendo su camino con la chica detrás de él, sus padres se acercaron a Tadashi y lo metieron dentro de la casa haciendo reverencia a las parcas que se alejaban.
- Está bien mi niño ya no te preocupes – le sonrió su madre.
- Pero algo no está bien – respondió el inquieto – necesito hablar con Miguel.
- Sssshh – dijo su madre abrazándole – ya todo está bien, ya no hay de qué preocuparse – dijo esta y toda la familia volvió a sus ocupaciones.
Claro que Tadashi estaba feliz de verles, de estar con su padre y madre pero no va a negar que empezaba a extrañar a los Rivera pero sobretodo saber de su pequeño hermano.
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"Me va a extrañar
Cuando el día llegue a su fin
Cuando tenga ganas de dormir
Me va a extrañar"
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- Bienvenidas al gato de la suerte en un momento estoy con ustedes – saludo atareada Cassidy contestando el teléfono una posible orden para su servicio de banquetes la tienda ya estaba a punto de cerrar por lo que aquellas chicas que entraron eran las ultimas clientas.
- Tómese su tiempo – dijo una de ellas sonriendo, la tía Cass les dio una última mirada extraña pero no le dio importancia a su extravagante maquillaje de geishas.
- Termine de lavar los platos tía Cass – dijo Hiro saliendo de la cocina congelándose al ver a las clientas.
- Hola capitán encanto – saludo la menor de ellas con una gran sonrisa.
- O prefieres Hiro Hamada – dijo la mayor, causándole un gran escalofrío.
Notas:
Más de Félix hurraaaaaaaa, más de Hiro y su depresión y más de bueno de Miguel convirtiéndose en parca y notando que se está excediendo.
No soy gamer, desconozco si hay campeonatos o algo así sobre Guitar Hero, solo exagere para hacerlo más dramático, investigue las canciones jugables más difíciles y me salieron esas.
Akazukin: significa literalmente caperucita roja en japonés, de ahí la burla a Miguel.
Tadashi es enviado al mundo japonés donde pertenece, en este los muertos no son calacas coloridas si no seres pálidos vestidos de kimonos blancos, excepto la gente importante que viste de colores y algunos otros que visten de rojo pero por lo general todos visten de blanco.
Ya sé que la madre de Tadashi no era japonesa pero al casarse con un japonés adopto su tradición y al morir fue con él a su mundo espiritual.
Y por último pero no menos importante, ¿Quiénes son las tipas que llegaron al café? Vamos adivinen.
Este fic está llegando a su fin calculo q faltan al menos dos caps mas alguna canción o cosa que quieran ver hablen ahora o callen para siempre.
Galletas?
Gomitas??
Teorías???
Ayuda?????
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