Capítulo 8
—¿Y ahora me dirás qué está sucediendo?, ¿acaso estoy en una dimensión paralela, morí y no me di cuenta o qué? ¿Hyung te llamó Kookie? ¿Y estaba tomando un café aquí contigo?
Eran demasiadas preguntas para un aturdido omega, que tampoco procesaba lo que había sucedido en esas pocas horas del día.
—Fui hasta su oficina a saludarlo, como siempre me contestó con una pesadez...pero esta vez se disculpó y me invitó a tomar un café. Tae, ¡Él me compró un muffin! y me pidió que lo llamara hyung. No sé que le sucedió, pero...hoy estaba diferente. Me sonrió y pude ver algo especial en su mirada.
Taehyung estaba sorprendido por la actitud de Seokjin, mas no de lo que Jungkook podía percibir. El omega era muy sensible, pues aún cuando su lobo estaba herido y dormido, había logrado sentir la especial conexión que tenía con el alfa. Le hubiese gustado mucho decirle que aquello se debía a que Jin era su pareja destinada, pero sabía que no debía y no podía.
—Bueno, te dije que Jin hyung no es una mala persona, es un poco cabeza hueca, pero te aseguro que no es malo y él está aprendiendo a valorarte y ver todo lo que has aportado a la empresa.
—Todo era perfecto...hasta que llegaste...¿por cierto quien es Gabrielle Kang?
El alfa se sentía mal por haber roto ese precioso momento entre la pareja, pero Namjoon ya se estaba desesperando porque su hermano no contestaba su móvil y no sabía donde se encontraba y no tenía ningún interés en atender a esa mujer solo.
—Lo siento, pero Namjoon me envió a buscarlo. Pensé que estaría aquí, pero no contigo...pensé que aún no llegabas. Y era importante. Gabrielle Kang es la matriarca alfa de esa familia. Debes conocer a su nieto Kang Heung Min, es el actual director de la Compañía, que es nuestra competencia.
—Sí, es decir escuché de él. De hecho el día del accidente, iba a entrevistarme Heung Min con el señor Kang. Bueno no llegué y sigo insistiendo que dentro de todo fue bueno. Yo no quería trabajar con ellos. Pero aún no entiendo que hace ella acá.
—Seguro viene a averiguar que sucede. Desde que llegaste, han perdido muchos negocios. Tus aciertos financieros, además de tu impecable precisión nos han llevado a que muchos inversionistas nos prefieran. Eso los debe estar volviendo locos. A pesar de todos sus trucos sucios, no han podido vencernos.
—¿Y por qué Seokjin Nim, digo hyung no quiere que me vean?
Taehyung estaba seguro que el lobo le había advertido algún peligro a Seokjin y por eso estaba naturalmente protegiendo a su omega. Pero no podía decirle la verdad.
—Seguramente quiere mantenerte todavía como una sorpresa. Pronto habrá una cena anual, en que todas las empresas como la nuestra se reúnen. Asisten muchos empresarios y es la ocasión para hacer negocios. Seguro que hyung quiere llevarte y presentarte como su joya. De hecho él te llama así...claro desde un punto de vista de negocios.
Jungkook sonrió. Él no era ninguna joya. Sabía que estaba haciendo un buen trabajo, pero le agradó saber que Seokjin lo valoraba. De todas formas no estaba tan seguro si lo querría llevar a esa fiesta. Después de todo tendría que exponer que había contratado a un omega y que además estaba inválido. Podía ser que lo rechazaran y él no quería causarle problemas al alfa.
—Vamos a tomar otro café y otro chocolate, mientras nos llaman. Y te mostraré las fotos que les tomé a mis cachorritos ayer. Mi omega está con muchas ganas de conocerte—. Taehyung lo sacó de sus pensamientos.
Mientras tanto Seokjin entraba al piso y se dirigió primero a la oficina de su hermano. Necesitaban establecer una estrategia común.
—¿Dónde estabas hyung?, te estuve llamando y no contestabas—.Seokjin miró su celular y vio las llamadas. Había estado tan concentrado en su omega, que no las había escuchado.
—Estaba con Kookie en la cafetería, lo siento Joon—el alfa menor abrió sus ojos y procesó lo que su hermano tan relajadamente le acababa de decir.
—¿Qué Kookie?, ¿te refieres a Jungkook?—mientras preguntaba, Seokjin asentía—¿Jungkook, el omega?
—¡Por favor Nam! ¿que otro Jungkook conoces y que trabaje aquí? Sí estaba con él. Fui grosero y me disculpé, invitándolo un café, que resultó al final un chocolate, porque no le gusta el café realmente... y también le gustan los muffin...
Namjoon cayó en su silla...¿era su hermano él que estaba frente a sus ojos?, le hablaba del omega como si se tratara de alguien muy especial para él.
De pronto dos alfas aparecieron en su oficina.
—Señores Kim, esa mujer está hecha una furia por el tiempo que ha esperado...
Ambos reaccionaron. Seokjin tuvo que dejar de pensar en su lindo omega come muffins y Namjoon tuvo que salir del asombro que las palabras de su hermano le habían provocado.
—Gracias Sue Lyn, llévala a una de las salas de reuniones. No quiero que deje su apestoso aroma en mi oficina, iremos enseguida—contestó el alfa mayor.
—Namjoon, no sé que quiere Gabrielle, seguro que viene con alguna amenaza. No quiero que le hables de Jungkook. Déjame a mi manejar la situación.
Su hermano menor asintió. Todavía entre ellos, las jerarquías permanecían. Aun cuando habían pasado muchos siglos, las manadas seguían siendo eso, manadas con una jerarquía. Y ellos, los Kim lo eran. Si no estaba su padre, era Seokjin el líder y él se sometía a sus decisiones.
Ambos hermanos suspiraron antes de entrar en la sala donde la mujer los esperaba. A pesar de sus 70 años, era una mujer entera. Ella había nacido en Francia, de una familia muy aristocrática. En la universidad había conocido a Kang Young Gwon, el hijo omega de la poderosa familia coreana Kang. Ambas familias consideraron conveniente el matrimonio. Con el tiempo, ella anuló prácticamente a su esposo, asumiendo el liderazgo de las empresas y de la manada. Su esposo murió en un extraño accidente dos años después de haberse casado y luego de haberle dado 5 hijos...todos alfa. Erguida, alta, fuerte, como debía ser una alfa pura. Así como lo era toda su familia. Se sospechaba que hacían manipulaciones genéticas, para conservar esa pureza. Sus omegas eran cuidadosamente escogidos, con la única finalidad de procrear. Sólo parejas heterosexuales.
—Buenos días Gabrielle, lamento que haya tenido que esperar. Mi hermano y yo estamos intrigados por su visita.
La mujer miró a los hermanos. Los odiaba, ellos representaban el mayor obstáculo a su ambición y sed de poder. Detestaba especialmente al menor de los Kim, por sus "asquerosos gustos" al tener un omega como pareja. Al menos el otro los aborrecía, como ella.
—Sólo quiero saber que sucio truco están usando para haber ganado tantos negocios estas últimas semanas.
Namjoon apretó los puños e iba a contestar, pero la severa mirada de su hermano lo detuvo.
—No sé a qué se refiere. Sabe perfectamente que los Kim a diferencia de los Kang jugamos limpio. Que su gente no sepa ganar negocios no es mi problema. Y si sólo vino a decir esa estupidez es mejor que se vaya.
—Hay rumores Seokjin... rumores que hablan de un cierto omega brillante. Pero yo no los creo. Conociéndote y sabiendo tu desprecio hacia esos seres inferiores. En eso te pareces tanto a mi.
Seokjin sintió una honda tristeza en su corazón, porque en cierta forma esa mujer tenía razón. Todo el tiempo, él se mostraba como un alfa que miraba en menos al resto de las castas. Pero él no era como ella, él sólo fingía para proteger a su omega.
—Los rumores son eso rumores. Y si yo contrato o no a un omega, no es de su incumbencia. Sólo le aclaro que estamos trabajando limpiamente.
La mujer sonrió con ironía—.Ya veremos....Te aconsejo que sigas contratando sólo alfas. Los omegas son tan frágiles y delicados, ¿no es así Namjoon? Tu asqueroso omega Chi Yeol no es acaso un débil hombre?
—¡No le acepto que hable así de mi omega! ——. Namjoon ya no aguantó y se acercó a la mujer amenazadoramente—quiero que salga de esta oficina ahora y le aseguro que no volverá a entrar. Ni usted ni ningún Kang—Seokjin se levantó e invito a la mujer a salir.
—Cuida de tus asquerosos omegas que trabajan para ti Namjoon, especialmente de tu pareja. Ya te dije... los omegas son muy frágiles...
—¿Me estás amenazando Gabrielle? —Namjoon estaba a punto de golpearla, olvidando que era una anciana.
—Sólo te estoy dando un consejo...
—Gabrielle, he sido caballeroso contigo por tus malditos años, pero estoy a la nada de dejar que mi lobo salga y te destroce. No acepto tus amenazas. Te lo advierto, no te metas con mis empleados o con algún miembro de mi manada —Seokjin rodeó con sus manos el cuello de la mujer, pero esta rápidamente se soltó.
—Veremos quien gana al final Seokjin. Te veré en la cena anual.
Y sin decir nada más, salió de la oficina.
Después de asegurarse que la mujer se había ido, Namjoon golpeó con furia la puerta de la sala de reuniones. La maldita loba había amenazado a su omega.
—¡Esa maldita Kang amenazó con hacerle daño a mi Chi Yeol!
—Lo sé Nam, la escuché y quiero pensar que fue sólo eso. Pero debemos tener cuidado. Ven vamos a mi oficina.
Luego de llamar a Taehyung, para que subiera con Jungkook, le dio un vaso de whisky a su hermano y se sirvió otro para el. También le pidió a Yoongi que fuera a su oficina, interrumpiendo una reunión que tenia en otro piso. Namjoon y Seokjin se paseaban enfurecidos. Ambos lobos querían salir y matar.
Para Seokjin era una ofensa mayor. Nadie amenazaba a su familia y Chi Yeol lo era. A pesar que siempre había sido indiferente con él, por el papel que jugaba, en el fondo de su corazón, le tenía mucho cariño y sabía que era el mundo de su hermano. Por un instante se imaginó estar en su lugar, y un sentimiento intenso lo cruzó. Tal vez de eso se trataba la predicción, si los Kang se enteraran que Jungkook era su pareja destinada, lo usarían contra él, al transformarse en un punto de vulnerabilidad, así como lo era Chi Yeol para Nam. Era absurdo, pero esa idea representaba una esperanza para él. Si conocía hacia dónde apuntaba la predicción, tal vez podría controlarla y decirle la verdad a su omega. Estaba con ese amasijo de sensaciones y pensamientos, cuando la calma volvió a su corazón. Un exquisito aroma a flores de cerezo inundó su oficina. Tae y su Kookie llegaban preocupados a la oficina. Detrás de ellos Chi Yeol y Yoongi.
—¿Por qué tienen esas caras? —el alfa veía a Jin y Namjoon moverse listos para atacar una presa y ya se imaginaba que era lo que había pasado. Él estaba en una importante reunión y había sacado a tirones casi por la secretaria de su jefe y amigo.
—Esa maldita bruja amenazó a mi Chi Yeol—contestó Namjoon.
Todos miraron al omega que se tapaba la boca por la noticia que había dado su pareja.
—¿A mi?, Gabrielle Kang... ¿me amenazó?
Con palabras atropelladas los hermanos Kim relataron la conversación con la matriarca de los Kang.
—Yo sé porque esa loba está así—intervino Yoongi—hoy recibí esta invitación. Te la iba a mostrar más tarde hyung —le extendió una carta a Seokjin—Un inversionista europeo quiere contratar una empresa coreana para iniciar actividades. Irá a la cena anual, pero quiere reunirse en privado con algunas empresas para conocerlas. Entre ellas estamos nosotros. Según averigüé, los Kang no están incluidos. Es un inversionista honesto y seguramente conoce su fama y no quiere involucrarse con ellos. Por eso deben estar así. Gabrielle no se contuvo y vino a asustarnos.
Todo se hacía más claro ahora. Seokjin se quedó meditando un momento, mientras veía el rostro asustado e impresionado de su omega. Sentía como su aroma se había intensificado. Quería calmarlo, pero no estaba seguro si Jungkook podía percibir su aroma. Además su oficina ya tenía una mezcla terrible de alfas y de omegas.
—Joon, ¿Cuántos omegas trabajan para ti? —le preguntó a su hermano.
—Son cuatro sin contar a Chi Yeol. Todos con pareja. Dos chicas y dos chicos.
—Bien, por estos días y antes de la cena, pondremos una vigilancia sutil sobre ellos y sus casas. No les diremos nada por ahora. Yoongi ¿todavía tienes ese amigo tuyo dueño de la empresa de vigilancia?
—Claro. Pero no creo que debamos alarmarnos. Esa mujer no intentará nada. Sería muy torpe de su parte.
—Lo sé. Aún así, quiero protegerlos. Chi —se dirigió ahora a su cuñado, quien lo miró extrañado. Jamás lo había llamado así—será mejor que estos días te quedes con mi hermano.
El omega aún sorprendido, sólo atinó a asentir.
Luego Seokjin posó sus ojos sobre su omega, que todavía se mostraba asustado.
—Kookie... sé que hace pocos días vives solo. No quiero que uses más el transporte público. Un chófer irá por ti diariamente y te devolverá a casa, cuando yo no pueda.
Jungkook enrojeció cuando todos se voltearon a verlo, para luego mirar a Seokjin. Lo había llamado Kookie y sus palabras sonaron muy sobreprotectoras. Además se sorprendió de lo bien informado que estaba sobre su cambio de casa. Seguro que Tae le había contado.
Yoongi emitió una pequeña risita. Él conocía demasiado bien a su amigo y ya había notado el interés del alfa sobre el omega. Y aunque al principio no lo podía creer, con el transcurso de los días, había podido conocer al chico y todos sus prejuicios habían disminuido al darse cuenta de lo inteligente, gentil y simpático que era el omega. No se lo demostraba claro, pero los últimos días, se había mostrado más amable con él.
—Y ahora a trabajar. Quiero el perfil de ese inversionista. Debemos ir preparados y los quiero a todos en esa cena. Vamos a demostrarle que somos los mejores.
Namjoon y Chi Yeol salieron todavía impresionados con el cambio de Yoongi y de Seokjin y muy especialmente de éste último. Incluso le había dado un cariñoso golpecito en la espalda a Chi Yeol, que hizo gruñir a Nam.
—¿Y mi informe sobre el cliente chino? —preguntó Yoongi a Kook, antes de salir.
—Sobre su escritorio Yoongi-nim—contestó el omega.
—Buen chico—contestó el alfa. Todavía le quedaba una larga conversación con su jefe y amigo, pero no era el momento.
Quedaron sólo Tae y Jungkook en la oficina, junto a Seokjin.
—Hyung... —Jungkook movió su silla hacia Seokjin—no creo que sea buena idea que yo vaya a esa cena. Al verme, sus clientes puede que no les agrade que esté en una silla de ruedas. Además no tengo la ropa adecuada y...
Seokjin entonces se acercó a Kook y se agachó para quedar frente a su rostro. El omega sintió como su cuerpo semi inmovilizado se estremecía. Él no podía sentir el aroma del alfa, pero su olfato humano captó el mentolado olor de su crema de afeitar y un pequeño calor llegó hasta él.
—Kookie... —dijo el alfa mirándolo muy fijamente—.Tú eres mi joya y me siento orgulloso de que trabajes para mi. Te necesito ahí ese día, para mostrar lo mejor de mi equipo—Jungkook pensaba que su corazón saldría al tener al alfa tan cerca—estarás ahí, a mi lado. En cuanto a la ropa, Tae te acompañará a comprar lo que necesites. La compañía lo pagará—miró al alfa quien todavía no salía del estupor que tenía desde temprano, y sólo asintió—pídele a a Chi Yeol que los acompañe. Jungkook necesitará ayuda y es mejor que un omega lo haga. Se sentirá más cómodo. ¿Está bien Kookie? —Y sin poder evitarlo, puso su mano sobre la cabeza del omega, sacudiendo en forma cariñosa su cabello.
Jungkook sonrió bobamente. Sentir el tacto del alfa le había hecho sentir un cúmulo de emociones. Y una duda se anidó en su corazón confundido... ¿Acaso ese alfa era su destinado?
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