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Capítulo 35: Final

Dos semanas después, Jungkook comprobaba que, al parecer, sus consejos amorosos y sexuales habían surtido efecto, cuando a la cena familiar de los días sábado, Hoseok llegaba con una visible marca en el cuello, que lucía entre orgulloso y avergonzado. Al fin, se había convertido en el omega enlazado de Yoongi. Este último soportó estoicamente las burlas del resto de los alfas, por la edad y género del omega. Sin embargo, todo había ocurrido con el acuerdo del omega y de...su madre. El pobre alfa había tenido que ir a pedir autorización para marcar a su destinado y llevárselo a vivir con él. La mujer había aceptado. Pues sabía que su hijo merecía al fin, vivir una vida tranquila y feliz.

Yoongi y Hoseok, fueron a vivir al departamento del primero, pero el alfa inició de inmediato la construcción de su vivienda al lado de la de Taehyung y Jimin.

Seokjin sonreía al ver a toda la manada reunida y especialmente por ver a su hermoso omega, actuando como un estupendo dueño de casa.

Jungkook a pesar de su abierto pensamiento progresista, acerca de los roles de alfas y omegas, se esmeraba en ser un excelente anfitrión. Era una noche especial, en que todos disfrutaban de estar juntos y celebraban las cosas buenas, que últimamente abundaban.

Lo único que todavía ensombrecía la felicidad de la manada y muy especialmente de Jin y Jungkook, era el no tener a su pequeña Hope, aún en casa. Si bien la bebé se recuperaba rápidamente, todavía no le daban el alta y eso los mantenía todavía con el corazón apretado.

Luego de cenar y ponerse al día con el estado del embarazo de Chi Yeol y el nuevo estatus de Yoongi (alfa comprometido y enlazado), todos se relajaron y compartían animadamente.

Jungkook aprovechó para caminar un rato por el borde la piscina. Lo que no sabía era que su alfa ya había notado como su aroma a flores, siempre dulce se volvía un poco acido, eso siempre sucedía cuando pensaba en Hope o algún pensamiento triste lo atravesaba. Como buen lobo, llegó hasta él tan rápido, antes incluso que Kookie pudiera percibir su aroma a chocolate y café.

—Amor mío...me sorprendiste—se dio vuelta para rodear el cuello de su alfa y apoyar su nariz de inmediato ahí. Su aroma era su refugio.

—Estás pensando en nuestra bebé y te pusiste triste.

—Es sólo que deseo tenerla aquí. Sé que paso muchas horas con ella, pero apenas si la puedo tener en brazos o cambiarle el pañal. Y siempre en ese frío ambiente de la clínica. Y me preocupa su futuro, las secuelas de ser prematura, de pasar horas ahí... sola...

Seokjin lo entendía perfectamente. De hecho, la última semana Jungkook había dormido en la clínica, pues Hope estaba teniendo muchas más horas despierta y comenzaba a actuar como una bebé más "normal" Eso significaba que despertaba con hambre en las noches y ahí estaba el omega para alimentarla. Artificialmente claro está, pues nunca la pudo amamantar y eso era algo que también lo atormentaba.

El alfa sabía lo testarudo que era su omega y cómo un sentimiento de culpa que en realidad no existía lo agobiaba.

—Ya te he dicho que no debes preocuparte ni pensar en eso. Con Hope debemos ir paso a paso. Si hay secuelas la trataremos y estaremos
pendiente. Pero debes tener en cuenta que nuestra hija es especial. Ella se recuperó con la fuerza de nuestro amor e incluso su esencia cambió.
¿No crees que eso es una prueba de que todo irá bien? Y si no, estaremos juntos para ayudarla y salir adelante. ¿Por qué no alejas esos malos pensamientos y disfrutas esta noche? No hemos dormido juntos en toda la semana... ¿crees que...?

Jungkook vio el brillo en los ojos de su alfa. Lo entendía. Estos últimos días lo había tenido un poco abandonado y él también sentía la necesidad de estar con él, sentir su cuerpo y disfrutar del placer de hacer el amor.

—¿Creo que cosa alfa? —sus manos rodearon con más fuerza el cuello y pegó su cuerpo al de Jin, frotándose descaradamente en él.

—Creo que lo entendiste perfectamente omega coqueto y pervertido. Quiero hacerte el amor y poder disfrutarte—Seokjin besaba sobre la marca, pues sabía los estremecimientos que le provocaba—creo que es tiempo de sutilmente hacer que nuestros invitados vuelvan a sus casas...

Jungkook sonreía ante la ocurrencia de su alfa. Además, no sería fácil, pues todos estaban en animada conversación.

Sin embargo, poco a poco todos se fueron despidiendo. Chi Yeol ya estaba un poco cansado, dado su embarazo gemelar, lo mismo Jimin y Taehyung, que al día siguiente tendrían que lidiar con tres enérgicos bebés, cada vez más activos.

Cuando Yoongi y Hoseok, se despedían, este último apartó a Jungkook.

—Sólo quiero agradecerte. Todo lo que me explicaste y me aconsejaste me sirvió mucho...yo aún no asimilo este cambio de vida. No pensé que tantas personas pudieran demostrarme tanto cariño y especialmente tener a Yoongi a mi lado. Estaba asustado, porque él tenía mucha experiencia y yo no sabía cómo complacerlo..., pero hice lo que me dijiste. Me dejé llevar por mis sensaciones y por mi lobo. Gracias otra vez.

Jungkook abrazó al pequeño omega. Hoseok físicamente era frágil, a pesar de su fortaleza interior. Pensaba que era perfecto para Yoongi, que no era un alfa tan grande como comúnmente sucedía. Hacían una hermosa pareja, a pesar de la diferencia de edad.

—Me alegro haber ayudado. Tú y Yoongi estarán bien. La convivencia a veces no es fácil, pueden surgir diferencias, pero si cada uno está dispuesto a ceder, las cosas se resuelven. Creo que los destinados tenemos la ventaja de ser complementos perfectos. Sólo déjate querer y sabes que siempre podrás contar con la manada y no sólo con los omegas. Nuestros alfas también estarán para ti.

De nuevo se abrazaron, mientras Seokjin y Yoongi los miraban totalmente enamorados.

—¿Quién iba a pensar que terminaría enamorado de un omega?, pero es perfecto. Hermoso, de verdad lo amo.

—Lo entiendo Yoongi. Y me alegro de que hayas dejado que tus sentimientos y tu lobo tomaran el control de tu vida. No te arrepentirás.

La pareja terminó de despedirse y al fin Seokjin y Jungkook quedaron solos. El alfa sabía que el estado de animo de su omega, había cambiado, luego del pequeño dialogo que habían tenido a orilla de la piscina. Estaba más animado y sus feromonas indicaban su necesidad de tener al alfa dentro suyo.

Jungkook abrazó a Seokjin y reposó su cabeza en su hombro. Realmente era reconfortante estar así. Siempre pensaba que esa espalada ancha lo protegería de cualquier mal. Se sentía seguro y amado. El alfa se volteó y lo besó. Sin previo aviso, lo tomó en sus brazos y lo llevó a su dormitorio. Necesitaba tenerlo y amarlo.

El tiempo pasaba rápidamente. La rutina diaria era bastante movida, pues Jungkook ahora pasaba la mayor parte del tiempo en la clínica con una vez más despierta Hope. Seokjin acudía algunas horas en las tardes, de acuerdo a lo que la oficina le permitía, pues seguían con mucho trabajo.

Así la pequeña Hope, cumplió dos meses y medio de haber nacido. Esa mañana llegaron temprano. Seokjin aprovecharía de quedarse un rato con ellos, pues Taehyung lo cubriría en unas reuniones.

Se sorprendieron cuando vieron al neonatólogo, junto a la pequeña, imaginando lo peor.

—Doctor, ¿pasó algo con Hope? —Jungkook entraba lleno de angustia al cuarto donde su pequeña se recuperaba, ya fuera de la incubadora.

Seokjin tomó su mano, deseando que nada malo sucediera.

—La verdad es que sí...—el doctor sonrió ampliamente—acabo de revisar sus últimos exámenes y están excelentes. La pequeña ya pesa dos kilos y un poco más. Respira por sí misma. Se alimenta de un biberón..., en realidad ya no hay motivos para que siga internada. Oficialmente Kim Jeon Hope está dada de alta. Pueden llevarla a casa.

Y entonces, Jungkook estalló en llanto. Había esperado tanto por escuchar esas palabras, que ahora no parecían ciertas. Seokjin lo abrazó y soltó sus feromonas para calmar a su niño.

—Entonces... ¿es seguro llevarla a casa doctor? —preguntó el alfa.

—Absolutamente. Naturalmente deberán tomar algunas precauciones. Nada de visitas por al menos un par de semanas y es mejor que sólo ustedes la atiendan. Al menos por ese periodo. Ella deberá adaptarse a las nuevas condiciones. Pero todo estará bien. Se los aseguro. Hope es una bebé fuerte y ha madurado lo suficiente.

Jungkook luego de escuchar al doctor, trató de calmarse. No estaba demostrando ser un padre responsable si se ponía a llorar de esa forma.

—Lo siento, me emocioné mucho. Hemos esperado tanto por este momento.

—No te preocupes, la conexión que existe entre ustedes es muy especial. Se siente cada vez que entras a la habitación. Los signos vitales de la pequeña se alteran de buena manera. Iré a hacer el papeleo. Mientras, la enfermera te ayudará a prepararla.

La pareja no lo podía creer. Con emoción, vestían a su pequeña que apenas se quejaba por los movimientos que sus papás le hacían. Seokjin participaba activamente. Él sabía mudarla, vestirla y alimentarla. No sería como esos alfas que sólo se dedicaban a mirar mientras sus parejas hacían todo. Por supuesto que no. Así es que entre ambos lograron abrigar a su hijita y envolverla, lista para salir de aquella clínica. Fue un momento emotivo. Se despidieron de todo el personal que en esos dos meses habían cuidado de la pequeña y que de una u otra forma, la habían sacado adelante, a pesar de lo prematura que había sido.

Seokjin ya tenía lista la silla para bebés, que tenía instalada desde hace más de un mes esperando que su niña, volviera a casa con ellos. En el camino, y mientras Jungkook manejaba, llamó a sus padres y amigos, para comunicar la maravillosa noticia. Todo sería distinto desde ahora y ambos estaban llenos de felicidad.

Los primeros días fueron un poco estresantes, pues la pequeña era demandante y ambos padres estaban muy aprensivos respecto a ella. La primera semana Seokjin no fue a la oficina, pero luego tuvo que retornar, porque había aspectos que no podía manejar desde casa. Lo bueno era, que Jennie ayudaba a Jungkook con el almuerzo y con los pequeños detalles que el omega veía en su casa y que no le gustaba dejar al personal de servicio.

En las noches, la pequeña dormía con ellos en una cunita que habían acomodado y se turnaban para verla. Pero a pesar de todo el trabajo que implicaba, la felicidad que sentían por tener a su hija superaba todas las dificultades.

Ahora, estaban ambos sentados en su cama, contemplando a la pequeña, que se veía contenta y con mucho más movimiento.

Constantemente la estaban estimulando con colgantes de colores y con mucho movimiento y sonido.

Seokjin miraba a Hope y luego miraba a Jungkook. Definitivamente tenía sus ojos. Grandes y oscuros. El omega capturó su mirada y pudo ver lágrimas en los ojos de su alfa y se preocupó.

—¿Seokjinnie...estás bien? —su manó apartó un mechón de pelo que caía sobre la frente de su compañero.

—Es sólo que te miro y no puedo creer que todo esté bien. Jungkook...esto es como un sueño...pensar en todos los años que viví en soledad y dolor...y cuando veo tus ojos y los de mi niña, recuerdo la primera vez que te vi y te reconocí—cierra sus ojos y se transporta a ese instante—estaba en pánico...mi omega estaba ahí, en mi oficina, con su olor a flores de cerezo. Mi lobo ansioso buscando al tuyo...pensando en cómo alejarte. Todavía no me perdono haber sido tan hijo de puta contigo, al principio...

—Cariño...ni siquiera deberías pensar en eso. Todo tenía un motivo y lo importante es que todo salió bien. ¿Recuerdas aquel día, la primera vez que me invitaste un café? Habías sido descortés y te querías disculpar conmigo...no sabes la felicidad que sentí. No podía creer que Kim Seokjin me había invitado un café...mi alfa...

—Siento haberte lastimado Jungkook, lo siento tanto—Jin rompió a llorar. Eran recuerdos tristes que venían a su cabeza, ahora que todo estaba bien. Que todo parecía en un prefecto equilibrio, que incluso le daba miedo.

—No seas necio alfa tonto...todo eso está superado. Es parte de nuestra historia. De lo que debíamos pasar. Nuestro destino era estar juntos y así fue. Y ahora está nuestra hija y espero en el futuro darte muchos más hijos...

—¿De verdad Kookie? ¿Quieres más hijos? No quiero que te sientas presionado. Yo sé que tu vida profesional es muy importante y además eres brillante y...

—Todo se puede equilibrar Jin...esto que nos pasó ahora fue excepcional y sé que no volverá a pasar. Mi embarazo era normal, hasta el ataque. Y claro que quiero más bebés, cuatro o cinco de ser posible. Vamos a llenar esta mansión con nuestra descendencia. Y también continuaré a tu lado en la empresa. Vamos a lograrlo mi amor. Lo haremos juntos.

Seokjin se acercó a Jungkook y lo besó. Era la misma sensación de aquel primer beso, y de todos los que vinieron. La sensación de perderse en la dulzura de su boca. En el suave aroma a flores que lo enloquecía.

La pequeña Hope se removió inquieta. Necesitaba comer y cambiarse el pañal. Seokjin la tomó en brazos y besó su frente. E hizo lo mismo con su omega, que fue a preparar su leche.

Mientras Jungkook regresaba, Seokjin miraba a su pequeña esperanza. Aquella luz que había aparecido en medio de la oscuridad. Y se dio cuenta que Jungkook y esa bebé lo habían salvado de su soledad y amargura. Una vez él le había prometido a su omega, ser sus pies, sin embargo, él sentía que había sido justo lo contrario. Había sido Jungkook el que lo había guiado hasta este punto. Su omega era su alma entera, vibrando de felicidad y amor.

—Te amo Hope. Tu papá te ama mucho—volvió a besar su frente. Jungkook miraba desde la puerta, con el biberón en la mano.

—¿Quieres dárselo tú? —Seokjin asintió.

—Gracias Kookie. Gracias por haber llegado a mi vida. Por ser mis pies y mi alma —Jungkook sonrió y besó a su alfa.

—Te amo Seokjin. Estamos juntos. Somos uno. Mi lobo blanco y tu lobo negro. Fundidos. Gracias a ti por no abandonarme y por permitirme ser parte de tu vida.

La pequeña reclamó porque sus papis se habían olvidado de alimentarla. Ambos padres sonrieron y ahí sentados en su cama, veían como la pequeña tomaba con devoción su leche. El destino había llegado y se había cumplido. Todo era perfecto.

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