Jungkook era sostenido por su alfa, cuando se paró de aquella silla. Por primera vez estaban a la misma altura. Seokjin era sólo un centímetro más alto que él, pero apenas pensó en eso, al sentir la alegría de estar junto a su compañero de igual a igual. Esa mañana había estado llena de emociones. Apenas despertó y la doctora Lee firmó su alta, fue conducido por Seokjin, aún en una silla de ruedas, hasta la UCI para ver a la pequeña Hope. Ella estaba radiante. Su respiración era estable, no tenía fiebre y a Jungkook incluso le pareció que aquel pequeñito bultito sonreía. No podía olvidar que ahora su lobezna ya no era blanca por completo como él, sino con pequeñas manchitas negras, producto del amor de su padre alfa. Después de todos los acontecimientos del día anterior, los médicos ni siquiera dudaron en dejar pasar a los padres. Y aunque todavía no era conveniente sacarla de la incubadora, por lo que no podían cargarla, si pudieron tocar sus pequeñas manitas. Por primera vez, Hope, se aferró al dedo de su papi omega, a quien se le llenaron los ojos de lágrimas. Kim Jeon Hope, era una chica fuerte, de eso no había duda. Luego de estar por una hora con ella, les costó despedirse. Pero la doctora Lee y el fisioterapeuta habían sido estrictos: Jungkook debía descansar. A pesar que su cicatriz estaba perfecta, los últimos acontecimientos lo habían agotado y necesitaba reponer energías.

Seokjin mientras sostenía a Jungkook, no pudo ocultar su emoción. Su omega era hermoso. Verlo erguido a plenitud, era un sueño. Su dulce aroma lo embriagaba y no pudo resistir besarlo. Aún sosteniéndolo por su cintura, apretó por primera vez su cuerpo al suyo, sintiendo como Jungkook rodeaba su cuello. Estaban ahí, de pie a la salida de la clínica, con los padres de ambos mirándolos, también felices de verlos al fin, libres de toda oscuridad.

Se despidieron de sus padres, quienes se quedarían en el hospital, para acompañar a Hope, los de Jungkook y a Chi Yeol y Yoongi, los de Jin.

Subieron al auto y fueron al antiguo departamento del omega. Ahí vivirían, mientras tuvieran que ir a la clínica para ver a Hope.

Muchos recuerdos invadieron a Jungkook al entrar. Estaba su antigua silla de ruedas, aquella que dejó de usar, cuando Seokjin compró una nueva. Sus muebles a la medida para él..., la primera vez que estuvo ahí junto a su alfa, cuando éste le confesó su amor y la terrible predicción que amenazaba su amor. Se mantuvo en pie, con su alfa sosteniéndolo.

-No sabes lo que mi corazón siente al tenerte así entre mis brazos, poder sentir cada pedacito de tu cuerpo, es una sensación nueva de la cual no quiero reponerme...

-Eres mi alfa Seokjin, y este cuerpo no estaría de pie si no fuera por tu gran amor. Porque me aceptaste como era, inválido y sin esperanza de volver a ponerme de pie. Pero tu promesa de ser mis pies, fue suficiente para alentarme cada día a seguir. Y por supuesto nuestra hija, todo este amor nos ha salvado.

Se quedaron así abrazados en un silencio que para ambos era cómodo. Con sus ojos cerrados, cada uno evocando un pasado doloroso, pero lleno de amor. Luego de un rato, Seokjin obligó a Jungkook a recostarse. Debía descansar. La cicatriz de la cesárea estaba bien, pero no debía hacer tanto esfuerzo. Debía ir de a poco. Su cuerpo debía acomodarse otra vez a moverse. Sin embargo, no quiso ir al dormitorio y se acomodó en el sofá.

El timbre sonó y se encontraron en la puerta con un sonriente Jimin, quien les había traído el almuerzo, junto con tres adorables bebés.

-Pensé que no habrían tenido tiempo para comprar algo, así es que antes de irme a casa con los pequeños, decidí traerles esto.

-Eres el mejor amigo, ¿lo sabes verdad? -Seokjin tomaba las bolsas, mientras Jungkook rápidamente se sentaba, para recibir a su favorita, Hyuna.

-Aún no puedo creer todo lo que pasó. Verte caminar Kookie es maravilloso. Estoy tan feliz. Creo que al fin, las cosas comienzan a tomar un rumbo perfecto.

La pareja sonrió feliz. Era lo que ambos anhelaban.

-¿Vienes de la clínica?, supiste algo de Chi Yeol y Yoongi.

-Chi Yeol será dado de alta hoy en la tarde. En cuanto al alfa despiadado, aún deberá permanecer unos días más. Aunque claro, él está feliz, pues su omega, cuida de él en todo momento. Hoseok resultó ser muy pegajoso. Y está pendiente todo el tiempo de "su Yoongi-hyung". Ah...es así, cuando las almas gemelas se encuentran...

Jungkook y Seokjin se miraron. Ellos más que ninguno sabían la fuerza de aquellas palabras. Los corazones se encontraban y se ansiaban. Era así y resultaba difícil luchar contra esos sentimientos. Y se sentían aliviados de que Yoongi hubiese aceptado a su omega tan rápidamente. Todavía no habían tenido tiempo para conocerlo completamente, pero sabían que había sufrido mucho, y que a pesar de ser un Kang, era totalmente diferente a su abuela y tíos.

Y así era efectivamente. Hoseok había llegado a la clínica, luego de su primera noche en casa de Seokjin y Jungkook. Aunque apenas había podido dormir luego de todo lo sucedido. Más aún con la emoción de saber que su alfa lo había aceptado. Yoongi le había asegurado que estaba feliz de haberlo encontrado y que cuidaría de él, para siempre. Al entrar en la habitación, se encontró con el médico que había terminado de revisarlo, quien le aseguró que todo estaba bien y que pronto podría dejar la clínica.

-Buenos días Hyung, ¿cómo te sientes?

-Hoseok... Viniste... Estoy mejor. ¿Tu hombro?

-Estoy bien. Apenas me molesta-el omega no se atrevía a acercarse. Tal vez el beso de ayer, sólo había sido fruto del momento y ahora Yoongi estaba arrepentido.

-¿No vas a acercarte? Quiero mi beso de buenos días.

Las mejillas del omega ardieron. Tímidamente se acercó y besó los labios del alfa. Suerte que Yoongi estaba herido y eso mantenía a su lobo aún un poco atontado, porque a pesar de aquello, su instinto lo llamaba a devorarle la boca al omega. Pero su lado humano sabía que el omega era apenas un chiquillo y sin la menor experiencia. Por eso luego de un beso suave y tranquilo, se separó.

-Debemos hablar Hoseok. Sé que aún eres menor y prometo que hablaré con tu madre también, pero quiero pedirte que una vez que salga de este lugar, me permitas cortejarte. Quiero que nos conozcamos.

Nuestros lobos se atraen y están felices, pero quiero que tu, también me aceptes como hombre.

-Pero a ti te gustan las chicas.. Y soy un niño sin experiencia y tú un hombre... Yo no quiero que te sientas obligado solo porque somos pareja destinada. Ya te lo dije, puedo irme y...

-Basta mocoso... No es así. Sí estuve siempre con chicas, pero de verdad no me importa que seas hombre. Sé que habrán cosas más adelante... que tendré que acostumbrarme.. -el omega lo miró y Yoongi estaba rojo de vergüenza. Hablaba de sexo, entonces, él también se sonrojó-pero tú me gustas, eres hermoso y todo este tiempo he vivido pensando en ti y rogando para que nada malo te pasara. Eres mi omega, pero además eres el chico que me gusta y con el que quiero estar. ¿Tu me quieres Hoseok? Sé que soy mayor que tú y no soy como los otros alfas. .. Como Nam o Seokjin o Tae que son grandes, altos y fuertes...

Soy un alfa con cuerpo de omega.

-Eres el alfa más hermoso del mundo. Yo te quiero así. Y no me importa ni tu edad, ni nada de esas tontería que estás diciendo. Eres mi alfa y quiero estar contigo.

-Entonces ... Puedo cortejarte?

El omega asintió feliz. Se acercó a Yoongi y lo besó. Esta vez dejando tímidamente que el alfa metiera su lengua en su boca.

Seokjin y Jungkook terminaban el almuerzo y Jimin se despedía. Los niños se habían dormido.

-Bueno mañana será un nuevo comienzo. ¿Ya han pensado que harán?

-Jungkook debe ir a terapia en las mañanas y luego se quedará con Hope. Mientras yo voy a la oficina. Almorzaremos juntos y me quedaré en las tardes con nuestra hija.

-Yo volveré a casa y ayudaré a la oficina dese acá. Seokjin es muy estricto conmigo. No quiere que me canse demasiado.

-Él quiere lo mejor para ti Kookie. Y debes estar bien para Hope.

-No sabes cuánto deseo que el tiempo pase rápido. Quiero a nuestra bebé en casa. Ni si quería la he podido cargar. No pude amamantarla... Espero que ella sepa que somos sus papás.

Seokjin tomó la mano de Jungkook. Sabía que esa era un tema delicado para él. El apego inicial no se había podido dar, pero estaba seguro que su pequeña sabría reconocerlos una vez que saliera de la incubadora.

-Kookie.. Hope estuvo con nosotros en ese mundo espiritual. Por algo su pelaje cambió y es una mezcla tuya y mía. El vínculo existe aun cuando no la hayamos sostenido desde que nació. Debes confiar en nuestro amor.

-Hyung tiene razón Kookie. Esa pequeña está completamente vinculada a ustedes dos. Cuando estés con ella, háblale, cuéntale la historia de amor de ustedes. Lo mismo tú Jinnie. Ella los puede sentir.

Jimin se despidió de la pareja y partió a casa.

Seokjin tomó en sus brazos a Jungkook como lo hacía antes y lo llevó a la habitación.

-¿Sabes que ahora puedo caminar no? Seokjin se rió. Y besó a su compañero.

-Claro que lo sé. Pero eso no significa que dejaré de mimar y cuidar a mi omega. Debes descansar y cuidarte.

-Gracias mi alfa por cuidarme tanto. Te amo.

Seokjin se acostó a su lado y lo besó. Jungkook comprendió que ahora era libre para mover su cuerpo y colocó una pierna sobre las de su alfa. Sintiendo como ambos se estremecían ante el contacto tan cercano.

-Kookie... No hagas eso... la doctora Lee dijo nada de sexo en un mes..

-Lo sé y no sé cómo voy a aguantar no lanzarme sobre ti todo un mes. Siempre me sentí frustrado por no poder darte todo cuando hacíamos el amor. Ahora quiero que probemos muchas cosas. Quiero sentirte en plenitud.

-Kookie siempre me diste todo. Jamás sentí que no dieras suficiente. Te deseo y te deseaba antes. Siempre fuiste para mi el más deseable y ardiente hombre.

El omega se emocionaba con las palabras de Seokjin. Tendrían que esperar, pero eso no le impedía poder sentir con todo el cuerpo maravilloso de su alfa.

Serían tiempos difíciles. Tal vez, no tendrían tanto tiempo para estar en pareja, pero ellos confiaban en que habían superado lo peor. Y su amor era fuerte e inquebrantable.

El resto del día lo pasaron en comunicación con sus padres, quienes le informaron que Chi Yeol había sido de alta y que Yoongi todavía debería pase dos días más internado. Pero sin duda su mayor emoción, fue cuando un video con la pequeña Hope durmiendo plácidamente fue enviado por los Jeon.

Seokjin y Jungkook se tomaron de las manos y proyectaron a sus lobos. La conexión fue inmediata. Todavía no se explicaban cómo esa bebé prematura lograba proyectar a la pequeña lobezna. Pero en ese mundo espiritual, el lobo negro y el lobo blanco tocaban con su nariz a la lobita. La fuerza del amor brindaba sanación y fuerza a Hope. Sí, serían largos meses, pero ellos eran fuertes. Su amor era inmenso. Sus pies y sus almas eran una.