Capítulo 23
1 mes después...
Jimin había hecho una revolución. "La rebelión de padres y madres unidos" o algo así... Llevaba dos semanas yendo a la oficina para apoyar a Namjoon que ya no daba más con todo el trabajo que tenía. Pero eran sólo unas horas, pues dejaba a sus cachorros con sus padres, ya que nadie estaba dispuesto a trabajar cuidando a tres revoltosos bebés, que ya no eran tan bebés. Por eso, había juntado a varios padres y madres de la empresa, para exigirle a los alfas dueños de Inversiones Kim, que compraran el local del primer piso para que lo convirtieran en una guardería. Así, él podría volver a su trabajo en propiedad y de paso ayudaría a otros que tampoco tenían muchas opciones para el cuidado de sus hijos.
Obviamente, los Kim no tuvieron más remedio que hacerle caso al omega y la preparación de la nueva guardería iba avanzando. También avanzaban en el termino de sus casas. Aunque la de Seokjin, llevaba más retraso, pues debían poner rampas para el acceso y desplazamiento de Jungkook.
Jungkook... El omega reía bajito al escuchar a su amigo omega quejarse por el desorden de Namjoon y Chi Yeol.
Las últimas semanas habían sido intensas. Como nunca, el trabajo no parecía acabar, por lo que se quedaba hasta altas horas de la noche, junto a Seokjin o continuaban la jornada laboral en casa. Estaba agotado.
—Tú no deberías trabajar a este ritmo Kookie... Tu cachorro lo va resentir.
Taehyung miró a su esposo que ni siquiera pestañeó cuando dijo esa frase.
—Jimin... ¿De dónde sacas esas ideas? —Tae lo regañaba dulcemente.
—Déjalo. Lleva semanas insistiendo con la idea del cachorro—. Jungkook miró a Jimin que estaba frente a él, esperando que su alfa ordenara todo para irse a casa—. Te lo voy a repetir una vez más, ¡No estoy embarazado! No tengo náuseas, ni mareos. No he subido ni un gramo. Sabes que Jin y yo nos cuidamos... Si estuviera esperando un cachorro lo sabría...
—No te alteres, le hará mal a tu bebé... —Jungkook puso los ojos en blanco, ese omega era imposible..."pobre Tae"... pensó...
Seokjin y Yoongi, mientras tanto hablaban en la oficina de éste último sobre las "noticias" que Hoseok le había contado. Sobre los inusuales movimientos en la mansión Kang. De los gritos que se escucharon un mes atrás, cuando llegaron del Resort. Del juramento de venganza que había hecho Gabrielle. De cómo había repetido una y otra vez que mataría a "esos omegas".
—El chico está asustado Jin, pero prometió seguir buscando informacion.
—¿Cómo sabes que es un muchacho?
—Tiene sólo dieciocho años... No me ha querido decir que hace con los Kang, pero supongo que trabaja ahí. Ahora dice que han contratado muchos hombres... Por supuesto, todos alfas. Creo que planean algo grande. Ahora me preocupa ese omega también. No quiero que lo lastimen por ayudarnos.
Efectivamente, Yoongi se sentía cada vez más cercano con el omega. Sabía que no podía escapar y que arriesgaba su vida al ayudarlos... Nunca habían hablado, pero extrañamente para él, casi podía, sentir su voz, cuando se enviaban mensajes.
Seokjin estaba muy preocupado. Sabía que en cierta forma, hace un mes había provocado a los Kang y su sed de venganza podría haber aumentado. Más aún habiendo perdido el negocio con el inglés.
Él no le diría nada a ninguno de los omegas. No quería preocuparlos. Jimin estaba re incorporándose y tenía a sus tres bebés. Chi Yeol ya tenía bastante con su carga laboral y su bebé no necesitaba tener otra preocupación rondando su cabeza.
—No podemos ir a la policía con esto. Tendremos que seguir nosotros cuidando a nuestros omegas. No le digas nada a Kookie. Estos días está muy estresado. Ha llorado mucho. No quiero darle más preocupaciones.
—¿Es por lo que dijo el médico?
Seokjin asintió. Habían visitado al especialista, pero éste no le había dado muchas esperanzas y aunque no tenía una respuesta lógica al hecho que pudiera mover sus dedos, su lesión era lumbar y mientras estuviera presente, el omega no volvería a caminar.
Jungkook al principio había mantenido la calma, pues ya se lo esperaba, pero las últimas semanas se había puesto muy sensible. Lloraba por cualquier discusión tonta que tenían y pasaba ratos largos solo en su habitación. Incluso hubo dos días que Seokjin volvió a su departamento para buscar el resto de su ropa y al regresar encontró al omega en un mar de lágrimas porque pensaba que el alfa lo había dejado.
—¿No has pensado que ese omega loco tenga razón y Jungkook esté embarazado? ¿No debería hacerse algún examen?
—Yoongi... Ni siquiera menciones el tema. Jungkook se considera un omega infértil, más con lo que el médico le dijo. Que era casi imposible que pudiese quedar embarazado. No quiere hacerse exámenes tampoco. Y yo no lo voy a presionar. Podemos adoptar, cuando la amenaza de los Kang pase.
—Lo mejor será reunir algunos hombres, por si debemos enfrentarlos. Hoseok me avisará cualquier novedad. Y ahora llévate a tu omega y dale lo que necesita.
—Yoongi... No todo es sexo..
—Pues yo creo que en este caso sí. Jungkook necesita de ti alfa tonto. Sabes lo que dicen ... Nada mejor que el sexo para liberar estrés y ser feliz.
Seokjin movió la cabeza y se despidió de su amigo, que se quedó pensando que él también necesitaba un poco de eso. El problema era que desde hace varias semanas, ninguna mujer le parecía adecuada, su lobo las rechazaba y terminaba convenciéndolo de rechazarlas lo cual era ridículo, pues él sólo quería sexo y para eso sólo debía ser bonita y de buen cuerpo. Pero nada... Decidió que mejor se iba a casa y tratar de conversar un rato con el pequeño omega que tan preocupado lo tenía.
Seokjin salió de la oficina de Yoongi y caminó a la suya, dispuesto a ordenar todo e irse a casa con su bonito omega que tenía unas ojeras bastante pronunciadas.
—Hola Jiminie, te prometo que me robo dos minutos a Tae y te lo puedes llevar.
—Seokjin-hyung, tu hermano se fue hace media hora. Tú deberías hacer lo mismo. Tu omega está cansado y necesita dormir ahora, antes que naz...
—¡Park Jimin! Ya es suficiente . Sólo firmaré un documento con hyung y nos iremos—Tae miró severamente a su omega, quien infantilmente le sacó la lengua.
—Ve con tu jefe. Yo me quedo con Kookie a ayudarlo a ordenar sus papeles para que esté listo.
Cuando los alfas entraron a la oficina Jimin buscó algo en su bolso y sonrió al encontrarlo.
—Toma Jungkook. Debes hacerlos mañana temprano. Cuando vayas por primera vez al baño.
El omega abrió el paquete y eran tres pruebas caseras de embarazo.
—Jimin..
—Escucha, mañana es sábado. Estarás en casa, nadie te molestará. Si es como tu dices, podrás tirármelos por la cabeza y reírte de mi. Pero si yo tengo la razón—volvió a buscar algo en su bolso—tienes una cita a las 11 mañana con la doctora Lee. Ella me salvó la vida. Es especialista en partos difíciles. Por favor hazlo por mi, estaré tranquilo si lo haces.
Jungkook suspiró y guardo las pruebas y la tarjeta.
—Esta bien Minnie lo haré. Sólo.. ¿Por qué tres?
—Yo me hice cinco antes de decirle a Tae. Pero tres serán suficientes para convencer a un omega tan duro de cabeza como tú. Si todo sale bien, llámame después del doctor.
—Te llamare para reírme de ti. El que mi aroma haya cambiado no tiene que ver con un bebé, si no con mi lobo que se sanó. Bueno casi.
En ese momento los alfas al fin salieron. Se despidieron y partieron a sus casas.
Esa noche Jungkook estaba muy meloso y exigiéndole caricias y besos a su alfa, que no se hacía de rogar. Hicieron el amor con protección como siempre y Jungkook se quedó profundamente dormido luego de aquello.
Seokjin lo limpio, lo acomodo y dejó muchos besitos en su cara antes de apagar la luz y rogar como cada noche a la diosa luna que le permitiera a su Kookie volver a caminar y que aquella predicción no se hiciera realidad.
Eran las ocho de la mañana, cuando el omega despertó alertado por su cuerpo que necesitaba ir al baño. Bajo con cuidado de la cama hasta su silla, llevando las benditas pruebas que Jimin le había dado.
Después de media hora de esperar por el dichoso resultado, salió del baño y se acercó a la cama donde su alfa aún dormía profundamente.
—Jinnie... —lo removió suavemente, pero el alfa ni siquiera se inmutó.
—Seokjin... Alfa... cariño—seguía tratando de despertarlo. Como no resultaba, lo removió más fuerte y esta vez añadió unos pequeños golpecitos en su rostro. Al fin el alfa despertó y se alarmó al ver a su omega levantado.
—¡Bebé! ¿Qué sucede? ¿Estás enfermo, te sientes mal?
Jungkook no contestó. Simplemente dejó sobre la cama las tres pruebas de embarazo. El alfa se incorporó, sentándose y poniéndose los lentes que estaban sobre su mesa de noche. Tomó las tres pruebas. Sabía de qué se trataba. Jimin se las había enseñado cuando le contó de su embarazo. Y entonces rompió en llanto.
—Kookie—tomó las manos de su precioso omega, que también había comenzado a llorar—¿Qué significa...?
—Jinnie... Vamos a ser papás...
Seokjin bajó de la cama y se arrojó a las piernas de Jungkook, llorando sin poder detenerse. Tocaba su vientre... ahí estaba creciendo su cachorrito, suyo y de su Kookie. Lo llenó de besos, acarició sus mejillas, intentando secar sus lágrimas, mirando el rostro del que por años había huido, creyendo que nunca podría alcanzar ese pequeño pedazo de cielo que ahora tenía entre sus manos.
—No puedo creerlo... mi bebé será papi y yo... Un alfa torpe... papá... Kookie... mi Kookie.
—Ya no llores alfa torpe... Levántate, tenemos hora con la doctora.
Seokjin corrió como nunca, cerciorándose cada dos minutos de que su omega estuviera bien.
—¿Tienes náuseas? ¿Quieres comer algo extraño? Porque yo voy a comprarlo ahora mismo...
Jungkook se rió fuerte, mostrando sus dientes y arrugando sus ojitos.
—La verdad no tengo ninguno de esos síntomas...Pero te avisaré si algo sucede.. Jinnie... debemos salir y tú aun no te pones los pantalones.
—Es verdad... —Seokjin siguió entonces, corriendo por la habitación y luego fue a la cocina a preparar el desayuno más contundente que Kookie había visto en su vida.
Comieron felices. Seokjin no paraba de hablar sobre lo que debían hacer de ahora en adelante y que debía apresurar la inauguración de su nueva casa.
Luego de verificar cien veces más que su omega estaba bien, lo tomó en brazos con cuidado y lo acomodó en el auto. Guardó la silla y partieron a ver a la doctora Lee.
Lee Soon Sung resultó ser una muy agradable beta, que los recibió con una amplia sonrisa. Jimin ya le había hablado de sus amigos.
—Bueno estos resultados no dejan ninguna duda. ¡Felicidades! ¡Están embarazados!
Seokjin y Jungkook sonrieron felices.
—Voy a ordenar una serie de exámenes, para estar seguros que tu cuerpo está bien. Tu ficha médica dice que tuviste algunos mareos hace unos meses. Pero ahora que eres un omega enlazado, estoy segura que todo estará bien. No debes preocuparte por tu invalidez. Ya he atendido casos como el tuyo. Eran mujeres, pero no hay mucha diferencia.
Seokjin respiró aliviado. La mujer tenía experiencia, por lo que su omega estaría en buenas manos.
—Por favor Seokjin, acuesta a Jungkook en la camilla y desabrocha su pantalón.
Seokjin obedeció de inmediato, tomando con mucha precaución a su omega. Desabrochó su cinturón y pantalón.
La doctora Lee se acercó y comenzó a tocar su vientre suavemente. Lo reviso y tomó su presión. Todo estaba perfecto.
—Bueno y ahora lo más importante... conocer al pequeño cachorro o cachorra... no lo sabremos hasta unos meses más.
Puso gel en su vientre y puso el transductor del ecógrafo y prendió el monitor. Y ahí en la pantalla apareció... esa pequeña luz de vida, la de Seokjin y Jungkook juntas, entrelazadas formando un nuevo ser.
Cuando sintieron los latidos del corazón de su bebé no evitaron las lágrimas. Tomados de las manos miraban y sentían por primera vez a su hijo o hija que los llenaba de esperanza e ilusión.
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