Capítulo 17
El regreso de Yoongi, trajo algo más de tranquilidad a la empresa Kim. Los días sin él, Taehyung y Namjoon habían tenido que trabajar bastante más, atendiendo los asuntos de marketing que usualmente el alfa veía. Por eso al verlo llegar, ambos respiraron aliviados.
Jungkook también mostró su alegría de ver a Yoongi, instalado de nuevo en su oficina, haciéndose cargo de todo.
-¿Qué pasa omega? ¿te vas a quedar ahí en la puerta mirándome con esos ojos de bambi? al tonto de Seokjin lo puedes haber conquistado, pero a mí no me vendrás con esa carita a convencerme que debo tratarte bien.
-Me alegra tanto que hayas regresado Yoongi-hyung, te extrañé mucho, aun cuando eres gruñón.
-Jungkook...lamento haberte tratado mal ese día...sabes que no es lo que realmente pienso de ti...yo...te estimo y gracias a ti he podido cambiar un poco mi manera de ver a los omegas. Por cierto, nunca me ha gustado el olor dulce de los de tu especie...pero tu aroma es suave y agradable...
-¿Cómo es eso que el aroma de MI omega es suave y agradable?-. La voz potente del alfa se hizo sentir en la oficina de Yoongi. Jungkook movió su silla y ahí estaba. Seokjin con una amplia sonrisa mirando a su amigo y a su hermoso omega.
-No seas ridículo. Sabes que no me gustan los chicos. Tú y los demás tienen esos gustos extraños. Yo quiero una linda omega o beta con un par de tetas y nada que cuelgue entre sus piernas.
Seokjin y Jungkook rieron ante el comentario de Yoongi. Era bueno saber que volvía a ser el mismo. Sólo que ahora había paz alrededor de él. Se había liberado de aquello que por años había ocultado. Ahora podía ser él mismo y frente a sus amigos, que lo aceptaban tal y como era.
Los negocios ahora, parecían ir de maravilla. Nada gris se dibujaba en el cielo. En unos días sería la famosa cena anual, donde aquel misterioso inversionista haría su presentación. Por otra parte la amenaza de los Kang se había diluido al parecer, en el viento, pues nada extraño había sucedido. De todas formas Chi Yeol seguía en el departamento de Namjoon y Seokjin prácticamente se había instalado en el de Jungkook.
Su relación crecía día a día y comenzaban a desarrollar más una dependencia mutua, que se hacía ineludible. Sin embargo Seokjin sabía que algo faltaba y que por más que él quisiera evitarlo, no podría hacerlo eternamente: Debía enlazarlo. Y eso se hizo evidente dos días antes de la famosa cena.
Eran cerca de las nueve de la noche. Habían cenado y Seokjin había recostado a Kookie en el sofá, acomodándolo de tal manera que él pudiera sostenerlo mientras veían una de esas películas románticas que el omega tanto disfrutaba. Bueno, él no la miraba, pues estaba concentrado besando y lamiendo el cuello de Jungkook, hundiéndose en su maravilloso aroma a flores que hacía a su lobo suspirar y querer correr. De pronto el omega soltó un jadeo, pero no fue de placer, sino más bien de dolor. Seokjin lo miró preocupado. Su lobo negro también se puso en alerta, pues el omega había aullado.
-¿Qué pasa bebé?, ¿te hice daño?-. Jungkook hubiese deseado decirle que no. Que todo estaba bien, pero no era así. No sólo él había sentido dolor al sentir la boca de Seokjin en su cuello, si no que su lobo blanco, también había aullado de dolor.
-Me duele...no me siento bien Jinnie...yo...-no pudo terminar la frase cuando cerró sus ojos. Seokjin lo tomó en sus brazos, pero el omega no reaccionaba. Desesperado lo dejó en el sofá y corrió a buscar las llaves del auto y su teléfono. Tomó al omega y salió con él hacia el ascensor.
Al llegar al estacionamiento, lo metió en la parte de atrás del auto y salió hacia el hospital más cercano. Mientras marcaba desesperado el número de Jimin.
-Hola Seokjin-contestaba el omega del otro lado de la línea.
-Jimin...Jungkook se ha desmayado, no sé qué pasó. Fue de un momento a otro...voy camino al hospital con él...
-Tae y yo iremos para allá-. Seokjin no dijo nada. Internamente agradecía la respuesta del omega. Sabía que estaba ocasionando un caos, por los trillizos, pero necesitaba a sus amigos.
Cuando llegó al hospital, Jungkook rápidamente fue ingresado a una sala de urgencias. Seokjin explicó la condición del omega y los médicos le pidieron que esperara afuera. Su lobo estaba desesperado. Sin poder comunicarse con el pequeño lobito blanco. Gemía de dolor por no saber lo que estaba ocurriendo. Jin pudo sentir la angustia de su parte animal y también se llenó de dolor. Lágrimas comenzaron a salir, mientras se paseaba desesperado en aquel frío corredor.
-¡Seokjin!-la voz gruesa de su amigo alfa, lo trajeron de vuelta. Taehyung, a pesar de su condición era un hombre sensible y abrazó a su amigo, que se veía muy vulnerable en ese momento.
Jimin también lo abrazó e intentó con su olor, calmar al alfa. Poco a poco lo consiguió y Seokjin pudo respirar un poco más aliviado.
-Estábamos viendo una película. Estaba en mis brazos. Sólo besé su cuello y él se quejó...dice que sintió un ardor y luego...se desmayó.
Jimin escuchaba en silencio. Sabía perfectamente los motivos de aquello y también sabía que los médicos en ese hospital, no le darían las respuestas que Seokjin necesitaba. Efectivamente a los pocos minutos una mujer beta, salió a su encuentro.
-¿Son ustedes parientes de Jeon Jungkook?-preguntó.
-Es mi pareja y ellos son mis amigos-respondió un acongojado Seokjin.
-¿Su pareja? No es un omega enlazado...
-Lo sé. Llevamos poco tiempo...yo...es complicado.
-Está bien, no necesita darme explicaciones. No necesariamente tiene que marcar a su pareja para serlo. Es sólo que el enlace suele hacer más fuertes a los omegas pero eso es algo que ustedes deben decidir. Lo que les puedo decir es que el señor Jeon, presenta una inestabilidad hormonal y una baja de sus plaquetas y glóbulos rojos. Eso está debilitando su organismo. Su piel se pone más sensible, y algunas funciones de sus órganos pudieran en el largo plazo no funcionar adecuadamente. Probablemente esto se deba a su condición. El estar en una silla de ruedas, ha debilitado también sus músculos. En fin es una cadena que hoy por alguna razón desencadenó en ese desmayo e inconsciencia. Por ahora sólo le suministramos suero y algunas vitaminas.
-¿Pero él estará bien?-Seokjin trataba de procesar toda la información que esa mujer le estaba dando.
-Le daremos suplementos alimenticios, para mejorar su condición. Debe fortalecer su cuerpo y...lo mejor es que por ahora no intenten un embarazo.
-Por supuesto, nos cuidamos de eso...en su condición...no queremos, yo no deseo arriesgar su vida.
-Bien, es lo mejor. Él está dormido. La enfermera le avisará cuando despierte, para que pueda verlo. En unas horas podrá llevárselo de vuelta a casa.
Seokjin quedó un poco perplejo. En realidad, todo este tiempo que llevaba con el omega, jamás se había preocupado de su condición de salud. Veía comer bien a Jungkook, además hacían ejercicios juntos en el gimnasio del edificio y continuaban con sus sesiones de sanación para el lobito blanco. Naturalmente no habían logrado que se pusiera de pie, pero si estaba despierto y movía alegremente su colita en cuanto veía al lobo negro. Nunca había visto al omega ir al médico o chequear su estado de salud. Sólo habían hablado de la famosa operación en Alemania, donde Jungkook seguía en lista de espera.
-Jinnie...-la dulce voz de Jimin lo distrajo de sus propios pensamientos. Miró al omega que lo observaba con cariño y preocupación.
-Seokjinnie...esa mujer dijo varias verdades, pero hay algo que ella no te va a decir. Que ningún médico te va a decir...Jungkook necesita que formes el lazo con él. Sólo esa unión lo hará fuerte. Su omega lo necesita. Ustedes son almas destinadas, la necesidad es aún mayor. Ha pasado mucho tiempo...sus lobos lo ansían. Si no lo haces, Jungkook se debilitará, porque su lobo, ahora consciente, pensará que lo estás rechazando.
-Pero Jimin...si lo marco...corremos el riesgo que esa maldita predicción se haga realidad...pondría a mi Kookie en peligro...
-Ahora también lo está Seokjin-dijo Taehyung-deberás tomar una decisión. Ambos. Tendrán que arriesgarse. Jimin y yo lo hicimos. Tuvimos a los trillizos y no creas que no tenía pánico que mi hermoso omega muriera...pero debíamos hacerlo y ya vez, la predicción se rompió...
-Pero Jimin casi muere Tae...
-Lo sé...y fue horrible, pero él está aquí y nuestros bebés también. Creo que no puedes retrasarlo más...deberán decidir qué hacer.
-Jinnie, Tae tiene razón...yo lo sé...es así...esto que tiene Jungkook puede ser algo físico también, pero te aseguro que tiene mucho más que ver con su conexión espiritual, con sus almas, con sus lobos. Los médicos no creen estas cosas...nos ven más como humanos que como lobos...pero somos ambos...hay un mundo espiritual más allá de nuestros cuerpos y tú y Kookie lo han visto...la proyección de sus lobos...poca gente sabe que se puede hacer, que en realidad eso existe...pero es real. Tu omega necesita el lazo.
Seokjin sabía que Jimin tenía razón. Y no era que él no lo deseara. ¡Por supuesto que sí!, sólo él sabía todo lo que tenía que contenerse cuando hacían el amor o incluso al tenerlo cerca, para no marcar su cuello. Su alfa le gritaba que tomara al omega, que abriera esa maravillosa conexión, pero el pánico a perderlo lo paralizaba, lo aturdía y al ver el cuello expuesto de Jungkook lo rechazaba una y otra vez. ¡Claro! el lobo blanco no lo podía entender, instintivamente él se ofrecía y era rechazado. Eso podía matar de dolor al omega y no serviría de nada, todo lo que él estaba haciendo para protegerlo.
-Hablaré con Jungkook. Creo que no tenemos alternativas. Tendremos que arriesgarnos- .Al decir esto último sintió como su corazón se partía de dolor. Tenía que preguntarle al omega. Jungkook debía tomar la decisión pues era su vida la que estaba en juego. Tal vez lo mejor era alejarse de él para siempre. Que Kookie pudiera olvidarlo y conocer a alguien más...
-Ya pueden pasar a a ver al señor Jeon. Él despertó-. La enfermera los quedó mirando, esperando una respuesta.
-Ve con él, Seokjin, luego iremos nosotros a saludarlo.
Jungkook estaba con sus ojitos abiertos y un poco asustados. Seokjin conocía tan bien esa mirada. Adoraba los ojos de su omega. Eran grandes y expresivos. Había una mirada para todo: para expresar alegría, tristeza, curiosidad y lujuria.
-¿Cómo te sientes cariño?-. Se acercó para tomar sus manos y dejar un beso en su frente y labios.
-Estoy bien. Sólo un poco cansado. La doctora dice que estoy débil..., pero no sé por qué. Yo me alimento bien, hago mis ejercicios...tengo un hermoso alfa que me cuida..
Seokjin mordió su labio. Tenía que plantearle el tema. Pero definitivamente no lo haría en ese lugar. Una vez de regreso en casa, el hablaría con su omega.
-Bueno probablemente deberemos hacer algunos ajustes en tu dieta. Ya no nos saltaremos la hora del almuerzo, aunque estemos llenos de trabajo y comeremos sano. Hasta que mi lindo Kookie sea un omega mucho más fuerte. ¿Está bien? ¿Serás obediente con tu alfa? ¿O tengo que usar mi voz de mando para convencerte?
-No necesito tu voz de mando...alfa autoritario y mandón. Te haré caso. Ya no te quiero preocupar. Ya has hecho mucho por mí. Trajiste de vuelta a mi omega. Te amo.
-Kookie...yo también te amo. Necesito que estés bien. Hoy casi muero de susto. Estabas desmayado y no sabía que te pasaba. No quiero perderte Jungkook...tengo miedo...
Y a pesar de ser un alfa, tan fuerte, tan poderoso, líder de su manada, en ese momento se derrumbó porque amaba tanto a ese omega...tanto...era todo su mundo, su luz, su vida y sólo pensar en que lo pudiera perder...su alma se rompía y su lobo aullaba de dolor.
-Jinnie...cariño...mi amor...voy a estar bien...me voy a cuidar...lo prometo ya no llores...lo juro.
Seokjin miró a su hermoso omega. Estaba pálido y ojeroso, pero aun así a sus ojos era el lobo y el hombre más hermoso del mundo. Su preciosa sonrisa, sus ojos...su rostro varonil y a la vez infantil. Era perfecto. Lo necesitaba a su lado, y él lo cuidaría. él debía romper esa maldita predicción...
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