Capítulo 12
Yoongi seguía sin entender que era lo que había pasado en esos minutos. Bueno tal vez el omega se había sentido un poco ¿ofendido?, pero él estaba hablando de una beta. Además la cara que había puesto Seokjin lo había confundido todavía más.
—Por favor Yoongi, no te vayas de aquí. Debo decirte algo, pero antes debo ir por Jungkook.
—Pero...—.No alcanzó a terminar la frase, cuando Seokjin ya había salido de la oficina.
Taehyung estaba de pie, listo para seguir a Jungkook que había salido con su silla rodando furiosamente, cuando la voz ronca y furiosa del alfa lo detuvo.
—¡¿Dónde esta Jungkook?!
—Iba ir tras él. Iba llorando y no se detuvo cuando lo llamé. ¿Qué pasó hyung?
—Tae, llama a Namjoon y a Chi Yeol y no dejes que Yoongi se vaya. Esto se va a terminar, toda esta farsa que por años inventé. Se acabó. Sin querer acabo de herir a mi omega una vez más y no quiero hacerlo más. Necesito saber dónde está.
Mientras, Jungkook había logrado tomar el ascensor que lo llevó a la calle. Era la hora en que todos salían de las oficinas, por lo que andaba mucha gente. Algunos lo miraban con compasión, otros con asco y desprecio y eso lo hizo sentir todavía peor. No sabía a donde ir o que hacer. Movió su silla hacia el paradero de buses. Sabía que Seokjin se enfadaría mucho si iba hasta su casa solo, pero en ese momento no pensaba en la maldita predicción o si se cumpliría o no. Él ya sentía como esa predicción se hacía realidad en su vida. Pues el dolor que tenía en ese momento le estaba rompiendo su corazón.
Entendía que antes de conocerlo, el alfa debió haber estado con otras personas. Después de todo, él también tuvo parejas en Estados Unidos, dos para ser más precisos. Un alfa que conoció en una fiesta universitaria y con quien tuvo su primera vez, luego de tomar algunos tragos y olvidarse del mundo. No guardaba un bonito recuerdo y había sido poco significativo. Yugyeom si lo había sido, era un beta y estuvieron juntos por un año. Sin embargo de ninguno podía decir que había tenido el mejor sexo de su vida, probablemente porque no eran su pareja destina y Jungkook nunca se entregó completamente.
Por eso le dolían las palabras de Yoongi, porque al parecer para Seokjin el sexo se reducía a cuánto placer le podían proporcionar y él no estaba seguro de poder complacer ese deseo. Tal vez encontrarían la forma de tener sexo, pero su alfa no podría usar las posiciones que tal vez eran sus favoritas, porque físicamente simplemente él no podría. "La mejor mamada de su vida", ¿podría él superar ese comentario?. Cuando estaba a punto de cruzar al paradero, una mano fuerte lo detuvo. Era Seokjin.
Estaba consciente que el alfa lo regañaría por haber salido de esa manera de la oficina, pero necesitaba que también entendiera cómo es qué él se sentía.
—¿A dónde crees que vas Jungkook?, no te das cuenta que te expones al salir así. Sin protección, alguien podría atacarte o intentar hacerte daño.
—Creo que nada me podría hacer más daño que lo que escuché allí dentro.
—No voy a discutir contigo en medio de la calle. Te llevaré adentro—Seokjin tomó la silla y comenzó a empujarla devuelta a su edificio.
—Es por eso que odio estar en esta silla. Ni siquiera tengo la libertad de ir a donde yo quiera. No puedo luchar contra ti. Ahora mismo no deseo verte ni hablarte, pero tú me estás obligando. Odio cuando los alfa le hacen eso a sus omegas. Es como cuando usan su voz de mando. Odio haber nacido sumiso y no poder revelarme.
Seokjin se detuvo. Le dolían cada una de las palabras que vomitaba el omega. Entendía cómo se sentía. Por supuesto que no lo quería obligar a nada. Sólo era su afán de protegerlo y explicarle las cosas. Necesitaba que lo escuchara, pero tampoco forzaría nada. Ya estaban en la entrada del edificio y Seokjin empujó la silla hasta el hall central. Luego se inclinó para hablarle a su omega mirándolo a sus tristes ojos.
—Si no quieres darme la oportunidad que te explique, te dejaré aquí y le pediré al chofer que te lleve a casa. Tu seguridad no es un juego. Yo no te voy a obligar a nada Jungkook y sí, soy tu alfa y en cierta forma me debes sumisión, pero jamás ejercería ese dominio deliberadamente o para hacerte daño.
—¡Tú no eres mi alfa! —gritó Jungkook con lágrimas en los ojos.
—Él que no te haya marcado no significa que no lo sea. Sabes que somos destinados y lo más importante, sabes que te amo. Que nos amamos. No dudes de mi amor, sólo por lo que Yoongi dijo allá arriba. Siempre seré tu alfa, aunque no quieras estar conmigo. Ahora te dejo decidir ¿Quieres que le pida a mi chofer que te vaya a dejar a casa? o ¿quieres subir y hablar calmadamente?
Jungkook tenía su cabeza revuelta. Resonaban las palabras de Yoongi, pero también todos los momentos que pasaban juntos y que Seokjin le demostraba su amor. Cómo su omega iba sanando de sus heridas, gracias a los cuidados del lobo negro. Debía darle una oportunidad.
—Lo siento. Está bien, tienes razón. Yo...me volví loco de celos y de impotencia por escuchar a Yoongi-hyung. Quiero ser tu omega perfecto y así, en este estado no puedo serlo.
—Tonto omega...siempre te imaginé así...con esa hermosa sonrisa, con esos hermosos ojos, con tu boca pegada a la mía...eres perfecto. Ya te lo dije Kookie, seré tus pies mientras no puedas caminar. Soy tuyo y de nadie más. Quiero besarte, pero no lo haré aquí. Vamos a la oficina que todos nos esperan.
—¿Todos?—preguntó Jungkook.
Mientras subían, Seokjin le pidió a Tae que llevara a su hermano, a Chi Yeol y a Yoongi a una sala. Era el momento de hablar.
—Taehyung, ¿Por qué no nos explicas que sucede? y ¿qué pasó con Jungkook? ¿acaso Jin se comportó estúpidamente con él? o ¿fuiste tú Yoongi?—Namjoon estaba bastante molesto con todo lo que estaba pasando en ese momento, pues no entendía que estaba sucediendo. Simplemente Tae lo había llevado prácticamente obligado a esa sala, porque Seokjin debía decir algo importante.
—¿Por qué me culpas a mi? Yo no hice nada malo. Empiezo a sospechar que ese omega está enamorado de Seokjin y por eso reaccionó así. Pues es un idiota, porque hyung jamás se fijará en él. Todo este cuento es culpa de Jungkook, por actuar como un niño celoso.
—No Yoongi...la culpa no es de Jungkook. Todo esto es mi culpa...—Seokjin había alcanzado a escuchar lo que Yoongi estaba diciendo y no iba a permitir que siguiera hablando tonterías.
Todos se dieron vuelta hacia la puerta al escuchar la voz del alfa. A su lado estaba Jungkook, que todavía tenía los ojos rojos por el llanto. Ninguno de los presentes pudo obviar el sutil detalle...el alfa y el omega tenían sus manos enlazadas.
Un tenso silencio invadió la sala, Seokjin los invitó a sentarse y él también lo hizo al lado de Jungkook.
—Tengo que contarles una historia. No es fácil para mí. Me siento avergonzado porque durante diez años les he mentido y engañado. Sólo les pido que me escuchen hasta el final.
Jungkook mantenía la vista en el piso, sintiendo la ansiedad que comenzaba a reinar en la sala.
Tomando la mano de su omega, el alfa suspiró y comenzó a hablar.
—Jungkook es mi pareja destinada.
La cara de asombro de los dos alfa y de Chi Yeol no se hizo esperar y antes que cualquiera pudiera decir algo, Seokjin continuó.
—Yo lo sé desde que Jungkook llegó a esta oficina. A diferencia de ustedes yo si percibo su aroma. Sin embargo no se lo dije. Él lo sabe sólo desde hace algunas semanas. Desde entonces estamos juntos.
—Pero a ti no te gustan los hombres... —Yoongi estaba intentando comprender lo que está a pasando.
—Por favor no me interrumpan. Esto sólo es una parte de lo que tengo que decirles—Volvió a respirar y comenzó a contar todo. Habló sobre cómo siempre esperó un omega varón como pareja y como sus sueños se derrumbaron con la predicción.
—Decidí alejarme de cualquier omega. Y la forma, equivocada lo asumo, fue hacerles creer a todos cuanto los despreciaba. Me alejé de mi mejor amigo Jimin y me convertí en otra persona. Fue así como me conociste Yoongi y nos hicimos amigos. Sé que debes odiarme ahora por haberte engañado, pero yo quería convencerme que todo lo que repetía era cierto.
—¡Eres un maldito mentiroso Kim! ¡Me usaste! No soporto esto. ¡Me das asco! tú y tu asqueroso amor por este omega que ni siquiera puede caminar! Iré por mis cosas. Me voy de tu maldita compañía.
—Yoongi... —Seokjin trató de detenerlo, pero Taehyung se lo impidió.
—Déjalo está dolido, él te quiere hyung, son muchos años de amistad que se están rompiendo. Deja que se vaya por ahora.
—Pero necesito que entienda... —Seokjin estaba al borde del llanto. A pesar de ser un alfa fuerte y poderoso, no podía evitar el dolor de perder a Yoongi. Con toda su manera de pensar y ser, había sido leal con él, un buen amigo.
—Jin... nosotros también queremos entender. ¿Por qué nunca me lo dijiste. Soy tu hermano. ¿Nuestros padres lo saben? —Jin miró a Namjoon y vio que también estaba herido. Su lobo estaba triste y decepcionado. Lo podía sentir.
—Nam lo siento... No te lo dije porque eras joven todavía y no te quería preocupar. Nuestros padres si lo saben. Incluso hablaron con la abuela de Jimin.
Namjoon estaba decepcionado. Era verdad. Hace 10 años tenia 16 años. Era un lobo adolescente, sin mayores preocupaciones. Pero cuando creció y se hizo un alfa maduro y un hombre serio tampoco se lo contó. Muy por el contrario se burlaba de él por tener a Chi Yeol como pareja y por ayudar a omegas en situaciones difíciles.
Seokjin queria que lo entendieran. Sólo quería proteger a su omega, no causarle daño a las personas que quería y eso era lo que había hecho. Dañar a Jimin, a Tae, a Yoongi a Nam y Chi Yeol. Incluso a su precioso Jungkook.
—Hyung, sé que piensas que Jin actuó mal, y tal vez se equivocó, pero él pensó que así me mantendría lejos de él y que jamás me haría daño. Pero ya ves.. El destino no se puede evadir y fue a través tuyo que nos unió—Jungkook acariciaba la mano de Seokjin. Si su omega estuviera despierto, podría controlar su aroma para calmarlo. Pero en ese momento no sabía bien si lo estaba logrando. Aunque cuando Jin hundió su rostro en su cuello comprendió que podía sentir su olor sedante.
—¿Entonces estás en peligro Jungkookie? —Chi Yeol no había dicho nada y se había mantenido en un respetuoso silencio.
Seokjin les explicó entonces que la prediccion no era exacta y no sabían cuál era el peligro. Que intuían que si marcaba a Jungkook podría cumplirse. Que tal vez los Kang tuvieran algo que ver..., mientras decia esto, sus ojos se llenaron de lágrimas.
—Estoy desesperado... Mi Jungkookie es todo.. Tengo miedo de lastimarlo. Que le ocurra algo.
—No llores Jinnie—Jungkook intentaba secar las lágrimas de su alfa.
—Si estamos juntos estaré bien, te lo prometo. Ya no voy a huir nunca más como lo hice hoy...
Namjoon y Chi Yeol se acercaron entonces a la pareja. El alfa abrazó a su hermano, su lobo era más pequeño que el de Jin, pero corrió a consolar al gran lobo negro. Los omegas también se fundieron en un abrazo cálido. Tae se unió al grupo. La manada al fin era una.
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