Capitulo 1
-Asi que... embarazado?
-Si...
-Y fue en ese accidente verdad?
-Si...
-Y yo soy el padre?
-Claro que si...- le gruño un poco fastidiado.
-Joder... podrías decir algo más?
-Lo siento, es solo que... es impactante decirlo, vale?
-Esto va a ser difícil.
-Supongo, ni siquiera lo considere.
-Hinata, estamos en Brasil, que se supone vamos a hacer con un bebé?
-No lo se! Lo digo en serio, esa noche, pensé que nos cuidamos bien.
-Claro que si! Me puse condón y tu...
-No... no entre en celo- frunció el ceño entendiendo hacia donde iba.
-No... puede que tu no- el mayor mordió sus labios.
-Tu? Pero tu aroma... oh rayos, claro... por eso me sentía tan perdido.
-Yo tampoco lo sentí, estaba conciente y no fue como un celo normal...
-Da igual como paso, la realidad es que... estamos esperando un hijo Oikawa.
-Carajo... si esto iba a pasar, lo hubiera disfrutado un poco más, hasta hacerlo sin condón hubiera sido un premió.
-Estas bromeando?- el menor le dio un golpe para callarlo mientras trataba de ocultar su sonrojo.
-Solo trato de aligerar el ambiente- río nervioso.
-Primero tengo que saber lo primordial... quieres tenerlo?- pregunto el omega mientras jugaba con sus manos.
Hinata estaba conciente del gran problema en el que estaban. Si, se acostaron por una calentura, desde la vez que ganaron el partido en la playa, se frecuentaban algunas veces y esta última había sido algo extraña.
Desde el inicio se sentían algo diferentes a su cálida convivencia que compartían, después de algunos partidos de diversión, fueron a cenar para después terminar en el hotel del castaño.
Era una despedida, Hinata regresaba en un mes a Japón y solo se dejaron llevar, un deseo tan frenético surgió en ambos, como si hubieran resistido tanto, que el vaso se derramo.
Fue la mejor noche que ambos habían pasado con alguien, pero al siguiente día ninguno mencionó nada, como si nunca hubiera pasado, pero su amistad seguía intacta.
Pasaron dos semanas y todo seguía normal, Oikawa se había ido a Argentina y prometió regresar a despedirlo 3 días antes de su vuelo.
Pero a la tercer semana desde su encuentro Hinata enfermo, vomitaba en los viajes en auto, algunos aromas lo dejaban asqueado y lo que le dio la pista definitiva de lo que le sucedía era que buscaba desesperadamente el aroma de Oikawa.
Eso fue un golpe duro, aun teniéndo sospechas no quiso confirmar nada, había terminado su último partido y solo le faltaba ir a la boda de su amigo para poder regresar a Japón, pero un desmayo fue el límite.
Pedro lo acompaño al hospital, estaba preocupado por su compañero de piso y se negaba a que esta vez no fuera a una revisión, ya lo había escuchado con vómito matutinos y solo quería saber que estaba bien.
Hinata entro solo, si era lo que sospechaba, quería enterarse solo. Después de que la doctora lo escuchara sobre sus síntomas, concluyo en lo mismo que Hinata, pero para estar seguros le haría unos análisis.
Después de unas horas se los mandaron a su celular con un mensaje que lo hizo sentirse peor.
"Felicidades"
Si claro... un omega embarazado, sin pareja y que estaba a punto de entrar a un gran equipo en Japón...
No tuvo mas remedio que esperar a que Oikawa regresara para darle la noticia, la tercera semana fue difícil, le dolía el cuerpo y las ganas de llorar fueron insoportables.
La doctora le recomendó buscar al padre de su bebé, ya que un embarazo sin marca era complicado, no riesgoso, había alternativas, pero los efectos en él serian catastróficos.
Por fin... la cuarta semana llego, estaba a dos días de ver a "el gran rey". Su espíritu hiperactivo se había ido por los suelos, solo quería dormir, llorar y comer. Se estaba enfermando, lo sabía... lo único que lo calmaba era el sutil aroma de algunas chamarras que tenía de Oikawa, que había puesto en su nido... porque si, se sentía tan débil que tuvo que hacer un nido para reconfortarse.
En esos últimos días se planteó la idea de abortar, pero se arrepintió enseguida, aunque fue un accidente era su cachorro. Nunca se había planteado la idea de un bebé, después de todo sus parejas anteriores tampoco habían sacado el tema y ahora ya habían terminando, pero ahora...
Siempre ha tenido sus instintos de omega a flor de piel, es cariñoso, emocional, romántico y protector. Su hermanita menor ha sido en gran parte la merecedora de todo el cariño de Hinata, así que si... era apegado a los niños y justo ahora hablaba de su bebé, algo suyo.
Por eso quería estar tan seguro de que opinaba el padre alpha de aquella situación. Si Oikawa no lo quería estaba bien, nunca formalizaron nada y no lo obligaría tampoco, él podría hacerlo sólo... pero sí él también lo deseaba? Esa era la parte que nunca podía concluir. Que pasaba si el mayor también quería a su bebé?
Él tan esperado día llego. Hinata cubrió su aroma con un bloqueador, quería dar la noticia y no que tuvieran sospechas antes de tiempo. Fue a recoger a Oikawa como siempre lo hacia, pero fue difícil, de nuevo olvidaba lo sensible que estaba y los terribles mareos que de la nada le daban.
Aun así llego al aeropuerto y cuando lo vio, un se volvió un desastre. Sentía mariposas en el estomago, dejo salir un poco su aroma de la emoción y estaba seguro que si fuera algún tipo de canino, estaría moviendo la cola de la emoción. Rayos... las hormonas lo estaban afectando.
Oikawa lo saludo y le siguió al auto. Sentir su aroma tan cerca pudo calmarle las nauseas. No pudo evitar sonreir todo el camino, hasta que fueron a un restaurante donde le diría todo.
Llegaron y comieron y cuando estaban comiendo el postre, soltó la bomba. "Estoy embarazado" le explicó sus últimas semanas y de nuevo... solo esperaba una respuesta.
-Me darías por lo menos un día para pensarlo?- pregunto serio.
-Si, lo siento, yo tuve tiempo para pensarlo y te suelto todo esto de golpe.
-Fue algo impactante, pero supongo que tu respuesta es clara, quieres tenerlo verdad?- pregunto jugando con su helado.
-Si quiero...
-Ya veo, mañana te daré mi respuesta, esta bien?- dejo su asiento y se acerco a Hinata.
Tomo su cabello rebelde y lo paso detrás de sus orejas, se acerco lentamente y restrego un poco su mejilla, lo estaba impregnado con su aroma.
Shoyo soltó un suspiro complacido por la acción del alpha, se le nubló la mente por unos minutos por la increíble sensación que genero aquello.
-Oikawa?- pregunto apenas pudo poner sus ideas en orden.
-Espero sea suficiente de mi para que descanses, te vez algo estresado- le susurro mientras rozaba sus mejillas.
-Mmh...
-Bien, te llevare a tu departamento y mañana paso por ti.
Concluyo su conversación, con ambos chicos nerviosos por el día de mañana.
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