Giyuu no había tenido una vida fácil por culpa de su estúpida enfermedad, su médico murió cuando el tenía catorce años, fue algo difícil para el ya que se había encariñado con el, también era con el único que contaba para llevarle su medicamento.

Ante está noticia mando una carta a su hermana y cuñada. A Tsutako le escribió mintiendole que necesitaba medicamento para su anemia, ella no le tomo importancia aceptando a ayudarlo sin saber que Giyuu pedía medicina para su enfermedad. Mientras que a Kanae le escribió pidiendole que ya no lo visitará más ni ella ni su sobrina.

Fue una decisión difícil para Giyuu ya que Kanae tenía conocimientos médicos estaba seguro que ella se daría cuenta sobre su enfermedad, no quería verla preocupada por el o que su sobrina creciera verlo sufrir, además no quería que ellas se vieran involucradas en los horribles rumores que decían sobre el, así fue como decidió aislarse de todo el mundo.

Al despertar sintió como un líquido bajaba por la comisura de sus labios, al limpiarse vio que era sangre. Era momento de tomarse su medicamento, así que se levantó para dirigirse a la cocina en busca de su medicina.

Cuando llegó abrió su alacena para sacar tres frascos, dos de ellos eran pastillas mientras que el otro contiene vitaminas, tomó un vaso de agua para tomar su medicamento.

El Omega ya había cumplido diecinueve años durante todo esté tiempo de estar aislado de todos, solo compartía cartas con su cuñada, los encargados de llevarle sus víveres le entregaban una carta de parte de Kanae, siempre preguntándole como estaba, si comía bien, entre otras cosas.

Igual Giyuu preguntaba cómo estaban su sobrina, su hermana y ella, era muy feliz sabiendo que se encontraban bien. Hace dos días Kanae le contó que se celebraría un banquete por el cumpleaños de Kamado Tanjiro el Príncipe Heredero del Imperio del Sol incluso los más poderosos Duques asistirían.

Pero algo paso por su mente al enterarse de esa noticia ¿Que tal si iba al banquete? Solo le quedaban dos años de vida, no quería morir sin haber conocido el mundo.

Quería vivir felizmente durante el tiempo que le quedará, toda su vida reprimió sus sentimientos para no ser lastimado o incomodar a las personas pero ahora eso no le importa el vivirá sin importar lo que las demás personas pensarán de el, jamás tuvo la culpa por los crimenes que cometió su madre.

Su meta era salir del Ducado a los veinte años el pediría un poco de dinero que su padre le había dejado antes de morir para comprar una pequeña casa en algún pueblo y cortar lazos con la Familia Tomioka.

Hablaría del tema con su hermana y también de como participaría en el banquete del Príncipe Heredero, ya no le importaba nada viviría su vida con el quisiera y jamás va a pretender alguien que no era, en su mente solo había un pequeño deseo ¡Seré feliz hasta el día de muerte!

Estaba parado frente al Ducado Tomioka no había pisado ese lugar desde hace nueve años, le traía demasiados recuerdos malos pero también tenía buenos recuerdos con Kanae y su sobrina, ahora que lo piensa Kanao ya debería ser una gran señorita.

Realmente desea volver a verla a ella y a su cuñada, salió de sus pensamientos al ver como una persona abría la puerta al parecer se trataba del Mayordomo.

--Buenas tardes ¿Puedo ayudarlo en algo-- preguntó amablemente.

--Buenas tardes. Deseo ver sus majestades los Duques por favor-- también dijo amable.

--Lo siento mucho pero los Duques están ocupados además se necesita avisar con anticipación una visita--

--Soy Tomioka Giyuu por favor dígale a Tsutako que nesesito hablar con ella-- habló no le gustaba usar su apellido.

--¿Usted es Tomioka Giyuu?-- su rostro  reflejaba miedo-- Por favor pasé Giyuu-sama, lamento mi estupidez por no reconocerlo- hizo una reverencia, su voz sonaba temblorosa.

--Esta bien no se preocupe, hace mucho tiempo que no venía al Ducado-- le mostró una sonrisa amable.

El Mayordomo se sorprendió, Tomioka Giyuu eres descrito por los rumores como alguien sin sentimientos y con una personalidad horrible sin embargo le había mostrado una sonrisa amable.

Al entrar a la Mansión pudo ver qué muchas cosas habían cambiado desde que decidió dejar de vivir en el Ducado, vio con la servidumbre se movía rápidamente haciendo sus deberes, ya había olvidado que la Mansión era demasiado grande, todo estaba perfectamente limpió y ordenado, el Mayordomo se detuvo en lo que parecía ser la sala común.

--Por favor esperé aquí Giyuu-sama, avisaré a los Duques de sus presencia--

--Aquí esperaré muchas gracias-- dijo tranquilo. 

Un pequeño mareo se hizo presente haciéndolo tambalearse, alcanzó a agarrarse del grande sillón, debía controlarse si no lo descubrirían y eso no podía pasar, hasta que vio como una hermosa jovencita de pelo tan negro como la noche y sus ojos color rosa-lila se acercaba corriendo hacía el ¿Ella era su sobrina?

--¿Tu eres mi Tío, eres Tomioka Giyuu?-- pregunto para abrazarlo.

--Así es Señorita Kanao, has crecido mucho durante todo esté tiempo-- dijo para abrazarla.

--Giyuu no lo puedo creer, ya eres todo un adulto y te has puesto muy hermoso ¿Giyuu te encuentras bien? Te ves muy pálido-- dijo Kanae mientras abrazaba a ambos Omegas.

--Estoy bien Duquesa gracias por su preocupación. Me alegro que ambas se encuentran bien-- el Omega se separó de ellas para hacer una reverencia.

--Vamos Giyuu no tienes por qué ser tan formal con nosotras. Somos tu familia nunca lo olvides-- mostró una calida sonrisa.

--Tienes razón ustedes son mi familia yo...-- fue interrumpido por alguien.

--¿Qué necesitas de nosotros Tomioka Giyuu?-- hablo con voz fría su hermana.

Giyuu volteo a verla sus ojos reflejaban frialdad, su postura era muy elegante, frente a el estaba la gran Líder de la Familia Tomioka su hermana Tsutako, aquella que de seguro lo odiaba con todo su ser.

¿Que pasará con esta pequeña reunión?

¿Que sucederá en el banquete al ir Giyuu?

Espero que les este gustando está historia

Muchas gracias por todo su apoyo

Nos vemos pronto❤️

Cuídense mucho 🥰