Indirectas muy directas
La presentación avanzo sin problemas, todo sale perfecto profesionalmente. Como es de esperarse los asistentes salen a terminar los preparativos para lanzar las campañas lo antes posible con las validaciones de las jefaturas presentes.
Antes de salir, David me pide que me quede unos segundos, el mundo se me viene abajo cuando Thomas se levanta de su silla y camina a mi puesto.
- ¿Necesito que conteste algunas dudas de la presentación? – su semblante está bastante serio.
- Bueno, llamare a Rick para que pare la gestión del proyecto – digo en total calma.
- No, que siga con esta primera etapa, me pareció oportuna la presentación, pero quiero realizar una segunda campaña para lanzarla a corto plazo – dice - ¿me puede dar algunas ideas?
- Tendríamos que discutir la temática – digo sacando mi libreta para tomar nota – ¿quiere una que se centre en los productos o cómo funcionan?
- Quiero una donde se vea el resultado final.
- ¿Videos o sesión fotográfica?
- Video.
- ¿Del maquillaje o la línea de limpieza?
- Ambos.
- ¿Estudio de televisión o al aire libre la sesión?
- En mi departamento.
David comienza a toser de la sorpresa, mi reacción no fue la que esperaría en una situación así, simule completa tranquilidad. Despego la vista de mi libreta y me cruzo de brazos acomodándome en la silla donde me encuentro, él mantiene su mirada fija en mis ojos como retandome a que dijera algo, pero después de que no contestara mis llamadas o mensajes no pienso hacer nada más que quedarme a la ofensiva.
- Thomas, eso es contra las normativas de trabajo – David toma el rol de jefe aunque no me lo esperaba después de todo lo que le conte.
- ¡Lo sé! – Se fija en él – sólo estoy diciendo que no quiero ni estudio ni al aire libre, en mi departamento. Quiero darle más intimidad a la propuesta diciendo que cualquier persona puede ocupar todos los productos desde la comodidad de su casa.
- Para eso podemos acomodar un estudio – digo manteniendo mi postura.
- Exactamente – mi jefe se hiperventila – tenemos al mejor para hacer eso - dice nervioso moviendo sus manos.
- ¿Quién?
- Bruno Petkovic – digo sin medirme.
- ¿Petkovic? – Piensa un segundo – el fotógrafo de los diseñadores, ¿el lector de tus sueños? – pregunta sorprendido.
- Él mismo – digo con una sonrisa.
- Perfecto – mantiene su semblante – David ¿para cuándo puedes contactarlo?
- Anais es quien tiene el contacto.
- ¡Para ahora!, si usted así quiere – digo, esta parte de él es insoportable.
- ¡Bien! Dile que nos vea en mi departamento después del almuerzo, esta es la dirección – me pasa una tarjeta – David, quiero que te encargues de que la primera parte del proyecto esté en perfectas condiciones – dice ordenando como si esta fuera su oficina - ¿Anaís me acompañarías a ver todo?
- Thomas – habla mi jefe – Anais es la encargada del proyecto, ella tiene que hacerse cargo de las gestiones.
- Tú eres el jefe, me imagino que sabes todo lo requerido para terminar – esto se está subiendo de tono – ahora si Anaís rechaza sus responsabilidades, es otra cosa - ¡Esperen un minuto! Este es mi Thomas, noto el leve rubor en su perfecta cara.
- Yo no tengo problema con asumir todas mis responsabilidades – creo que mi sonrisa es de desafío.
- Está decidido – le extiende la mano a David para despedirse – nos vamos – me guía hasta la puerta de la sala de reuniones.
- Llámame si necesitas algo – mi jefe se despide, está preocupado.
- Estaré bien – digo – el señor Kreter es un profesional – sonrío, antes de hablar con David no pensé que saldría todo al revés.
- ¿Vienes en tu auto? – Thomas me saca de mis pensamientos, me concentro en sus facciones que en este momento más que tiernas las encuentro sexys, jamás pensé que este hombre se comportara así en el trabajo. Como nunca hablamos de esto, me lo imagine pintando cuadros en su casa, encerrado en un estudio, alejado del mundo; no que fuera el director ejecutivo de una de las multinacionales que existía.
- No.
- Perfecto – su cara cambia de expresión - ¿vas... conmigo? – y aquí es donde aparece el Thomas que conozco en todo su esplendor, cuando estamos esperando el ascensor. Al verlo nuevamente se sonroja hasta las orejas después de preguntarme eso.
- Siempre y cuando te pueda preguntar algunas cosas – digo, ya me pica la curiosidad.
- Sabes que puedes hacer lo que quieras conmigo – respira calmado y pega su vista al frente, concentrándose.
- Señor, solo faltarían las firmas de los documentos que estarán listos mañana – su asistente está a su lado.
- Perfecto – lo mira – Will, que los documentos lleguen mañana a la oficina, por hoy puedes retirarte, nos vemos mañana – su voz volvió a ser fría pero cortés.
- Nos vemos mañana Señor – se despide para retirarse, su asistente parece de más adulto que nosotros. Entramos al ascensor.
- ¿Qué fue todo eso de allá afuera? - digo perdiendo mi paciencia.
-¿Podemos estar en mi... casa primero? – Su voz cambia cuando las puertas del ascensor se cierran – necesito hablar contigo sobre lo que acaba de ocurrir y ¿Puedes decirle a Bruno que podemos ver el estudio mañana en la tarde?
Mis ojos y oídos no pueden creer los cambios que sufrió este hombre en este corto lapso de tiempo. De un hombre frío, calculador, distante y poderoso, que me pareció sexy en todo momento, pasó a ser el hombre lindo, tímido y tierno que conozco. Sus cambios en lo profesional se entienden, pero pedirme que fuera a su departamento en una reunión de trabajo ¿es posible? Incluso mi jefe no objeto en ningún momento las instrucciones que dio el director de FunnyBunny ¿siento que me vendió al mejor postor?
Llegamos al estacionamiento del edificio y casi me atore con todo lo que estaba mirando a mí alrededor.
Primera impresión, auto de lujo último modelo, súper ejecutivo y vidrios entintados como si estuvieran llevando al presidente.
Segunda impresión, el director ejecutivo con un aura de poder, súper sexy y calculador, ahora está intimidado con mi presencia, sonrojado y evitando el contacto visual; "¿puedes concentrarte en tu celular hasta que lleguemos al departamento?" me dice con un tono casi de súplica.
Tercera impresión, parece que no le gustan los trajes, cuando disimule la vista pegada al celular, en realidad lo estaba mirando a él sacándose la corbata, despeinándose el copo y desabrochándose los botones de la impecable camisa.
- Bruno, siento la molestia, no me vengas a buscar porque me surgió algo – grabo un mensaje – también se cancela la reunión del mensaje que te envié, te llamo luego.
Al segundo suena mi teléfono, Thomas pasa por mi lado para abrirme la puerta del copiloto y así montar en el carro. Al entrar le contesto a Bruno quien está insistiendo.
"Aló, ¿Qué pasa?" digo neutra a lo que Thomas me dedica una mirada fugaz antes de partir en el carro.
"Uno, ¿Por qué me cancelas la reunión? y dos, ¿Por qué me cancelas? ¿No quieres que te vaya a buscar? ¿Tan mal te fue en la presentación?" dice al otro lado.
Parece que el volumen de mi teléfono está alto o el carro es hermético pero se escucha Bruno claramente por todo el espacio.
"Podemos hablar en la tarde, por el momento estoy ocupada" digo tratando de mantener mi voz lo más apacible.
"Metete a un baño, quiero respuestas ahora" dice haciendo la misma broma de siempre del enamorado celoso.
"No puedo, después te explico corazón" trato de calmarlo pero el auto frena de golpe, una sensación de muerte pasa por mi columna, miro a Thomas con desconcierto y sus nudillos están blancos apretando el manubrio.
"Estaré esperando tu llamado princesa" cuelga al segundo.
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Hola! Primera actualización de la semana!
Puntos a considerar, según entiendo, las personas que tienen timidez extrema suelen desarrollar una segunda personalidad para desenvolverse e sus ambientes de trabajo, sobre todo cuando tienen cargos de poder en cualquier lado. Conozco un caso, pero no se si son todos iguales.
Segundo, para cuando lean "Ni tan Demonio" entenderán por lo que tuvo que pasar Thomas para llegar a desarrollar esta segunda personalidad, consideren que es el mejor amigo de Kail, mi protagonista en la otra novela... Casi lo traumo después de los traumas que tuvo en la universidad, pero todo salió bien :)
Tercero, esta edición casi se acaba y estoy muy triste con esto... pero tengo más proyectos en mente y les digo que no dejare a Thomas tan tranquilo *inserte risa malvada: wuajajajajaja*
Para las que quieran, habrá un especial en instagram (historias destacadas)
Disfruten, tomen café, cuidense con sus mascarillas que el virus se quedará hasta el 2022... Lo odio!!! Agüita con limón, no coman tantos dulces, sea obedientes... *Los malos consejos van en la otra historia*
Gracias por los votos, los comentarios, las vistas y todo lo que se les ocurra hacer, espero leer a las personas que solo me visitan aunque sea solo una vez.
Os adoro!
XOXOXOXOXO!!!
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