La televisión se ha vuelto tan aburrida y deprimente.
Ninguno de los programas o películas que hay son entretenidos en realidad, o ninguno logra más bien captar mi atención.
A este punto, solo uso cualquier tipo de foco de entretenimiento como excusa para tener mi vista clavada en algo mientras pienso y no verme tan raro.
Y es que no hay mucho qué hacer para un país.
Los líderes son los encargados de manejar lo político, no somos más que representaciones y listo, nuestro único deber era existir, ahora tenemos que ir a reuniones.
Son muy aburridas, la verdad.
Las veo como charlas éticas que todos sabemos pero sirven más como rectificación que como una acción que sirva.
Así que...
La vida es tan monótona sin algún conflicto.
No es como que quiera que estalle otra guerra y haya escasez de comida y que la gente muera de hambre, enfermedades o que sean asesinados, pero antes se tenía una razón por la que debías luchar.
Demostrar que querías vivir.
Y ahora la gran Urss se encuentra en un sillón frente a una pantalla con comerciales sin sentido sin nada qué hacer.
Me he puesto a pensar en que representaciones como yo ya no tenemos qué existir.
Así como Nazi, Imperio Japonés e Italiano se fueron, debería irme yo ¿no?
Soy el único de esa "generación" que queda, y es raro saber que todos tus iguales ahora están muertos y solo quedas tú.
¿Qué hago con esta victoria?
No es como que desee que estén vivos, nunca me llevé bien con ellos, al menos no del todo.
Pero me cuestiono si hay real utilidad en seguir viviendo.
Claramente la hay, aún están mis chiquillas preciosas que no han explorado del todo el mundo, no puedo dejarlas solas, no hasta que aprendan más de la vida.
Pero ¿qué hay después de eso?
¿Qué pasará cuando ninguno de mis hijos se pase a mi casa solo a pasar el rato? Cuando todos ellos tengan una vida y no sea necesario.
Se supone que somos inmortales.
¿Qué voy a hacer con todo lo que me queda de vida?
-- Papá ¿está todo bien?
Olvidé que Bielo está aquí.
-- Todo bien, cariño, no te preocupes.
-- Sé que eres callado pero hoy lo eres más que de costumbre.
-- Solo me puse a pensar ¡ya sabes! Es bueno tener charlas con uno mismo.
Ella ríe, le sonrío de vuelta.
-- Voy a hablarle al señor México porque a ti lo que te falta es un amigo para hablar --me sonríe con una sonrisa tan pura, mostrando sus dientes.
Me conoce a tal nivel que sabe que me agrada el señor México, aunque es fácil darse cuenta, es en realidad mi único amigo.
-- No es necesario, nena, no te preocupes. Con o sin amigos se puede vivir.
¿Por qué siquiera me planteo el hecho de que mis hijos dejen de querer verme? Si aquí esta mi Bielo, tan linda y alegre, acompañándome sin razón alguna en silencio mientras vemos T.V.
Tienen un corazón tan lindo, me alegra saber que cuento con ellos.
-- Papá, señor México no es tu amigo.
Me sorprende que lo diga, porque ni siquiera lo entiendo.
-- ¿A qué te refieres?
-- Ay, papá, por favor --se gira para verme, mientras peina su cabello-- Lo buscas cuando quieres hablar con él y es el único con quien hablas. Han sido amigos desde la guerra y las pequeñas creen que es su otro papá.
-- Bielo, no digas esas cosas.
-- No tienes que ser tan conservador conmigo, soy tu hija --¿Cómo sabe que es lo que más me preocupa?-- No te voy a juzgar, México es de verdad alguien agradable.
De verdad creí que nadie notaba mi interés
¿Lo notó porque es mi hija o porque de verdad se me nota?
Ni siquiera sé qué decirle, o cómo se supone que debía reaccionar a esto.
Ninguno de mis hijos -nadie en realidad- sabe que yo tengo interés en alguien, entonces ¿por qué lo suelta de la nada?
-- Gracias, Bielo, sabes que me cuesta decir las cosas.
-- ¡Ya deja de ser tan formal! --se puso de pie en cuestión de un segundo, y me tomó de las manos-- ¡Qué bonito que pienses en ser feliz con alguien!
No tengo idea de dónde sacó tanta fuerza para levantarme, ¡Se supone que yo soy el papá con la fuerza!
-- ¡Bielo!
-- ¡Mi papá está enamoraaadooooo! -- aunque intentó dar una vuelta dando brinquitos conmigo, se limitó a soltarme y a darse una vueltita sola.
-- Dios...
-- Pero... Papá...
La fiesta se le detuvo.
¿Será que ya pensó en un detalle?
-- ¿Bielo?
-- México no está soltero...
-- Sí, Bielo, ya lo sé.
Suspiré mientras volvía a sentarme, le di una sonrisa que fue el intento de tranquilizarla. Pero solo me miró más triste.
-- ¡Tú serías mejor pareja que Usa!
-- Obviamente.
-- ¡Hay que hacer que terminen!
-- ¿Qué? No, Bielo-.
Ella es como la vocecita en mi cabeza que me dice qué hacer, pero si hago el esfuerzo por callar a esa vocecita claro que tengo qué decirle a Bielo que eso no es correcto.
-- Hay que hacer una cena entre todos nosotros y tú, y lo invitamos, como agradecimiento a las veces en las que nos hizo de comer.
Eso... No suena mal.
-- Y le decimos que traiga algún platillo suyo porque ¡quiero probar su gastronomía! Debe estar delicioso en serio lo que cocine.
-- ¿De verdad no tienes problemas con que... me agrade México?
-- Eres mi papá, el ser más preciado en este mundo para mi, yo estoy feliz de saber que te das una oportunidad de ser feliz.
-- ¿A pesar de que México sea...?
-- ¿Hombre? No hay problema, papá, el cariño y la felicidad vienen de todos lados.
Qué lindo es tener hijos como Bielo, sobre todo porque todos son así.
Cap de relleno claro que sí
Buenas noches raza
¿Preguntas?----->
¿Comentarios?----->
¡Tengan lindo día!
978 palabras.
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