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Te Odio

Mi pecho dolió aún más cuando vi como freen correspondía al beso. Mi mente se revolvió de pensamientos locos. Acaso ella estaba demente. ¿Por qué no la alejaba?

No le di más vueltas al asunto y salí de mi escondite. Esto había pasado los límites. Me acerqué pisando fuerte y de inmediato, freen empujó a Irin lejos de ella.

Traté de no parecer afectada por la situación, aunque lo visto hace unos instantes me carcomiera por dentro...

"Permiso" Dije para ambas. Ellas bloqueaban la entrada.

La estúpida de Irin me miró como si fuera lo más normal del mundo y se corrió unos pasos. Espere lo mismo de freen... pero no lo hizo.

"freen, me puedes dar permiso" Le repetí muy calmada.

Esperé unos segundos, tan solo para verla negando con la cabeza

Suspiré y volví a repetirle lo mismo, pero de nada sirvió porque solo negó de nuevo. No sabía que rayos pretendía freen, pero algo muy cierto es que yo ya estaba perdiendo los estribos.

"freen, déjala entrar" Irin le pidió al ver que yo empezaba a frustrarme, pero freen volvió a negar sin dejar de mirarme.

"¡Maldita sea! ¿¡Qué haces!?" Grité. La idea de parecer serena ya no estaba conmigo... "¡Quítate!"

"¡No!" Me gritó.

¿Pero qué le pasa?... "No estoy para tus jodas. Quítate de allí o yo lo haré. Niña tonta!"

"Hey, hey cálmate" Irin se hizo delante de ella. "No tienes por qué tratarla así"

Oh mierda... Lo que me faltaba.

Sonreí "Tú no te metas ¡Lárgate de aquí!" Contesté

Ella frunció el ceño "Si lo haré. Freen es mi amiga y no voy a permitir que le hables de esa manera tan grosera. Además, ¿Quién eres tú?" Alzó una ceja

¿Quién era yo? Oh pero claro... Por supuesto que no se acordaba de mí, estaba tan ocupada tocando y contemplando a freen en la jodida cena que ni pudo grabarse mi cara.

Solté una carcajada "¿Tú amiga... Freen es tu amiga? ¡Wow! yo no sabía que las amigas también se comían la boca" Dije sarcástica, ganándome una mala cara de las dos "¿Y quién soy yo? Eso a ti no te importa. Quiero que te largues de mi casa en este instante. Y espero no tener que volverte a ver por aquí"

Estaba perdiendo mi tiempo con estas chicas, así que pasé por su lado para entrar a la casa, pero una mano en mi pecho, me cortó el paso.

Miré la mano y no necesitaba levantar la cabeza para saber de quién era. "¿Por qué? Rebecca. Tú no tienes ningún derecho a decidir quién viene aquí. Esta también es mi casa." Wow freen, en realidad estás haciendo esto?

"freen tiene razón." Dijo Irin "Y es mejor que te vayas acostumbrado a mi cara porque la vas a ver muy seguido." Soltó una risita. "¡Jodida cabrona!" Susurró casi inaudible, pero para su mala suerte, no lo fue para mí.

La sangre llegó a mi cabeza e intenté lanzarme contra ella, pero no pude porque freen de inmediato me agarró del cuello de la camisa.

"¡No te atrevas!" Me gritó

¿Esto era real? Freen iba a ponerse de su parte cuando la muy estúpida me había llamado cabrona? No lo podía creer.

"Suéltame, freen" Le advertí.

"Y si no qué!" Volvió a gritar "¿Qué vas a hacer?" Me desafió

No le respondí nada. Mi cerebro no procesaba que ella tomara esta actitud conmigo.

"Es suficiente, freen." Irin le dijo. "Me voy de aquí, pero no porque tú lo digas." Se dirigió a mí. Caminó a su auto y abrió la puerta.

"Irin espera!" freen gritó, me soltó y de inmediato corrió tras ella.

Yo estaba furiosa, si no me iba de allí en este instante de seguro iba a cometer una locura. Sacudí mi cabeza y entré corriendo rápido a la casa para ir a mi habitación. ¡Maldita seas freen! como diablos te atreves a desafiarme. Me volví loca y empecé a tirar las sábanas de mi cama al suelo. Nada de lo que había acabado de pasar era posible. No era posible. Estaba desquitándome con las pobres almohadas, hasta que de repente un fuerte golpe se escuchó en mi puerta y segundos después... se abrió de par en par.

"Quien demonios te crees" freen entraba gritando furiosa, no me dio oportunidad de reaccionar y se lanzó encima de mí. Perdí el equilibrio y ambas caímos sobre mi cama.

Ella me agarró nuevamente del cuello de la camisa y sentó a horcajadas sobre mi estómago "¿Por qué hiciste eso?" Me sacudió. Estaba descontrolada.

Yo tampoco estaba muy cuerda en el momento, también estaba fuera de mis cabales, completamente fuera. "¿Por qué te andas besuqueando con esa chica si la acabas de ver?" También le pregunté gritando.

Ella enarcó una ceja "Eso a ti no debería de importarte. ¡Te lo dejé muy claro!"

Solté una risa "Claro" Dije despreocupada y burlándome.

"Estás loca ¿por qué sonríes?". Su rostro se encontraba desencajado, su respiración acelerada, sus ojos parecían brotar de su rostro, en pocas palabras, parecía encontrarse fuera de sí.

Volví a sonreír y eso la enfureció más, su agarré en mi camisa se intensificó y comenzó a sacudirme con fuerza. "¿Qué te pasa Rebecca? ¡¿Por qué te importa?!" Me gritó.

"¿¡Quién es ella!?" Pregunté sentándome y envolví mis manos en sus caderas, apretándola. Nuestros rostros quedaron muy cerca

"Respóndeme. ¿Por qué te importa?" Preguntó más calmada y mirándome los labios.

"freen, ¡Dime quien es ella!"

Ella me miró de nuevo a los ojos... "¿Quieres saber quién es ella? Bien, te lo diré. Ella fue la primera chica de quien me sentí atraída cuando estaba en la escuela, ella fue la primera chica con quien me di primer beso y también la chica que me iba a ayudar a confesarle a mi madre que era lesbiana. Ya, contenta! Ahora, ¡suéltame!" Comenzó a tratar de zafarse de mí agarre, pero no se lo permití y la sujeté más fuerte.

"¿¡Ella era tú novia!?" Pregunté "¡Dime. ¿Todavía te gusta!?" Grité muy fuerte. Mi cordura ya estaba se había ido al carajo

"Si, me encanta, me fascina y su beso es el mejor que me han dado en toda mi vida" ¿Qué demonios? Mi respiración se aceleró, juro que estaba echando humo por la nariz. " Ya, ¡Te conteste! Ahora dime ¿Por qué te importa tanto.!?"

"¡No me importa!" Grité "Nada que venga de ti me importa"

Ella se quedó callada y su agarre en mi cuello se aflojo un poco.

Me acerqué a sus labios, sonreí y susurré "Nada me importa, freen. Nunca me has importado. ¿Y sabes qué? Tenías toda la razón. Fue un impulso, solo sexo. Ese día follé contigo porque quería sacarme las ganas que tenía y porque extrañaba estar con mi novia. Tú me has interrumpido mis cogidas con ella, desde el primer día que llegaste aquí, así que tenías que compensarme"

Sus ojos comenzaron a tornarse cristalinos y unas lágrimas salieron de ahí. Los latidos de mi corazón se aceleraron, empecé a sudar frio y de inmediato la solté. Qué demonios le acababa de decir.

Ella rápidamente se levantó de mis caderas, con los puños apretados y las mejillas llenas de lágrimas. Me paré de la cama e Intenté acercármele "F-Fr-e-enn... Yo"

"¡Cállate!" Gritó "Eres una estúpida!" Me empujó, haciendo que me estrellara contra la pared. Ella se lanzó y lo siguiente que supe, fue que estaba en el suelo, con la mejilla ardiéndome, el labio roto y sangre corriendo por mi barbilla.

"Maldita estúpida!" Gritó y salió corriendo de la habitación.

De inmediato me levanté como fue posible y corrí tras ella. Me sentía mareada, pero eso no me importaba.

Ella estaba a punto de cerrar la puerta de su habitación, pero yo puse mi pie, la empujé y logré entrar. Cerré la puerta y rápidamente puse seguro.

"freen, escúchame" Dije sobándome la mejilla

"Sal de mi habitación, maldita. O voy a gritar fuerte y todos se van a enterar"

"freen, no es necesario, solo escúchame" Pedí.

Ella no me hizo caso y corrió a encerrarse a su baño. La seguí, pero esta vez no logré detenerla. "freen por Dios. ¡Abre la puerta!" Comencé a tocar repetidas veces.

"Vete de mi habitación. No quiero saber nunca nada de ti. ¡Te odio, Rebecca! Te odio" Comenzó a llorar, casi descontrolada.

Mis manos comenzaron a temblar, cuando sus sollozos eran más y más fuertes. No pude contener las lágrimas y caí al suelo abrazando mis rodillas...

Dios mío ¿qué hice?...

...

Una semana después...

Aeropuerto

"Un chocolate blanco, una tarta de vainilla, un panqueque dulce y.... otra tarta de vainilla" Pidió Baitoey.

"Muy bien, ¿desea algo más?" Preguntó la chica que atendía.

"No"

"Ustedes, desean algo" La chica nos preguntó a seoul y a mí. Ambas negamos "Muy bien. Traeré su orden" Dijo a Baitoey, pidió permiso y se retiró de nuestra mesa.

"Quiero irme de aquí" seoul gimió.

"Vamos seoul, no seas egoísta. Es la última vez que veras a fate. Deja el rencor y trata de ponerte en sus zapatos. No es fácil para ella" Baitoey le dijo en un tono severo.

"No soy egoísta. Tú no sabes cómo me siento. No quiero ver cuando se vaya. No quiero verla partir" Recostó su cabeza sobre la mesa.

"Esta chica! Shs..." Baitoey resopló, desviando su atención a mí, frunció el ceño y me miró con una ceja enarcada "Y tú, por qué estás tan callada?" seoul volvió a su posición anterior y me miró.

Seoul lo sabía, sabía por qué de mi boca no salía nada. Toda la semana estuve así, como si fuera muda. Después de todas las estupideces que le dije a freen, no pude aguantar y salí corriendo a casa de seoul. Me quedé a dormir toda la semana allí, todavía no podía volver a mi casa. Soy toda una cobarde.

Baitoey intercambió miradas entre ambas "¿Qué rayos se traen ustedes dos?" Nos apuntó con el dedo "¡Cuéntenme!".

Ninguna de las dos dijo una sola palabra. "Vamos, chicas, merezco saberlo" Se quejó. Silenció de nuevo "Bien, si no me quieren contar es su problema. Eso sí, acaban de perder a una amiga muy valiosa." Se sentó con la espalda recta, se cruzó de brazos y miró a otro lado.

Seoul y yo nos miramos y no pudimos evitar reír. Baitoey a veces era esa clase de persona que podía levantarte el ánimo en un mal momento con sus ocurrencias.

"Son solo cosas, Bait" seoul le respondió aun riendo.

"No saques excusas. Ya se los dije" Respondió sin mirarnos y con el ceño fruncido.

La comida de baitoey llegó, y después de comerla en casi tres minutos, comenzó a observar a los alrededores hasta que clavó su mirada detrás de mí. Noté como su ceño fruncido se iba transformando en una sonrisa de oreja a oreja y luego levantaba la mano para agitarla repetidas veces. Seoul también clavó sus ojos al mismo lugar y después me hizo una seña con la boca para que mirara.

Giré mi cabeza y allí vi a mi novia. No estaba muy alejada de nosotros y hablaba por celular. A su lado estaba Bill, su hermano. "¡Chicos!" baitoey gritó para atraer su atención, pero solo Bill volteó a mirar y señaló con su mano que los esperáramos.

No pude evitar que un fuerte suspiro saliera de mí cuando vi a sulax. Baitoey lo notó y empezó a de nuevo "Hey... y ese suspiro" Sonrió burlonamente y me palmeó el hombro "te trae muerta esa chica." Soltó una risita, pero no le duró mucho porque mi cara estaba totalmente sería. "Oh. No! No me digas que... tú y sulax... también tienen problemas!" No le respondí nada y en lugar de eso, comencé a acariciar mis sienes. "Wow pero que mierdas está pasando? Primero, no puedo quedarme con ustedes a disfrutar porque mi familia me obliga a ir a las vacaciones más aburridas de mi vida durante un mes. Luego regreso, y faye abandona a seoul porque se va del país no sé por cuantos años. Y ahora tú, tú y la princesa, la pareja más deseada de la universidad, la pareja más perfecta del universo, la pareja más estable que jamás he conocido en mi vida, están peleando ¿¡Qué diablos le pasa al mundo!?" Exclamó alzando las manos.

"Hey, ya cállate" seoul dijo un poco molesta "Deja de decir tonterías que me duele la cabeza y además..." Apuntó con su mano detrás de mí "sulax se acerca".

Oh demonios.

Me estaba empezando a sentir mareada, sabía que me la encontraría aquí pero no estaba preparada para verla de nuevo. Desde aquella discusión en las afueras del restaurante, casualmente habíamos hablado una o dos veces por celular, y solo para estar de acuerdo con la despedida de faye y también para que yo convenciera a seoul de que viniera.

Volví a mirar de nuevo, y esta vez me encontré con su mirada, ella inmediatamente detuvo su paso y tomó otro camino. Mierda...

"¿Chicos?... A dónde van?" baitoey gritó de nuevo "¿Qué fue eso?" Me miró confundida. "Rebecca que hiciste?... Tan grave fue la pelea?".

"Ash Punnisa, cierra la maldita boca y deja de preguntar por Dios" seoul se molestó.

Baitoey no la escuchó y siguió. "Dime gigante, ¿qué hiciste para que ni siquiera te salude? ¿La engañaste?" Empezó a reir.

"Ya cállate por favor" Pedí. Si la engañé... "Discutimos, es todo"

Toda la mesa quedó en silencio. ¡Demonios! Me sentí mal por baitoey, no era su culpa que nosotras estuviéramos de un humor de perros.

Suspiré... "Lo siento" Dije al mismo tiempo que seoul.

Ella sonrió... "Yo también lo siento. A veces soy muy inoportuna, pero sé que luego me dirán lo que pasa. Por lo pronto" Miró su reloj "Es hora de irnos"

...

Nos tomó diez minutos encontrar la zona donde faye abordaría su avión. Allí ya se encontraba ella en compañía de toda su familia. Sulax y Bill también estaban allí.

Faye se acercó, habló con baitoey y luego vino hacia mí. Seoul no quiso acercarse y se había alejado unos metros.

Nos abrazamos mientras yo le deseaba lo mejor. No pude dejar de notar como la chica tenía su mirada clavada en seoul. Incluso aunque yo no lo estuviera viviendo en carne propia, era difícil no sentirse mal por esto.

"Hice hasta lo imposible para que viniera" Le conté "Deberías de hablar con ella" Sugerí

Ella sonrió un poco triste y asintió.

"Ella te adora." faye soltó unas lágrimas y nos abrazamos por última vez.

Tomó mi sugerencia y fue hacia seoul, la tomó de las manos y se alejaron del lugar. Sulax y yo intercambiamos miradas cuando vimos a las chicas irse. Ella me sonrió y yo también le di una pequeña sonrisa. Nuestro objetivo estaba cumplido.

Las chicas regresaron minutos después. En sus ojos se notaba la tristeza. Seoul regresó a nuestro lado y se tiró a los brazos de baitoey cuando faye comenzó a alejarse y agitaba su mano despidiéndose de todos. Sulax también estaba bastante afectada y se acunó en los brazos de su hermano. No pude evitarlo y me acerqué a ella.

"sulax" Ella salió del abrazo de bill y sin dudarlo, tiró sus manos a mi cuello y empezó a sollozar más fuerte.

"Eres una estúpida". Dijo sobre mi cuello y se apretó más contra mí.

"Lo sé sulax. Lo sé" No eres la única persona que me lo ha dicho. Soy lo peor...

...

Los días fueron pasando y cada uno era peor que el otro. Yo ya no me hallaba en ningún lugar, ni con nadie. Mis ánimos decaían a cada segundo que pasaba por todo lo que había a mi alrededor.

Me preocupaba mucho seoul, desde el día en el que abandonamos el aeropuerto, parecía perdida en su propio mundo. La partida de faye le afectó demasiado, su estado de ánimo cayó notoriamente. Cuando iba buscarla solo estaba encerrada en su habitación tirada en su cama durmiendo o haciendo nada. Ya casi no salía, se la pasaba refugiada en su casa.

Las chicas y yo la visitábamos frecuentemente, preparábamos alguna comida, películas y hablamos con ella para que su mente se ocupara en otra cosa y se olvidara por unos momentos de los problemas.

Mi relación con sulax aunque ya no pelábamos parecía estancada. Yo trataba de que todo volviera en forma, pero me era muy difícil. Ya casi no nos comunicábamos, no nos veíamos, ni salíamos a ningún lugar. Tampoco pude volver a tener relaciones con ella. Cada vez que lo trataba, freen aparecía en mi mente y no podía continuar. Era inevitable.

Las cosas en mi casa, tampoco iban muy bien. Mis días allí eran como un suplicio. Ver a freen diariamente y no poder hablarle, tocarla o saludarla era un castigo. Sé que todo era por mi culpa, pero cada día que pasaba me arrepentía. ¡Estúpida!

Ella e Irin cada vez eran más cercanas, no había momento del día en que no estuviesen juntas. Irin venia todos los días a mi casa a recoger a freen para ir a correr, a veces la invitaba a cenar o a ver una película. Otras veces los dichosos planes eran en la casa, delante de mí. yo las veía reír, abrazarse y cosas que me lastimaban mucho.

Algunas veces no podía evitarlo y las espiaba. Lo cual me lastimaba más porque varias veces las había visto besándose. El corazón me latía como loco y de inmediato corría a llorar a mi habitación.

Cuando la chica se quedaba a dormir en casa, o cuando freen se quedaba en la de ella. La cabeza me dolía imaginándome lo peor. Aunque probablemente, ella había sido la primera persona con quien freen estuvo.

Todas las noches me desvelaba preguntándome si ella por casualidad, pensaba en mí. Me preguntaba si, una vez me quedaba dormida, ella despertaba y comenzaba a pensar exactamente en lo que yo también pensaba. Me intrigaba saber lo que sentía, si de verdad estaba enamorada de esa chica, como me lo había dicho aquel día.

Aunque me había resignado y acostumbrado a que tal vez nunca tuviera su perdón, no podía evitar que cada día que pasaba, me enamoraba más de Freen sarocha.

...

Un mes después...

Jueves 6:00 PM

Acaba de llegar a casa y guardaba mi auto en el garaje. Hoy había iniciado la Universidad y me sentía animada. A ver visto a mis amigas y compañeros durante seis horas me habían hecho olvidar las cosas que me rodeaban diariamente. Nunca disfruté de un regreso a clases como el de hoy.

Además, fue un plus para mí porque vi a seoul mucho mejor, disfrutando de toda nuestra compañía.

La sonrisa en mi rostro era notoria, pero decayó como cada día, cuando los vi a todos en el comedor cenando y riendo, incluyendo a... Irin.

Fingí que no los había visto y traté de ir hacia las escaleras, pero no pude porque la voz de papá me detuvo "Cariño" Volteé a mirar al comedor y di una sonrisa falsa a todos.

"Ven aquí... ¿Cómo te fue en tu primer día de clases?"

No me acerqué "Bien"

"¿Bien?" Dijo sarcástico, enarcando una ceja. Todas en la mesa voltearon a mirarme.

Asentí un poco dudosa y freen se burló, sonriendo.

"Cielo, me alegra que te haya ido bien. Ven a sentarte, te voy servir la cena" Dijo Nita.

Ella estaba a punto de levantarse, pero... "¡No!" Grité "Tranquila... no te levantes, mmm... no tengo apetito." Mentí, me estaba muriendo de hambre, pero en realidad no quería estar en esa mesa con ellos.

Papá frunció el ceño.

"¿Comiste algo en la Universidad?" Preguntó.

"Si, si comí. No te preocupes." El me miró muy raro, pero nada me importaba, solo quería ir a mi habitación "Me retiro, tengo trabajo que hacer" Dije y desaparecí por las escaleras

Cuando llegué a mi habitación, no dude en tirarme a mi cama y no pude evitar que una lágrima corriera por mi mejilla. Ya no soportaba un segundo más ver a freen al lado de esa chica. Me carcomía el alma porque hace solo dos días mientras la espiaba. Escuché cuando irin le pedía a ella que fuera su novia. Por supuesto freen no dudó en aceptar.

Comencé a sollozar muy inaudible, pero tuve que contenerme porque tocaron la puerta.

Me sequé las lágrimas de las mejillas y me froté los ojos. "¿Si?" Pregunté

"Soy papá. ¿Puedo pasar?"

"Claro" Dije, sentándome en la cama.

Él abrió la puerta, pero no entró, solo me quedó mirando. "¿Te sientes mal?"

Agaché la cabeza "Por supuesto que no"

"Por supuesto que sí" Cerró la puerta, vino hacia mí y me envolvió en un abrazo "Tú crees que soy tonto para no darme cuenta que algo te pasa"

"No me pasa nada, papá"

"Si te pasa, a mí no me engañas. Dime qué es. ¿Es sulax?" Enarcó una ceja

"No"

"Entonces, si no es sulax, ¿qué es?"

"No es nada" Le respondí y escondí mi rostro en su pecho.

El comenzó a acariciarme la cabeza y eso me debilitó. Hace tanto tiempo que me estaba guardando las cosas y aunque se las contara a seoul no era lo mismo. Estar en los brazos de papá era diferente. Comencé a sollozar de nuevo "Oh bebé" Papá me abrazó más fuerte, mientras me arrullaba "¿Por qué lloras?"

"Hace tanto tiempo que tú y yo no hablamos como antes" traté de decirle, pero mi voz se entrecortaba.

Él suspiró "Lo siento mucho bebé. Esto es mi culpa. Yo te prometí que nada cambiaría y te he descuidado mucho. Mira hasta te encierras a llorar sola en tu habitación. Me he convertido en un mal padre" Su voz se cortó.

"Todo cambió papá. Desde que llegaron nita y freen todo cambió en esta casa" No pude contenerme y mi llanto se aumentó. Su abrazo se hizo más fuerte. Estaba perdida y de repente..."freen me odia, papá, Ella me odia" Eso salió inconsciente.

Él me tomó de la barbilla y me obligó a mirarlo... "¿Por qué dices eso?" Frunció el ceño "¿Por qué dices que te odia?" Porque la lastimé, y me arrepiento cada segundo de mi vida por eso. "¿Ella te ha dicho algo?" Él estaba enojándose.

No respondí nada y eso pareció enfurecerlo más. "Voy a hablar con freen en este instante" Él se iba a levantar pero lo tomé de los hombros y lo detuve.

"No, por favor, papá. No lo hagas" Supliqué.

"¿¡Pero por qué!? ¿Y por qué dices que te odia? ¡Cómo es posible que ella te odie!" Gritó

"¡Papá!"

Suspiró, tratando de calmarse "Esta bien... no lo haré. Pero si tú no me dices por qué voy a ir donde ella para que me lo diga."

"Te lo diré, pero no ahora. Por favor"

"Cálmate, mi vida. Está bien" Me abrazó de nuevo. "Ahora dime. ¿Estabas llorando por eso?" Negué "Bien. Cuando creas que es el momento adecuado para que me cuentes todo lo hablaremos, Si?"

"Si"

Nos quedamos abrazados hasta que finalmente papá se calmó. ¿Por qué mierdas le había dicho eso a él?

"Hija?"

"mm?"

"Eso de que no tienes hambre, no lo creo. Llevas seis horas desde que saliste de aquí para ir a la Universidad. Bajemos a cenar. Tu estomago no tiene la culpa" Se río y yo no pude evitar hacerlo también. La verdad es que si tenía mucha hambre.

El me ayudó a limpiarme las lágrimas y bajamos las escaleras, con las manos entrelazadas. Estuve a punto de desistir de la idea de sentarme con ellos cuando vi a Irin acariciarle el brazo a freen, pero iba con papá, él sostenía mi mano y me sentí segura.

Cuando nos acercábamos vi como freen volteó a mirarnos y frunció el ceño. Sonreí para mis adentros porque se veía preciosa haciendo eso, además, eso también lo hizo la primera vez que llegaron a casa.

Solo que ahora, lo fruncía porque en realidad me odiaba...

"Cielo, vienes a cenar?" nita me preguntó y yo asentí. "Muy bien" Se levantó del comedor y fue hacia la cocina. Papá sacó la silla que estaba su lado y nos sentamos sin dejar de tomar nuestras manos.

La cena se tornaba normal, mi papá hablaba con Irin sobre el negocio que manejaban sus padres y muchas cosas que me importaban una mierda. Yo solo estaba con la cabeza gacha tratando de cenar.

Minutos después...

"becky, freen" Nos llamó papá, ambas volteamos a mirarlo. "nita y yo nos vamos mañana hasta el domingo. Vamos a una cena de negocios." Nooo. No de nuevo... No quiero quedarme a solas con freen... "Nos vamos mañana por la mañana y estaremos el domingo aquí. Ustedes ya sobrevivieron solas durante una semana. Así que, ¿podrán hacerlo durante solo tres días?"

Papá miró a freen esperando su respuesta pero ella no respondió y volteó su mirada hacia mí, quedándose fija en mi rostro.

"¿freen?"

"Si, Saint. Puedo sobrevivir sola o con Rebecca"

Papá me miró "¿becky?"

"Si..." no....

...

Al día siguiente.

"becky, como te lo dije la anterior vez, tú quedas a cargo de la casa. Necesito mucha disciplina y orden. No quiero encontrarte como la última vez, golpeada, vomitando y llorando de lo enferma que estabas. No se salten ninguna comida. Cierra bien todas las puertas y ventanas cuando vayas a dormir o si vas a salir. Cuida mucho a las mascotas. Y ya sabes que no tengo que repetirte que también a freen."

"Si papá"

"No siendo más por el momento, nos vamos. Te amo hija" Se inclinó y me besó la mejilla "Adiós" Salió de mi habitación.

Miré mi teléfono...eran las 11 am. Mierda, papá no podía levantarme más temprano?. Se me hace tarde para ir a la universidad.

Me levanté como un rayo de la cama, me duché, me vestí y salí de allí lo más rápido que pude.

...

La clase transcurría con normalidad, algunos de mis compañeros estaban centrados en la pizarra, otros escribiendo en sus laptops, baitoey comiendo, Noey haciendo nada, seoul mandando mensajes por móvil y yo, solo hacia garabatos en un papel.

"Que aburrido!" seoul suspiró

Mi teléfono empezó a vibrar...lo miré. Era un mensaje de texto

'Espero que todo esté yendo bien en las clases. Te amo :)' Suspiré y me golpeé la cabeza sobre el escritorio.

Seoul me arrebató el teléfono de la mano y leyó el texto. Suspiró y comenzó a acariciarme la cabeza "Hey... chica, ¿no crees que deberías parar esto ya?" Preguntó.

"Tengo miedo seoul..." Dije con la voz quebrada.

"Lo sé, pero..."

"Armstrong y Seoul " El profesor interrumpió. "Esta clase es tan importante como cualquier otra, pero si ustedes no están interesadas en prestar atención, pueden irse por ese camino" Señalo hacia el pasillo y toda la clase empezó a reír "Ustedes eligen"

Hoy no estaba para regaños de nadie y de inmediato comencé a guardar todas mis cosas, una por una en mi maletín, todo bajo la mirada atenta de la clase y el estúpido profesor.

Seoul me miró con una ceja levantada "¿Te vas?"

"No puedo estar aquí" Empecé a caminar hacia la puerta.

"¡becky, espera!" Gritó

"No puedo seoul... "

Tengo algo muy importante que hacer... Es ahora o nunca...

...

Me encontraba en mi auto junto a sulax. Estábamos frente a su casa. Hace unos minutos, antes de salir de la Universidad le envié un texto diciéndole quería hablar con ella algo muy importante. Pero... ya llevábamos más de cinco minutos en el auto y el silencio reinaba.

"Estamos aquí porque quieres hablar conmigo, cierto?" Ella me preguntó, parecía muy confundida.

Me recosté sobre el volante y suspiré... "Si..."

"Bien, habla"

"sulax..." Agaché la cabeza "Esto que te voy a decir no es fácil para mí, pero es necesario. Voy a ser honesta contigo porque ya no puedo soportarlo más" Mi voz se entrecortó "Una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida eres tú. Has sido siempre tan incondicional, haz estado en los buenos y en los malos momentos." Suspiré "Y quiero agradecerte por eso".

"Lo hago porque te quiero, Rebecca" Sonrió y comenzó a acariciar mi muslo.

Puse mi mano sobre la suya y la apreté fuerte. "Es por eso que he venido sulax" Ella sacó su mano de la mía y la entrelazó. Oh por dios... "Yo... yo... "

"Tú?" Sonrió "Por qué estás tan nervio..."

"Yo no te merezco" La corté, no la miré y seguí "no merezco tu cariño, no merezco tu tiempo, no merezco tus lágrimas y mucho menos el amor que me das."

Ella soltó su mano de la mía y se cruzó de brazos. Lo siento sulax pero tengo que decírtelo..."Nuestra relación no viene bien desde hace un tiempo y todo ha sido por mi jodida culpa. " Le expliqué

"Rebecca, si lo dices por nuestras últimas peleas, es algo normal. Siempre hay altibajos en la relac..."

"No" La corté de nuevo, ella me miró asustada pero tenía que terminar con esto de una buena vez "Quiero que terminemos!" Silencio "Yo... estoy enamorada de otra persona" Esto último lo solté sin pensarlo. No podía seguir engañándola, ni a mí misma.

Un silencio muy incómodo reinó en el auto.

"sulax" La llamé, ella no reaccionaba, miraba solo por el vidrio del auto y temía por lo que fuera a pasar.

Ella me miró y vi sus ojos rojos "¿Quién es?" Preguntó

"¿¡Dime, quién es!?" Levantó la voz

"sulax..."

"¡Dime!"

Suspiré... "Es... "

"Ya!"

"Es...freen" Dije. Sulax empezó a reír, pero segundos después esa risa se fue convirtiendo en pequeños sollozos.

Me dolía todo lo que estaba pasando y no pude evitar que mis ojos también se llenaran de lágrimas.

"¿Me estas dejando por ella?" Preguntó sorprendida

"No...sulax. Lo hago porque no tiene caso que yo siga engañándote. Tú mereces a alguien que valga la pena y te valore, yo no pude seguir haciéndolo. No doy más" Agaché la cabeza

Sulax le dio una palmada al vidrio de su puerta "¿Engañándome?" Preguntó "¿Pasa algo entre tú y ella?"

"No sulax..."

"Dime, ¿¡pasa algo entre ustedes dos!?" Gritó, me agarró de la mandíbula y me obligo a mirarla a los ojos...

"No! No pasa nada entre ella y yo!"

"Entonces... por qué dices que me engañaste?"

"sulax..."

"Dime!" Me preguntó furiosa.

Perdóname sulax.... "Yo me acosté con ella, pero..." No pude terminar lo que estaba diciéndole porque sulax me dio un puño en todo el rostro. El impacto me hizo golpear contra la ventana.

"Como fuiste capaz, Rebecca" Gritaba, mientras me golpeaba en la cabeza y en los brazos. "Por qué hiciste eso" Yo no la detenía, aunque sus golpes me dolieran, era mi culpa. Todo era mi culpa. "¿¡Por qué me hiciste esto a mí!? No te importó nada de lo que vivimos. ¡Eres una basura!".

Ella siguió golpeándome más y más hasta que le dije que por favor parara. Ella subió las rodillas hasta su pecho y escondió su rostro ahí, sin dejar de llorar, estaba descontrolada.

La cabeza me dolió, me sentí mareada mientras gemía de dolor. Los golpes de sulax habían sido demasiados fuertes. Comencé a tocarme el rostro, sentí una humedad en mi ceja, me miré la mano y me di cuenta que tenía sangre.

"Es justo. Merezco todo esto" Susurré "por favor perdóname"

"No sabes cuánto te odio en este momento, Rebecca." Gritó. Abrió la puerta del auto y antes de bajarse..."¡Nunca te voy a perdonar! ¡Nunca vuelvas a hablarme y nunca trates de buscarme!"

"¡Te odio, Rebecca! Te odio" Gritó, por último; mientras desaparecía hacia su casa.

No me pude contener más y comencé a llorar abiertamente sobre el volante. Estaba pagando por todos mis tontos errores.

Lo siento sulax...

Lo siento




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