Saber sobre Ti
Definitivamente, esta freen si me agradaba, aunque debo confesar que me confundía más. Aishh! Debería dejar de pensar en eso, esto no es bueno para mí- Pensaba mientras bajábamos escalón por escalón. Una vez más, el aroma de freen me embriagó. Por Dios, por qué ahora noto su aroma, ¡me estoy enloqueciendo!. Miré su perfil y noté el chupetón que le había hecho, ahora un poco menos notable.
Suspiré. Si, también tenía que disculparme por eso.
Bien...hagámoslo. "¿freen?" Me detuve y, por consecuente, ella también lo tuvo que hacer.
"¿Si?"
"Eh... También esa marca." Señalé su cuello. Se me subió la sangre a la cabeza recordando el momento. Sentía mis mejillas arder. "Lo siento".
"becbec, no tienes que disculparte por algo que yo inicié. Además... yo te hice cosas peores" Su cara se transformó en una mueca "Por favor, solo olvidemos todo. Empecemos de cero"
Asentí con la cabeza y seguimos bajando los escalones, para después ir a la puerta del jardín trasero. Cuando logramos llegar, abrí la puerta y acomodé a freen en una de las sillas que había contra la pared para que esperara mientras su pequeño Non hacía sus necesidades.
"¿Puedes quedarte aquí? Debo ir a ducharme y luego hacer el desayuno". Pregunté
"Si, no te preocupes. Puedo caminar un poco, lo único que se me dificulta es bajar y subir las escaleras".
"Está bien, no tardaré. Ten mucho cuidado". Dije mientras me alejaba.
...
Estaba llena de pensamientos sobre freen, ¿por qué de un día para otro, cambió tan radicalmente y por qué ahora yo la estaba viendo más hermosa que antes?. Definitivamente nada de esto era normal, debía preocuparme por otras cosas, freen no debe tener lugar en mi mente.
Después de pensar mucho, volví a lo verdaderamente importante: sulax, hoy se cumplían dos días y no dejaba de ignorar mis llamadas y mensajes de texto. Tampoco había sido para tanto, estaba tomando una actitud remotamente infantil. Así que una vez más, intenté lo que había estado haciendo por dos días... marqué a su número.
Llevaba más de quince intentos de comunicarme con ella y aún no contestaba. Jodida situación... Sulac no era así... ya me estaba sacando de quicio.
"Está en el trabajo ahora, pero ella perfectamente puede contestarme. Ashhh" Bufé.
Decidido. No insistí más. Si sulax quiere que así sean las cosas, así serán.
Dejé mi teléfono encima de la cama y caminé hacia al baño. Luego de minutos de una refrescante ducha, bajé de nuevo hacia el jardín en busca de freen, pero ella ya no estaba allí, recorrí alrededor de todo el jardín, pero tampoco estaba, ni el pequeño Non.
Salí de allí caminando hacia a la sala y al pasar por la cocina, me detuve en la puerta. Ahí estaba ella cortando unas rodajas de fruta y preparando unos bocadillos. Me sorprendí al verla allí. Aparte de sus dos perfectas y buenas cualidades tenía habilidad para cocinar. Wow
"¿Qué haces?" Pregunté acercándome a ella.
"Oh, el desayuno" Sonrió.
"Te dije que yo lo prepararía, deja eso." Le quité el cuchillo de su mano, pero ella me lo arrebato de nuevo.
"Yo lo haré becbec. Ve y siéntate" Insistí en que yo lo terminaría, pero no se dio por vencida y no me lo permitió.
"No deberías de estar moviéndote tanto, si quieres que tu herida sane rápido" Caminé hacia el comedor.
"Si, tienes razón. Pero no puedo quedarme quieta. No es mi estilo" Dijo mientras yo me sentaba en una silla del comedor de la cocina.
"No lo dudo" Solté una risita. Ella también sonrió y luego noté un leve rubor en sus mejillas. "¿Te cambiaste la venda?" Pregunté mientras ella terminaba de cortar la fruta en pequeños trocitos
"No me la cambie. Solo traté de no empaparla cuando entré a la ducha. Tengo que hacerlo más tarde."
"Bien". Terminó de cortar la fruta, preparó más bocadillos y fue hacia el refrigerador para sacar una jarra de jugo de naranja que su mamá nos había preparado.
...
Desayunábamos tranquilamente en el comedor de la cocina, ninguna de las dos hablaba. Yo no podía evitar mirar a freen, su cambio de verdad me había impresionado. Llevábamos aproximadamente dos horas solas en casa y no había intentado nada conmigo. Era un alivio, pero a la vez no, y era algo que no podía entender. Sentía algo, algo que no podía explicar. Era como si extrañara que... me abordara.
Horas más tarde...
"¿Qué quieres ver?" Pregunté mientras cambiaba los canales de la TV.
"No lo sé, cualquier cosa estaría bien" Respondió mientras me miraba. Asentí todavía cambiando los canales de la TV. Finalmente me detuve en una película animada.
Llevaba casi 40 minutos y realmente no había prestado atención a nada de lo que estaban transmitiendo en la TV, me sentía incomoda porque en lo que iba de la película sentía la mirada de freen impregnada en mí. Me recordó el día que llegó a la casa y yo estaba con sulax, me miraba igual.
Decidí volver a jugármela y le lancé una mirada. Freen se sorprendió y solo sonrió.
"¿Pasa algo?" Pregunté con una ceja levantada y con un tono burlón. Ni siquiera sé por qué.
"Mmm... Me gusta tu perfil... es muy bonito" Sonrió.
"Oh... gracias" No supe más que decir y volteé a mirar de nuevo a la TV. ¿Eso fue un cumplido?
"Tu piel, se ve muy suave y bien cuidada" Volvió a hablar y, esta vez, sentí una suave caricia en mi mejilla. Me sorprendió un poco, así que la miré para luego, sentir sus dedos acariciando y recorriendo toda la línea de mi mandíbula. Era una caricia extremadamente suave y cuidadosa, me quedé muda y solo permití que lo hiciera. Se quedó mirándome por unos segundos, y luego habló "¿Puedo pedirte algo?"
Asentí. Sin siquiera pensar que era lo que me iba a pedir
Quitó sus manos de mi rostro, dejándome fría. "Quiero saber cosas sobre ti. ¿Me contarías?"
"Eh...si, por qué no" Tragué saliva "pero... también tendrás que decirme sobre ti" Sonreí nerviosa. Freen asintió muy feliz. Nunca me imaginé teniendo una conversación normal con ella, sin que fuera a mostrarme sus pechos. Me aclaré la garganta "Pero antes" Miré la hora, ya eran las 4 pm "hay que limpiarte la herida y cambiar la venda. ¿De acuerdo?" Asintió sonriendo.
Me levanté del sofá y fui hacia la habitación de papá para buscar el botiquín y los implementos de curación que le habían dado a freen en el hospital. Saqué de uno de los cajones del closet el kit, me lavé las manos en el baño de la habitación y de nuevo hice mi camino hacia el sofá.
Me senté al lado de freen nuevamente para comenzar a preparar las gasas, abrí la botella de agua oxigenada para limpiar la herida, corté unas curas para asegurarlas alrededor de la herida y, por último, saqué unos guantes.
Después de tener todo listo, me incliné y cuidadosamente tomé su pie colocándolo sobre mi regazo.
Ella se espantó un poco "No tienes por qué hacerlo" Dijo y trató de quitar el pie, pero lo sujeté con fuerza y no se lo permití.
"Claro que si, freen"
Quería hacerlo, realmente quería. Ahora que veía las aguas calmadas tenía la corazonada de que me podría llevar muy bien con freen, olvidar todo lo que pasó, aunque debo y quiero admitir que no se sentía tan mal besarla, de hecho, las últimas veces que sucedía, era excitante y me estaba empezando a gustar. No se lo conté del todo a seoul pero freen me gustaba, sentía gusto por ella. Desde el primer día sucedió, el gustó fue totalmente físico, pero ahora siento que está yendo más allá de lo físico. Mierda... Olvídalo Rebecca!.
Me coloqué unos guantes y comencé a quitar la venda con cuidado de no lastimarla, poco a poco, fui descubriendo la gasa y las curas que estaban en su pie. Cuando lo liberé de todo, dejé la venda dentro de una bolsa y procedí a quitar las curitas y la gasa. Todo bajo la mirada intensa de freen. Sentía la maldita cabeza ardiendo y los ojos llorosos. Desearía que no me mirara tanto. Apreté los ojos y continué con mi trabajo. Al quitar las gasas noté que la herida ya estaba sanando. Tal vez mañana o el siguiente freen ya podría apoyar del todo su pie, por supuesto, sin esforzarse mucho.
Limpié y coloqué las gasas nuevas para después ajustarlas con las curas alrededor.
"Terminamos. No creo necesario volver a poner la venda" Dije sin mirarla mientras me quitaba los guantes y los guardaba dentro de la misma bolsa donde había dejado la venda usada.
"Gracias becbec" Me respondió. Escuché cuando se movió y lo que sentí luego, fue unas manos en mi cuello y un beso sonoro en mi mejilla. Ahora si podía apostar que mis mejillas parecían dos semáforos en rojo. Clavó sus labios por unos segundos en mi mejilla y volvió a su lugar como si nada, mientras yo estaba ahí, mirando a la nada. "Ahora, empecemos. Cuéntame sobre ti"
Su voz me sacó de la ensoñación y me acomodé bien para mirarla de frente, aún nerviosa. Su pierna aún estaba en mi regazo "Oh... si, ¿qué quieres saber?"
"Todo" Sonrió mordiéndose el labio.
"Que no me espiabas en Facebook" Traté de bromear. Recordando sus palabras cuando nos fuimos de campamento. "Deberías de saber al menos algo sobre mi" freen soltó una risita y sus mejillas se iban poniendo coloradas. Al notar eso, me sentí en un poco más de confianza con ella y le tiré la pregunta que tanto me estaba atormentando. "freen, todo lo que me has dicho... es cierto? Sé que dijiste que lo olvidáramos, pero, ya sabes, se me hace un poco extraño estar aquí contigo como si nada hubiera pasado"
Su mirada se puso intranquila y el rubor se le esfumo de la nada. "Eh-eh" Tartamudeaba. "No quiero hablar de eso. Te lo vuelvo a pedir, olvidémoslo si" Hizo un puchero.
"Está bien, no se vuelve a tocar el tema. Te diré todo sobre mi." Me aclaré la garganta "Hola freen" Sonrió "Soy Becky Armstrong, tengo 22 años, estoy cursando 6to semestre de ilustración gráfica. Mm." Me quedé pensando por un momento. ¿Qué más le puedo decir?
"¿Música?, ¿comida favorita?, ¿color favorito?, ¿hobbies?, ¿Dónde te gusta ir en tus tiempos libres?" Me abordó con esas preguntas de la nada.
Sonreí "Me gusta el POP, ROCK, R&B. Pizza, helado. Azul. Escuchar música, tocar la guitarra, pasear. Bares, clubs, a cualquier lugar con tal de tener una buena compañía... " Seguí contándole muchas cosas más sobre mi vida.
"Wow... ¿Puedo hacerte otra pregunta?"
"Si"
"Dime un secreto que nunca hayas compartido con nadie."
Un secreto... honestamente no tengo ninguno... "No se me ocurre ninguno."
"Mmm yo te diré el mío. Tengo miedo de los insectos. Los insectos grandes, los pequeños, cualquier tipo de insectos. Si mis amigas se enteraran seria la burla de ellas"
Me eché a reír fuertemente haciendo que freen se sorprendiera y me tirará una de esas magnificas sonrisas... y también me pegara con un cojín. Me calmé y le pregunté "¿Por qué?"
"Primero... cuéntame tu secreto."
"No sé, mmm... a veces doy conciertos en la ducha."
"¿Cantas?"
"Mmm... un poco, a veces..."
"¿Puedes cantarme algo?"
Dudé, pero esa estúpida mirada que me daba "Puede ser" Finalmente respondí. "Pero lo haré luego... Ahora, dime sobre ti"
"Soy Freen Sarocha, tengo 18 años, estoy en 2do semestre de medicina veterinaria..."
Freen me contó sobre su anhelo de ser médica veterinaria ya que desde pequeña sentía interés por ayudar a los animales, sentía que era su vocación y realmente creía en poder lograrlo pese a las adversidades, también le apasionaba el poder viajar y quería hacerlo cuentas veces fuera posible. Yo, fascinada escuchaba cada una de sus palabras.
Nuestra conversación siguió en marcha y entre risas disfrutábamos todo, éramos tan afines en música, algunos hobbies y manera de pensar, que sentí que nos hacíamos cada vez más cercanas. Mi atención no podía estar en ninguna otra parte, me cautivó totalmente y mi corazón palpitaba más a prisa, me intrigaba saber más sobre ella. Tampoco pude evitar mirarle a los labios ya que se los lamia y mordía cada vez que hablaba, no pude evitar recordar, cómo besaban esos labios gruesos y húmedos, su lengua invadiendo toda mi boca, nuestros dientes chocando, las mordidas en los labios. ¡Mierda!
Luego de haber hablado por varias horas, curiosamente a freen le dio por comer pizza de cena. No me negué y la ordenamos. Al cabo de unos minutos ya habíamos terminado y era tiempo de ir a dormir. La ayudé a subir a su habitación, me despedí y me dirigí a la mía con Richie.
Ya en mi habitación, me duché y me sentí renovada. Todo el día había estado dentro de la casa no era natural en mí, estaba obligada a cuidar a freen pero debo admitir que había sido bastante bueno, me sentía plenamente en paz. Me puse un pantalón de dormir gris, un gran camisón blanco, apagué la luz y me tiré a mi cama. Interesante freen, eres... muy interesante.
Estaba hurgando en mi celular y 10 minutos después, escuché un gran grito, claramente era de freen, salí disparada de mi cama, abrí la puerta y llegué a su habitación. Cuando abrí la puerta, prendí la luz y fue algo muy gracioso, estaba parada en su pie no herido sobre la cama y saltando mientras movía las manos en señal de susto, Non le ladraba a algo debajo de la cama. Me acerqué hasta el borde y apenas grité su nombre, ella se giró a mirarme y sin pensarlo se lanzó contra mí, envolviendo fuertemente sus manos en mi cuello, sus piernas en mis caderas y guardó su cabeza en mi cuello.
De inmediato la sostuve con fuerza "freen ¿qué pasa?". Sacó su cabeza de mi cuello y miró hacia su cama. "Algo entró volando por la ventana y está debajo de mi cama" Sollozaba y volvió a esconderse en mi cuello.
"Bien, freen, cálmate." Acaricié su espalda y retrocedí hasta la puerta. Vaya...sí que era una niña. Sonreí para mis adentros "Vamos a mi habitación y te quedas ahí mientras yo reviso aquí, si?" Asintió sobre mi cuello haciéndome cosquillas. Llamé a mi Non para que nos siguiera mientras yo llevaba a su mamá, como podía a mi habitación. Entramos y la recosté sobre mi cama.
"Quédate aquí" Advertí y cargué a Non para ponerlo en sus brazos "Vamos Richie" Me fui con Richie a descubrir lo que fuera que se había metido debajo de su cama. Una vez ahí, corrí su cama, revisé allí pero no había nada, luego recorrí otros lugares de la habitación mientras Richie miraba atentamente, pero no encontramos nada. Apagué la luz de su habitación y salí.
Regresé a mí habitación y la vi a arropada con mis cobijas de los pies hasta la barbilla con Non a su lado. ¿Qué demonios? quise burlarme, pero me acordé de su miedo a los bichos. Me senté en la cama y Richie se subió para acostarse al lado de Non.
"¿Que era?" Preguntó mientras se sentaba, aun tapándose con la cobija
"Nada, no vi nada"
"No, yo lo vi, Non también, era una cosa grande, entró volando"
"Si, pero no está." Sonreí.
"No voy a ir a esa habitación de nuevo"
"Si quieres... puedes quedarte aquí, yo iré a la habitación de Papá" Antes de que pudiera levantarme. Freen me agarró del brazo. "No, por favor ¿podrías quedarte aquí?"
"Eh... No lo creo. No te pasara nada aquí freen, vas a estar bien. No te preocupes." Me levanté, pero ella no me soltó el brazo.
"Por favor, no quiero quedarme sola" Comenzó a sollozar. Mierda! ¿Qué debo hacer? Para nada quiero dormir con ella, pero... está llorando. Demonios...
"freen no va a pasarte nada aquí. Lo prometo"
"No" Seguía sollozando...Por el amor de Dios. Me negué durante lo que pareció media hora, pero la chica lloraba más. No podía hacer nada...
"Está bien." La sonrisa volvió a su rostro, se limpió las lágrimas y se acostó de nuevo en la cama. Me alejé para apagar y la luz y volví a la cama moviendo a Richie y a Non hacia la parte final de esta misma para poder acomodarme. Me metí a su lado mirando hacia el techo mientras ella se acomodó de lado para clavar su mirada en mí. Me sentía malditamente nerviosa. Esta no era una decisión...
Me giré hacia ella "Buenas noches"
"Igual tú" Se inclinó y me besó la mejilla" Me quedé mirándola por unos segundos mientras la luz por la ventana iluminaba su cara. Ay Dios, es tan... tan linda. Me volteé dándole la espalda... Debo alejar estos pensamientos. Todo se quedó en silenció hasta que el sueño la envolvió y después a mí.
...
Estaba sudando, sentía un peso sobre mí así que, abrí los ojos lentamente hasta que pude divisar a freen "¿Qué haces?" Le pregunté un poco desencajada. Que acaso no me había dicho ya que no iba a seguir con esto.
"Shsss" Llevó uno de sus dedos a mis labios, se inclinó más hacia mí y susurró en mis labios. "me encantas"
"freen no empieces de nuevo. Detente" Maldita sea no, no te detengas. Deseaba besarla. Sus ojos brillaban con la luz que provenía de la ventana.
"No puedo detenerme, becbec, me enamoré de ti y muero por besarte hasta que nuestros labios se desgarren. Quiero sentir tu boca, tu piel, tus manos, en cada rincón de mi cuerpo"
Este era mi fin. Levanté las manos y cogí su rostro estrellando sus labios contra los míos, frotándolos mordiéndolos era un beso muy intenso, una descarga de placer.
La lancé a mi lado, me tumbé encima suyo y la miré. Freen agarró mi mano izquierda y suavemente la llevó hasta uno de sus pechos por encima de la blusa de su pijama... Mierda...no tenía sujetador... El deseo me atrapó, tenía muchos deseos de acariciar esos pechos que más de una vez tuve a mi vista. Freen tenía mi mano agarrada, apoyada sobre su pecho, esperando alguna reacción mía. Traté de no hacer ningún movimiento, entonces, llevó mi mano por debajo de su blusa haciendo que tocara esa piel redonda, cerré mis ojos por la excitante sensación de tocar ese pezón duro, esa piel suave y ese pecho grande, muy grande.
Ahora si, ya no hay poder humano que me detenga.
Le apreté el pecho con toda la mano, y oí un suave murmulló venir de su boca. Abrí los ojos, acercándome a ella, con mi mano libre le levanté la blusa de pijama hasta más arriba de sus pechos y pasé la punta de mi lengua por su pecho libre y su pezón erecto. Freen suspiró de placer.
La miré, estaba con los ojos cerrados, la cabeza tirada hacia atrás. Ese gesto evidente de deseo me motivó para volver a pasar mi lengua por su pecho sin dejar de mirarla, observando sus reacciones, empecé a succionar el pezón de freen una y otra vez, mientras mi mano seguía en su otro pecho, esta vez su pezón duro entre mis dedos. Luego de succionar empecé a mordisquearlo, los gemidos de freen llenaban toda mi habitación, después de un rato me pasé a su otro pecho. No sé cuánto tiempo estuve, tocando, apretando, chupando esos pechos que tantas veces había mirado, evidentemente los había deseado mucho.
Freen agarró mi cabeza entre sus manos y hundió mi cara entre sus pechos, sin disimular el deseo. Le quité toda la blusa y comencé a lamer, a besar todo su abdomen, hasta llegar a su parte baja, la miré de nuevo, pero ella estaba tan perdida como yo en el deseo, que solo atiné a bajarle los pantalones juntó a las bragas hasta los tobillos y de repente sentí unas manos en mi cabeza, clavándome en su coño...
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