Jugando
Maraton 3/4
Una semana después, ya conducíamos de regreso a la cuidad. La Familia Armstrong-Sarocha íbamos en la camioneta liderando el camino, mientras que seoul, looknam y baitoey nos seguían de cerca en mi auto.
Llevábamos más de tres horas de recorrido y en todo ese tiempo yo no me hallaba, me dolían los huesos, tenía nauseas, me sentía mareada y para completar el panorama, mi novia prácticamente dormía como un bebé sobre mí, sus manos sujetaban mi cuello, su cabeza descansaba en mi hombro y todo el peso de su cuerpo recaía en mis muslos. Mi pobre trasero estaba paralizado y ya ni lo sentía
Nita me echaba miraditas por el espejo retrovisor y se reía de mi ceño fruncido. Ella sabía que no la estaba pasando muy bien.
Pronto mi auto y las chicas desaparecieron por la carretera y nosotros llegamos a casa, Papá parqueó la camioneta en la entrada del garaje y de inmediato se bajó para sacar las maletas de la cajuela.
"Rebecca, será mejor que despiertes a esa pequeña, ya no estamos en los tiempos donde podíamos llevarla cargada a su habitación" Me dijo nita, bajando del auto. Abrió la puerta trasera por el lado donde yo estaba y de inmediato las mascotas saltaron al jardín.
Nita espero un momento con la puerta abierta, y como vio que no me moví, me quedó mirando con una ceja enarcada. "¿No piensas despertar a freen?".
"No, se ve tan tierna así dormida que no podría. Yo la llevaré a su habitación".
"¿Qué?" Preguntó con una mueca divertida. "Vamos Rebecca, no seas bromista y despierta a esa chica".
"¿Bromeando? No estoy bromeando nita. Voy a llevarla a su habitación". Dije seria
Nita negó y comenzó a reír.
"nita, por qué te ríes... ¿acaso estás dudando de mis capacidades?". Enarqué una ceja.
"Claro que no, mi vida" Respondió sin dejar la risita. "Es que..." Pensó en decirme algo, pero dudó y se quedó callada "No... Mejor déjame ayudarte" Se acercó a freen, le acomodó bien la cabeza sobre mi hombro y le cruzó los brazos para que rodearan mucho mejor mi cuello. "Listo. Sal con cuidado".
Agarré a freen de los muslos y cuando nita la sostuvo de la espalda, me comencé a deslizar en el asiento, hasta que mis pies tocaron el suelo. Tomé aire, tomé fuerzas y me levanté con ella. ¡Vaya!, esta chica estaba mucho más pesada que antes.
"¿Estás segura que puedes, Rebecca?" nita me preguntó preocupada... y era obvio, freen era más grande que yo, en todos los aspectos...
"¿Necesitas ayuda?" Papá preguntó acercándose.
Negué rápido y comencé a caminar a la casa. Nita me abrió la puerta y entré casi corriendo, llegué a las escaleras, volví a sacar todas las fuerzas que tenía escondidas y comencé a subir escalón por escalón.
Mis pobres pies dolían como si estuvieran siendo torturados, pero a la final lo logramos y llegamos a la habitación de freen. Nita acomodó bien la cama, las almohadas y yo me arrodillé en la cama y acosté a mi chica con mucho cuidado para que no se despertara.
"¡Que guapa eres!" nita me felicitó, aplastándome las mejillas. Me tomó de la mano y me hizo sentar en la cama junto a ella, se quedó mirándome por unos segundos y vi como en sus labios se hacía una sonrisa.
"Gracias, Rebecca. De verdad muchas gracias".
"Mmm...No es nada nita, en realidad no me costó mucho subirla hasta aquí".
"No lo estoy diciéndolo por eso tontica" Me palmeó el hombro mientras reía "Lo digo porque nunca había visto a mi hija tan feliz. Esta semana... conocí a una nueva freen, a una más espontanea, alocada, mucho más libre... y sobre todo a una muy enamorada. Su sonrisa nunca fue tan reluciente como la de estos días. Y definitivamente reluce mucho más cuando sonríe para ti" Me incliné sonriendo. Ella miró a freen y suspiró "Hubiera querido hablar con mi niña mucho antes sobre sus sentimientos y no dejar que pasara todo este tiempo... Freen, sufría mucho con su secreto y lastimosamente yo no me daba cuenta y la hundía más con mis tontos consejos".
"No te culpes nita, olvídalo. Ahora freen es quien puede ser y debes apoyarla con eso, y en todo lo que se venga".
"Por supuesto que lo haré, la voy a apoyar y no voy a permitir que nadie la lastime. ¡Ni siquiera tú¡" Dijo apuntándome con su dedo y frunciéndome el ceño. Retrocedí asustada mientras reía nerviosa.
"No... lo haré, nunca".
Nita siguió mirándome con el ceño fruncido por unos segundos, pero luego sus labios formaron una sonrisa. Gracias a Dios "Eso espero, y también que cuides mucho a mi bebé"
Asentí.
En ese instante, su celular sonó. Ella se sacudió y lo sacó rápido de su bolsillo para no despertar a freen, lo revisó durante unos segundos y luego vi como negaba varias veces. Extraño.
"¿Pasa algo?" Le pregunté
"No... Es solo que me han llegado mensajes de algunas tías de freen, pidiéndome explicaciones por una foto que ella subió a internet donde se está besando con una chica" Me mostró el celular y allí tenía la foto de nosotras "Me la han estado enviando desde el lunes".
"A freen también le han escrito cosas durante toda la semana. Algunas buenas y otras no tanto, pero es algo normal".
"Supongo que sí. Voy a tener que hablar con ellos. Como familia merecen una explicación"
Asentí
Ella guardó el celular, y se puso de pie "Es suficiente por hoy mi cielo, voy a bajar para ayudarle a tu padre a desempacar"
"Muchas gracias por todo Nita. Por comprender y por apoyarnos. Por esta increíble semana".
"No tienes que agradecerme nada Rebecca, somos una familia y por ustedes haría lo que fuera. Si necesitas o si necesitan algo, no duden en pedírmelo, yo con mucho gusto lo haré. Ustedes tienen mi bendición".
"Gracias" Le dije sonriendo.
"Bueno, bueno ya es hora de que las dejé, tú rostro se ve cansado y mañana tú y esa dormilona empiezan a estudiar así que... a descansar" Se inclinó dejando un beso en mi cabeza y luego se subió a la cama para darle uno a freen.
Fue a la puerta, la abrió y desapareció de la habitación.
Me levanté de la cama sin dejar la sonrisa, caminé hacia a freen y me agaché a mirarla por un tiempo... Aún me costaba creer que esto estuviera pasando, qué esta niña alocada pero tierna me tuviera a sus pies. Nita tenía razón, y por supuesto yo no iba a hacerle daño.
Me acerqué a darle un beso en los labios y cuando me separé, ella estaba con los ojos bien abiertos y sonriendo.
"¡Tú no puedes robarme besos pervertida! Solo yo puedo hacerlo" Me dijo haciendo un puchero.
"¿No estabas dormida?" Levanté una ceja. Ella río "¿Y cómo qué pervertida? ¿Quién es la pervertida? ¿Tú qué te aprovechaste de mi ebria y te metiste a mi habitación a besarme el estómago, a robarme muchos besos húmedos, a tomarme fotos y luego a chantajearme? ¿O yo por darte un solo besito en la boca?"
"Yo" Respondió mimada. "Y no solo me aproveché de ti ese día, lo hice todas las noches, hasta cuando me dijiste esas cosas feas y nos enojamos yo aún entraba a tú habitación y te daba un beso en la boca. No podía dejar de hacerlo" Gimió.
"Oww...Eso es lindo" Le dije y le clavé otro beso en el puchero "Y yo pensando que me odiabas"
"¡Eso nunca!" Gritó, haciéndome reír.
"Bueno ya" Me senté en la cama "ponte un pijama y nos acostamos a dormir porque mañana tenemos que estudiar".
"Noooo" Gimió "No quiero levantarme. ¿Por qué no me pones el pijama tú?".
"¿Quieres que yo te ponga un pijama?" Asintió "Bueno... Está bien" Me levanté al closet, cogí un short, una blusa y volví a su lado. "Bien bebé freen, vamos a ponerte el pijama" Dejé la ropa a un lado de la cama, y comencé a desabrocharle el botón del jean, luego el cierre...Diablos... ¡sus bragas son rosa! Tal vez como mis mejillas en este instante.
"¿becky, estás bien?" Me dijo con una risita. No le contesté nada, y comencé a bajarle el jean, evitando mirar sus bragas. Finalmente logré quitárselo, lo doblé y lo puse encima de la mesita.
"La blusa" Dijo alzando las manos y no pude evitar reírme. Tomé su blusa desde el inicio y la deslicé por todo su torso. Mi mirada chocó en su sujetador... también rosa.
"Ese también tienes que quitarlo" Señaló el sujetador.
"¿Por qué me torturas de esta forma?" Le dije frunciendo el ceño. "¿Quieres que vea tus pechos para que me desespere más de lo que estoy por el supuesto juego?". Si, ella me venía vacilando toda la semana con el dichoso jueguito. Desde que me lo dijo el día del campamento, no quiso darme ninguna otra pista más.
"No, no quiero que te desesperes. Si jugaremos, pero te dije que el día lo decido yo. Necesitamos estar solas en casa para hacerlo. Ahora quítamelo" Volvió a señalar el sujetador. Tragué saliva mientras llevaba mis manos al broche que estaba adelante, y temblando, dejé libre sus pechos. Decidí mirar a todos los lugares menos a ellos porque seguro perdería el control. Lo dejé encima de la mesita y cogí la blusa del pijama.
"Inclínate" Le pedí para pasarla por su cabeza, pero ella me la arrebató y la tiró al suelo "¿¡Qué haces, freen!?" Fruncí el ceño.
"No quiero ponerme pijama. Voy a dormir así porque me siento más cómoda" Se inclinó, pero solo para agarrar la cobija y cubrirse.
"Hey" Abrí la boca sorprendida "pequeña aprovechada, solo querías que yo te desnudara"
"Si" Me guiño un ojo, me tiró un beso y se acostó de lado para volver a dormir...
Mi boca quedó abierta... ¡Esta chica siempre tan astuta!
Recogí la blusa, cogí el short y negué yéndome al baño, no podía creer que esta chica fuera capaz de tales cosas... aunque bueno, de ahora en adelante ya nada que viniera de ella me iba a sorprender. Me puse el pijama que se suponía que era para ella, y fui a acostarme a su lado. Ella me cubrió con la cobija mientras yo escondía mi rostro en su cuello y cerraba los ojos. Apagó la lámpara, y lo último que sentí cuando cerré los ojos, fue un beso en la cabeza y un "te amo" en un susurro.
...
Al día siguiente.
10:30 am.
Desde hace dos horas estaba levantada dándole los últimos retoques a mi habitación. Ya había recogido todo, arreglado mi closet, mi baño... parecía como nueva, lo único que tenía por arreglar era toda la ropa sucia y las cobijas que tenía encima de mi cama, listas para llevarlas a la habitación de lavado.
Richie y Non me miraban desde la puerta, y por supuesto yo sabía por qué.
Bajé con ellos a la cocina, les serví sus platos de comida y fui a acostarme un rato en el sofá. La casa estaba en completo silencio, ya que todos aún dormían.
Comencé a tratar de recordar cuando demonios freen y yo habíamos jugado con chocolate, pero mi mente estaba en blanco, solo recordaba que al día siguiente yo había amanecido con una resaca terrible y con chupones en todo el cuello.
De repente, escuché unos pasos y me incliné a mirar, era freen, iba envuelta en la cobija y entraba a la cocina, luego salió, miró por toda sala y frunció el ceño cuando me vio mirándola.
"¿Por qué te levantaste tan temprano?" Me preguntó mientras se acercaba. Llegó y se acostó encima de mí, cruzando los brazos y apoyando su barbilla sobre sus manos. "Aún es muy temprano, vuelve a dormir".
Sonreí y comencé a acariciarle el cabello "Temprano no es, son las 10:30" Le señalé el reloj de la sala "Y me levanté porque mi habitación estaba hecha un desastre y tenía que organizarla".
"Yo quería organizarla contigo" Dijo triste "Aunque..." Fue sonriendo poco a poco "podemos desorganizarla de nuevo y luego ordenarla otra vez". Movió las cejas de arriba abajo.
"No, no y no. Es un no rotundo".
"¿Pero por qué?" Gimió.
"Porque tú no quieres darme más pistas sobre el juego".
"¿Si te doy una más, desordenamos tú habitación de nuevo?".
"Trato" Le mostré mi meñique, y ella lo atrapó.
"Bueno... mmm," Ella pensaba... se quedó en silencio casi por un minuto hasta que finalmente habló de nuevo "fue en la noche".
Y eso fue todo ...
"Estás jodiendome. ¡Eso no es una pista freen!".
"Claro que sí" Negué frunciendo el ceño "Bueno... entonces... mmm.... ya sé. Estábamos aquí acostadas, de hecho, en esta misma posición... yo regaba chocolate por tu garganta, te limpiaba con mi lengua, probaba tus labios, te besaba y te besaba. Luego me quité la camisa para ti, el sujetador y unté mis pe..."
"¿Ah sí?..." Diablos "¿Y eso cuando pasó?"... Nita apareció frente a nosotras, cruzada de brazos mientras nos miraba con los ojos entrecerrados, freen soltó una risita nerviosa, se bajó lentamente de mí y de inmediato ambas nos sentamos mirando al suelo.
"Parece que ustedes me omitieron muchos detalles sobre cómo empezaron a relacionarse".
"Claro que no mamá, solo le estoy contando a becky un sueño que tuve...es todo" freen le dijo avergonzada
"¡Y qué clase de sueños son esos! Mejor vayan a la cocina ya, y hacen el desayuno antes de que empiece a interrogarlas"
"¡Si señora!" freen le gritó, me agarró de una mano y me llevó arrastrada a la cocina. Cerró la puerta y escuchamos como nita se quedó riendo en la sala... Ella sabía que eso no había sido un sueño...
Freen caminó hasta la encimera para hacer el desayuno mientras yo iba al refrigerador cogía una manzana y me paraba a su lado a mirar todo lo que hacía. Me sorprendía que una chica tan joven fuera tan sabía y delicada para cocinar... cortaba unas verduras en rodajas con tanta exactitud.
"¿nita te enseñó?" Le pregunté curiosa.
"Si" Me respondió sin dejar de cortar. Pero luego se detuvo y me quedó mirando. "Me he dado cuenta que tú no sabes hacer nada. ¿Es por qué no quisiste aprender o por qué nadie te enseñó?"
"Supongo que fue porque nadie me enseñó. Cuando mamá murió, papá nunca dejó que yo moviera un dedo, él siempre se encargaba de todo".
"¿Tu mamá te enseñaba?".
"Mmmm... si, pero como te dije... después de su muerte nunca volví a saber nada de la cocina".
"Entonces, ten" Me pasó el cuchillo "Empieza ya. Yo seré tu maestra".
"Pero..."
"Pero nada. De ahora en adelante yo tomaré las decisiones en esta relación y si te vas a casar conmigo no puedes ser una buena para nada así que empieza" Me dijo cortante y se fue al comedor de la cocina a mirarme con el ceño fruncido.
Quise contestarle, pero al ver su cara de maldad pura, no tuve de otra y comencé a cortar las verduras... Honestamente, no quería que esta chica se colocara de mal humor. Daba miedo.
***
"Este desayuno" Mi papá probaba, hacia muecas muy desagradable "sabe muy muy mal. Definitivamente no pueden poner a mi hija a cocinar, es demasiado mala" Decía y freen y nita reían
"Wow... Me aguanté una semana las burlas de mi abuela y ahora tú sigues. Gracias papá, muchas gracias por tu apoyo" Le dije enojada y me fui a sentar el sofá. Freen me siguió con su plato en la mano.
"Es mentira becky, sabe delicioso" Se llevó una cucharada a la boca, empezó a masticar y su cara era tan obvia, mi desayuno no era nada comestible. ¡Era una porquería!
"Deja eso" Le dije arrebatándole el plato. "Ve al baño y escupe lo que tienes en la boca" Ella se levantó y corrió a la habitación de papá.
En ese instante mi celular sonó, era seo
-Hey- Contesté.
-¿Supongo que debo recogerte para ir a la universidad?-
-Claro, pero debes recogerme temprano porque también tenemos que llevar a freen a la universidad-
-Ok. ¿A qué hora voy?-
-A las 12 00 pm está bien-
-Bien, pero déjame advertirte que voy en mi auto porque el tuyo está algo asqueroso por culpa de Baitoey-
-¿De qué rayos me hablas? -
-Ayer, cuando veníamos de donde tu abuela, looknam y baitoey no dejaban de besarse y tocarse en tu auto, después ocuparon todo el asiento trasero y yo tuve que salirme cuando comenzaron a quitarse la ropa-
-¿Qué? ¿Y por qué no hiciste nada? ¿por qué diablos lo permitiste? -
-No tengo tiempo para darte explicaciones. Nos vemos- Y me colgó.
...
"¿¡Donde está la maldita de baitoey!?" Grité cuando entré al salón de clases. Todos mis compañeros me miraron y comenzaron a reírse. Los ignoré a todos, miré por todos lados y aún no estaba. Necesitaba que llegara ya, para hacerle el reclamo por haber follado en mi auto. ¡Maldita asquerosa! Ni siquiera yo lo había estrenado para eso.
Fui a sentarme y seoul reía mientras me seguía.
"Ya deja de fruncir ese ceño becky, te ves horrible" Me dijo Noey acariciándome la frente. "¿Qué tienes?".
"Es baitoey" seoul entró a la conversación "Cogió con una chica en el auto de becky y el asiento trasero quedó muy mal"
"Wow" Noey comenzó a reír "Oh mira" señaló la ventana del pasillo, ahí venia Baitoey.
Entró muy sonriente al salón, cogió una silla y la puso frente a mí. "¿Qué ondas chicas?" Dijo como si nada. ¡Qué hija de puta!
"Tú idiota" Le grité parándome de la silla. Todo en salón nos volteó a ver "¡Tienes que mandar a lavar mi maldito auto!".
"¿Qué está pasando aquí?" El profesor entraba al salón en ese instante. Maldita Baitoey te has salvado "¿Qué pasa Armstrong, por qué tan alterada?".
"No es nada profesor"
Le dije, sentándome de nuevo. La idiota de baitoey se me burló y corrió el asiento al lado de seoul.
***
Clase tras clase era lo mismo, seoul, baitoey y yo estábamos más que perdidas, no entendíamos una mierda de lo que hablaban los profesores y todo por la excelente semana donde mi abuela. De todas maneras... no me arrepentía.
Finalmente, en las últimas dos clases nos dieron las horas libres y decidimos ir a sentarnos a las mesas de la cafetería. Todas pidieron algo de comer, excepto yo, solo me dedicaba a mirar mal a baitoey.
"Ya deja de mirarme así, idiota. Lo que pasó en tu auto fue una necesidad del momento, looknam y yo teníamos que hacerlo en ese instante o si no algo iba a explotar dentro de nosotras" Dijo lo último riendo e hizo que tanto seoul como Noey rieran.
"¿Necesidad del momento? Por Dios baitoey, toda la semana estuviste con ella. Esa noche en el campamento, al otro día en el lago, después cuando volvimos a casa hiciste que freen y yo nos tuviéramos que ir a dormir con seoul, después cuando mi abuela te descubrió en los baños... y ahora vienes a decirme que fue una necesidad del momento... ¿en mi maldito auto?".
"Tú no entiendes estás cosas becky, así es el amor a primera vista".
"¿Amor a primera vista?" seoul se le burló "Y cuando llegamos a casa de la abuela y viste a freen casi te mueres".
"Lo admito, pero freen no logró golpear mi corazón como lo hizo looknam. Además... Freen ya tenía dueña" Dijo señalándome.
Mi cara estaba seria, mi ceño fruncido, a mí no me causaba ninguna gracia.
"Oye becky" noey me llamó y corrió su silla más cerca de mí. "¿Es cierto que dejaste a sulax?" Enarqué una ceja, interrogándola "Escuché cuando bill se lo decía a unos chicas de su facultad"Diablos.
"Si" Suspiré "si es cierto... " Dije con la cabeza gacha.
"Uh!... Bueno, solo voy a decirte que me sorprende. Cuando lo escuché quería llamarte, pero pensé que era mejor preguntártelo personalmente".
"Entiendo".
"¿Puedo preguntarte algo, becky?" De repente baitoey me habló. Asentí... muy insegura. ¿Por qué baitoey estaba siendo seria? Esto no era bueno."¿sulax... ya sabe que estás en una relación con freen?" Uh
"No..." Dije negando. Estaba pensando en decírselo... pero no tan pronto. Creo que eso la lastimaría más.
"Sé lo que estás pensando becky, pero deberías hacerlo" Me dijo seo de repente. "Es mejor que seas honesta tú, antes de que alguien le vaya con el chisme, si es que ya no lo sabe".
"Estoy de acuerdo. Y noey tiene razón, gracias a Bill, mucha gente de aquí ya sabe que le montaste el cuerno con tu hermanita" Añadió baitoey.
"Me gustaría saber cómo está sulax, pero creo que me odia por ser tu cómplice" Dijo seo, mirándome.
"No creo que sulax te odie seo, si no me odia a mi después de todo, ¿por qué te odiaría a ti?" Le dije.
"No lo sé, lo siento. De igual manera quisiera verla y saber cómo está. Después de todo, es mi amiga y ella me apoyó mucho cuando faye se fue".
"Entonces vamos" Me puse de pie. Seoul me miró con una ceja enarcada. "Vamos a ver a sulax"
"¿Segura?" Preguntó.
Me encogí de hombros y asentí con una sonrisa...
"Está bien" También sonrió y se levantó de la silla.
"¿Y yo?" baitoey preguntó, haciendo un mohín.
"Tú te quedas aquí. Adiós" Le dijo seo sacándole la lengua, cogimos nuestras maletas y desaparecimos de la Universidad.
...
Veinte minutos después, estábamos en la empresa donde sulax hacía sus prácticas. Aún eran las 16:30 de la tarde, ella no nos había contestado el teléfono y suponíamos que seguía aquí.
Fuimos a la recepción.
"¿Buenas tardes, en que les puedo ayudar?" Nos preguntó la secretaria.
"Buenas... buscamos a Sulax ... Una practicante. Dile que somos Armstrong y seoul" Le dijo seo.
"Un momento por favor" Le respondió la chica, cogió el teléfono y marcó. Unos segundos después comenzó a hablar.
-Señorita sulax, en la recepción están las chicas, Armstrong y seoul, buscándola, ¿las hago pasar?- Le preguntaba la secretaria.
-...-
-Bien, gracias señorita sulax- Le contestó la secretaria y colgó el teléfono.
"La señorita sulax, las atenderá en su oficina. Está en el tercer piso, la oficina número 7, que tengan un buen día". Nos dio una sonrisa. Seo le guiño un ojo y riendo, la empujé para que fuéramos en busca de sulax.
Seo se hizo detrás de mí bastante asustada cuando llegamos a la puerta de su oficina, pero no tuvimos que tocar porque sulax de inmediato nos abrió. Una sonrisa bastante amplia se hizo en su cara cuando nos vio.
"Chicas..." Abrió la puerta del todo para que siguiéramos. Seoul aún caminaba detrás de mí, prendida de mi hombro. ¿Cómo diablos esta chica podía temerle a sulax?
Sulax nos quedó mirando mientras sonreía y le levantó una ceja a seo "¿Y a ti que te pasa? ¿Por qué te escondes de mí?".
"Eh... eh" seoul salió detrás de mí, tartamudeando. Se aclaró la garganta, haciendo que sulax sonriera más amplio. "¿No me odias?" Le dijo casi en un susurro.
Sulax soltó una risa, y de inmediato envolvió a seoul en un abrazo. Debo confesar que me sentí muy aliviada.
"¡Que tonta!" Le dijo sulax, palmeándole el hombro y luego se inclinó para dejarle un beso en la mejilla. Se acercó a mí e hizo lo mismo, pero... se quedó mirándome fijamente. "Esto" Llevó su mano a mi rostro y pasó su dedo por mi ceja. Allí me había quedado una pequeña marca del golpe causado por ella. "te quedó una cicatriz" su dedo pasó por mi mejilla, por mis labios y lo detuvo allí "Lo siento mucho".
"sulax"
"Shss" Apretó su dedo contra mis labios. "Sé que ya lo hablamos, pero no dejó de sentirme culpable".
Oh mi Dios, esta chica era increíble... cómo podía hablarme de culpabilidad a mí.... "sulax" tomé su mano, alejándola de mis labios "no me digas eso por favor, me haces sentir como la peor basura del mundo".
"Tú no eres ninguna basura, y te lo vuelvo a repetir, nada justifica que yo te haya dejado la ceja así. Creo que dejé marcado tu lindo rostro" Oh mierda... Sus ojos se clavaron en los míos y mis mejillas empezaron a arder, las de ella también se estaban tiñendo de rosa.
"Oh, lo siento" dijo quitándome la mirada.
Seoul resopló. "Que cursis" Dijo y fue a sentarse en el sofá de la oficina.
Sulax seguía sonrojada... y esto no era nada bueno. Me aclaré la garganta.
"sulax, te traje esto" Le dije y le estiré la pequeña bolsa que llevaba en la mano. Adentro había una copa lleno de helado de chocolate que le compré en el camino.
Ella la abrió, destapó la copa y me sonrió. "Me conoces" Me guiño un ojo, tomó la cuchara y comenzó a comerlo mientras íbamos a sentarnos con seoul. Ella se hizo frente a nosotras.
"¿Como has estado?" seo le preguntó con mucho entusiasmo.
"Muy bien y muy ocupada trabajando. Creo que ya dejaré de ser practicante y entraré a trabajar en unos días por medio de la empresa. Me darán una oficina más grande que esta" Nos dijo muy contenta. Me agradaba verla así.
"Wow. ¡Eso es maravilloso!" Le dije. Ella sonrió.
"Bueno y que me cuentan de ustedes ¿Cómo está la universidad? ¿Las chicas?"
Seo comenzó a responderle cada pregunta que sulax hacía, y yo, no podía dejar de mirarla. Sulax se veía tan bien y no hablo de lo físico, porque eso es algo obvio, me refería a su aura y a sus emociones. Mi corazón palpitaba aliviado.
"¿Y cómo has llevado lo de faye, aún piensas en ella?" sulax le preguntó. Seo sonrió sin muchas ganas y negó.
"Si pienso en ella... pero no como antes, ha pasado más de un mes y medio desde que se fue y lo estoy superando. No puedo morirme por eso" sulax me quedó mirando. Este tema era demasiado incómodo.
"Me alegra" Contestó un poco triste "Espero lograr lo mismo que tú..." ¡Ya dejen de hablar de esto!
"¿Y tú, Rebecca? ¿Cómo estás?"
"Eh.. Bien, si" Dije nerviosa... Ahora como iba a decirle lo de freen cuando sus ánimos habían caído a un maldito hoyo.
"Vi unas fotos en las redes sociales de baitoey, estuvieron donde la abuela..." Me hizo el comentario.
"Oh si y nos divertimos demasiado" Dijo seo, tratando de mejorar el ambiente.
"Lo noté... Y a ti... te vi muy cercana con... Freen" Dijo mirándome. Era el momento.
"Estoy con freen..." Suspiré "He iniciado algo con ella".
"Oh..." rió un poco nostálgica, bajó su mirada al helado y comenzó a jugar con la cuchara.
Nos quedamos en silencio, uno bastante incómodo. Casi un minuto después, ella volvió a hablar.
"Gracias Rebecca, gracias por ser sincera conmigo" Finalmente me dijo.
"¿No vas a golpearme?" Traté de bromear. ¿Era buena idea? ¿Si?... ¡idiota!
Sulax rió, dejó de jugar con el helado y siguió comiéndolo. "Por supuesto que no tonta. Ya no tiene ningún caso" Me sacó la lengua, yo solté una carcajada.
"Yah" sulax me cubrió la boca con su mano. "No te rías tan duro. Hay gente trabajando en las otras oficinas" Gimió, arrugando la nariz.
"sulax, te quiero mucho, en realidad muchísimo. Gracias por ser como eres" Me tiré a abrazarla de nuevo y dejé un beso sonoro en su mejilla.
"Ya Rebecca, no hablemos más de eso" Me alejó "Mejor cuéntame cómo estás..."
Los minutos seguían pasando. El ambiente en la oficina de sulax había vuelto a lo alto y ahora, reíamos y hablábamos de todos los temas que se nos venían a la cabeza.
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