Sabía que se despertaría de un momento a otro y me encontraría allí, y me pediría una explicación. Noté mi propio nerviosismo y me reí. No tenía motivos para estar nervioso. Ni siquiera me vería cuando abriera los ojos.

   "¿Y si me veía...?"

    De pronto sentí más nervios por mis propios pensamientos.

   "Si me ve, le diré la verdad. Un ángel Serafín jamás miente. Ningún Ángel jamás miente. Le explicaré que soy un ser emanado directamente de Dios que ha existido desde los eones más antiguos y que bajé solo por un momento para... ¿Para qué...?"

    Mi cuerpo denso comenzó a temblar. Ahora empezaba a entender a los humanos. Eso de sentir miedo y ansiedad sí que era cosa seria...

   —¿¡ Qué...!? ¿Quién eres tú?

   Había abierto los ojos y se había levantado de la cama sin que yo me diera cuenta. Vi miedo en sus ojos y pensé: " la verdad, solo dile la verdad..."

    ¿Pero si al escuchar la verdad me echaba o huía...? ¿Y si nunca más volvería a encontrarlo aún cuando pudiera recorrer solo con mi vista cada rincón de la Tierra en un segundo?

    Mi corazón latía desbocado. Mi corazón quería que aquellos ojos maravillosos que ahora me miraban fijamente me siguieran mirando para siempre y entonces logré balbucear:

   —Soy un viajero..., vine de lejos y me accidenté por la tormenta. Entré, creyendo que no había nadie, pero si lo prefieres, si lo deseas, me marcharé...

    Me miró de arriba a abajo. Y suspiró...

    Yo también suspiré.El engaño había funcionado...por el momento...