━004 ❝¿Qᴜɪᴇ́ɴ ᴇs...?❞
—¡¿Qué hiciste qué?!— gritaron los chicos al escuchar lo que había dicho Evie.
Los Core Four se encontraban en un breve receso que tenían en ese instante. Y para aprovecharlo, necesitaban saber que le ocurría a su amiga la peliazul.
Ella asiente.
—No es por nada, pero, conociéndolos como los conozco... Van a volver, y no van a valer los "amiga date cuenta" que te vamos a decir.— confiesa Mal mientras chequea su teléfono, Evie la miró mal—, Cambia esa mirada.
Evie tuerce la comisura de sus labios mientras mira a la pelimorada con algo de fastidio. Roda los ojos y suspira.
—Cambia esa cara.— su mejor amiga hizo un mohín con sus labios—, Uhum, es la verdad.
—La fe que me tienen...
Carlos y Jay comenzaron a reírse.
—La verdad, no tenemos fe.— confiesa Jay con sinceridad—, Terminan y vuelven a los dos días. ¿Qué sigue? ¿Qué cuando se casen unos años después se divorcien?
—Opino lo mismo de Jay, y te lo dije anoche.— habla ahora el pecoso del grupo, Mal lo señala, dándole así la razón—, No vayas a llorar Mills por el amor de Dios y a la moda... ¡Evie!
La peliazul fue haciendo un puchero poco a poco, hasta finalmente comenzar a llorar. Mal rodeó a la chica por los hombros, y la atrajo hacia ella, para después darle un beso en la coronilla.
Jay la tomó de la mano y la apretó un poco.
—Creo que toca recordarte quién eres, y créeme que si le dijera de esto a tu madre te dirá lo mismo que nosotros. Después de haber masacrado a Doug. — comenzó a hablarle la pelimorada al oído—, En algún punto de nuestra vida, debemos alejarnos de quién amamos, y el tiempo dirá si es correcto o no. Por el momento, debes estar tranquila, y demostrarle a él que vales más que el oro de Agrabah... Oh, Ben me entregó esto.
Mal sacó del bolsillo inferior de su mochila un sobre de color azul rey, y se lo entregó a la peliazul, la cual sonrió al recibirlo.
—Muchachos.— miró a Carlos y a Jay. Y con la mirada señaló la puerta de la entrada de la facultad—, Nos vemos a la salida, te amo.
Cuando los chicos iban a comenzar a irse, Evie tomó de la mano a Mal.
—¿Podrías quedarte, M?— la chica la miró con ojos algo aguados, Mal miró a los chicos.
—¡Cosas de chicas!— exclamó Carlos de manera icónica. Tomó a Jay de su maleta y lo jaló para que comenzara a caminar.
Evie y Mal comenzaron a reírse de eso.
La pelimorada volvió a sentarse donde lo estaba antes, luego de que se acomodó su cabello y se colocó unas hebillas.
—Ábrelo, con calma.— alienta Mal. La pelimorada da unas palmadas en la pierna de Evie, la chica le sonríe—, ¡Ábrelo que ya me dio ansiedad!
Ambas ríen por el comentario que hizo Mal.
—Okay, aquí voy.— suspira la chica antes de comenzar a romper con cuidado el sobre. Cayó una foto del sobre, Mal se agachó para recogerla—, Gracias M... Entonces.
"Querida manzanita:
Como siempre me alegra escribirte, porque siento que estamos más cerca y más conectados. Quiero decirte que me alegra ver como te va en la universidad, porque tú sabes muy bien, que una princesa siempre debe estar enriquecida en conocimiento y no ser una princesa hueca..."
Evie comenzó a reírse a carcajadas. Mal la miró raro.
—Lee aquí.— dijo con algo de dificultad, porque aún no dejaba de reír. Mal leyó esa frase y comenzó a reírse—, ¿Pensamos lo mismo?
Mal asintió, aunque dejó de reír.
—Espera, sigue leyendo.
—Okay...
"... Admito que serás una buena diseñadora y química. De igual forma, una buena consejera real.
Dile a Mal y a Ben, que les agradezco por lo que han hecho por la Isla, ya que eso demuestra que ustedes aún recuerdan sus orígenes, por más duros que hubiesen sido. Espero poderte volver a abrazar, no solo verte en fotos, me hace falta mi niña.
Y ahora que lo pienso, ¿Cómo van los planes que me contaste? Me refiero a lo de tus mejores amigos. Y también, ¿Cómo vas con tu noviecito? Espero que no te hiera ni nada por el estilo, porque ya sabes como actúo si llegase a pasar eso.
Recuerda, que te amo con todo mi corazón, y que me arrepiento de no habértelo dicho las veces suficientes mientras estuviste conmigo.
Saludame a tus amigos.
Con Cariño, mamá.
Posdata: Quiero que conserves esta foto, ¿okay?"
—Ay, cosita, no me llores de nuevo. — exclama Mal al ver que su mejor amiga cubre su rostro para comenzar a llorar de nuevo—, Yo sería feliz si mi madre por lo menos me escribiera. Regina te ama, y créeme haré lo que sea, para que puedan verse de nuevo.
Evie limpió sus lágrimas y tomó la foto que tenía sobre sus piernas. Era la foto de su cumpleaños número seis; Regina estaba abrazando a su hija, mientras la niña le daba un beso en la mejilla.
—Esta foto siempre la amé, porque ese día estábamos felices. Antes de que hicieras un drama terrible, y me desterraran.
Mal comenzó a reír.
—Ya, ya. Tenía seis años, era muy dramática.— Se disculpa la chica. Toma las mejillas de su mejor amiga entre sus manos—, La belleza que te cargas desde niña, es increíble. Por eso no debes llorar por ese estúpido, ¿okay?
Evie sonrió mientras miraba los orbes verdes de Mal, al momento asintió.
—Esa es mi niña.— menciona Mal antes de darle un beso en la frente.
Evie guardó la carta en la maleta, al igual que la foto. Para luego revisar su celular.
—¿Nuestras amigas cómo saben que terminé con Doug? Ya me escribieron para decirme que vayamos de fiesta el fin de semana.— cuestiona Evie con algo de confusión.
Mal abre los ojos de par en par.
—¿Eh? Amiga, no sé.— fingió una mueca de sorpresa. Sabiendo lo que había hecho la noche anterior.
Flashback.
Carlos llamo a Mal después de oír la conversación que Evie había tenido con Doug, porque había quedado más preocupado que en veces anteriores. Sabía que no era lo correcto hacerlo, pero, tenía la necesidad de ayudar Evie.
Mal quedó preocupada, no podía llamar a su mejor amiga porque se suponía que ella no se había enterado aún; porque como era de esperarse, ella lo contaría al día siguiente en la universidad. La pelimorada no se quedaría de brazos cruzados, ella actuaría de una vez, en pocas palabras: salida de compras.
E ir a una fiesta.
—Entonces, tenemos la fiesta con karaoke incluido y piscina, más las compras; y en la semana que viene vamos al centro comercial. Creo que no me falta nada más.— mencionó la pelimorada algo pensativa mientras recordaba todo lo que habían hablado.
Se habían reunido por medio de Face Time.
—El aniversario de Beal.— murmura Uma, sin intensión de que alguien escuchara. Jane y Dizzy abrieron los ojos de par en par, mientras que Audrey comenzó a maldecir—, Eh, digo.
Ben por su parte golpeó su frente con la palma de su mano. Ya era característico que Uma soplara todas las sorpresas.
—¡Ay, cierto! Gracias por haberme recordado eso, Camarón. Ese es un tema que trataremos luego.— agradece la chica—, No le vayan a decir nada a Evie, gracias.
Fin del Flashback.
Mal salió de sus pensamientos al oír que Evie la llamaba, y a la vez chasqueaba los dedos para llamar su atención.
—¡Ignaaa!— exclamó de nuevo la chica.
—¡Hey! Perdón, es que estoy pensando en muchas cosas.— se disculpó la pelimorada, Evie le sonrió—, Entonces, ¿las chicas te llamaron? Se suponía que no dirían nada.— lo último lo murmuró para que la hija de Regina no escuchara.
—¿Disculpa?— cuestionó Evie algo confundida—, No escuché.
Mal negó con la cabeza. Su mejor amiga la miró confundida, nuevamente.
—¡Uy, mira la hora que es!— exclamó Evie al ver el reloj, haciendo sobresaltar a la chica dragón—, ¡Yo debía estar en examen!
—Es mañana. Lo dijiste en el receso.— recordó Mal antes de rodearla por los hombros y entrar de nuevo a la facultad. Ambas rieron
—, No sé que haría sin ti, M.
Mal sonrió.
—Serías más enamoradiza de lo que eras.— afirmó con bastante sinceridad, Evie la miró con un puchero—, Admítelo Mills. Vámonos rápido para estar en la última clase.
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Las chicas habían decidido que en esa misma tarde, irían de compras, ya saben, para que Evie no siguiera en esa Tusa, y Audrey entendiera que ella valía más que un título de reina. O en resumidas cuentas eso era lo que había dicho Celia.
Todas se citaron en el centro comercial central de Auradon, por más tardar, todas debían estar a las cuatro de la tarde. Cuando las chicas se reunieron después de casi meses sin verse, los abrazos y las sonrisas no faltaron. Ya era hora de que pudieran estar juntas de nuevo.
—Admitamos algo, algunos hombres no valoran a estos tesoros.— habló Lonnie, refiriéndose a las chicas—, Y es difícil encontrar a alguien como Ben, o Jay, o Carlos, o Harry, o más. Es muy difícil encontrar a alguien que te ame de veritas de veritas.— Añadió la mini guerrera con bastante seriedad.
—O a veces no es un chico, puede ser también una chica, o uno mismo.— menciona Dizzy mientras guardaba unas cosas en su bolsa—, Yo tengo a Lia.
Un silencio se formó, las chicas voltearon a mirar a la pelirroja.
—¿Ustedes dos...?— habló Audrey algo atónita.
—¡Quiero mis dólares pero ya!— chilló Mal bastante emocionada—, ¡Les gané!— la pelimorada comenzó a moverse bastante gracioso, se suponía que estaba celebrando su victoria.
Las demás estaban en shock, no decían nada. Al parecer si les había impactado un poco aquella confesión.
Dizzy al sentirse algo incomoda, comenzó a tomar sorbitos de su malteada de chocolate, para luego rodar los ojos y hablar.
—Ay, dejen la bobada. Tengo casi veinte, ya no soy una niña.— se quejó.
—Pero sigues siendo menor de nosotras, y mi hermanita menor.— afirma Evie algo asombrada. Cubre sus labios con una de sus manos y comienza a reír—, No puedo creer que Mal tenía razón.
—¡Siempre la tiene!— Exclaman Jane, Audrey, Lonnie y Uma. Mal sonríe y chasquea sus dedos.
Dizzy dejó a un lado su bebida y miró con seriedad a sus amigas.
—Nosotras intentamos tener una relación desde hace dos años, ¿okay?— comenzó a Hablar la chica, la curiosidad se hizo más presente que hacia unos minutos—, Como tal oficial, no ha sido. Porque quiero aprobación por parte de mi familia, y como ustedes saben, la familia de Lia ya nos acepta, tipo con lo que pasó entre Freddie y Cj. Pero la mía es algo preocupante, y más por la parte de mi abuela.
—¿Lady Tremaine aún está viva?—interrumpe Lonnie. Dizzy asiente—, Uh, ya veo.
—Mi mamá ya sospecha, mi tía ya sabe gracias a uno de mis primos pero me acepta, ahora ya saben ustedes...— La chica hace una pausa y comienza a jugar con sus dedos.
—Hablaré por todas, ¿okay?— habló Uma, sus amigas comenzaron a protestar, la morena roda los ojos—, ¡Cállense! Mira Diz, nosotras estamos orgullosas, pero, la pregunta que debemos tener es: ¿por qué no nos dijeron desde un principio?
Dizzy esbozó una sonrisa.
—Les seré sincera, ambas teníamos miedo. Y más por mi parte, ya saben, no quiero que seamos juzgadas por ello.— explica la hija de Drizella algo tímida—, Y la que quiso que empezara esto, fue ella. Al principio me impactó que me confesara lo que sentía por mí, pero me di cuenta que sentíamos lo mismo.
—Me decepciona que no me hayas contado eso.— habló Evie esta vez, estaba algo dolida—. Soy como tu hermana mayor, y en mi tienes toda la confianza del mundo. Y yo creo que todas deben tener ganas de tirarse de un puente porque apostamos casi mil dólares los cuales tenemos que dárselos a Mal.
La pelimorada sonrió inocentemente.
—Yo tuve fe en Dizzlia, sorry not sorry baby.— aclaró la hija de Maléfica—, Eso fue como la vez que no creímos que Jay y Audrey saldrían de nuevo. ¿Quiénes ganaron la apuesta? Ben y Uma.
—Fue la mejor victoria de mi maldita vida.— confiesa Uma—, Uh, cambiando de tema. Mal, ¿recuerdas a Kheaden?
Mal estuvo a punto de escupir lo que estaba tomando, Evie comenzó a darle golpecitos en la espalda.
—Creo recordarlo, ¿por qué?— cuestionó la dama de la corte.
—Disculpen, ¿Quién es Kheaden?— pregunta inocentemente Jane.
—El ex crush de Mal.— Responde Uma, haciendo que la pelimorada se pusiera más colorada de lo que estaba.
—¿Ese no era Harry?— cuestionan Audrey y Lonnie al mismo tiempo.
Evie y Dizzy rieron por lo bajo.
Trágame tierra, y escúpeme en la oficina de mi novio, gracias. Pensó la pelimorada, luego de maldecir internamente.
—Bueno, ya. Kheaden fue un chico de la Isla, para ser exactos el hijo de Merlín y Morgana. Sí, confieso que me llegó a gustar, pero es que tenía como doce años y él es mayor que yo por dos años.— Explica Mal con algo de incomodidad—, Después no volví a saber nada de él. ¿Por qué la pregunta Uma?
La hija de Úrsula dejó de mirar su teléfono y con la mirada comenzó a localizar.
—Miren quién está en ese kiosco de allí.— las chicas con disimulo voltearon a mirar hacia un kiosco de libros. Uma sacudió la cabeza unas cuantas veces para saber si veía bien— ¿Esa no es...?
—Ariana.— dijeron Evie, Dizzy y Mal al mismo tiempo, algo asombradas.
Lentamente y con disimulo se acomodaron en sus asientos.
—¿Qué hace Ariana Facilier aquí? ¿Y qué hace con Pendragon?— pregunta Evie algo desconcertada al igual que sus amigas.
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En el próximo capítulo conocerán a estos nuevos personajes.
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