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Bajo del autobús y comienzo a caminar  por el barrio Villa Nueva, zona de la casa de Amy.

Por suerte los mensajes de Lionard ya no se manifestaron más y eso me deja más tranquila. Creo que mientras más me presionan, soy más torpe.

Observo el jardín de la entrada de su casa. Las rosas están marchitas y la tierra seca, seguro que nadie le echa una gota de agua siquiera.

Cuando estoy frente a la puerta toco el timbre y la puerta se abre de inmediato.

ㅡBuenas tardes ㅡSaludo amablemente al ver al señor de unos cuarenta años, vestido muy formal.

El señor me sonríe en respuesta.

ㅡBuenas jovencita ㅡSe hace a un lado para dejarme pasar sin dejar de mirarme de arriba a abajo.

ㅡEstoy buscando a Amy Raldoom.

ㅡSoy su padre.

Trago saliva con dificultad.

¿El padre de Amy? Creí que ella lo odiaba. Ella no suele ser de las que viven bajo el mismo techo con la persona que odia. Aunque quizás ya haya cambiado de opinión. Después de todo, su padre era responsable con las pensiones de su hija.

¿Por qué mejor no le pregunto a ella?

ㅡ¿Dónde puedo...

ㅡEn su habitación jovencita ㅡSostiene dos latas de soda fantaㅡ ¿Gustas? ㅡEstira el brazo para ofrecerme la soda.

ㅡNo... gracias ㅡSusurro avanzando.

No puedo decir que la mirada del hombre no me incomoda porque es al contrario. Sí me incomoda y demasiado.

Aún así, el hombre parece buena gente.

Golpeo la puerta de su habitación. Pero no me responde. Así que vuelvo a golpear sin parecer una desesperada.

ㅡTe he dicho que no quiero verte ㅡEscucho sus gritos seguido de un estruendoso ruido como si hubiera quebrado un florero o algo hecho de vidrio.

ㅡ¡Amy! Soy Milene.

Bajo la mirada. No creo que me abra, quizás nada ha cambiado entre nosotras apesar de que me haya entregado la corona en el centenario.

Pero mis suposiciones se esfuman cuando ella abre de golpe la puerta y me estira al interior de su habitación perfectamente en orden *sarcasmo*
Nunca había visto una habitación tan desordenada aunque... no, no podría justificarla. Amy es desordenada, pero nunca en mi vida había visto su habitación en estas fachas.

Ella está en pijamas con un sacón de algodón y sus pantuflas. Tiene el cabello opaco y enredado, parece que no se lo ha peinado en siglos.

Hago espacio en su cama, es decir, amontono su ropa en una montaña al rincón de la cama. Para hacerme un espacio donde sentarme.

Resopla.

ㅡNo deberías haber venido sin avisar.

Se cruza de brazos apoyada sobre su pierna izquierda y entonces lo veo.

ㅡ¿Qué te sucedió en el brazo? ㅡIntento acercarme, pero ella me aparta.

Frunzo las cejas ¿Qué rayos le sucede?

ㅡSólo me caí pero no te acerques. Me duele aún.

Analizo la habitación como si mis ojos escanearan el lugar.  Observo los cristales rotos de la vajilla de tazas. Sus libros de la secundaria amontonados en el escritorio, su laptop encendida, sus calcetines en el piso ¡¡Esta habitación es peor que la de Derk!!

Sí. Claro. Derk es el más desordenado en la familia...

Bueno, quizás es parecida a la mía cuando me despierto tarde para ir a la secundaria.

ㅡ¿Qué es eso?  ㅡSeñalo una cajita encima de sus libros.

Amy se acerca a la zona y guarda la cajilla en su bolsillo de sacón.

ㅡNo te incumbe.

ㅡAmy... no vine a discutir contigo. Primero; vine a agradecerte por lo del centenario, no me lo esperaba... ¡Eres la mejor amiga que he tenido! ㅡIntento abrazarla pero ella me esquiva.

Entiendo que ya no le gusten los abrazos como antes pero.... está actuando extraño y voy a descubrirlo.

ㅡEse es el problema.

ㅡ¿De qué hablas? ㅡLe digo totalmente confundida.

ㅡSoy tu mejor amiga porque no has conocido a otras.

Mi celular vibra en el bolsillo, pero no lo atiendo. Y presto atención a la chica rubia de quince que tengo al frente.

ㅡNo necesito conocer a otras porque tú eres la única que necesito en mi vida ㅡLos ojos empiezan a picarme.

Vamos Milene... ¡Puedes controlarte!

ㅡEso no es cierto ㅡSaca un pañuelo de su bolsillo y se suena la nariz.

Hago memoria de las razones por que no quiere aceptarlo. Debe entender que yo la quiero a mi lado.

ㅡSi estás molesta por lo Nate puedo apartarme ㅡLevanto las manos.

Respira...

ㅡYa te habrás enterado que volvimos a ser amigos. Si no te gusta la idea puedo apartarlo de mi camino. Sé que eres una novia celosa y...

ㅡMilene....

ㅡPuedo entenderlo. Pero por favor no pienses que yo lo alejé de tí.

ㅡMilene...

ㅡPor favor Amy.

ㅡEscúchame ㅡdice tomando mis manos.

Nuestros ojos ya están rojos y con lágrimas acumuladas a punto de salir. Como un río que se desborda las aguas quieren ser libres.

ㅡQuiero que te alejes de mí. No metas a Nate en esto... yo... nosotros, el día antes del centenario terminé la relación. Me alegro que vuelvan a ser amigos... ㅡDesvía la mirada y después de una larga pausa continúaㅡ Ahora vivo con mi padre y aunque nunca imaginé terminar así, es la ley quien lo ordena. Milene no podemos seguir siendo amigas. Tú y yo no somos para nada comunes y además...

Observo su rostro, ni siquiera le duele continuar con sus palabras, aún no caen lágrimas por sus mejillas sólo están acumulándose.

Tres...
Dos...
Uno...

ㅡ¡¿Además qué?! ㅡExploto sin alientoㅡ ¿Acaso eso no hace la amistad? Somos imanes, somos la ley de la física, positivo negativo, opuestas. Y eso nos une ¡¿Qué no entiendes?! Le hice una maldita promesa a mi primo y no pienso romperla, voy a cuidarte y por más que yo sea  la peor para ese trabajo aún así lo haré porque lo prometí.

Amy frunce las cejas y se voltea como si estuviera pensando en algo, luego me observa.

ㅡAsí que una promesa. Y la vas a cumplir.  Milene, eres tan inocente que me alegro que tengas alguien en quién sostenerte que no sea yo. Porque en estos momentos soy como un agujero negro, un remolino en el mar o un huracán, absorbo todo a mi alrededor; no quiero arrastrarte a mi oscuridad... y si no piensas alejarte. Yo lo haré.

ㅡAmy... no lo entiendo ¿Qué mal te hice? ㅡSollozo.

ㅡNo puedes obligar a alguien a quedarse a tu lado.

ㅡSí puedo porque sé que eso es lo correcto ㅡSusurro tragándome las ganas de hipear.

ㅡ¡¿Acaso eres una maldita adivina?!¡¿Una bruja?! ㅡEmpieza a dar vueltas alrededor de su habitaciónㅡ Tú no sabes nada Milene. Ni siquiera si el día de mañana vas a morir o no. Te lo estoy pidiendo de la mejor manera; aléjate de mí.

Eso ella quiere. Quiere ahogarse en su dolor, quiere volverse loca, quiere ser la odiada. Ugh. Pero no la dejaré en paz, por más que ella me quiera lejos sin un motivo lógico; no me alejaré.

Porque lo prometí.

ㅡPiensas que todas las promesas se cumplen. Eres tan ingenua. No puedo creer que aún así hayas sido mi mejor amiga.  Que idiota eres. Vienes aquí intentando salvar el día cuando en tu mente estás debatiendo si seguir aquí o dejarme en paz. Lo sé, así siempre lo fuiste y no cambiarás aquello.

ㅡ¡¿Quieres lastimarme?! Así no lograrás nada.

ㅡSé tu punto débil... ㅡEmpieza a acercarse y me sube el mentón para que nuestros ojos se encuentrenㅡ Aún puedes recuperar a Nate, pero a mi no.

Me aparto de ella ¿Tiene idea de lo que está hablando?

ㅡ¿Cómo lo sabes? ㅡInquiero tratando de sonar autoritaria, pero lo único que saco es un hilo de voz.

ㅡTan ingenua como siempre.

Una lágrima se desliza por mi rostro y luego le siguen las demás. Ella no es Amy. Me repito mentalmente para no derrumbarme. Aunque mi supuesta valentía y fuerza ya se ha desmoronado hace mucho.

ㅡPor más que cambies tu forma de vestir, tu forma de ser o dejes de usar tus anteojos siempre serás la tonta que cayó entre los engaños de Natasha y ahora de Kevin ¿Quién será el siguiente?

ㅡ¡Eso no es cierto!

ㅡCorre niña, aún estás a tiempo de salir por la puerta que este es el último adiós.

Entonces lo hago. Odio ser débil. Odio ser tan cobarde. Odio ser Milene Hunter. Salgo de un portazo con los ojos llorosos y el corazón a mil.

El cielo está oscuro y el clima frío me golpea con fuerza, pero no me interesa porque el peor golpe de hoy es admitirlo. Admitir que Amy no quiere ayuda... Debo aceptar que la perdí.

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Holisss saltamontes :v

Chao :c

Jajaja no tengo mucho que decir mas que avisar que el siguiente capítulo es el último y viene con una zuculenta sorpresa.... xD